Cada 13 de noviembre, la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, celebra la "memoria facultativa" de san Artémides Zatti. Estos son los himnos del Propio de la Liturgia de las Horas salesiana:
Laudes
La vida se reanuda
con la luz de un alba nueva.
Con ella, en el pecho crece
nuestra devoción sincera.
El corazón y la mente
van a Ti, lumbre primera,
fuente de la santidad
que a tus hijos llega y llena.
San Artémides
de ella bebió cual la cierva.
Movido por san Juan Bosco,
decidió seguir sus huellas.
Tú infundiste en su alma
del Evangelio la esencia.
Fue “la caridad sin límites”,
sol y alegría en la tierra.
Sol alegre del enfermo,
firme alivio de las penas,
báculo del indigente...
¡Qué evangélica tarea!
En sus rostros contemplaba
de Jesús la imagen neta.
Con este noble ejercicio
conquistó la feliz meta.
Gracias, Dios, por el regalo
que, en él, haces a tu Iglesia.
Por el río de su virtud
nuestra nave a Ti navega.
Vísperas
Como con la luz primera,
cuando las sombras avanzan,
a Ti, Motor de la vida,
va la canción de alabanza.
La luz se va, cae la tarde,
mas en el hondón del alma
otra Luz más pura brilla.
Es la Luz de tu mirada.
Rayos de tu Luz, sabemos
que como Padre nos amas
y que para ir a Ti
el camino nos señalas.
Camino cierto es tu Hijo
y, con Él, las almas claras
que se tomaron en serio
el brío de su Palabra.
Artémides Zatti fue
una de esas nobles almas
que el gozo pleno encontró
siguiendo, fiel, sus pisadas.
Pisadas de amor, de entrega
y caridad extremada,
que este santo hizo suyas
con esperanza cristiana.
De humilde cuna nacido,
para la miseria humana
tuvo un corazón de carne
y delicadas entrañas.
En la fragua de Juan Bosco
forjó sus sensibles armas
y en el pobre y el enfermo
hacía su amor diana.
Honor a Ti, claro cauce
de santidad y de gracia.
A Ti, nuestra gratitud
por esta flor salesiana.
Como con la luz primera,
cuando las sombras avanzan,
a Ti, Motor de la vida,
va la canción de alabanza.
La luz se va, cae la tarde,
mas en el hondón del alma
otra Luz más pura brilla.
Es la Luz de tu mirada.
Rayos de tu Luz, sabemos
que como Padre nos amas
y que para ir a Ti
el camino nos señalas.
Camino cierto es tu Hijo
y, con Él, las almas claras
que se tomaron en serio
el brío de su Palabra.
Artémides Zatti fue
una de esas nobles almas
que el gozo pleno encontró
siguiendo, fiel, sus pisadas.
Pisadas de amor, de entrega
y caridad extremada,
que este santo hizo suyas
con esperanza cristiana.
De humilde cuna nacido,
para la miseria humana
tuvo un corazón de carne
y delicadas entrañas.
En la fragua de Juan Bosco
forjó sus sensibles armas
y en el pobre y el enfermo
hacía su amor diana.
Honor a Ti, claro cauce
de santidad y de gracia.
A Ti, nuestra gratitud
por esta flor salesiana.
13 de noviembre de 2018, para los salesianos, memoria facultativa de san Artémides Zatti.
(Última actualización de la entrada: 09/10/22, día de la canonización del bienaventurado).
Entrada dedicada él.
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