Formulario de Misa: aquí.
Ciclo B
Introducción
Hermanos:
"La Eucaristía no es una oración privada o una bonita experiencia espiritual; no es una simple conmemoración de lo que Jesús hizo en la Última Cena (...); es, (por el contrario), "memorial", o sea, un gesto que actualiza y hace presente el evento de la muerte y Resurrección de Jesús, (...) que se dona por entero a nosotros". (Su Santidad Francisco, Ángelus del 16 de agosto de 2015).
Y cada vez que la celebramos, pero más todavía cuando se trata, como hoy, del día mismo de la semana en que el Señor resucitó, nos unimos más íntimamente a su Misterio Pascual y acogemos la salvación que Dios nos ofrece.
Hermanos:
"La Eucaristía no es una oración privada o una bonita experiencia espiritual; no es una simple conmemoración de lo que Jesús hizo en la Última Cena (...); es, (por el contrario), "memorial", o sea, un gesto que actualiza y hace presente el evento de la muerte y Resurrección de Jesús, (...) que se dona por entero a nosotros". (Su Santidad Francisco, Ángelus del 16 de agosto de 2015).
Y cada vez que la celebramos, pero más todavía cuando se trata, como hoy, del día mismo de la semana en que el Señor resucitó, nos unimos más íntimamente a su Misterio Pascual y acogemos la salvación que Dios nos ofrece.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura: Sab. 2, 12. 17-20
Si es una realidad el misterio de la persecución de los justos, lo es más la paternal protección que les dispensa Dios, que es fiel Defensor de los que a Él se encomiendan.
Segunda lectura: Sant. 3, 16_4, 3
El apóstol Santiago nos exhorta a implorar el don de la sabiduría, para ser artífices de la paz y la concordia.
Evangelio: Mc. 9, 30-37
Primera lectura: Sab. 2, 12. 17-20
Si es una realidad el misterio de la persecución de los justos, lo es más la paternal protección que les dispensa Dios, que es fiel Defensor de los que a Él se encomiendan.
Segunda lectura: Sant. 3, 16_4, 3
El apóstol Santiago nos exhorta a implorar el don de la sabiduría, para ser artífices de la paz y la concordia.
Evangelio: Mc. 9, 30-37
El Señor, que vino no a ser servido sino a servir, nos invita a seguir sus huellas, sobre todo con los más pequeños del Reino.
Oración de los fieles
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a Cuba. Corresponden a la Misa por él presidida en este mismo Domingo XXV del Ciclo B del Tiempo Ordinario, el 20 de septiembre de 2015, en la Plaza de la Revolución de La Habana:
R. Haznos servidores de tu Reino, Señor.
Oración de los fieles
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a Cuba. Corresponden a la Misa por él presidida en este mismo Domingo XXV del Ciclo B del Tiempo Ordinario, el 20 de septiembre de 2015, en la Plaza de la Revolución de La Habana:
R. Haznos servidores de tu Reino, Señor.
-Oremos por toda la Iglesia, por el Papa N, y todos los obispos, para que realicen su misión de anunciar la alegría del Evangelio que nos enseña el Señor Jesús, con sencillez y humilde abandono en las manos de Dios y testimonien esta alegría a todos los hombres, con sus vidas. R.
-Recemos por todos los sacerdotes, religiosas y religiosos, diáconos y laicos. Que, teniendo a Cristo en el centro de sus vidas, trabajen sin descanso para servir a sus hermanos. R.
-Te presentamos ahora ante Jesús, a todas nuestras familias, a los pobres, enfermos, cautivos, ancianos, a los jóvenes. Que encuentren en su camino personas, que animadas por el amor divino, con misericordia y entrega los conforten. R.
-Pongamos en las divinas manos de Dios Padre a nuestros niños, a quienes Jesús los pone como ejemplo de pequeñez, limpieza de corazón y confianza. Que crezcan sanos y desde pequeños aprendan a vivir haciendo el bien. R.
-Recemos por todos los sacerdotes, religiosas y religiosos, diáconos y laicos. Que, teniendo a Cristo en el centro de sus vidas, trabajen sin descanso para servir a sus hermanos. R.
-Padre Santo, por intercesión de la Santísima Virgen, te presentamos nuestra querida nación, y a quienes tienen en sus manos los destinos del país, para que seamos capaces de construir una Patria próspera y feliz. R.
-Te presentamos ahora ante Jesús, a todas nuestras familias, a los pobres, enfermos, cautivos, ancianos, a los jóvenes. Que encuentren en su camino personas, que animadas por el amor divino, con misericordia y entrega los conforten. R.
-Pongamos en las divinas manos de Dios Padre a nuestros niños, a quienes Jesús los pone como ejemplo de pequeñez, limpieza de corazón y confianza. Que crezcan sanos y desde pequeños aprendan a vivir haciendo el bien. R.
