De talla moral incontestable, de trayectoria impecable, elevándose por encima de cuanta personalidad hay en el mundo, el Santo Padre Benedicto XVI sigue avanzando con paso humilde, pero firme, por la senda que el mismo Dios le ha señalado.
Desde su elección al Trono de Pedro, el 19 de abril de 2005, muchos han querido y quieren manchar su imagen. Y aunque a veces pareciera, no lo logran. Ninguno de los que pretenden atacarlo ¡ninguno! podría hacer gala de una trayectoria más intachable que la de él.
A lo largo de la historia, personas de la más dudosa y discutible talla moral han embestido contra otros que eran gigantes de la verdad, del amor y de la paz. Jesucristo es el ejemplo más claro de ello.
¿Cómo, entonces, no iba a ocurrir lo mismo con aquel a quien Él nombra su Vicario?
Benedicto XVI y la verdadera fe, de la cual por voluntad divina es custodio y garante, son blanco de los más vergonzosos, groseros e irreproducibles ataques, burlas, calumnias y difamaciones en diversos sectores de la sociedad. En una época en la que muchos hipócritas se rasgan las vestiduras hablando de no discriminación, de derechos humanos, de respeto del que piensa diferente, pareciera ser que lo único que se permite es el agravio directo, abierto, orquestado, consensuado y nada disimulado dirigido a la Iglesia Católica, y en particular a la persona del Papa, sea quien fuere.
¿Cómo no comparar, si se es fiel a la verdad, entre la actitud irreverente de la gran mayoría de los que lo atacan, y el ejemplo humilde que da el Papa con su silencio siempre orante?
La mirada serena del Santo Padre Benedicto XVI es la de aquellos que "están en la Verdad", y se dejan iluminar y guiar por ella. Es de los que no venden esa Verdad al mejor postor, de los que no la tergiversan ni la acomodan a su conveniencia. Es de los que, simplemente la transmiten con fidelidad, sin temer a los poderes de turno, sin dejarse amedrentar por las ideologías de moda.
Por eso es amado u odiado. Porque nadie que sea tan amigo de la única Verdad, que es Cristo, puede permanecer indiferente ante los demás.
¡Bendito seas, Santo Padre Benedicto XVI! ¡Felices 85 años! ¡Y gracias por estos siete años de tu precioso Pontificado!
Quiero avanzar fielmente por tu Camino, Sucesor de Pedro, pues sólo este Camino, frente a tantos otros, tiene un nombre: Jesucristo, el único Redentor, ayer, hoy y siempre.
16 de abril de 2012, 85° cumpleaños del Santísimo Padre Benedicto XVI.
Entrada dedicada a él.
Hola mi querido amigo.
ResponderEliminarTiene un poco de tiempo que no paso por aquí, pero bueno, la semana santa y la lamentable pérdida de una tía muy querida para mí, me mantuvo ausente.
Espero que estés muy bien y que Dios no deje de colmarte de bendiciones.
Esta entrada me llenó de curiosidad porque es cierto, atacan demasiado a S.S. Benedicto XVI y lo digo porque yo era una de tantos. Sin embargo, me di a la tarea de investigar más sobre él y descubrí que me dejé llevar por las opiniones ignorantes y sin fundamentos de las personas que están resentidas con la iglesia. Pero gracias a Dios, él me dio entendimiento y sabiduría para comprender tantas cosas que otros de nuestros hermanos siguen divulgando sin fundamentos. Es lamentable que muchas de las personas que aprecio, también lo atacan pero en cuando uno quiere corregirles, cierran su corazón y no dejan entrar a la razón.
Seguiré al pendiente de tus publicaciones :) Son excelente, sigue así.
Dios y la Santísima Virgen te cubran y llenen de alegrías.
¡Qué gozo saber de ti!
ResponderEliminarAnte todo, siento lo de tu tía. La recordaré en mis oraciones.
Respecto de Benedicto, no sabes cuánto me alegra que estés conociéndolo mejor, y que te des cuenta de cómo es calumniado. Yo lo quise y lo admiré siempre, aun antes de ser Papa.
Cuando los demás cierren su corazón a la verdad sobre él, no te preocupes. Hay gente a la que la verdad encandila.
Él es un padre humilde y bondadoso, elegido por el mismo Señor para que nos guíe.
Te abrazo con el corazón y pido a Jesús Resucitado que te haga experimentar el gozo espiritual de su Resurrección.
Sin embargo, los integristas dizque católicos (principalmente los sedevacantistas)consideran que Benedicto XVI -al que algunos despectivamente nombran como Joseph Ratzinger, para echarle en cara su ascendencia judía, pues sabido es que el fanatismo integrista es antisemita- es un antipapa y hereje.
ResponderEliminarTambién califican de antipapa hereje a Juan Pablo II, y se permiten afirmar que la santa madre Teresa de Calcuta, "monja diabólica" para estos integristas dizque católicos, está en el infierno en compañía del hereje y antipapa Karol Woytila. Y en compañía de todos los antipapas y herejes del Vaticano II y de la inmensa mayoría de los católicos conciliares -así nos llaman los integristas dizque católicos a los hijos e hijas de la Iglesia que aceptamos el Concilio Vaticano II-y la práctica totalidad de los cristianos ortodoxos, protestantes y anglicanos, y la casi totalidad de los fieles de otras religiones, a las que invariablemente los integristas dizque católicos (lefebvristas o sedevacantistas) denominan religiones "inventadas por Satanás".
Es más: para los extremistas ultraintegristas que conforman las filas del sedevacantismo, también la inmensa mayoría de los lefebvristas, como son herejes según el implacable DICTAMEN de los sedevacantistas, han ido a la condenación eterna.
De manera que si lo que estoy muy sucintamente apuntando en este comentario no se ajusta a la verdad de lo que piensan, sienten y creen esos grupúsculos fanáticos integristas de todos los que no creemos, pensamos, sentimos y amamos como ellos, que alguien me haga ver mi error.
Saludos en Cristo y María, y en los pobres del Señor. Buenas noches.