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sábado, 18 de febrero de 2012

El Rito renovado del Consistorio




El 18 de febrero de 2012 tuvo lugar un Consistorio público en el que el Papa Benedicto XVI creó veintidós nuevos cardenales. Para la ocasión, se usó por primera vez el nuevo rito, algo más sencillo que el anterior, estrenado por san Pablo VI en abril de 1969. Antes de esa fecha, los consistorios para la creación de cardenales consistían en una sencilla reunión del Sucesor de Pedro con los elegidos, en la que les otorgaba la bula con el título o diaconía y el birrete o capelo.

Bajo el pontificado del Papa Montini se intentó insertar esa "reunión personal" en un contexto de oración, lo cual ha perdurado hasta nuestros días, aunque con el paso del tiempo haya habido algunas modificaciones.

La intención del Papa Benedicto fue simplificar el rito en vigencia, recuperando antiguas oraciones, como la introductoria y la conclusiva, e incorporando la entrega del anillo, que antes se realizaba en la Misa que el día siguiente al Consistorio, el Papa presidía con los neocardenales.

La actual celebración: (se desarrolla en latín, salvo la allocutio, que es en italiano; el texto bíblico es en latín o italiano).

Introducción

Mientras la schola cantorum entona el versículo Tu es Petrus, el Vicario de Cristo, revestido con muceta y estola, o con capa pluvial, se dirige al Altar de la Confesión del apóstol san Pedro, donde realiza una breve oración en silencio. Luego va hacia la sede. Allí hace la señal de la Cruz y, luego del saludo litúrgico, y las palabras de reconocimiento y gratitud del primero de los nuevos cardenales, pronuncia la siguiente oración, cuya fuente es el Sacramentario Veronense o Leoniano:

Oremus
Domine Deus, Pater gloriæ, fons honorum,
qui licet Ecclesiam tuam toto orbe diffusam
largitate munerum ditare non desinis,
sedem tamen beati Apostoli tui Petri tanto propensius intueris,
quanto sublimius esse voluisti:
da mihi famulo tuo
providentiæ tuæ dispositionibus exhibere congruenter officium;
certus te universis Ecclesiis collaturum
quidquid illi præstiteris, quam cuncta respiciunt.
Per Dominum nostrum Iesum Christum Filium tuum,
qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,
per omnia sæcula sæculorum.
 Amen.

Traducción

Oremos.
Señor Dios, Padre de la Gloria, fuente de todo bien, tú que con la profusión de dones, no dejas de enriquecer a tu  Iglesia, extendida por toda la Tierra, y que miras con tanta benevolencia la Sede del bienaventurado apóstol Pedro cuanta es la preeminencia que le diste sobre las demás; en tu providencia concédeme a mí, que soy tu siervo, ejercer como es debido el mandato que me has confiado, en la esperanza de que darás a la Iglesia universal todo aquello que prometiste, hacia lo cual se orientan todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Rito de la Palabra

Luego, tiene lugar el rito de la proclamación de la Palabra de Dios. 

Después, hay un momento de silencio para la meditación personal. 

El Rito de la Palabra se concluye con la allocutio del Santo Padre.


Creatio novorum Cardenalium

El Santo Padre realiza una monición en la que se refiere a los nuevos cardenales, que comienzan a formar parte del clero de Roma, y participan así más estrechamente en la misión del Sucesor de Pedro en la Urbe y en el Orbe. Hacia el final de esta monición pronuncia el anuncio solemne de la creación de los cardenales, cuyos nombres menciona, especificando el título presbiteral o la diaconía que les serán asignados:

Fratres carissimi, munus gratum idemque graves sumus expleturi, quod cum ad Romanam Ecclesiam, imprimis pertineat totius quoque Ecclesiae corpus afficit: in Patrum Cardenalium Collegium, nonnullos Fratres cooptabimus, cui artiore vinculo cum Petri Sede devinciantur, Romani Cleri membra fiant, et in apostolico servitio Nobiscum strictius cooperentur.
Ipsi sacra purpura exornati, in Urbe Roma et in dissitis regionibus intrepidi erunt Christi testes eiusque Evangelii. 
Itaque auctoritate omnipotentis Dei, Sanctorum Apostolorum Petri et Pauli ac Nostra, hos Venerabiles Fratres creamus et sollemniter enuntiamus Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinales...

