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domingo, 10 de marzo de 2013

Guion: Solemnidad de san José



 

Formulario de Misa: aquí.
 
Cuando la solemnidad de san José ocurre en viernes de Cuaresma, este pierde su carácter penitencial. 
 
Cuando coincide con un Domingo de Cuaresma, la solemnidad se traslada al lunes 20, y no se adelanta, como antes, al sábado 18. Se trata de una disposición litúrgica que modifica el n. 5 de las "Normas universales sobre el Año litúrgico y sobre el Calendario". (Cf. Decreto del 22 de abril de 1990, al pie de la entrada a la que remito). En ningún caso es lícito, salvo explícita concesión de la Santa Sede, suplir la celebración de la Misa de un Domingo de Adviento, Cuaresma o Pascua, por la de solemnidad alguna). 
 
Ahora bien, si la solemnidad de san José cayera en Semana Santa, sí se adelantaría al sábado que precede inmediatamente al Domingo de Ramos (como ocurrió en 2008, en que el 19 de marzo cayó en Miércoles santo y se adelantó al sábado 15). Otra opción sería trasladarla al martes después de la Octava de Pascua, porque el lunes se reservaría para la solemnidad de la Anunciación (25/3), también trasladada, por haber coincidido con uno de los días de la Octava de Pascua. En cualquier caso, la decisión compete a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Para profundizar sobre este tema, ver aquí.

Cuando la solemnidad de san José (19/3) ocurre un sábado:

Los devotos del santo deben saber que allí donde se respeten las normas litúrgicas (ojalá ocurriera siempre y en todas partes), solamente podrán participar de la Misa propia de la solemnidad del glorioso Patriarca hasta las 15 (hora canónica de Nona) del mismo sábado 19. Luego de esa hora, es obligatorio celebrar la Misa del correspondiente Domingo  de Cuaresma, que no cede ante ninguna celebración, salvo concesión explícita de la Santa Sede.

Por otra parte, la Misa vespertina de un lunes, martes, miércoles, jueves o viernes 18 de marzo (celebrada antes de las I Vísperas de la solemnidad) debe ser la propia de la feria correspondiente de Cuaresma y no la de la solemnidad, por carecer esta de Vigilia y donde no sea de precepto. (Cf. Institutio Generalis Liturgiæ Horarum, n. 96).

En efecto, cualquier Misa con el formulario del día siguiente solamente puede celebrarse en la tarde de un sábado o en la del día anterior a una solemnidad de precepto "...vespere sabbati aut vespere pridie festotum de præcepto -o que no lo sea pero que tenga una Misa propia de Vigilia-. (Cf. Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, año 1965, en Enchiridion Documentorum Instaurationis Liturgicæ, V. I, n. 35").

Hoy puede adornarse con flores el Altar, lo que normalmente se prohíbe en Tiempo de Cuaresma, a excepción del IV Domingo, de las fiestas y solemnidade

Las letanías de San José, en la versión oficial aprobada por la Iglesia, pueden cantarse si se realiza una procesión de entrada, o rezarse como preparación a la Misa.


Introducción

¡Una gran fiesta hay hoy en el Cielo y en la Tierra! (1).
 
Celebramos la solemnidad del más grande de todos los santos: san José, Esposo de la Virgen María, padre adoptivo de Jesús y Patrono universal de la Iglesia.
 
El Eterno Padre, que había dispuesto la venida a la Tierra de su Hijo en carne mortal, y que quiso que naciera de la más perfecta de las criaturas, la Virgen María, debía velar por el Hombre Dios y por la Madre Virgen. En un mundo hostil, nuestro Redentor, desde su cuna, y también  su Madre,  se verían asechados por numerosos peligros. ¿A quién encomendar estos dos tesoros, los más preciosos del universo? (¿Quizás a un hombre poderoso, lleno de riquezas y posesiones? No.) Dios, que se complace en los humildes, quiso elegir a un simple Carpintero de Nazaret, “llamado José” (2). (A los ojos del mundo no era más que un sencillo trabajador que se ganaba el pan con sus propias manos). A los ojos de Dios, José era, después de Jesús, el más Justo, el más humilde de todos los hombres. Sólo él entonces, y nadie más que él, mereció ser Jefe de la Familia humana del Señor.
 
Grande entre los grandes, a la sombra de Jesús y María, y amándolos como nadie los amó, fue su vida como un cirio, que se consumía lentamente, ofreciendo la vida al Señor.
 
Ahora, Dios ha glorificado a su siervo junto a María, por encima de todos los santos, y lo ha constituido Protector de la gran Familia de la Iglesia, que se complace en invocarlo con confianza y en honrarlo con toda solemnidad.

¡Oh, José, “Varón justo” (3)! Con María, condúcenos a Jesús, y haznos reconocerlo vivo y presente en cada Eucaristía.
 
 
Saludo litúrgico.
 
Acto penitencial.


Gloria in excelsis

Los santos ángeles saludan hoy a quien el mismo Redentor quiso llamar “padre” y obedecer con amor filial. Unámonos a sus cánticos y alabemos a Dios, que ha elegido a san José, como signo de su solicitud paternal para con los hombres.


Liturgia de la Palabra

Primera lectura: II Sam. 7, 4-5a. 12. 14a. 16

San José, Ilustre descendiente de David (4), es destinatario de las promesas hechas por Dios a nuestros padres. (Él introduce legalmente al Mesías en la familia humana).

Segunda lectura: Rom. 4, 13. 16-18. 22

José de Nazaret, por su fe incomparable, es el hijo más esclarecido de Abraham, y por ello, el único digno de ejercer la paternidad legal y espiritual sobre el Mesías.

