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domingo, 13 de mayo de 2018

Letanías a la Vida y Pasión de Cristo Señor

 
 




Un antiguo libro de oraciones, el Fasciculus Sacrarum Orationum et Litaniarum ad usum quotidianum Christiani hominis, ex sanctis Scripturis et Patribus collectus, de 1612, contiene el siguiente formulario de letanías a la Vida y Pasión de Cristo (pp. 96-109), que he querido transcribir, en un deseo de rescatar del olvido algunas piezas preciosas de la liturgia y de la piedad católicas:


 
LITANIAE AD CHRISTUM DOMINUM (De Vita et Passionne Christi)

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad


Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros
(en las siguientes invocaciones a las Divinas Personas, se responde igual)

Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santa Trinidad, un solo Dios,


Jesús, Sabiduría eterna,
Jesús, nacido de María Virgen,
Jesús, adorado por tu Madre,
Jesús, envuelto en pañales,
Jesús, reclinado en un pesebre,
Jesús, amamantado por el seno virginal,
Jesús, reconocido por los pastores en un pesebre,
Jesús, circuncidado bajo la ley,
Jesús, adorado por los Magos,
Jesús, presentado en el Templo,
Jesús, llevado a Egipto,
Jesús, buscado y amenazado a muerte por Herodes,
Jesús, criado en Nazaret,
Jesús, hallado en el Templo a los doce años,
Jesús, sujeto a tus padres,
Jesús, bautizado en el Jordán,
Jesús, tentado en el desierto,
Jesús, que viviste entre los hombres,
Jesús, odiado por nada,
Jesús, ultrajado con agravios,
Jesús, transfigurado en el Monte ante los padres
(Moisés y Elías),
Jesús, dulce Rey de Jerusalén,
Jesús, vendido por treinta monedas,
Jesús, inclinado ante los pies de los discípulos
(para lavárselos),
Jesús, postrado en oración,
Jesús, confortado por el ángel,
Jesús, impregnado con sudor de Sangre en tu agonía,
Jesús, traicionado por Judas,
Jesús, despreciado por tus seguidores,
Jesús, presentado ante Anás y Caifás,
Jesús, abofeteado por el alguacil del Sumo Sacerdote,
Jesús, acusado por falsos testigos,
Jesús, juzgado como reo,
Jesús, salivado en el Rostro,
Jesús, con los ojos cubiertos,
Jesús, salvajemente golpeado,
Jesús, negado por Pedro,
Jesús, entregado como prisionero por Pilato,
Jesús, despreciado y escarnecido,
Jesús, revestido con una túnica blanca,
Jesús, pospuesto a Barrabás,
Jesús, flagelado con crueldad,
Jesús, triturado por nuestros crímenes,
Jesús, tratado como un leproso,
Jesús, revestido con un manto púrpura,
Jesús, coronado de espinas,
Jesús, herido con una caña,
Jesús, cuya Crucifixión pidieron los judíos,
Jesús, condenado a muerte ignominiosa,
Jesús, librado a la voluntad de Judas,
Jesús, cargado con el peso de la Cruz,
Jesús, conducido como oveja al matadero,
Jesús, despojado de tus vestiduras,
Jesús, fijado con clavos a una Cruz,
Jesús, masacrado por nuestras iniquidades,
Jesús, que oraste al Padre por tus verdugos,
Jesús, considerado un criminal,
Jesús, blasfemado y mofado en la Cruz,
Jesús, provocado con insolencia por el ladrón impenitente,
Jesús, que prometiste el Paraíso al buen ladrón arrepentido,
Jesús, que encomendaste Juan a tu Madre como hijo,
Jesús, a Quien dieron de beber hiel y vinagre,
Jesús, que en Ti diste cumplimiento a todas las Escrituras,
Jesús, que encomendaste el Alma a tu Padre,
Jesús, hecho obediente hasta la muerte en Cruz,
Jesús, atravesado por la lanza,
(de Longinos)
Jesús, hecho propiciación para nosotros,
Jesús, depuesto de la Cruz,
Jesús, resucitado gloriosamente de entre los muertos,
Jesús, que ascendiste al Cielo,
Jesús, nuestro Abogado ante el Padre,
Jesús, que enviaste el Espíritu Paráclito a los discípulos,
Jesús, que exaltaste a tu Madre sobre los coros de los ángeles,
Jesús, que vendrás a juzgar a los vivos y a los muertos,

Senos propicio, perdónanos, Señor
Senos propicio, escúchanos, Señor

De todo mal, líbranos, Señor (esta respuesta se repite en las siguientes invocaciones)
De todo pecado,
De la ira, el odio y la mala voluntad,
De la peste, el hambre y la guerra, 
De los peligros de la mente y del cuerpo,
De la muerte eterna,
Por tu santísima Concepción,
Por tu milagroso Nacimiento,
Por tu humilde Circuncisión,
Por tu Bautismo y tu santo Ayuno,
Por tus trabajos y vigilias,
Por tu flagelación y coronación dolorosas,
Por tu sed, lágrimas y desnudez,
Por tu preciosa Muerte en la Cruz,
Por tu Resurrección y Ascensión gloriosas,
Por la efusión del Espíritu Santo Paráclito,
En el Día del Juicio,

Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos (esta respuesta se repite en las siguientes invocaciones)
Para que nos perdones,
Para que seas indulgente con nosotros,
Para que nos hagas indulgentes con los demás,
Para que por tu clemencia, infundas en nuestros corazones la gracia del Espíritu Santo,
Para que protejas y acrecientes a tu Santa Iglesia,
Para que reúnas y conserves en el temor de tu Santo Nombre a todos los pueblos,
Para que nos des la paz, humildad y caridad verdaderas,
Para que nos des la perseverancia en la gracia y en tu santo servicio,
Para que nos libres de los pensamientos maliciosos, de las tentaciones del demonio y de la condenación perpetua,
Para que nos asocies a la Asamblea de tus santos,
Para que te dignes escucharnos,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros

 
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

 
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.


Padrenuestro...


V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo.

V. Recuerda, Señor, tu misericordia.
R. Que es eterna.

V. Mira mi humildad y mi trabajo.
R. Y perdona todos mis delitos.

V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.

Oraciones

Danos tu gracia, Señor, que nos purifique de todos nuestros pecados y acreciente nuestra caridad.

Infunde, Señor, en nuestros corazones, la luz de tu sabiduría, para que te conozcamos verdaderamente y te amemos fielmente.

Míranos, Dios, protector nuestro, y protégenos de las asechanzas de nuestros enemigos, para que, libres de toda perturbación y con tranquilidad de espíritu, por tu bondad, te sirvamos con tranquilidad de conciencia.

Oh, Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites, míranos con tu favor y aumenta tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza, nos conformemos con tu Santa Voluntad, la cual es idéntica a tu Misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, Quien Contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

V. Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia divina, descansen en paz.
R. Amén.


13 de mayo de 2018, solemnidad de la Ascensión del Señor. Entrada dedicada a Cristo en este misterio.

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