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martes, 1 de enero de 2013

Guión: Epifanía del Señor





EPIFANÍA DEL SEÑOR

(Para profundizar en las particularidades litúrgicas de esta solemnidad, hacer clic en el título precedente).

Formularios de Misa:

+Vigilia: aquí.
+Día: aquí.


En caso de que la Epifanía del Señor ocurriese un sábado, ver aquí.


Introducción

Es conveniente realizar la procesión de entrada, de acuerdo con las normas litúrgicas.

(Lo que está entre paréntesis, por razones de brevedad, puede omitirse).

“¿Por qué se fueron tan lejos de sus palacios, Reyes que siguieron una estrella fugaz?
¿Por qué, frente a un Niño, se arrodillaron los tres? Al preguntarles, decían así: `Venimos a adorar a Emmanuel´”
 
Así canta una estrofa del himno oficial de la XX Jornada Mundial de la Juventud, que se celebró en Colonia, Alemania, en 2005 (1). Son palabras que iluminan el Misterio de la Epifanía del Señor que hoy celebramos.
(Pasemos por alto los detalles secundarios, tomados de la tradición, pero que no han hallado aval de la historia, como el hecho de que estos “adoradores” fueran tres, o de que hubieran sido reyes”).

Detengámonos en el núcleo de lo que celebramos:
Un Niño ha nacido, un Niño se manifiesta al mundo. ¿Quién es este Pequeño, que hace que los poderosos Sabios orientales dejen la comodidad de sus palacios, emprendan un arduo viaje y lleguen a postrarse en adoración ante Aquél? Es el Hijo de Dios, el Emmanuel de las Escrituras. Y como la humildad era la más preciada de las posesiones de los Magos, Dios quiere recompensarlos, revelándose a ellos en el Rostro glorioso del Niño de Belén. Ellos sabían bien que en el Divino Infante hallarían la verdadera Riqueza por la que valía la pena dejar todo lo demás.
Hermanos, con los Magos de Oriente, postrémonos también nosotros, y en la Santa Misa, adoremos a Aquel que hoy se nos ha manifestado.

O bien, puede leerse esta otra Introducción, de carácter histórico:

Queridos hermanos, hoy celebramos la solemnidad de la Epifanía del Señor, es decir, su manifestación al mundo, representado en la persona de los Magos orientales, primicias de la humanidad redimida.
(Antiguamente, el término “epifanía”, en el orden político, se refería a la entrada poderosa del rey a una ciudad. En el orden espiritual, aludía a una aparición o “intervención prodigiosa” de la divinidad) (2).
Llegada la plenitud de los tiempos con el Nacimiento del Salvador, llamamos “Epifanía” al misterio de la presencia y manifestación redentora de Cristo, en favor del nuevo Pueblo de Dios (3).
Reconozcamos en el Niño que hoy adoran los Magos, al Rey todopoderoso que “ha entrado” en nuestro mundo y en nuestra historia, para manifestarse como Señor y Redentor de todo aquel que se confiese pecador, y desee el perdón y la salvación de Dios.

La versión oficial castellana para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay de la tertia editio typica del Misal Romano (pág. 404), ofrece un saludo litúrgico propio para esta solemnidad.

De acuerdo con "el antiquísimo carácter bautismal de la solemnidad de la Epifanía, es oportuno cumplir en esta celebración con el rito de la aspersión con agua bendita, el cual sustituye al Acto penitencial" (Cf. Bendito el Señor por los siglos. Celebraciones y oraciones para el Año Santo. Comité Central para el Jubileo del Año 2000. Conferencia Episcopal Argentina, pág. 185). 