Evangelio: Mt. 1, 16. 18-21. 24a

El Evangelio de Mateo exalta la figura de José, elegido por el mismo Dios para ser padre adoptivo del Salvador, (y como tal, para imponerle el santísimo Nombre de Jesús, “Dios que salva”).

O bien: Lc. 2, 41-51a

En el Evangelio de Lucas, el Señor Jesucristo se presenta como celoso Defensor de los asuntos de su Padre del Cielo, pero sin desconocer la paternidad espiritual de san José.

 
Se dice el Credo.

 
Oración de los fieles

R. Te lo pedimos por nuestro Padre y Señor San José (5)

-En 1870, el Sumo Pontífice Pío IX declaró a san José como “Patrono de la Iglesia Católica” (6)

+Para que, con el auxilio celestial de tan poderoso protector, la Iglesia resplandezca con ardiente caridad y auténtica humilda en el servicio a Cristo y a los redimidos por su Sangre. R.

-Dice el Papa san Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica sobre el glorioso Patriarca: “José (...), siguiendo la luz del Espíritu Santo, descubría ciertamente cada vez más, el don inefable de su paternidad” (7).

+Para que por intercesión de san José, la paternidad espiritual del Papa N sea reconocida por los miembros de la Iglesia y por todos los hombres y mujeres de buena voluntad. R.

-Canta un himno litúrgico del siglo XVII: “Que te ensalce la multitud de los bienaventurados, oh, José, y cante para ti el coro unánime de los cristianos (...). Esclarecido por tus méritos, te uniste en santo matrimonio a la Virgen gloriosa” (8).

+Para que los matrimonios cristianos, bajo el amparo de san José, puedan superar toda dificultad, vivan en la fidelidad y crezcan cada día en el amor. R.

-El deber de impartir justicia es una tarea delicada que tiene que inspirarse en el mismo  Dios, justísimo y amabilísimo.


+Para que los diferentes organismos de justicia, guiados por José, varón justo, actúen siempre con misericordia y en fidelidad a la verdad. R.

-San José es Patrono de la buena muerte. (En el trance de la muerte contó con la dulce compañía de María y Jesús).

+Para que los que nos han precedido en el último viaje terrenal, cuenten con la paternal intercesión del Esposo de la Virgen María, para alcanzar la Vida verdadera. R.

-San José es modelo para todos los trabajadores.

+Para que aquellos que ganan el pan con el sudor de su frente, se sientan iluminados en sus labores diarias por el santo artesano de Nazaret . R.


Ofertorio

Pidamos al padre adoptivo de Jesús (y adoptado por Jesús) que nuestra vida sea sencilla como la suya, y como los dones que vamos a llevar al Altar. Que con ellos se convierta en ofrenda, y llegue al Padre con la Víctima de reconciliación.

 
El sacerdote canta o recita el Prefacio propio de san José: De missione sancti Ioseph.

 
El nombre de san José, por disposición del Santo Padre Francisco, debe ser obligatoriamente mencionado -después del de la Santísima Virgen- en las cuatro Plegarias Eucarísticas principales, y no solo en la primera, como hasta 2013. Consultar aquí.


Comunión

Jesús quiere ser “portado” por nosotros, como lo quiso con José, su padre en la Tierra. Que al recibirlo en el corazón lo adoremos con el amor con que el santo Carpintero lo nutrió, y cuidó de Él con paternal ternura.


Oración a San José (San Juan XXIII)

José, sé siempre para nosotros un protector.
Tu espíritu interior de paz, de silencio, de trabajo
honrado y de oración al servicio de la Iglesia,
nos vivifique y nos alegre,
en unión con tu Esposa bendita,
nuestra Madre dulce e inmaculada,
en el amor fuerte y suave de Jesús, Rey glorioso
e inmortal de los siglos y de los pueblos.
                                                                       Amén.

 
 
Despedida

Al despedirnos, pidamos a Dios que nos ayude a comprender  el don grandioso del patrocinio de san José de Nazaret.


Notas

El guion está tomado, con varias adaptaciones, de la obra Jesucristo y el Don de Sí mismo. Guiones para las celebraciones litúrgicas. Editorial Guadalupe.

1. Expresión que repetía el ya fallecido padre Mario Flores, de la arquidiócesis de Córdoba, en Argentina, refiriéndose a la solemnidad de san José. Homenaje a un sacerdote fiel.
2. Lc. 1, 27.
3. Mt. 1, 19.
4. Letanías de san José.
5. Título con que san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, invocaba al Patriarca de Nazaret. Cf. Camino, nn. 559, 560.
6. Sagrada Congregación de Ritos. Decreto Quemadmodum Deus, del 8 de diciembre de 1870.
7. Exhortación Apostólica Redemptoris Custos, “Sobre la figura y la misión de san José en la vida de Cristo y de la Iglesia”, del 15 de agosto de 1989.
8. Himno Te Joseph, de las vísperas de la solemnidad, compuesto por el carmelita Juan Blanch Mur (1642-1718).


10 de marzo de 2013, Domingo Laetare, IV de Cuaresma.
Sede Apostólica Vacante 2013.
Primer día de la novena a nuestro Padre y Señor san José.
(Última actualización de la entrada: 18/03/22).
  

5 comentarios:

  1. muchas gracias es lo que necesito, El es patrono de mi comunidad :) :))

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  2. Excelente Material, bendiciones!!!

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  3. Respuestas
    1. Durante la Cuaresma, el himno "Gloria a Dios" se canta en las fiestas y solemnidades. Entre estas últimas se incluye la de san José. Por tanto, en ella se canta dicho himno.

      San José de Nazaret te conceda cantarlo siempre con espíritu de alabanza y gratitud a Dios.

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