Traducción

Queridísimos hermanos, nos disponemos a cumplir un acto a la vez grato y solemne de nuestro sagrado Ministerio. Concierne primero a la Iglesia de Roma, pero también afecta sobremanera a la entera comunidad eclesial. Llamaremos a formar parte del Colegio de los Cardenales a algunos de nuestros hermanos, para que estén unidos con más estrecho vínculo a la Sede de Pedro, sean miembros del Clero de Roma, y cooperen más intensamente en nuestro Servicio Apostólico. Ellos, investidos de la sagrada púrpura, deberán ser intrépidos testigos de Cristo  en la ciudad de Roma y en las regiones más lejanas.
Por tanto, con la Autoridad de Dios omnipotente, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, creamos y proclamamos solemnemente Cardenales de la Santa Iglesia Romana, a estos Venerables Hermanos...

Professio fidei et iusiurandum

Acto seguido tiene lugar la Profesión de fe de los nuevos cardenales, que se hace mediante la recitación del Símbolo de los Apóstoles; luego, cada uno realiza en primera persona el juramento de fidelidad a Cristo y a su Evangelio, y de obediencia al Papa, a sus legítimos Sucesores, y a la Iglesia toda.

El Papa invita a los nuevos Cardenales a la Profesio fidei con estas palabras:

Fratres carissimi,
fidem vestram in Deum unum et trinum,
et fidelitatem in sanctam Ecclesiam
catholicam atque apostolicam,
teste populo sancto Dei,
profitemini.

Traducción

Queridísimos hermanos, profesen su fe en Dios Uno y Trino, y su fidelidad a la Santa Iglesia Católica y Apostólica, siendo testigo el Pueblo santo de Dios. 


Y todos rezan el Símbolo de los Apóstoles.

Después, cada elegido jura:

Ego N,
sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalis
N,
promitto et iuro,
me ab hac hora deinceps, quamdiu vixero,
fidelem Christo eiusque Evangelio
atque obœdientem beato Petro
sanctæque Apostolicæ Romanæ Ecclesiæ
ac Summo Pontifici Francisco,
eiusque successoribus canonice legitimeque electis,
constanter fore;
communionem cum Ecclesia catholica,
sive verbis a me prolatis, sive mea agendi ratione,
me semper servaturum;
nuntia vel secreta omnia, quæ mihi concredita sint,
numquam in Ecclesiæ damnum vel dedecus esse evulgaturum;
magna denique cum diligentia et fidelitate onera explere,
quibus teneor erga Ecclesiam,
in quam ad meum servitium exercendum,
secundum iuris præscripta, vocatus sum.
Ita me Deus omnipotens adiuvet.


Traducción

Yo, N (pronuncia su nombre de pila), Cardenal de la Santa Iglesia Romana, N (pronuncia su apellido), prometo y juro, desde ahora en adelante, y por siempre mientras viva, ser fiel a Cristo y a su Evangelio, constantemente obediente a San Pedro y a la Santa Iglesia Apostólica Romana, al Sump Pontífice Francisco y a sus Sucesores canónica y legítimamente elegidos, conservar siempre con la palabra y con la obra la comunión con la Iglesia Católica, no manifestar a nadie cuanto me haya sido confiado, y cuya revelación podría acarrear daño o deshonra a la Santa Iglesia, y desempeñar con gran diligencia y fidelidad las tareas a las cuales he sido llamado en mi servicio a la Iglesia, según las normas del derecho. Así me ayude Dios omnipotente. 


Impositio bireti rubri, anuli cardinalis traditio et assignatio Tituli vel Diaconiæ

 
Terminado el juramento, el mismo Santo Padre coloca el solideo rojo e impone el birrete del mismo color a los nuevos cardenales, pronunciando una fórmula ritual que expresa la total disponiblidad que deben tener los purpurados, para ofrecer su vida, hasta el derramamiento de la sangre, si fuera necesario:

Ad laudem omnipotentis Dei
et Apostolicæ Sedis ornamentum,
accipite biretum rubrum,
Cardinalatus dignitatis insigne,
per quod significatur usque ad sanguinis effusionem
pro incremento christianæ fidei,
pace et quiete populi Dei,
libertate et diffusione Sanctæ Romanæ Ecclesiæ
vos ipsos intrepidos exhibere debere.