De optarse por el Acto penitencial, se puede realizar la siguiente introducción:

Hermanos, la luz de Belén ha trascendido los límites del espacio y del tiempo, y ahora resplandece en el mundo entero. 
Como los santos Magos (v. infra, nota 8) dejémonos iluminar por esa luz y, con alegría, vayamos al encuentro de Él, que es bendición para todos los pueblos de la Tierra. En su presencia esplendorosa, reconozcamos nuestros pecados y, con su perdón, disipemos toda sombra de nuestra vida. (Misa papal, 6 de enero de 2023):

O bien:

"Hermanos, los santos Magos (ídem supra), buscadores incansables de la Verdad, nos enseñan a leer los signos de los tiempos y a caminar como peregrinos en este mundo.
Al inicio de esta celebración eucarística, examinemos nuestro corazón e invoquemos la misericordia de Dios, fuente de reconciliación y comunión'. (Misa papal, 6 de enero de 2024):


Kyrie

Gloria in excelsis

El Himno Gloria a Dios, que nos disponemos a cantar (o “recitar”) a continuación, es “una profesión de fe convertida en canto de alabanza (…),  profesión que nos ha sido transmitida por nuestros hermanos en la fe de los primeros siglos, como un reflejo de la fe de los apóstoles” (4).


Primera lectura: Is. 60, 1-6

La verdadera Riqueza de la Nueva Jerusalén es Jesucristo, Luz de las naciones.

Segunda lectura: Ef. 3, 2-6

“Todos los pueblos comparten la misma herencia” (5), nos dirá san Pablo, haciendo referencia al carácter universal de la salvación de Jesucristo.

Evangelio: Mt. 2, 1-12

“Epifanía” significa “manifestación”. (La liturgia de la Iglesia  relaciona y destaca tres acontecimientos que son como el tríptico de la Epifanía: la Adoración de los Magos, cuyo relato estamos por escuchar; el Bautismo de Jesús; y el milagro de las Bodas de Caná (que se proclaman en el Evangelio de los tres ciclos del domingo que sigue  a la Epifanía, y en el que a él le sigue del ciclo C, respectivamente) (6).
Centremos hoy nuestra atención en los Magos, e imitemos su actitud de “verdaderos adoradores” (7).


Anuncio de las fiestas movibles

Según una antigua tradición de la Iglesia, después de la proclamación del Evangelio, se realiza el Anuncio oficial de las fiestas movibles del año. Sirva de modelo el texto A, más breve, o el B, más extenso, pero  que puede simplificarse suprimiendo algunas celebraciones, u omitiendo la escueta explicación que se hace de ellas:

A

Queridos hermanos:
La gloria del Señor se ha manifestado y se continuará manifestando entre nosotros, hasta el día de su Retorno glorioso. En la sucesión de las diversas fiestas y solemnidades del tiempo, recordamos y vivimos los misterios de la salvación.

Centro de todo el Año litúrgico es el Triduo Pascual del Señor crucificado, sepultado y resucitado, que tendrá su culmen en la Noche santa de Pascua que, con gozo, este año, celebraremos el día... 
Cada domingo, Pascua semanal, la Santa Iglesia hará presente este mismo acontecimiento, en el cual Cristo ha vencido el pecado y la muerte.

De la Pascua fluyen, como de su manantial, todos los demás días santos: el Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, que celebraremos el día... 
La Ascensión del Señor, que este año será el... 
El Domingo de Pentecostés, que este año coincidirá con el día... 
El primer Domingo de Adviento, que celebraremos el día...
También en las fiestas de la Virgen María, Madre de Dios, de los apóstoles, de los santos y en la Conmemoración de todos los fieles difuntos, la Iglesia, peregrina en la Tierra, proclama la Pascua de su Señor.

A Él, el Cristo glorioso, el que es, el que era y ha de venir, al Señor del tiempo y de la historia, el honor y la gloria por los siglos de los siglos.


B

Queridos hermanos:

Según la antigua costumbre de la Iglesia de Roma, les anuncio, en esta solemnidad de la Epifanía, las fechas en que, en el presente Año del Señor............., se señalan las principales Fiestas movibles del calendario, las cuales, como todas las demás, se ordenan al Sagrado Triduo Pascual, del que reciben su sentido y su razón de ser.


