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lunes, 5 de octubre de 2015

Guion: Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario


                         


 

Formulario de Misa: aquí.


Ciclo B
   
Introducción

El eterno designio del Creador ha querido que los cristianos fuéramos una familia, y que a ninguno le fuera lícito desentenderse del otro. Esta realidad se hace aún más patente cuando, hasta en los puntos más lejanos del mundo, con espíritu fraterno, nos congregamos en esta asamblea dominical para escuchar la Palabra y recibir la Eucaristía que nos une entre nosotros y con Cristo, que por todos murió y resucitó.


Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Sab. 7, 7-11

La sabiduría es el primer don de Dios Espíritu Santo. Pedida fervorosamente por los justos a lo largo de las generaciones, en la plenitud de los tiempos nos fue dada por el Padre en la Persona del Hijo como Salvador del mundo, Sabiduría encarnada por obra del Espíritu.

Segunda lectura: Heb. 4, 12-13 

La Carta a los Hebreos realiza el elogio de la Palabra de Dios, que penetra hasta lo más recóndito de nuestro ser y pone al descubierto ante el Señor las intenciones de nuestro corazón.

Evangelio: Mc. 10, 17-27

"El ciento por uno en esta Tierra, más la Vida eterna en el futuro". Es la promesa que Jesús realiza a aquellos que nada anteponen a Él y al fiel cumplimiento de su Palabra.
 

Oración de los fieles

Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, en la que canonizó a su predecesor Pablo VI, y a los beatos Óscar Arnulfo Romero, Vicente Romano, Francisco Spinelli, María Catalina Kasper, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y Nunzio Sulprizio, el 14 de octubre de 2018 en la Plaza de San Pedro:

Hermanos queridos, en la gloria de la comunión de los santos, presentemos al Señor las necesidades de la hora presente, en espera de participar plenamente de la gloria futura.

R. Te rogamos, óyenos

-Roguemos por la Santa Iglesia de Dios.

+Nutrida por la gracia de los sacramentos y sostenida por la intercesión de los santos, resplandezca siempre con la belleza de su Esposo. R.

-Oremos por los legisladores y gobernantes.

-Guiados por la luz del Espíritu Santo y la auténtica búsqueda del bien común, se dediquen con pasión a la edificación de la civilización del amor. R.

-Oremos por los cristianos que padecen persecución.

+Colmados del Espíritu de fortaleza y orgullosos de pertenecer al Señor Jesús, sean dulces y tenaces testigos de la victoria pascual. R.

-Oremos por los jóvenes que transitan el camino de discernimiento vocacional.

+Atraídos por la novedad del Evangelio y con la mirada fija en Jesús, hagan de su vida un don total de amor. R.

-Oremos por los prometidos y por los jóvenes esposos.

+Despojados de toda forma de egoísmo y de la mentalidad mundana, se abran a la gratuidad y a la fidelidad. R.

Oración conclusiva

"Escucha, Padre, la oración de la Iglesia, que brilla con el testimonio y la compañía de los santos, verdaderos discípulos y amigos de Jesús, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".


O bien:

Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a Cuba. Corresponden a la Misa por él presidida en la ciudad de Holguín en la fiesta de San Mateo, apóstol y evangelista, el 21 de septiembre de 2015:

R. Dios fiel, escúchanos.

-Por la Iglesia universal, para que siga siendo fiel al mandato del Señor de llevar el Evangelio de la Salvación a todos los rincones del mundo. Roguemos al Señor.

-Por el Santo Padre N, por todos los obispos, presbíteros, diáconos y consagrados; para que fieles al Evangelio, sean siempre portadores de la misericordia de Dios. Roguemos al Señor.

-Por los gobernantes de las naciones, para que siempre se preocupen por orientar sus esfuerzos en bien de todos, especialmente de los más desamparados. Roguemos al Señor.

-Por todos los que sufren o pasan alguna necesidad espiritual o corporal. Por los enfermos, los presos,
los marginados, los olvidados de la sociedad. Para que Dios Padre, a través de nuestra práctica misericordiosa, les dé consuelo y esperanza. Roguemos al Señor.

-Por todos aquellos que como los apóstoles, dejaron sus intereses personales, confiaron en el Señor y decidieron servirle en los hermanos. Que permanezcan siempre firmes en su vocación evangelizadora. Roguemos al Señor.

-Por todos nosotros, para que, con nuestro testimonio de cristianos, invitemos a otros hermanos a vivir la experiencia de caminar de la mano con Jesucristo, Rostro misericordioso de Dios Padre. Roguemos al Señor.

