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lunes, 16 de marzo de 2015

Guion: Domingo V de Cuaresma





Formulario de Misa: aquí.


Ciclo B

Para profundizar sobre las características litúrgicas del Tiempo de Cuaresma, consultar aquí.


Introducción 

Hoy es el Domingo V de Cuaresma. Antiguamente se llamaba "de Pasión", denominación que en la actualidad recibe el próximo Domingo, más conocido como el "de Ramos", que da inicio a la Semana Santa. Sin embargo, la liturgia de hoy conserva algunos matices de la antigüedad, y es toda ella un anuncio de la inminente Pasión y glorificación del Cordero, actualizadas en cada Misa.


El Nuevo Misal para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay posee seis formularios de tropos cuaresmales para el Kyrie, y cuatro formularios de Saludo litúrgico entre los que el sacerdote puede elegir para usar hoy. 
No se canta ni se dice el himno Gloria a Dios.


Primera lectura: Jer. 31, 31-34

Dios compasivo y misericordioso promete realizar una nueva y definitiva Alianza con su pueblo, expresión de una cercanía nunca antes vista entre el Creador y sus criaturas.

Segunda lectura: Heb. 5, 7-9 

Cristo, "causa de salvación eterna para los que Le obedecen", sigue intercediendo por nosotros ante el Padre hasta el final de los tiempos.

Evangelio: Jn. 12, 20-33

Jesús es el grano de trigo que cae en tierra y muere para dar fruto abundante. Luego de la cosecha, se convierte en Alimento celestial que fortalece al hombre peregrino, y es para él, promesa y garantía de Vida eterna.


Oración de los fieles

R. Señor, escucha y ten piedad

-Por la Iglesia, que luego de haber realizado los ejercicios cuaresmales, se prepara a celebrar, a partir del próximo domingo, el Misterio Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, para que pueda vivir y hacer vivir al mundo con intensidad la Semana más importante del año. R.

-Por el Santo Padre N, que presidirá esas celebraciones en la Ciudad Eterna, para que por la gracia del Espíritu, con su ejemplo y con sus palabras, pueda conmover aun a los corazones más endurecidos. R. 

-Por los que no se reconocen pecadores, o bien, relativizan o justifican sus faltas, para que movidos por la práctica cuaresmal de la Iglesia, puedan acercarse al sacramento de la Confesión, y vivir así la alegría de la reconciliación consigo mismos, con sus hermanos y con Dios. R.

-Por los hermanos judíos, primeros destinatarios del anuncio de la redención, para que acojan la salvación que Dios les ofrece en la Persona de Jesucristo, el Mesías de las promesas. R.

-Por nosotros, para que en estos días de gracia, revaloremos e intensifiquemos las antiguas y nuevas prácticas de piedad aprobadas por la Iglesia, pero siendo conscientes de que nada es más importante que una fervorosa participación en las celebraciones litúrgicas de esos mismos días, y el ejercicio de la caridad fraterna. R.
 
A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:


"Escucha, Padre, el clamor de tu Hijo, que para establecer la Nueva y Eterna Alianza, se ha hecho obediente hasta la muerte en la Cruz; haz que, en las pruebas de la vida, participemos íntimamente en su Pasión redentora, para experimentar la fecundidad del grano que muere, y ser acogidos en tu Mesa del Reino de los Cielos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén".



Ofertorio

Que estos dones que llevamos al Altar, habiendo revitalizado nuestros cuerpos mortales como fruto de la tierra, lleguen a asegurarnos la Vida verdadera como Don del Cielo.


Se usa cualquiera de los Prefacios cuaresmales*.

Puede usarse cualquiera de las dos Plegarias Eucarísticas de Reconciliación, con el Prefacio elegido más arriba*. En efecto, éstas poseen un Prefacio propio que solamente puede cambiarse por otros relacionados con los misterios de la Pasión del Señor, o de carácter penitencial, como son, por ejemplo, los cuaresmales.


Comunión

La Eucaristía es Jesucristo, el Trigo bendito de los graneros del Cielo, triturado por la mano del hombre, acogido en el seno de la tierra y resurgido para siempre como Alimento de Vida nueva.
Unidos a Él, la muerte no tiene poder sobre nosotros.


Según la editio typica tertia del Missale Romanum, se reza la Oración sobre el pueblo, que concluye con la bendición simple. Siguiendo la práctica de la liturgia romana, el diácono, o en su defecto, el mismo sacerdote, invita a los fieles a disponerse para recibir la Bendición diciendo:

"Inclínense para recibir la bendición".

La Bendición solemne de Cuaresma puede emplearse en las Misas de las ferias cuaresmales en que es optativa la Oración sobre el pueblo o en otras celebraciones litúrgicas.


Despedida

Habiendo celebrado los Sagrados Misterios, pidamos ser como el grano de trigo, para que muertos con Cristo al pecado, resucitemos como Él a la Vida eterna.


16 de marzo de 2015, lunes de la quinta semana de Cuaresma.
Inicio del triduo a al santo Patriarca José de Nazaret, patrono de este blog.
En Argentina, conmemoración de san José Gabriel del Rosario Brochero, presbítero.
(Última actualización de la entrada: 20/02/18).
 

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