Por tanto:


El día............ de febrero / marzo, Miércoles de Ceniza, empezará la Cuaresma, tiempo de gracia que nos prepara para la Pascua del Señor.
El día............. de marzo / abril, Domingo de Ramos, se iniciará la Semana Santa.
El día............. de marzo / abril, Jueves santo, con la conmemoración anual de la Institución de la Santísima Eucaristía, comenzará el Triduo Sacro.
El día............. de marzo / abril, Viernes santo, contemplaremos la sagrada Pasión de Cristo y su bendita Muerte en la Cruz.
El día............. de marzo / abril, `Grande y santo Sábado´, permaneceremos en vela junto al Sepulcro del Señor hasta las últimas horas de la Noche que va al domingo, Noche gloriosa, la más santa de todas, en que contemplaremos al Salvador que vence la muerte y se levanta victorioso del Sepulcro.
Festejaremos este triunfo con el mismo júbilo durante el Domingo de Pascua de Resurrección, Solemnidad de solemnidades,  el............. de marzo / abril.
(Y el domingo posterior,............ de marzo / abril, Octava de Pascua, celebraremos la Festividad de la Divina Misericordia).
Nuestra alegría pascual se prolongará por cincuenta días, incrementándose en el Jueves de la semana VI
(o bien) Domingo VII de Pascua, Solemnidad de la Ascensión, el día............de mayo/junio. Y más todavía el............ de mayo / junio, Domingo VIII de Pascua, solemnidad de Pentecostés, día santo de la efusión del Espíritu, en que  se concluye el Tiempo pascual.
El domingo siguiente,............. de mayo / junio, (ya en el Tiempo Ordinario) contemplaremos el primero de los Misterios de nuestra fe, la Santa Trinidad e indivisible Unidad del único Dios.
(Y el domingo posterior,............. de mayo / junio, al celebrar la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, nos postraremos y daremos gracias por el Don de Sí mismo que Jesucristo nos ofrece en el Santísimo Sacramento del Altar).
(Finalmente, el viernes que sigue,............. de mayo / junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, dirigiremos nuestra mirada al Costado abierto y al Corazón traspasado del Salvador, Manantial inagotable de Vida para toda la humanidad).

El día............. de noviembre / diciembre comenzará el nuevo Año Litúrgico en el primer Domingo de Adviento, tiempo de preparación para la santa Navidad, (cuyos Misterios estamos meditando precisamente en estos días).
 
A Jesucristo, Autor y Señor del Tiempo, Divino Esposo de la Iglesia; al Padre de todo consuelo; y al Espíritu Eterno que de Ambos procede; a esta augusta Trinidad, dignísima de toda alabanza, principio y fin de todo culto, tribútense adoración, gloria y honor por los siglos eternos. Amén”.


El texto original en latín del Misal Romano, tomado del Martirologio, con la sobria brevedad que caracteriza a ambos libros litúrgicos, dice así: 

Annuntiatio Paschæ festorumque mobilium 

Noveritis, fratres carissimi, quod annuente Dei misericordia, sicut de Nativitate Domini nostri Iesu Christi gavisi sumus, ita et de Resurrectione eiusdem Salvatoris nostri gaudium vobis annuntiamus:
Die ....... erit dies Cinerum, et initium ieiunii sacratissimæ Quadragesimæ.
Die ....... sanctum Pascha Domini nostri Iesu Christi cum gaudio celebrabitis.
Die ....... erit Ascensio Domini nostri Iesu Christi.
Die .......  festum Pentecostes.
Die ....... maii festum sanctissimi Corporis et Sanguinis Christi.
Die ....... novembris dominica prima Adventus Domini nostri Iesu Christi, cui sit honor et gloria, in sæcula sæculorum. Amen.
 
Sigue la homilía.

Luego de ella se canta o reza el Credo.


Oración de los fieles



Formulario adaptado de la Misa presidida por el Papa Francisco en la solemnidad de la Epifanía del Señor del año 2016:

"Queridísimos hijos y hermanos, imitemos a los santos Magos, adoremos a Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, e invoquemos del Padre, salvación y misericordia para todos los hombres". (Ver infra, nota 8).

-Oremos por nuestro Pontífice N y por los obispos de todas las iglesias particulares.

+Que el Señor, que los ha constituido pastores de su pueblo, haga de ellos anunciadores fuertes y dulces del Evangelio que salva. R.

-Oremos por las asambleas legislativas de los países.

