La Orden de la Bienaventurada Virgen María
de la Merced celebra cada 24 de septiembre la solemnidad de la
Santísima Virgen bajo esta advocación. Este es el Prefacio propio de la Misa que figura en el Misal mercedario:
PREFACIO
V. El Señor este con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Por un admirable y providente
designio de tu amor,
uniste a la gloriosa Virgen María a Cristo tu Hijo
en la obra de la salvación humana,
con tan estrecho vínculo,
que fue Madre suya amantísima
en su humilde Nacimiento,
asociada a su Pasión junto a la Cruz,
y es ahora, elevada a la gloria celeste,
Abogada nuestra
y Dispensadora de los tesoros
de la redención.
Ella cuida siempre con afecto materno
a los hermanos de su Hijo
que se hallan en peligros y ansiedad,
para que, rotas las cadenas de toda opresión,
alcancen la libertad del cuerpo y del espíritu.
Por eso con todos los ángeles y santos
entonamos tu alabanza,
y te glorificamos diciendo:
Santo, Santo, Santo...
24 de septiembre de 2017, domingo XXV del Tiempo Ordinario.
Para los mercedarios, solemnidad de Nuestra Señora de la Merced. Entrada dedicada a ella.
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