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sábado, 14 de marzo de 2015

Guion: Domingo IV de Cuaresma ("Laetare")

 


 

 
Formulario de Misa: aquí.


Para profundizar sobre las características litúrgicas del Tiempo de Cuaresma, consultar aquí.


Ciclo B

Este domingo llamado Laetare tiene características particulares sobre las que se puede profundizar aquí.

Hoy tienen lugar los segundos escrutinios de preparación al bautismo de los adultos que serán admitidos a los sacramentos de la iniciación cristiana en la Vigilia pascual.


Introducción

"Alégrate, Jerusalén, y que se congreguen cuantos la aman. Compartan su alegría los que estaban tristes. Vengan a saciarse con su felicidad". (Cf. Is. 66, 10-11).

Estos versículos de Isaías son la traducción oficial al español de la Antífona de entrada de la Misa de hoy. La primera palabra: "alégrate", en latín laetare, desde antiguo da nombre a este Domingo IV de Cuaresma, cuya nota característica es precisamente la alegría.

La liturgia de la Iglesia quiere recordarnos que, aun en medio de la austeridad propia de este tiempo penitencial, subyace esperanzadora la realidad de la victoria eterna y definitiva del Señor.

Es lo que vamos a celebrar en la Misa.

El Nuevo Misal para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay posee seis formularios de tropos cuaresmales para el Kyrie, y cuatro formularios de Saludo litúrgico entre los que el sacerdote puede elegir para usar hoy.  

No se canta ni se dice el himno Gloria a Dios.

 
Liturgia de la Palabra

Primera lectura: I Crón. 36, 14-16. 19-23

La indignación y la misericordia de Dios se manifiestan en el exilio y en la liberación de su pueblo (Misal Romano cotidiano, de la Conferencia Episcopal Argentina, p. 336).

Segunda lectura: Ef. 2, 4-10

La eterna salvación de los hombres es don gratuito del amor de Dios, adquirido al precio de la Sangre de Cristo.

Evangelio: Jn. 3, 14-21

"Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto".

Estas palabras proféticas de Jesús anuncian su inminente Pasión y Muerte en la Cruz, y la salvación que así obtiene para todos los que creen en Él.

 
Oración de los fieles

Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa en Rito Caldeo, presidida por el Papa Francisco en Bagdad, Irak, el 6 de marzo de 2021:


Elevemos confiadamente nuestra plegaria al Señor:

R. Escúchanos, Señor.

-Padre Bueno, sostén a la Iglesia con la fuerza del Espíritu, para que dé un testimonio valiente de Cristo y sea signo de reconciliación y unidad entre todos los hijos de Abraham, nuestro padre en la fe. R.

-Padre Santo, ilumina al Papa N, a todos los patriarcas, obispos, presbíteros, diáconos y consagrados, para que alimenten en el corazón de los fieles el amor a Ti y la generosidad hacia toda persona. R.

-Padre omnipotente, guía a nuestros gobernantes y a cuantos prestan servicio en la sociedad civil, para que sean ejemplo de honestidad por el bien común y constribuyan a la edificación de un mundo renovado en el que reinen la libertad y la armonía. R.

-Padre misericordioso, vela por los pueblos oprimidos por la injusticia y la guerra, para que experimenten la fuerza liberadora de tu Hijo y sean, en Él, constructores de fraternidad y de paz. R.

-Padre compasivo, mira a esta familia tuya y haz que, en la celebración de la Eucaristía, sea ofrenda viva a Ti agradable, signo de acogida, caridad y testimonio cristiano entre los hermanos. R.

Oración conclusiva

"Señor, acoge esta súplica orante, escucha nuestras intenciones y ten piedad de nosotros; que tu mirada paterna nos custodie y nos inspire todo bien, para agradarte siempre y hallar la paz en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
 
O bien:
 
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa en ocasión del quinto centenario de la evangelización de Filipinas, presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, junto a la comunidad filipina de Roma, el 14 de marzo de 2021, Domingo Laetare:
 
Oremos a Dios Padre, que cuida de todas las criaturas, y digamos con sincera humildad:

R. Kyrie eleison

-Une a la humanidad a través de la Iglesia. R.