+El Señor, que guía la historia hacia su verdadero cumplimiento, la oriente en la búsqueda del bien auténtico de las naciones y de toda persona. R.

-Oremos por los migrantes e itinerantes.

+El Señor, que se preocupa por todo hombre, mande un ángel a vigilar sus pasos y suscite gestos de acogida y fraternidad. R. 

-Oremos por los hombres de cultura y ciencia.

+El Señor, que se muestra a los que lo buscan con corazón sincero, los atraiga con su belleza y los consuele con el don de la verdad. R. 

-Oremos por los cristianos.

+El Señor, que los ha engendrado como hijos en el Hijo, los haga verdaderos adoradores de su Nombre y testigos creíbles de su amor. R. 

Oración conclusiva

"Acoge, Padre Bueno, la oración que se eleva desde tu Iglesia, y haz descender sobre nosotros tu gracia y tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor."

O bien:

II

R. Padre, que adoremos a tu Hijo como los Magos.

-Para que la Iglesia se encamine presurosa al ideal de la Nueva Jerusalén, y se haga cada vez más patente de qué manera el Obispo de Roma preside en la caridad. Oremos.

-Para que (por intercesión de los Magos de Oriente (8)), el Evangelio llegue a los confines más remotos del Planeta. Oremos.

-Para que el pueblo en el que nació Jesús pueda reconocer “la hermosura infinita de su gloria” (9). Oremos.

-Para que en nuestro caminar por los senderos de la vida, contemos siempre con la guía amorosa de la Virgen Madre, Estrella de Esperanza. Oremos.

-Para que los que ven debilitarse su cuerpo terrenal por la vejez o la enfermedad, encuentren alivio y fortaleza en el Manjar eucarístico. Oremos.

Oración conclusiva

"Atiende, Padre de las luces, a las necesidades de esta asamblea que, entre las tinieblas de la hora presente, quiere contemplar, como los santos Magos, la Belleza infinita de tu Rostro, que resplandece en Jesucristo. En Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".

O bien: (liturgia papal de 2017)

III

Hermanos e hijos queridísimos: el esplendor de la gloria del Padre, resplandece en el Niño de Belén e ilumina a todos los pueblos. Pidamos confiadamente ser alcanzados por su gracia:

R. Te rogamos que nos oigas.

-Oremos por el Sumo Pontífice y por todos los obispos.

+El estupor por la belleza y la santidad  manifestadas en la pobreza de Belén, los sostenga en el ministerio a ellos confiado. R.

-Oremos por la evangelización de los pueblos y por los misioneros.

+El gozoso anuncio de la verdad y la salvación proclamado en la Gruta de Belén, llegue a cada hombre y los conduzca a todos al encuentro con el Señor. R.

-Oremos por los gobernantes.

+La novedad de vida anunciada en el Pesebre de Belén, suscite nuevos caminos de justicia y paz. R.

-Oremos por los mártires inocentes de nuestro tiempo.

+La fidelidad de Dios revelada en la Noche de Belén, sostenga la perseverancia de los perseguidos y custodie a todos en la adhesión radical al Evangelio. R.

-Oremos por los hombres de cultura y de ciencia.

+El fulgor y el encanto de la Sabiduría que ha guiado a los Magos hacia Belén, premien la fatiga de los hombres que buscan la Verdad. R.

Oración conclusiva

"Padre Santo, acoge con benevolencia nuestros ruegos y guíanos en la búsqueda de tu Rostro, que nos has revelado plenamente en Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".


O bien: (liturgia papal de 2018):

IV

(Adviértase que las siguientes preces, como las del formulario IX, están dirigidas a Jesucristo). 

Hermanos e hijos muy queridos:

Con la mirada fija en Jesús, Sol que nace de lo alto, adoremos su Misterio de amor y confiémosle nuestra vida.

R. Te rogamus, audi nos

-Oremos por el Sumo Pontífice y por todos los obispos.

+La Gloria de Dios que apareció en Belén dilate sus corazones en el amor, para que cada hombre se convierta en custodio fiel de la Verdad que salva. R.

-Oremos por los jueces.