Oración conclusiva

"Te alabamos, Señor Dios, porque renuevas cada día el Don del Espíritu Santo que diste a tu Iglesia, y te rogamos que escuches nuestra súplica de hijos confiados. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

O bien:

Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a los Países Bálticos. Corresponden a la Misa votiva del Espíritu Santo, presidida por el Pontífice en Estonia, el 25 de septiembre de 2018:

Hermanos, haciendo memoria de las maravillas que el Espíritu Santo ha obrado en la creación, pidamos al Señor que multiplique los dones de su gracia en la Iglesia de Cristo y en el mundo entero.

R. Te rogamos, óyenos.

-Por todos los cristianos, para que experimenten una nueva efusión del Espíritu Divino, y así renovados, enciendan la llama de la fe en los corazones de otros hermanos. R.

-Por el Santo Padre N, y por todos los obispos y sacerdotes, para que el Espíritu Paráclito los colme con los dones de unidad, del amor y de la paz, a fin de que puedan guiar y fortalecer en la fe al Pueblo Santo de Dios. R.

-Por los enfermos, por los abandonados y por todos los demás hermanos que sufren, para que el Espíritu Consolador los fortalezca con su gracia, y les alivie el dolor a través del amor de la familia, de los amigos y de la comunidad cristiana. R.

-Por la concordia entre nosotros, nuestras familias, comunidades y en todo el mundo, para que el Espíritu Santo de reconciliación, paz y unidad, venza toda guerra, división, violencia, discordia y egoísmo. R.

-Por aquellos que buscan la Verdad pero aún no han abierto su corazón al don de la fe, para que la semilla de la Palabra de Dios, inspirada por el Santo Espíritu fecundo, produzca en sus corazones fruto abundante. R.
 
O bien:

Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, el 10 de octubre de 2021 en la Basílica de San Pedro, en la Apertura del
 Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad:
 
Al Padre, que nos llama a participar de la alegría de su Reino, dirijamos unánimes y confiados nuestra plegaria:

R. Te rogamos, óyenos 

-Por la Iglesia: que colmada del Espíritu Santo en la comunión de múltiples carismas, siga fielmente la Palabra de Cristo, su Esposo, para que llegue a toda criatura el anuncio de la salvación. R.
 
-Por los ministros del Evangelio, especialmente los que se encuentran en territorios lacerados por la guerra o por cualquier tipo de miseria: que puedan perseverar en la oración y ser signo del amor de Dios por cada hombre. R.
 
-Por todos los bautizados: que sientan la urgencia de participar activamente en el mandato del anuncio del Reino de Dios, con la santidad de sus vidas y el humilde servicio a los hermanos.R.
 
-Por todas las víctimas de los conflictos y del egoísmo de los poderosos: que su clamor obtenga de parte del Corazón misericordioso de Dios, consuelo y paz, y de los hombres, verdadera justicia. R.  
 
-Por nosotros, que celebramos esta Eucaristía: que acojamos con alegría la misión de dar testimonio de la Palabra que hemos escuchado, para ser filialmente obedientes a Dios y amar a los hermanos con sincera dedicación. R.

Oración conclusiva


"Oh, Padre, que no dejas con las manos vacías a quienes se dirigen a Ti con sincero corazón, acrecienta nuestra fe para que demos los frutos que deseas cosechar en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

A continuación, se propone como oración conclusiva de las preces una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
 

"Oh, Dios, nuestro Padre, Tú escrutas los sentimientos y los pensamientos del hombre, de manera que no existe criatura que pueda esconderse de Ti; penetra nuestros corazones con la espada de la Palabra, para que a la luz de tu sabiduría, podamos evaluar las cosas terrenas y las eternas, y nos convirtamos así, en libres y pobres para el Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".


Ofertorio

Presentemos los sencillos dones eucarísticos, a fin de que "descienda sobre nosotros la bondad del Señor y haga prosperar espiritualmente este fruto de nuestro trabajo", en el Milagro Supremo de la Transubstanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor.


Comunión

Cristo, Sabiduría eterna y encarnada, nosotros confesamos que Tú estás presente en el Sacramento de la Eucaristía, y que te entregas a nosotros como Pan que alimenta el alma y es prenda de Vida eterna.



Despedida

"Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?". 
 
Ojalá jamás dejemos de dirigir esta pregunta al Señor, pues eso significará que no hemos perdido la conciencia de que la máxima empresa de nuestra  vida es la eterna salvación del alma.


5 de octubre de 2015, conmemoración de santa María Faustina Kowalska, virgen, apóstol de la Divina Misericordia, en el año del 110° aniversario de su nacimiento (25/08/1905). 
Entrada dedicada a ella.
(Última actualización de la entrada: 10/10/21).

 

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