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La verdadera Iglesia de Dios...

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Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

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sábado, 14 de febrero de 2015

Guion: Domingo I de Cuaresma






Formulario de Misa: aquí.


Para profundizar sobre las características litúrgicas del Tiempo de Cuaresma, consultar aquí.


Ciclo B

En este domingo tiene lugar el rito de la inscripción o elección del nombre de los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de la iniciación cristiana en la Vigilia Pascual.

Si hay procesión de entrada, es aconsejable cantar las letanías de los santos. (Cf. Carta Circular Paschalis sollemnitatis, 23, y Caeremoniale Episcoporum, 261).


Introducción

El pasado miércoles, con el sugestivo rito de la bendición e imposición de la ceniza, hemos comenzado la santa Cuaresma. Hoy, primer domingo de este tiempo penitencial, contemplamos a Jesús, Hijo de Dios y Dios Él mismo, que vence a Satanás, la antigua Serpiente.
 
El vocablo "Cuaresma" se refiere a "cuarenta días". Este número, en la Biblia, tiene un sentido simbólico. Evoca los cuarenta años que vivió el pueblo de Israel en el desierto, los cuarenta días que pasó Moisés en el monte Sinaí, y los que transcurrieron cuando Goliat, el gigante filisteo, se enfrentó a Israel, hasta que fue derrotado por David. Evoca también los cuarenta días durante los que Elías, fortalecido por el pan cocido en las cenizas, y con agua, caminó hasta el Horeb, el Monte de Dios; recuerda, además, los cuarenta días que empleó Jonás para predicar la penitencia a los habitantes de Nínive.
 
La Cuaresma cristiana, recogiendo todo este simbolismo, y como remedio saludable para nuestras almas, nos invita a vivir física y espiritualmente la experiencia de Jesús, que pasó cuarenta días y cuarenta noches ayunando en el desierto, y que al final fue tentado por Satanás, al que derrotó e hizo huir "hasta el momento oportuno".

Celebremos en la Misa lo que profesa nuestra fe.


El Nuevo Misal para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay posee seis formularios de tropos cuaresmales para el Kyrie, y cuatro formularios de Saludo litúrgico entre los que el sacerdote puede elegir para usar hoy. 
 
No se canta ni se dice el himno Gloria a Dios.


Primera lectura: Gén. 9, 8-15

Dios misericordioso, siempre dispuesto a perdonar, establece una alianza con el pueblo de Israel y le ofrece su  paternal protección.

Segunda lectura: I. Ped. 3, 18-22

El apóstol Pedro nos explica que el Diluvio de los tiempos pasados, es imagen del bautismo de la Nueva Alianza, pacto de amor entre el Padre Dios y sus hijos.

Evangelio: Mc. 1, 12-15

Jesús, Hijo de Dios, vence al Maligno tentador, y a todos los que acogemos la invitación a la penitencia y a la conversión, nos hace partícipes de su victoria.


Oración de los fieles

R. Que no caigamos en tentación.

-Para que la Iglesia Católica pueda cumplir más efectivamente la misión que le encomendó Jesucristo, su Divino Fundador y Místico Esposo. R.

-Para que todos los creyentes comprendan que la comunión de amor y de fe con el Papa y con los demás pastores de la Iglesia, es garantía de unidad y fidelidad a la verdad. R.

-Para que los catecúmenos encuentren en nuestras comunidades el amor y la fraternidad que caracterizaban a los primeros cristianos. R.

-Para que los que se obstinan en el pecado puedan descubrir el valor y la belleza de una auténtica conversión. R.

-Para que nosotros, con un corazón dócil y humilde, acojamos de Dios en esta Cuaresma, los dones  del arrepentimiento y de la contrición. R.


O bien:

Las siguientes peces, con las adaptaciones necesarias, están tomadas de la histórica Santa Misa del Domingo I de Cuaresma, presidida por san Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, el 12 de marzo del Año Santo 2000, en ocasión de la célebre "Jornada del Perdón", en el marco del Jubileo de la Encarnación.

Es una solemne plegaria, semejante a la Oración universal del Viernes Santo. El sacerdote que preside la celebración introduce y concluye el formulario, a la vez que reza la oración correspondiente a cada intención, la cual es propuesta por un diácono, lector u otro ministro idóneo:


Hermanos y hermanas, supliquemos confiadamente a Dios, nuestro Padre, que es misericordioso y compasivo, lento a la ira y grande en el amor y la fidelidad, para que acoja el pedido de su pueblo, que confiesa humildemente las propias culpas y pide el don del perdón:

Pausa en silencio.
 