+La Sabiduría de Dios hecha carne en Belén los preserve de toda injusticia y les confiera humildad y mansedumbre. R.

-Oremos por los ancianos y por las personas solas.

+La Paz de Dios difundida sobre la humanidad desde Belén alcance aquellos corazones, para que conjure las tinieblas de la fragilidad y la soledad. R.

-Oremos por los cristianos que padecen persecución.

+El Niño de Belén, reconocido por los santos Magos como Dios, Sacerdote y Víctima, los revista de luz y venza toda violencia. R. (Cf. infra, nota 8).

-Oremos por los hombres de ciencia y cultura.

+El Misterio de Dios revelado en Belén les muestre la belleza impresa por el Señor en la creación y los atraiga hacia el Creador de todo. R.

Oración conclusiva

"Acoge, Señor, nuestra oración y revístenos de tu luz y de tu gloria. Tú que eres Dios y vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén."



O bien: (liturgia papal de 2019 y 2022):

V

Iluminados por la Luz que resplandece en Belén, dirijamos la mirada al Señor, Dispensador de todo bien, adoremos su presencia e invoquemos su bondad:

R. Te rogamus, audi nos

-Oremos por el Sumo Pontífice y todos los obispos.

+Dios, que ama a cada hombre, los haga anunciadores de la Verdad en toda la Tierra, los colme con el Espíritu Santo y los proteja de lo mundano. R.

-Oremos por los legisladores.

+Dios, que dispone todas las cosas para el bien, los ilumine y los haga obedientes a la Verdad y servidores de la dignidad de toda persona. R.

-Oremos por los cristianos que sufren persecución.

+Dios, que es exaltado por la fidelidad del hombre, proteja la integridad de su fe, los fortalezca en la prueba y no los deje sucumbir ante la adversidad. R.

-Oremos por los hombres de ciencia.

+Dios, que se revela a cuantos lo buscan, los atraiga con su belleza, los guíe con su sabiduría y los libre de prejuicios e ideologías. R.

-Oremos por los pecadores.

+Dios, que no quiere la muerte del pecador, toque sus corazones con su gracia, los convierta y los consuele con la alegría del perdón. R.
 
Oración conclusiva

"Oh, Padre, que con la luz de la estrella has guiado a los santos Magos hacia el encuentro con Jesús, escucha nuestra oración y acompáñanos en nuestro camino con la fuerza de tu Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
 


O bien: Texto histórico (Adaptación del formulario de la Misa de Clausura del Gran Jubileo del Año 2000: 06/01/01, San Juan Pablo II, Plaza de San Pedro):

VI

Lo que se encuentra entre paréntesis, por razones de brevedad, puede omitirse:

Hermanos y hermanas, iluminados por la gloria divina, supliquemos al Dios de nuestros padres para que el Señor Jesús, hoy presentado por María a los Magos, sea el Don ofrecido a todos los hombres y mujeres que buscan la verdad con corazón sincero:

R. Kyrie, eleison

-("Tú eres Cristo, el Hijo del Dios Viviente"). Mt. 16, 16.

+Por la Iglesia de Occidente y por las de Oriente, que constituyen la única Iglesia de Dios, para que iluminadas por la Luz que nace de lo alto, sepan anunciar a Cristo, nuestra Esperanza, con renovado vigor y con valentía. R.

-("La Iglesia te saluda y junto a Ti quiere navegar en este Tercer Milenio"). San Juan Pablo II.

+Por los cristianos, para que finalmente reconciliados, puedan caminar como único pueblo y cantar "Bendito sea Dios", con la alegría de una renovada fraternidad. R.

-(Que todos los pueblos te alaben, Señor). Sal. 66, 4.

+Por los hermanos y hermanas de las diversas confesiones cristianas, para que la "purificación de la memoria" y el llamado a perdonar no siete sino setenta veces siete, hagan de todos ellos, misioneros vivos y creativos, bajo el empeño común de transfigurar la Tierra. R.

-("Señor de la vida y de la esperanza, en Ti, todo límite humano es rescatado y redimido; gracias a Ti, la discapacidad no es la última palabra de la existencia"). San Juan Pablo II

+Por las comunidades cristianas, para que alcancen a comprender con certeza que los discapacitados requieren no solo cuidados sino sobre todo amor, reconocimiento, respeto e integración, a fin de llevar a su plenitud los dones a menudo invisibles de los que han sido dotados. R.

