Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Sin Ti, Fuego purificador, el mundo soberbio y pecador perece irremediablemente...
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Sin Ti, Agua viva de Cristo Manantial, el mundo, sediento y agostado, se seca definitivamente...
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Sin Ti, Viento impetuoso, el mundo ególatra y mezquino se paraliza ociosamente...
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Sin Ti, Paloma de la paz, el mundo en guerra y dividido se destruye irreparablemente.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Sin Ti, Óleo vivo y sanador, el mundo herido y enfermo se desangra gravemente.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Sin Ti, Don Viviente del Padre y del Hijo, el mundo jactancioso y egoísta sucumbe definitivamente.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Que Contigo, Dios vivo y Dador de Vida, el mundo vea el renacimiento de la Iglesia en un nuevo Pentecostés.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Que Contigo, Abogado de la verdad y de la justicia, toda división entre los hombres, sea superada; toda ideología, desterrada, y toda iniquidad, cancelada.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Que bajo tu Sombra protectora, Paráclito Omnipotente, nuestros días vean la humillación del padre de las tinieblas ante la espada de Miguel, el gran Príncipe del Ejército celestial.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Que por tu poder, Dedo de la Diestra del Padre, podamos contemplar la caída definitiva de esa antigua Serpiente bajo los pies de María, la Mujer vestida de Sol.
Veni Sancte Spiritus!
¡Ven, Espíritu Santo!
Que en Ti, por Jesucristo y al Padre, la Trinidad soberana, dirijamos la adoración y la alabanza, la acción de gracias y las súplicas, ahora y por toda la eternidad. Amén. Aleluya.
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