 
R. Kyrie, eleison
 
I. Confesión de los pecados en general
 
-Oremos para que nuestra confesión y arrepentimiento sean inspirados por el Espíritu Santo, nuestro dolor sea fructífero y profundo, y para que considerando con humildad las culpas del pasado, en una sincera "purificación de la memoria", nos empeñemos en un camino de verdadera conversión:

Pausa en silencio.
 
+Señor Dios, tu Iglesia peregrina, siempre por Ti santificada en la Sangre de tu Hijo, en todo tiempo ha albergado en su seno a miembros que resplandecen por la santidad y a otros que, desobedientes a Ti, contradicen el Evangelio; Tú que permaneces fiel aun cuando nosotros seamos infieles, perdona nuestras culpas y concédenos ser tus auténticos testigos ante los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
 
R. Kyrie, eleison
 
 
II. Confesión de las culpas en servicio de la caridad

-Oremos para que cada uno de nosotros, reconociendo que algunos hombres de Iglesia, en nombre de la fe y la moral, han empleado métodos no evangélicos, sepamos anunciar la verdad, imitando a Cristo, manso y humilde de corazón.

Pausa en silencio.


+Señor, Dios de todos los hombres, en ciertas etapas de la historia, los cristianos han hecho uso de métodos de intolerancia y no han seguido el mandamiento del amor, desfigurando así, el rostro de la Iglesia, tu Esposa. Ten misericordia de tus hijos pecadores, y acoge nuestro propósito de encontrar y promover la verdad en la dulzura de la caridad, conscientes de que esta verdad no se impone sino en virtud de la ella misma. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

R. Kyrie, eleison
 
 
III. Confesión de los pecados que han comprometido la unidad del Cuerpo de Cristo

-Oremos para que el reconocimiento de los pecados que han lacerado la unidad del Cuerpo de Cristo y herido la caridad fraterna, abra caminos de reconciliación y comunión entre todos los cristianos.

Pausa en silencio.
 
+Padre misericordioso, en la vigilia de su Pasión, Cristo ha orado por la unidad de los creyentes en Él: aun así, ellos, contradiciendo esta santa voluntad, se han enfrentado y dividido, condenándose recíprocamente. Invocamos con fuerza tu perdón, y te pedimos el don de un corazón penitente, para que todos los cristianos, reconciliados contigo y entre nosotros, en un solo cuerpo y en un solo espíritu, podamos revivir la gozosa experiencia de la plena comunión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
 
R. Kyrie, eleison
 

IV. Confesión de las culpas en relación con Israel


-Oremos para que recordando los sufrimientos padecidos por el pueblo de Israel en la historia, los cristianos sepan reconocer los pecados cometidos por no pocos de ellos contra el pueblo de la Alianza y las bendiciones, y así, purificar su corazón.

Pausa en silencio.


+Dios de nuestros padres, Tú has elegido a Abraham y a su descendencia para que tu Nombre sea llevado a todos los pueblos: nos sentimos profundamente avergonzados por el comportamiento de cuantos, en el curso de la historia, han hecho sufrir a estos hijos tuyos: que al pedirte perdón, nos empeñemos en una auténtica fraternidad con el pueblo de la Alianza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


R. Kyrie, eleison
 

V. Confesión de las culpas cometidas en comportamientos contra el amor, la paz, los derechos de los pueblos y el respeto de culturas y religiones


-Oremos para que en la contemplación de Jesús, nuestro Señor y nuestra Paz, los cristianos sepamos arrepentirnos de palabras y comportamientos a veces inspirados por el orgullo, el odio, la voluntad de dominio sobre los otros, y la enemistad hacia los miembros de otras religiones y grupos sociales más débiles, como los inmigrantes y gitanos.

Pausa en silencio.
 
+Señor del universo, Padre de todos los hombres, por medio de tu Hijo nos has mandado amar al enemigo, hacer el bien a aquellos que nos odian y orar por los que nos persiguen. Muchas veces, no obstante, los cristianos han desoído el Evangelio, y cediendo a la lógica de la fuerza, han violado los derechos de etnias y pueblos, despreciando sus culturas y tradiciones religiosas. Muéstrate pues, paciente y misericordioso con todos, y perdónanos. Por Jesucriisto, nuestro Señor. Amén.

R. Kyrie, eleison
 

VI. Confesión de pecados que han herido la dignidad de la mujer y la unidad del género humano

-Oremos por todos aquellos que han sido ofendidos en su dignidad humana y cuyos derechos fueron conculcados; por las mujeres, muy frecuentemente humilladas y marginadas; reconozcamos toda forma de responsabilidad de los cristianos, por acción u omisión.