-(Exhortaba san Juan Pablo II: "Padres, proclamen juntos el valor de la vida y de la familia").

+Por los padres y madres de familia, para que imitando a Jesús, María y José, fieles cumplidores de la voluntad del Padre, ayuden a las familias a madurar en el amor como pequeñas iglesias domésticas, exaltando el valor de la vida, del servicio y del respeto recíproco. R. 

-(También decía san Juan Pablo II: "Jóvenes, diciendo sí a Cristo, han dicho sí a los más nobles ideales. No tengan miedo de fiarse de Él").

+Por los jóvenes del mundo, que como "centinelas de la mañana en el alba del Tercer Milenio" (San Juan Pablo II), firmes en la fe en Jesús, nacido para nuestra salvación y redención, no se resignen a un mundo de sufrimiento y destrucción, sino que trabajen con todas sus energías como operarios de paz, haciendo de esta Tierra un lugar siempre más habitable por todos. R.

-(El mismo santo Pontífice rezaba: "En Ti, oh, Cristo, y solo en Ti, existe la posibilidad de que seamos creaturas nuevas").

+Por esta asamblea aquí reunida, para que la memoria de la fe de los siglos pasados, reencienda en cada uno de nosotros el deseo de vivir en Cristo, y ser para los demás pan que nutre y vino que regocija. R.

Oración conclusiva

"Padre Santo, con el corazón lleno de gratitud por nuestra participación en las promesas que hiciste a todos los pueblos por medio del Evangelio, te pedimos, en comunión con María, que el Fruto bendito de su seno, sea reconocido y escuchado por la generación presente y por las del futuro. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

O bien (liturgia papal de 2020):

VII


Hermanos e hijos muy queridos:
A Dios Padre, que hoy manifiesta a los pueblos su gloria en el Niño de Belén, elevemos confiados nuestra alabanza y nuestra súplica:


R. Te rogamus, audi nos

-Oremos por la Santa Iglesia de Dios.

+Padre, hazla resplandecer en santidad y en gracia. Que todo hombre la siga como estrella segura que conduce a Cristo, Camino, Verdad y Vida. R.

-Oremos por los gobernantes.

+Padre, cólmalos de sabiduría y prudencia. Que ningún pueblo sea privado del necesario bienestar y de la posibilidad de conocer a Jesús, único Salvador del mundo. R.

-Oremos por los pecadores e incrédulos.

+Padre, toca sus corazones con la misericordia y el perdón. Que todo hijo disperso y prisionero del mal reconozca en Jesús la fuente de la comunión y de la paz. R.

-Oremos por los misioneros y catequistas.

+Padre, haz eficaz y vigoroso su anuncio. Que la novedad consoladora y liberadora del Evangelio haga resplandecer ante el mundo el Rostro de Jesús, Luz verdadera que vence las tinieblas del pecado. R.

-Oremos por los bautizados.

+Padre, reaviva en ellos la alegría y el orgullo de ser tus hijos. Que sostenidos por la gracia de los sacramentos, crezcan hacia la perfecta semejanza con Jesús, Dios y Hombre verdadero. R.

Oración conclusiva

"Con los santos Magos, Padre, adoramos a Jesús, nuestro Señor; acoge, pues, esta oración y cólmanos de su presencia. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén". (Ver infra, nota 8).
 
O bien (liturgia papal de 2021, del Orazionale per la Preghiera universale, de la Conferencia Episcopal Italiana, p. 28):
 
VIII

Hoy, en Jesús Salvador, son bendecidos todos los pueblos de la Tierra. Nosotros, que hemos tenido la gracia de ser partícipes de esta bendición, nos hacemos intérpretes de la espera universal de la salvación:

R. Te rogamos, óyenos 

-Por las iglesias jóvenes y por aquellas de antigua tradición, para que crezcan juntas ayudándose como hermanas, en el común empeño de suscitar nuevos discípulos del Evangelio. R.

