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La verdadera Iglesia de Dios...

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Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

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domingo, 25 de octubre de 2015

Guion: Domingo XXXI del Tiempo Ordinario


                               



Formulario de Misa: aquí.


Ciclo B

Introducción

Acudamos, hermanos, sin miedo, perdonados, humildes, contritos, a esta fiesta que a todos nos une. Disfrutemos el Pan compartido. (Cf. Himno "Gloria a Ti, Hostia santa y bendita", del 48° Congreso Eucarístico Internacional. Guadalajara, 2004). 

La Iglesia nos ha invitado nuevamente a este Banquete de hermanos. Lo que lo hace de veras "fraternal" es nuestra comunión sacramental con Jesucristo, nuestro Salvador, que como Altar Viviente nos acoge, como Víctima inocente se inmola por nosotros, y como Pan celestial nos alimenta.



Primera lectura: Deut. 6, 2-6

El santo Profeta Moisés exhorta al pueblo de la antigua alianza, y hoy, también a nosotros, al cumplimiento de los Mandamientos. Este es el camino de la prosperidad.

Segunda lectura: Heb. 7, 23-28

En Jesucristo, el Sacerdote y Víctima, reconocemos al único Mediador, que carga sobre Sí las miserias de todos los hombres, para purificarlos y darles la salvación.

Evangelio: Mc. 12, 28b-34

Como desafortunadamente aún estamos muy lejos de cumplirlos, la liturgia de la Iglesia sigue proponiéndonos el Evangelio en el que Jesús nos dice cuáles son los dos principales mandamientos.


Oración de los fieles

Las siguientes preces -salvo las dos últimas-, con breves adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a Estados Unidos. Corresponden a la Misa votiva y Canonización del beato Junípero Serra, presidida por el Papa en el atrio del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, el 23 de septiembre de 2015:

R. Enséñanos a amar como Tú, Señor.

-Por nuestro Santo Padre, el Papa N, y por todos los obispos, para que el Señor continúe concediéndoles, como sucesores de los Apóstoles, la valentía de proclamar el mensaje de salvación y de vivir y anunciar el Mandamiento del amor a Dios y al prójimo, roguemos al Señor.

-Por los niños en todas partes, para que sean bendecidos con buena salud y familias que los cuiden y que siembren en su corazón el amor por los Mandamientos de Dios, roguemos al Señor.

-Por la renovación de una cultura que respeta la vida de todas las personas, especialmente de los ancianos y de los que aún no han nacido, y para que cesen los prejuicios raciales, la discriminación, el aborto, la eutanasia y la pena capital, roguemos al Señor.

-Por nuestras comunidades de fe, para que los sacrificios personales en favor de los pobres, los que carecen de un techo y los desamparados, ayuden a aliviar sus sufrimientos en nuestra ciudad, en nuestra nación y en todo el mundo, roguemos al Señor.

-Por los enfermos, para que por intercesión de María, Madre de los que sufren, sean sanados por la misericordia infinita de Dios, roguemos al Señor.

-Por nosotros aquí reunidos, para que el Dios nos conceda un corazón libre de toda hipocresís, para que seamos capaces de vivir según el espíritu de la Ley de Dios y alcanzar su finalidad, que es el amor, roguemos al Señor. (Cf. Papa Francisco, Ángelus del 30/08/15).

A continuación, se propone como oración conclusiva de las preces una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:

"Oh, Dios, Tú eres el único Señor y no hay otro Dios fuera de Ti, concédenos la gracia de la escucha, para que nuestro corazón, mente y sentidos se abran a la única Palabra que salva, el Evangelio de tu Hijo, nuestro Sumo y Eterno Sacerdote, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".

 
Ofertorio

Eucaristía: Banquete y Sacrificio. Ante todo, este último; en segundo término, aquél. Estamos ante un gran Misterio de fe. Preparemos la Mesa y el Ara mediante la presentación del pan y el vino.


Comunión

"Cada vez que comemos del Pan, y del Cáliz bebemos el Vino, anunciamos que un mundo más bello se prepara y construye en Cristo" (Himno del 48° Congreso Eucarístico Internacional. Guadalajara, 2004. Cf. supra). 

Que el Pan de la esperanza que vamos a recibir, reavive en nosotros el compromiso de trabajar en la construcción del Reino de Dios, ya desde aquí en el mundo.
 

Despedida

Con el compromiso de vivir más profundamente el Mandamiento del amor, volvemos a un mundo que está sediento de Dios.


25 de octubre de 2015, domingo XXX del Tiempo Ordinario.
Clausura de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, sobre "la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo".

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