La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina, en los nn. 78, 79, 80, 81 y 82, ha publicado, para las Misas de difuntos, los siguientes Prefacios:
PREFACIO DE DIFUNTOS I
La esperanza de la resurrección en C risto
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
En él brilla la esperanza de nuestra feliz resurrección;
y así, a quienes la certeza de morir nos entristece,
nos consuela la promesa de la futura inmortalidad.
Porque para los que creemos en ti,
la vida no termina, sino que se transforma,
y al deshacerse esta morada terrenal,
adquirimos una mansión eterna en el cielo.
Por eso, con los ángeles y arcángeles,
y con todos los coros celestiales
cantamos un himno a tu gloria,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE DIFUNTOS II
Cristo ha muerto para darnos la vida
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque él quiso morir por nosotros
para librarnos de la muerte eterna;
más aún, solo él entregó su vida por todos,
para que viviéramos eternamente para ti.
Por eso, unidos a los ángeles,
cantamos un himno a tu gloria,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE DIFUNTOS III
Cristo, salvación y vida
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Él es la salvación del mundo,
la Vida de los hombres
y la Resurrección de los muertos.
Por eso, los coros de los ángeles adoran tu grandeza
y te aclaman eternamente.
Permítenos asociarnos a sus voces,
y cantar tus alabanzas diciendo:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE DIFUNTOS IV
La vida terrena y la gloria celestial
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Por tu poder fuimos creados,
tu providencia nos gobierna
y a causa del pecado volvemos a la tierra de donde salimos;
pero en tu bondad, los redimidos por la muerte de tu Hijo
tenemos parte en su resurrección gloriosa.
Por eso, con los ángeles y los santos,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE DIFUNTOS V
Nuestra resurrección es fruto de la victoria de Cristo
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Tú llamas a la vida eterna con Cristo
a los que fueron redimidos por él,
y otorgaste el don de tu gracia
a los que había muerto a causa del pecado.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
cantamos un himno a tu gloria,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
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