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lunes, 26 de marzo de 2018

Siete Visitas II (para niños)


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Hace tiempo compuse una Guía de oración para las Visitas a los Siete Monumentos que habitualmente se realizan en las horas de la noche bendita del Jueves Santo, luego de la Misa de la Última Cena del Señor. En esta oportunidad quiero ofrecer otra versión más breve, destinada a los más pequeños, para que también ellos puedan acompañar espiritualmente al Señor en la contemplación de estas horas de su Dolor por la humanidad.

El esquema general es el siguiente:

-Señal de la Cruz
-Meditación
-Jaculatoria (breve petición al Señor)
-Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Introducción: (antes de iniciar el recorrido)

Señor Jesús, Tú quisiste que los niños estuviéramos junto a Ti. Y nosotros queremos estar a tu lado siempre, pero más hoy, cuando recordamos lo que sufriste por los hombres y mujeres de todos los tiempos. Por eso, en esta noche queremos acompañarte y expresarte nuestro amor y gratitud. 
Te amamos, Salvador, Amigo y Hermano.


Primera visita: La Oración de Jesús en el Huerto de los Olivos

Querido Jesús, te contemplamos orando muy triste, pero con confianza en tu Padre del Cielo, que es Dios como Tú. Vemos con el corazón el sudor de Sangre que cae de tu Rostro. Todo lo ofreces por nosotros.

Redentor del mundo, enséñanos a confiar siempre en Ti y a ofrecer los momentos difíciles de la vida por la salvación de los hermanos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Segunda visita: La traición de Judas

Querido Jesús, te contemplamos traicionado por uno de tus amigos. Tú lo seguirás amando, como a nosotros cuando hacemos algo malo.

Hermano siempre fiel, enséñanos a reconocer cuando actuamos mal y a arrepentirnos, para que sintamos la alegría de ser perdonados por Ti.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Tercera visita: La soledad de Jesús

Querido Jesús, te contemplamos solo, abandonado por tus amigos, porque tenían mucho miedo a la maldad de los que te buscaban para matarte.

Compañía de los que están solos, enséñanos a estar al lado de los que son rechazados, de los que han sido abandonados por sus seres queridos y de los que no tienen a nadie que se acuerde de ellos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Cuarta visita: El juicio de los tribunales religiosos

Querido Jesús, te contemplamos juzgado por los que se llamaban "representantes de Dios". Tu silencio ponía al descubierto los pecados de sus corazones, y demostraba tu humildad e inocencia.

Juez justo, enséñanos a no juzgar nunca a nuestros hermanos, que son todos los hombres y mujeres del mundo, sino a saber ver en ellos lo bueno que tiene cada ser humano.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Quinta Visita: Las agresiones de los malvados

Querido Jesús, ahora contemplamos cómo se burlan de Ti, te escupen, te insultan y te golpean con maldad. Tú, callado, sigues amándolos y quieres perdonarlos.

Cristo paciente, enséñanos a respetar siempre y a todos, en vivo o a través de la televisión y las redes, sabiendo perdonar como Tú a quienes nos ofenden.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Sexta visita: Las negaciones de san Pedro

Querido Jesús, te contemplamos angustiado y herido porque Pedro, uno de tus mejores amigos, por temor,  negó que te conocía. Pero Tú, que siempre das una nueva oportunidad, volverás a confiar en él.

 Amigo de verdad, enséñanos a no tener vergüenza de Ti ante los demás, y si la tuvimos alguna vez, que podamos reconocerlo y anunciar a los hermanos que no existe nadie más fiel que Tú.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Séptima visita: El dolor de la Madre

Querido Jesús, te contemplamos sufriendo por el dolor de tu Madre, que en esta noche te acompañaba con el corazón y padecía y atesoraba en él todo el mal que te hacían los malvados.

Hijo de María, enséñanos a estar siempre unidos a Ti como ella, para amar como Tú amas. Que de la mano de nuestra Madre del Cielo, nos acerquemos cada vez más a Ti, el único que puede hacernos verdaderamente felices. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


 Conclusión (al terminar las Visitas, en la última iglesia, ante una imagen de la Virgen)

Santísima Virgen María, Madre bondadosa, que jamás abandonas a tus hijos; tú que cuidas especialmente de los que son niños como nosotros, condúcenos siempre por el camino del bien, y haz que nada nos aparte de tu amado Hijo y nuestro Señor Jesús, que nació, vivió, murió y resucitó por nosotros. Amén.


25 de marzo de 2018, Domingo de Ramos o de la Pasión del Señor.
Entrada dedicada al Señor Jesús, Hijo de David.


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