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martes, 13 de octubre de 2015

Guion: Domingo XXIX del Tiempo Ordinario


                              



Formulario de Misa: aquí.


Ciclo B

Introducción


"Alcen la Copa hasta el fin del tiempo, partan el Pan, repartan amor. Soy el Cordero que por ustedes en Sacrificio hoy se entregó". (Canción "Cena Pascual", de Perla Moré, ejecutada en Cuba durante la Misa que presidió San Juan Pablo II en Santa Clara, el 22 de enero de 1998).

Esta expresión, tomada de un conocido canto eucarístico, describe con profundidad el Misterio de la Santísima Eucaristía, instituida por el Señor Jesús en el primer Jueves Santo de la historia.

Esa Copa que el Salvador levantó en aquella memorable Última Cena  es el Cáliz de su Sangre; ese Pan partido y repartido en aquella noche, es su Cuerpo.

¡Entrañable Misterio! Cuerpo y Sangre de Cristo quien, ya sin sufrimiento, sigue ofreciéndose en cada Misa "hasta el fin del tiempo", para que todas las generaciones sean alcanzadas por su gracia salvadora. De esta manera, y por el amor inefable de Dios, el "hoy" en el que se entrega el Cordero es para nosotros, durante esta peregrinación terrenal, un continuo "presente de gracia".

Con el canto, expresión del gozo espiritual de nuestros corazones, participemos de esta liturgia de alabanza, súplica y acción de gracias.


Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Is. 53, 10-11

El santo Profeta Isaías es figura del Siervo de Dios, Varón de dolores, que carga sobre Sí el oprobio de la humanidad, justificando a sus hermanos.

Segunda lectura: Heb. 4, 14-16

Solo en Jesucristo, Sumo Sacerdote de Dios Altísimo, que se hizo semejante a nosotros en todo, menos en el pecado, encontraremos misericordia y gracia.

Evangelio: Mc. 10, 35-45

Sublime lección de servicio nos ofrece el Divino Maestro en la célebre página evangélica que vamos a escuchar. Que Jesús, Siervo humilde de Dios, nos enseñe a ser servidores de los hermanos.


Oración de los fieles

La siguiente introducción y las últimas tres preces, con breves adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa de Clausura del VIII Encuentro Mundial de las Familias, presidida por el Papa Francisco en Filadelfia el 27 de septiembre de 2015:

Hermanos y hermanas, la Palabra del Señor es la verdad y nos acompaña en todos los caminos. Volvamos a nuestro Padre del Cielo, confiando en su bondad, y presentémosle nuestras súplicas:

R. Escúchanos, Señor. Tú eres nuestro auxilio y nuestro escudo.

-Por la Santa Iglesia Católica, para que con el testimonio de sus pastores, proclame ante el mundo que es grande aquel que se hace servidor de los demás. R.

-Por los pastores de la Iglesia, para que hallen nuevas maneras de dar a conocer la única doctrina de Jesucristo, Evangelio vivo del Padre. R.

-Por aquellos que, como los apóstoles, serán llamados al testimonio supremo de beber el Cáliz del Señor en el martirio, para que esta confesión de fe fortalezca a los débiles y acreciente la fe de los que vacilan. R.

-Por todos los miembros de la Iglesia, (...) para que puedan llegar a conocer más a fondo que la Ley del Señor alimenta el alma. R.

-Por las familias de todo el mundo, especialmente las más afligidas, para que a ejemplo de los santos Celia y Luis Martin, y de su hija, Teresita del Niño Jesús, puedan ser hogares de comunión y oración, buscando siempre la verdad y viviendo el amor de Dios. R.
  
-Por nosotros, para que celebrando siempre la Eucaristía en comunión con el Santo Padre, "Siervo de los siervos de Dios", fortalezcamos nuestra unión con él, y renovemos con determinación la fidelidad al Evangelio. R.


A continuación, se propone como oración conclusiva de las preces una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:

 "Dios de la paz y del perdón, Tú nos has dado en Cristo al Sumo Sacerdote que ha entrado en el Santuario del Cielo por el único Sacrificio de expiación; concédenos alcanzar gracia ante Ti, para que podamos compartir hasta el fin el cáliz de tu voluntad y participar plenamente en la Muerte redentora de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".


Ofertorio

El Altar es el nuevo Gólgota en el que se renueva la Inmolación del Cordero hasta el final de los tiempos. El Dios de los portentos ha querido que para este gran Misterio, sean necesarios únicamente un pedazo de pan y un poco de vino. Son los que algunos hermanos presentan a continuación, en nombre de esta comunidad aquí reunida.


Comunión

La comunión de la Hostia santa, nos hace partícipes del Misterio del Calvario y nos asegura un sitio en el Banquete de la eternidad.


Despedida

Nos hemos alimentado de Aquel que no vino a ser servido sino a servir. Por ello, seamos de verdad servidores de nuestros hermanos.


13 de octubre de 2015, aniversario de la última Aparición de Nuestra Señora de Fátima.

En el sexagésimo aniversario de la muerte terrena de la beata Alejandrina da Costa, virgen.
Entrada dedicada a la Virgen de Fátima y a la beata.

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