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La verdadera Iglesia de Dios...

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Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

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martes, 26 de enero de 2016

Guion: Domingo IV del Tiempo Ordinario





Formulario de Misa: aquí.


Ciclo C

Introducción

Hermanos, como una Madre siempre alegre, "que comprende, acompaña y acaricia" (Cf. Discurso de S.S. Francisco a la Asamblea eclesial italiana. Florencia, 10 de noviembre de 2016), la Iglesia reúne a sus hijos cada domingo, para entregarles lo más precioso que tiene: la Palabra y el Pan de Dios, que son el alimento espiritual que todos necesitamos, mientras aguardamos con fe el total cumplimiento de las promesas del Señor.

 
Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Jer. 1, 4-5. 17-19

En Cristo, en Quien se cumple la siguiente profecía de Jeremías, Dios prodiga una paternal protección a sus elegidos.

Segunda lectura: I Cor. 12, 31_13, 13

La primacía del amor por sobre todas las demás virtudes se funda, ante todo, en que Dios mismo es Amor.

Evangelio: Lc. 4, 21-30

Jesucristo, que es la Luz y la Verdad en Persona, pone al descubierto las obras del "padre de la mentira" e incomoda a los que se empeñan en vivir en las tinieblas.

Las siguientes preces, traducidas al español y con algunas adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa en el Jubileo de las Familias, presidida por Su Santidad Francisco el 27 de diciembre de 2015, en la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José:

Queridos hermanos: 
A Dios, comunión de vida y de amor, presentemos nuestra oración y supliquemos su misericordia.

R. Dios de esperanza, escúchanos.

O bien:

R. Te rogamos, óyenos

-Por la Santa Iglesia de Dios. La gracia que brota de los sacramentos, en especial, de la Eucaristía, la edifique en la verdad y en la caridad, y haga de ella una casa acogedora para todos sus hijos. R. 

-Por los gobernantes y legisladores. La sabiduría que viene de lo alto los guíe para servir al bien de toda persona, tutelando la estabilidad y la serenidad de la familia. R.

-Por las familias cristianas. La alegría que brota de la vida en Cristo las sostenga en las fatigas cotidianas y les infunda la esperanza que no defrauda. R. 

-Por la vida naciente. La fidelidad de Dios a sus promesas reavive en los esposos el deseo de engendrar y acoger nueva vida y venza los sentimientos de egoísmo y cerrazón. R.

-Por los pobres y por quienes viven en soledad. El consuelo que da la certeza de un Dios cercano y la caridad comprometida de los cristianos los hagan experimentar el calor de la comunión y la fraternidad. R

A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
  
"Oh, Dios, en el profeta recibido por los paganos pero negado en su patria, se manifiesta el drama de la humanidad que acepta y rechaza tu salvación; haz que en la Iglesia no decrezca el coraje del anuncio misionero del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

  
Ofertorio

Que el Señor reciba como ofrenda, junto a estos dones de pan y vino, los bienes materiales y espirituales, que vienen de Él, y también nuestras faltas, que son fruto de la propensión humana a ceder ante las inspiraciones del Maligno.


Comunión

Jesucristo, Esperanza de la gloria futura, es el Pan que fortalece a los débiles, consuela a los afligidos, y nos hermana a todos, más allá de las diferencias. Lo recibimos con agradecido fervor y espíritu orante.


Despedida

"Yo estoy contigo para librarte".

Que estas consoladores palabras de Dios, que hemos escuchado al final de la primera lectura, nos infundan el valor y la confianza que necesitamos para ser incansables evangelizadores.


26 de enero de 2016, memoria litúrgica de los santos Timoteo y Tito, obispos.
Entrada dedicada a ellos.

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