Traducción

En honor de Dios omnipotente y para decoro de la Sede Apostólica, recibe el birrete púrpura como signo de la dignidad cardenalicia, por la que debes estar dispuesto a comportarte con fortaleza hasta el derramamiento de la sangre, por el incremento de la fe cristiana, por la paz y tranquilidad del Pueblo de Dios, y por la libertad y difusión de la Santa Iglesia Romana.
Después, el Sumo Pontífice hace entrega del anillo, que significa el desposorio místico entre los cardenales y la Santa Iglesia Católica. La fórmula eucológica usada se refiere a la íntima relación entre el amor que se debe a dicha Iglesia y al Sucesor de Pedro:

Accipe anulum de manu Petri
et noveris dilectione Principis Apostolorum
dilectionem tuam erga Ecclesiam roborari.



Traducción

De la mano de Pedro, recibe el anillo, y ten la certeza de que con el amor del Príncipe de los Apóstoles, se refuerza tu amor a la Iglesia.

Después, el Santo Padre asigna a cada cardenal, una iglesia de la Urbe (Título o Diaconía), como signo de participación en la solicitud pastoral del Papa por Roma, de la que es Obispo. Les entrega la Bula de creación cardenalicia, e intercambia con los neopurpurados el abrazo de paz. 

Ad honorem Dei omnipotentis
et sanctorum Apostolorum Petri et Pauli,
tibi committimus Titulum (vel Diaconiam)
N.
In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti.

R. Amen.
Pax Domini sit semper tecum.
R. Amen.


Traducción

En honor de Dios omnipotente, y de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, te entregamos el Título (o la Diaconía) N. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

R. Amén.

La paz del Señor esté siempre contigo.

R. Amén.

Luego, los nuevos cardenales se dirigen al lugar preparado para ellos entre los demás cardenales, quienes con un saludo fraterno les dan la bienvenida al Sacro Colegio Cardenalicio.
Mientras tanto la schola canta los versículos 17 y 18 del salmo 44: 

"Constitues eos principes super omnem terram. Memores erunt nominis tui, Domine, in omni generatione et progenie".


Traducción

"Los constituirás príncipes sobre toda la Tierra, y harán memorable tu Nombre, Señor, por generaciones y generaciones".

Conclusión

El Papa realiza una monición breve, tras la cual puede cantarse el Kyrie. Sigue el canto del Padrenuestro, al que el Papa invita con estas palabras:

Dicamus nunc omnes orationem,
quam Christus tamquam exemplar omnis orationis nobis dedit:


Traducción

Digamos ahora la plegaria que Cristo nos legó como modelo de toda oración.

El Rito se concluye con la siguiente oración, pronunciada por el Romano Pontífice:


Deus, cuius universæ viæ misericordia est semper et veritas,
operis tui dona prosequere;
et quod possibilitas non habet fragilitatis humanæ,
tuis beneficiis miseratus impende;
ut hi famuli tui, Ecclesiæ tuæ iugiter servientes
et fidei integritate fundati,
et mentis luceant puritate conspicui.
Per Christum Dominum nostrum.
Amen.


Traducción

Oremos.
Dios, cuyo camino universal es siempre la misericordia y la verdad, sustenta los dones de tu obra, para que aquello que no es posible a la humana fragilidad, lo concedas misericordioso por tu gracia, para que estos siervos tuyos, trabajando afanosamente por tu Iglesia, resplandezcan fundados en la integridad de la fe, y en la pureza de corazón. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Al terminar esta oración, si no sigue otro rito, como el "Consistorio para el voto de algunas causas de canonización"), el Vicario de Cristo imparte la Bendición final, y se retira, mientras la schola entona algún cántico mariano.

Alguno de los días siguientes, cercano a la fecha del Consistorio, el Sumo Pontífice celebra la Santa Misa con los nuevos cardenales, al comienzo de la cual, el primero de ellos dirige al Papa, en nombre de todos, unas palabras de saludo, reverencia y gratitud.

La siguiente imagen muestra la urna con las reliquias de san José María Tomasi, cardenal italiano, de cuya muerte se cumplieron tres siglos el primer día del año 2013. Perteneció a la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos. Es llamado "Doctor de la liturgia" y "Príncipe de los liturgistas".  En dicha urna pueden verse los distintivos propios de los cardenales: el anillo, el solideo rojo y el birrete del santo, como así también la bula papal de su creación, con la correspondiente asignación del título.





18 de febrero de 2012, día del cuarto Consistorio presidido por el Papa Benedicto XVI para la creación de veintidós nuevos cardenales y la votación de algunas causas de canonización. 
Memoria del beato Angélico, patrono de los artistas.
(Última actualización de la entrada: 27/08/22).

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