Pausa en silencio.


+Señor Dios, nuestro Padre, Tú has creado al ser humano, hombre y mujer, a tu imagen y semejanza, y has querido la diversidad de los pueblos en la unidad de la familia humana. Pero a veces no ha sido reconocida la igualdad de tus hijos, y los cristianos se han hecho culpables de actitudes de marginación y exclusión, discriminando razas y etnias. Perdónanos, Señor, y concédenos sanar las heridas aún abiertas en la comunidad a causa de estos pecados, para que todos nos sintamos verdaderamente hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

R. Kyrie, eleison


VII. Confesión de los pecados en el ámbito de los derchos fundamentales de la persona humana


-Oremos por todos los seres humanos del mundo, especialmente por los menores víctimas de abusos; por los pobres, los marginados y los últimos; por los más indefensos, por los no nacidos, asesinados en el útero materno, incluso utilizados con fines experimentales por aquellos que, distorsionando los propósitos de la ciencia, se han aprovechado de las posibilidades que ofrece la biotecnología.

Pausa en silencio.

+Dios, Padre nuestro, que siempre escuchas el clamor de los pobres, muchas veces los cristianos no te han reconocido en quien tiene hambre y sed, está desnudo, es perseguido o está encarcelado; en quien está privado de toda posibilidad de defensa, sobre todo en la etapa inicial de su existencia. Te pedimos perdón por todos aquellos que han cometido injusticias, impulsados por la sed de riqueza y poder, y han despreciado a los "pequeños", por Ti particularmente amados. Ten piedad de nosotros y acoge nuestro arrepentimiento. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


R. Kyrie, eleison
 
 
Oración conclusiva

"Padre misericordioso, tu Hijo Jesucristo, Juez de vivos y muertos, en la humildad de su primera Venida, ha rescatado del pecado a la humanidad, y en su glorioso Retorno, pedirá cuentas de toda culpa a nuestros padres, hermanos y a nosotros, tus siervos. Que impulsados por el Espíritu Santo, volvamos a Ti con un corazón penitente, para que nos concedas, por tu misericordia, el perdón de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor."


A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones 
litúrgicas:

"Dios paciente y misericordioso, que renuevas a través de los siglos tu Alianza con todas las generaciones, dispón nuestros corazones a la escucha de tu Palabra, para que en este tiempo penitencial que Tú nos ofreces, se cumpla en nosotros la verdadera conversión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

Se usa el Prefacio propio* del Domingo I de Cuaresma, que es el mismo para cualquier ciclo: De tentatione Domini.


Ofertorio

Junto a los dones eucarísticos, llevamos al Altar nuestros propios pecados, pues solo el Sacrificio del Cordero puede sepultarlos en el océano infinito de la Misericordia Divina.

Puede usarse cualquiera de las dos Plegarias Eucarísticas de Reconciliación, con el Prefacio de más arriba*. En efecto, éstas poseen un Prefacio propio que solamente puede cambiarse por otros relacionados con los misterios de la Pasión del Señor, o de carácter penitencial, como son, por ejemplo, los cuaresmales.


Comunión

"Vela sobre nosotros, Salvador eterno; sé Tú nuestro protector. No permitas que nos sorprenda el Tentador astuto". (I Domingo de Cuaresma, ant. Cántico evangélico, II vísperas).
 
Hagamos nuestras estas palabras de la liturgia cuaresmal y dirijámoslas a Jesús Eucaristía, que viene a nosotros para fortalecernos en la lucha contra las asechanzas del Enemigo infernal.


Despedida

Dejamos el templo material pero nos comprometemos a seguir edificando el espiritual, del que formamos parte como piedras vivas del Reino de la Pascua definitiva.


Según la editio typica tertia del Missale Romanum, se reza la Oración sobre el pueblo, que concluye con la bendición simple. Siguiendo la práctica de la liturgia romana, el diácono, o en su defecto, el mismo sacerdote, invita a los fieles a disponerse para recibir la Bendición diciendo:

"Inclínense para recibir la bendición".

La Bendición solemne de Cuaresma puede emplearse en las Misas de las ferias cuaresmales en que es optativa la Oración sobre el pueblo o en otras celebraciones litúrgicas.


14 de febrero de 2015, memoria litúrgica de los santos Cirilo, monje,  y Metodio, obispo, copatronos de Europa. Conmemoración de San Valentín, mártir. Entrada dedicada a todos ellos.
(Última actualización de la entrada: 19/02/21).


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