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sábado, 25 de julio de 2020

Común de Apóstoles: himnos litúrgicos




La siguiente, es la traducción al español del original en latín de los himnos de la Liturgia de las Horas para el "Común de Apóstoles":


I y II Vísperas: Exsultet caelum

Que el Cielo prorrumpa en alabanzas
y la tierra rebose toda de júbilo,
cantando la gloria de los Apóstoles
en la solemnidad sagrada de este día.

Oh, lumbreras del orbe,
que habréis de juzgar al mundo,
os pedimos de todo corazón
que prestéis oído a nuestras súplicas.

A fin de vernos librados de nuestros pecados
por el poder, que recibisteis de abrir y cerrar,
con vuestra palabra, las puertas del Cielo.

Y ya que la salud y la enfermedad
se someten a vuestro imperio,
confortad con las virtudes,
la fragilidad de nuestro espíritu.

Para que, al fin de los tiempos,
cuando Cristo vuelva, como Juez,
se digne hacernos partícipes de su gozo sempiterno.

Entonemos un canto de gloria
para alabar al Señor, que, por medio de sus Apóstoles,
nos concede instruirnos en la doctrina del Evangelio,
y aspirar a los bienes celestiales. Amén.


Laudes: (las festividades de los apóstoles tienen himnos propios que a veces pueden repetirse en Vísperas).


Tiempo Pascual

I y II Vísperas:
Tristes erant apostoli

Los Apóstoles estaban tristes
por la muerte de su Señor,
a Quien unos hombres sin piedad
habían condenado a una Pasión crudelísima.

Con palabras llenas de afecto,
un Ángel predijo a las mujeres:
«Muy pronto, en Galilea, podréis ver al Señor».

Al ponerse en camino, presurosas,
para transmitir este anuncio a los Apóstoles,
contemplan al Señor resucitado, y besan sus pies.

Los Discípulos, nada más recibir la noticia,
emprenden la carrera, para ver aquel Rostro del Señor,
que ellos tanto anhelaban.

Sé Tú, Jesús, para nuestras almas,
el gozo perenne de la Pascua,
y dígnate hacernos partícipes de tu triunfo
a quienes hemos renacido a la gracia.

Para Ti, Señor, toda la gloria,
que vencido el imperio de la muerte, has abierto,
por medio de los Apóstoles,
los caminos de la luz y de la vida. Amén.


Oficio de lectura (dentro y fuera del Tiempo Pascual): O sempiternae Curiae

Oh, Príncipes del Rey supremo
en la Corte gloriosa del Cielo,
a los que Jesús mismo formó
y dio al mundo como Apóstoles.

La Jerusalén celeste, cuyo Sol es el Cordero,
os tiene como joyas preciosas
de su insigne fundamento.

También la Iglesia, Esposa de Cristo,
os celebra ahora, agradecida,
por haberla difundido con vuestra predicación
y consagrado con vuestra sangre.

¡Oh, qué gloria tan grande la vuestra,
cuando, al final de los tiempos,
el Senado glorioso de los Apóstoles,
ocupe su sede en el tribunal del Redentor!

Que la simiente que habéis sembrado,
robustecida por el favor continuo de vuestras preces,
germine, convertida en espigas de Cielo.

Glorifiquemos a Cristo, que os hizo mensajeros del Padre
y os colmó de la gracia del Espíritu Santo. Amén.


Laudes: Claro paschali

Cuando los Apóstoles contemplan
ya con sus ojos al mismo Cristo,
el sol brilla con limpio resplandor,
en medio del gozo luminoso de la Pascua.

Con sólo ver las Llagas de su Carne gloriosa,
se sienten apremiados a confesar abiertamente,
que el Señor ha resucitado.

Oh, Cristo, Rey clementísimo,
dígnate adueñarte de nuestros corazones,
para que podamos rendirte en todo momento,
la alabanza que Tú mereces.

Sé Tú, Jesús, para nuestras almas,
el gozo perenne de la Pascua,
y dígnate hacernos participes de tu triunfo
a quienes hemos renacido a la gracia.

Para Ti, Señor toda la gloria,
que vencido el imperio de la muerte,
has abierto, por medio de los Apóstoles,
los caminos de la luz y de la vida. Amén.


25 de julio de 2020, fiesta de Santiago, apóstol.
Entrada dedicada a él.

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