Antes de la reforma conciliar del Calendario, en la Iglesia universal, se celebraba la festividad de san Benito el mismo día de su muerte, es decir, el 21 de marzo. A partir de esa reforma, se fijó el 11 de julio, con el rango litúrgico de "memoria obligatoria". La Orden benedictina ha querido conservar ambas fechas en su calendario propio. Así, el 21 de marzo, con el grado de "fiesta" celebra el "Tránsito" del santo patriarca a la Vida eterna; el 11 de julio, la principal festividad anual, con el grado de "solemnidad". Los siguientes, son los himnos litúrgicos de la fiesta del Tránsito "de nuestro padre san Benito", como lo llaman sus hijos espirituales, y como afectuosamente lo llamamos sus fieles devotos:
Oficio de lecturas
Cuanto cantaron los antiguos profetas,
todos los ejemplos de la ley eterna, los
encontramos reunidos en la vida del fundador
que festejamos.
El amor enaltece al bondadoso Moisés,
Abraham es célebre por su descendencia;
Isaac por la belleza de su esposa
y la dura decisión de su padre.
Llegado al culmen de las virtudes,
el Patriarca que nos ha congregado
aparece superior, pues reúne en su corazón
a Isaac, Moisés y Abraham.
Haga llegar a quienes ha librado de las tempestades
del mundo, guiado por un viento favorable,
allí donde la paz y el descanso florecen
sin temor alguno.
Gloria al Padre, al Hijo que ha engendrado,
y la misma gloria a Ti,
el Espíritu de ambos, Dios único
por todos los siglos. Amén.
Laudes
Aparece brillante la aurora que da comienzo
a la celebración anual del Tránsito de Benito
a la mansión del Cielo.
¡Qué premio tan grande recibió en el Cielo aquel
que fue ilustre en la Tierra, cuyos milagros brillan
en todas las regiones del orbe!
La tierra rechaza los cadáveres de los que estaban
privados de su favor; el agua no moja la planta
de los pies de sus fieles.
Vio todo el mundo como recogido
en un solo rayo de sol: la mente que está en su Creador
puede vislumbrar todas las criaturas.
A ti, padre santo, te pedimos con el corazón humillado
que permitas alcanzar el Cielo a quienes enseñas a
despreciar la Tierra.
Gloria a Dios Padre y también a su único Hijo,
con el Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos. Amén".
II Vísperas
Resuenen entre el pueblo cantos de honor
y en los templos modúlense solemnes himnos,
pues hoy san Benito escala el alcázar del Cielo.
Se hallaba aún en los años alegres de la infancia
cuando abandonó la casa paterna, y solitario,
se ocultaba en el silencio de una cueva.
Revolcándose en ortigas y punzantes espinos,
subyuga el ardor juvenil, fomento de vicios, y
desde entonces, escribe sabias normas de vida santa.
Derribada la torpe imagen de Apolo
y talado el bosque consagrado a Venus,
dedicó un oratorio al Bautista en la santa montaña.
Saboreando sin cesar los gozos del Cielo,
entre la ardiente multitud de serafines,
atiende y alimenta con dulce rocío
los corazones de sus fieles devotos.
Gloria al Padre y al Hijo engendrado, a Ti,
que eres igual a ambos, Espíritu Santo,
al Dios único por todos los siglos. Amén.
21 de marzo de 2017, fiesta del Tránsito de san Benito, en la Orden que fundó.
Conmemoración de san Nicolás de Flüe, patrono de Suiza, en el año del VI centenario de su nacimiento, y en el día del 430° aniversario de su muerte terrena.
Entrada dedicada a ambos santos.
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