-Por los pastores del Pueblo de Dios y sus colaboradores, para que, a imitación de la Virgen María anuncien a Cristo, Luz del mundo, a los lejanos y a los cercanos. R.

-Por los misioneros, para que compartiendo las fatigas, dolores y esperanzas de aquellos a los que son enviados, sean sinceros testigos de la misericordia del Padre. R.

-Por los hombres de cultura y ciencia, para que, como los Magos, sepan reconocer en la creación los signos de Dios y se abran al don de la Verdad plena. R.

-Por esta comunidad reunida en la solemnidad de la Epifanía, para que, fiel al Evangelio, comunique a todos la luz y la alegría de la fe en el inmenso amor de Dios. R.

Oración conclusiva

"Señor Jesús, Rey de la gloria, escucha la plegaria de los hombres de buena voluntad, que se eleva de todas las partes de la Tierra y haz que todos los pueblos, guiados por el Espíritu Santo, vengan a Ti, envueltos con el resplandor de tu luz. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén".


O bien, de la liturgia papal de 2023:

IX 

(Adviértase que las siguientes preces, como las del formulario IV y XI, están dirigidas a Jesucristo). 

Con gran alegría, abramos nuestro corazón al Señor, nacido por nosotros, y con confianza, elevemos a Él nuestra plegaria:

R. Te rogamos, óyenos

-Oremos por la Santa Iglesia de Dios.

+Luz de los pueblos, acompaña el camino de tu Iglesia; dócil a la acción del Espíritu, testimonie siempre el amor del Padre y anuncie a todos tu Evangelio de salvación. R.

-Oremos por todos los pueblos de la Tierra.

+Guía de los pueblos, sostén el empeño de los artesanos de la paz; que no sean agobiados por las fuerzas del mal, que luchen valerosamente contra toda injusticia y produzcan frutos de fraternidad y reconciliación. R.

-Oremos por los que sufren.

+Astro del Altísimo, entibia los corazones de los que sufren; confórtalos con el amor de los hermanos, cura las heridas del cuerpo y del espíritu y da a todos la esperanza de un nuevo amanecer. R.

-Oremos por los investigadores de la verdad.

+Sabiduría del Altísimo, muéstrate a aquellos que buscan tu Rostro; que puedan escrutar con inteligencia tu creación, reconocer tu presencia en la historia de la humanidad, y reconocerte en quienes viven en el amor. R.

-Oremos por nosotros mismos y por nuestras comunidades.

+Lámpara de nuestros pasos, ilumina nuestro camino; tu Palabra sea guía segura en los senderos de la vida, recomienzo en la infidelidad y coraje en la prueba. R.

Oración conclusiva

"Oh, Cristo, Estrella radiante de la mañana, encarnación del amor infinito, Sabiduría siempre invocada y siempre esperada, escucha nuestra plegaria e ilumina a todos los pueblos para que, unidos a Ti, irradien tu luz. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos".


O bien: (liturgia papal de 2024):

XI

Hermanos, en el fatigoso viaje de los Magos hacia Belén, la humanidad ve el reflejo de la propia sed de verdad, de la búsqueda del Rostro de Dios, del deseo de plenitud.
Unidos a todo hombre y mujer en camino, elevemos nuestra plegaria común:

R. Te rogamus, audi nos

-Oremos por la Santa Iglesia y por todos los pregoneros del Evangelio. 

+Señor Jesús, Camino que conduce al Padre, da fecundidad al anuncio del Evangelio, sostén a los misioneros fatigados y acrecienta la alegría de tu pueblo. R.

-Oremos por todos los pueblos de la Tierra.

+Señor Jesús, Príncipe de la paz, convierte los corazones de los violentos, transforma el odio en perdón y ayuda a todos a buscar la reconciliación. R.

-Oremos por los que sufren.

+Señor Jesús, plenitud de vida, da la salud de los enfermos, la sonrisa a los niños y la esperanza a aquellos que padecen pruebas. R.

-Oremos por los que buscan la Verdad.

+Señor Jesús, revelación del Rostro de Dios, ilumina a todos aquellos que investigan el universo, a los que desean indagar el inefable misterio de tu amor y a cuantos buscan con honestidad el sentido de la propia vida. R.