A continuación, se
propone como oración conclusiva de las preces una colecta alternativa a
la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y
traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga,
propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones
litúrgicas:
"Oh, Dios, Padre de todos los hombres, Tú quieres que los últimos sean los primeros y haces de los niños el modelo de los que entrarán en tu Reino; danos la sabiduría que viene de lo alto para que acojamos la Palabra de tu Hijo, y comprendamos que para Ti, el más grande es el que se hace servidor de los demás. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a los Países Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia). Corresponden a la Misa por él presidida en este mismo Domingo XXV del Ciclo B del Tiempo Ordinario, el 23 de septiembre de 2018, en Lituania:
Hermanos, confiados en el Padre Dios, que acrecienta nuestra esperanza y que no defrauda, en comunión con los bienaventurados del Cielo, supliquémosle como hijos que somos:
R. Señor, escúchanos.
-Pidamos por la Santa Iglesia de Dios.
+Para que bajo la guía del Papa N, pueda orientar a Cristo toda la Creación. R.
-Pidamos por la paz en el mundo.
+Para que sean curadas todas las heridas causadas por las guerras, el terrorismo y la experiencia del exilio, y que la humanidad pueda ver valientes operarios de paz. R.
-Pidamos por las autoridades del país y del continente.
+Para que puedan, junto con todos los ciudadanos, hacer de esta nación una casa abierta y hospitalaria, en la que se promueva la dignidad de todos y cada uno. R.
-Pidamos por las familias.
+Para que como escuelas de unidad, amor y misericordia, abiertas al don de la vida, sean causa de alegría y esperanza en el mundo. R.
-Pidamos por los jóvenes.
+Para que liberados por la verdad, jamás duden en ofrecer su vida al Señor en favor de los hermanos. R.
-Pidamos por todos los que sufren.
+Para que toda humana debilidad sea transformada en experiencia pascual con la fuerza de la oración y los sacramentos. R.
Oración conclusiva
"Escucha, Padre, nuestra súplica confiada, y por intercesión de la Santísima Virgen María (se puede mencionar la advocación propia del lugar), enciéndenos con la llama de la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
Ofertorio
"Te ofreceré un sacrificio voluntario", rezaba el salmo de hoy.
Al presentar los dones eucarísticos, hacemos nuestros estos sentimientos del salmista y nos disponemos a ofrecernos también nosotros en el Sacrificio de reconciliación y alabanza
Comunión
Dice el Papa Francisco:
"La comunión es asimilación. Comiéndolo a Jesús nos hacemos como Él. Pero esto requiere nuestro sí, nuestra adhesión de fe". (Cf. Ídem supra).
Meditando en estas palabras del Vicario de Cristo, nos acercamos a comulgar.
Despedida
Que la bendición que acabamos de recibir nos obtenga la fuerza de lo alto para poder ser de veras servidores de nuestros hermanos.
14 de septiembre de 2015, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Entrada dedicada a Cristo Crucificado y Resucitado.
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Misal del Viaje Apostólico de Su Santidad Francisco a los Países Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia). Corresponden a la Misa por él presidida en este mismo Domingo XXV del Ciclo B del Tiempo Ordinario, el 23 de septiembre de 2018, en Lituania:
Hermanos, confiados en el Padre Dios, que acrecienta nuestra esperanza y que no defrauda, en comunión con los bienaventurados del Cielo, supliquémosle como hijos que somos:
R. Señor, escúchanos.
-Pidamos por la Santa Iglesia de Dios.
+Para que bajo la guía del Papa N, pueda orientar a Cristo toda la Creación. R.
-Pidamos por la paz en el mundo.
+Para que sean curadas todas las heridas causadas por las guerras, el terrorismo y la experiencia del exilio, y que la humanidad pueda ver valientes operarios de paz. R.
-Pidamos por las autoridades del país y del continente.
+Para que puedan, junto con todos los ciudadanos, hacer de esta nación una casa abierta y hospitalaria, en la que se promueva la dignidad de todos y cada uno. R.
-Pidamos por las familias.
+Para que como escuelas de unidad, amor y misericordia, abiertas al don de la vida, sean causa de alegría y esperanza en el mundo. R.
-Pidamos por los jóvenes.
+Para que liberados por la verdad, jamás duden en ofrecer su vida al Señor en favor de los hermanos. R.
-Pidamos por todos los que sufren.
+Para que toda humana debilidad sea transformada en experiencia pascual con la fuerza de la oración y los sacramentos. R.
Oración conclusiva
"Escucha, Padre, nuestra súplica confiada, y por intercesión de la Santísima Virgen María (se puede mencionar la advocación propia del lugar), enciéndenos con la llama de la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
Ofertorio
"Te ofreceré un sacrificio voluntario", rezaba el salmo de hoy.
Al presentar los dones eucarísticos, hacemos nuestros estos sentimientos del salmista y nos disponemos a ofrecernos también nosotros en el Sacrificio de reconciliación y alabanza
Comunión
Dice el Papa Francisco:
"La comunión es asimilación. Comiéndolo a Jesús nos hacemos como Él. Pero esto requiere nuestro sí, nuestra adhesión de fe". (Cf. Ídem supra).
Meditando en estas palabras del Vicario de Cristo, nos acercamos a comulgar.
Despedida
Que la bendición que acabamos de recibir nos obtenga la fuerza de lo alto para poder ser de veras servidores de nuestros hermanos.
14 de septiembre de 2015, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Entrada dedicada a Cristo Crucificado y Resucitado.
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