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domingo, 22 de julio de 2018

Prefacio propio de Santa María Magdalena

  
 


Según un Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, firmado por Robert Sarah, el cardenal prefecto de ese Dicasterio, a partir del 3 de junio de 2016, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la "memoria obligatoria" de Santa María Magdalena, por "expreso deseo" del Sumo Pontífice Francisco, es elevada a la categoría de "fiesta". El mentado Decreto incluye el Prefacio propio Apostolorum apostola lo cual es, sin duda, uno de los datos más significativos del cambio litúrgico en cuestión. De hecho, es importante destacar que, en el Calendario Romano universal, ninguna de las celebraciones marianas y de los santos con el rango litúrgico de fiesta, posee Prefacio propio (1). Ni siquiera las de los apóstoles y evangelistas, en que se emplean respectivamente los Prefacios I y II del Común de Apóstoles. (La festividad de Pedro y Pablo lo tiene porque es una solemnidad).
De esta manera, Santa María Magdalena, y por un singular privilegio, se convierte en la primera fiesta de los santos que posee Prefacio propio en el Misal Romano universal. 
La siguiente es la versión latina, seguida de la traducción en español que se halla en la versión digitalizada del Misal editado por la Conferencia Episcopal Argentina:


Præfatio

Apostolorum apostola

Vere dignum et iustum est,
æquum et salutáre,
nos te, Pater omnípotens,
cuius non minor est misericórdia quam potéstas,
in ómnibus prædicáre per Christum Dóminum nostrum.

Qui in horto maniféstus appáruit Maríæ Magdalénæ,
quippe quae eum diléxerat vivéntem,
in cruce víderat moriéntem,
quæsíerat in sepúlcro iacéntem,
ac prima adoráverat a mórtuis resurgéntem,
et eam apostolátus offício coram apóstolis honorávit
ut bonum novæ vitæ núntium
ad mundi fines perveníret.

Unde et nos, Dómine, cum Angelis et Sanctis univérsis
tibi confitémur, in exsultatióne dicéntes:

Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth…


Traducción


Prefacio

Apóstol de apóstoles
 

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
glorificarte, Padre omnipotente,
porque tu misericordia no es menor que tu poder
por medio de Cristo Señor nuestro.

Él se apareció en el huerto a María Magdalena,
porque ella lo amó mientras vivía,
lo vio morir en la Cruz
lo buscó yacente en el sepulcro
y fue la primera en adorarlo cuando resucitó de entre los muertos;
así fue honrada con el oficio del apostolado entre los apóstoles
para que ellos anunciaran la buena noticia de la vida nueva
hasta los confines del mundo.

Por eso, nosotros, con los ángeles y todos los santos
te alabamos llenos de gozo, cantando:

Santo, Santo, Santo...



22 de julio de 2018, domingo XVI del Tiempo Ordinario.
Entrada dedicada a santa María Magdalena en este día en que está inscripta en el Calendario Romano general.

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