-Oremos por todas las comunidades cristianas.

+Señor Jesús, siempre presente en medio de nosotros, guía por los caminos de la unidad a quienes creen en Ti, inspira toda búsqueda de fraternidad auténtica entre los hombres y consolida el respeto recíproco entre las naciones. R.

Oración conclusiva

"Escucha, Señor Jesús, nuestra plegaria, acompaña con tu luz el camino de tu Iglesia y de cuantos te buscan con corazón sincero. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos".


Ofertorio

Los Sabios orientales ofrecieron regalos al Señor, y a cambio, Lo recibieron a Él mismo en sus vidas. De la misma manera, presentemos ahora los dones eucarísticos, y así recibiremos el Sacramento de Cristo, Pan Vivo y verdadero.


Se canta o recita el Prefacio de Epifanía: De Christo Lumine gentium.
En las Plegarias Eucarísticas se toman los elementos propios de esta solemnidad.


Comunión

Los Magos preguntaban por el Rey de los judíos (10), pero en Él reconocían al Dios verdadero, digno de toda adoración y alabanza (11). Imitemos la humildad de estos Elegidos, y adoremos al Mesías hecho Pan.

El sacerdote puede impartir la Bendición solemne de Epifanía.


Despedida

“Al ver la estrella, se llenaron de una inmensa alegría” (12).
Que también nosotros experimentemos esa alegría cristiana, y sepamos contagiarla a los demás.


Notas

1. Esta Jornada fue convocada por el santo Papa polaco Juan Pablo II, y presidida por su sucesor alemán Benedicto XVI. El lema fue Venimus adorare Eum ("Hemos venido a adorarlo") Mt. 2, 2. En otra entrada, ofrezco un sencillo análisis de este himno.
2. Cf. Nuevo Misal del Vaticano II. Editorial Desclée de Brouwer. Ediciones Mensajero. 11º ed. Barcelona, España, 2006. Pág. 147.
3. Ib.
4. Cuadernos Phase. “El Gloria y el Te Deum”. Centre de Pastoral Litúrgica. Barcelona, n. 96. Págs. 14 y 15.
5. Ef. 3, 6a.
6. Cf. Antífonas de los Cánticos evangélicos de Laudes y Vísperas de esta solemnidad. La proclamación del Evangelio de las Bodas de Caná tiene lugar en el Ciclo C. La antífona del Cántico evangélico de las laudes del último sábado del Tiempo de Navidad, alude a este "segundo misterio de luz", como le ha llamado San Juan Pablo II en su encíclica Rosarium Virginis Mariae. Dicha antífona dice así: "En Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos y manifestó su gloria".
7. Cf. Jn. 4, 23a.
8. Los Magos orientales son considerados santos por la tradición de la Iglesia. La ciudad alemana de Colonia conserva y venera las que habrían sido sus reliquias, de cuya translatio se hace conmemoración el 24 de julio en el actual Martyrologium Romanum. Como en los formularios aquí referenciados, también en las preces de la Misa papal de Nochebuena del año 2010, se menciona a los "Santos Magos". Puede verse el texto completo de dichas preces, que traduje al castellano, en la entrada: "Guión: Misa solemne de Nochebuena". El Misal de la Conferencia Episcopal Italiana, en la "Bendición solemne de Epifanía" también se refiere a los Magos con el calificativo de santos: santi. (p. 458).
Los formularios papales I y IV de "Oración de los fieles" (de 2016 y 2018), que en la presente entrada transcribí, también se refieren explícitamente a la "santidad de los Magos". (V. supra).
9. Cf. Colecta de hoy.
10. Cf. Mt. 2, 2a.
11. Cf. Mt. 2, 11.
12. Mt. 2, 10.


1° de enero de 2013, Octava de Navidad y solemnidad de Santa María, Madre de Dios.
Fuente principal: Jesucristo y el Don de Sí mismo. Guiones litúrgicos para las celebraciones. Editorial Guadalupe. Adaptación.
(Última actualización de esta entrada: 04/01/24).


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