-Sostén a nuestro Papa N. R.

-Bendice a nuestros obispos. R.

-Guía con tu mano a los ministros sagrados. R.

-Santifica a los laicos. R.

-Protege a los trabajadores. R.

-Que los ricos utilicen sus recursos con justicia. R.

-Cuida a los más débiles. R.

-Libera a los cautivos. R.

-Presérvanos de las catástrofes naturales. R.

-Sálvanos de la muerte inesperada. R.

-Admite a los muertos en la visión de tu Rostro. R.


Oración conclusiva


"Solo Tú, Señor, puedes realizar lo que parece imposible a los hombres. Acepta, pues, las oraciones que te dirigimos en comunión de fe y caridad. Por Cristo, nuestro Señor. Amén".


O bien: 
 
R. Que te sirvamos con alegría, Señor.

-Para que la Iglesia sea la gran Casa familiar a la que puedan acudir todos los hombres, sin distinción de raza, condición social, edad o creencia. R.

-Para que el Santo Padre N y sus hermanos en el episcopado, experimenten el gozo de servir a las ovejas del rebaño, y éstas, el de dejarse conducir por sus pastores. R.

-Para que los artistas de los diferentes rubros sean capaces de reflejar en sus obras destellos de la Belleza inefable del Creador, y así contribuyan a alejar toda tristeza del corazón de los hombres. R.

-Para que los que nos llamamos cristianos no nos dejemos arrebatar la alegría, que debe ser el signo distintivo de todos los que hemos puesto nuestra confianza solamente en Jesucristo. R.

A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:

"Dios bueno y fiel, que nunca te cansas de llamar a la verdadera conversión a los que han errado el camino, y en tu Hijo, levantado en la Cruz, nos guardas de las asechanzas del Maligno, danos la riqueza de tu gracia, para que renovados en el espíritu, podamos responder a tu amor eterno e ilimitado. Por Jesucristo, nuestro Señor".

 
Ofertorio

Así como la tierra nos ha dado estos dones de pan y vino que vamos a depositar en el Altar, el Cielo nos dará el Sacramento de Amor que bajo esas mismas especies recibiremos.

Se opta por alguno de los Prefacios cuaresmales*.

Puede usarse cualquiera de las dos Plegarias Eucarísticas de Reconciliación, con el Prefacio elegido más arriba*. En efecto, éstas poseen un Prefacio propio que solamente puede cambiarse por otros relacionados con los misterios de la Pasión del Señor, o de carácter penitencial, como son, por ejemplo, los cuaresmales.

 
Comunión

Con alegre esperanza, y solamente si estamos en gracia de Dios, nos acercamos a comulgar. En efecto, la Eucaristía es el más grande de los sacramentos, y por ello, le debemos una reverencia infinita, pues es la Persona misma de Dios Hijo,


Según la editio typica tertia del Missale Romanum, se reza la Oración sobre el pueblo, que concluye con la bendición simple. Siguiendo la práctica de la liturgia romana, el diácono, o en su defecto, el mismo sacerdote, invita a los fieles a disponerse para recibir la Bendición diciendo:

"Inclínense para recibir la bendición".

La Bendición solemne de Cuaresma puede emplearse en las Misas de las ferias cuaresmales en que es optativa la Oración sobre el pueblo o en otras celebraciones litúrgicas.


Despedida

Invocando la protección de María, que es Causa nostrae laetitiae (Causa de nuestra alegría), concluimos esta celebración, dispuestos a seguir gozosos nuestro caminar hacia la Pascua.


9 de marzo de 2015, lunes de la semana III de Cuaresma.
Conmemoración de santa Francisca Romana, religiosa.
Entrada dedicada a ella.
(Última actualización: 14/03/21).

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