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domingo, 7 de febrero de 2016

Guion: Domingo I de Cuaresma





Formulario de Misa: aquí.


Ciclo C

En este domingo tiene lugar el rito de la inscripción o elección del nombre de los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de la iniciación cristiana en la Vigilia Pascual.


Si hay procesión de entrada, es aconsejable cantar las letanías de los santos. (Cf. Carta Circular Paschalis sollemnitatis, 23, y Caeremoniale Episcoporum, 261).


Introducción

El pasado miércoles, con el significativo rito de bendición e imposición de la ceniza, hemos comenzado el santo Tiempo de Cuaresma, cuyo primer domingo estamos por santificar mediante la celebración de la Eucaristía.

Hoy Jesucristo, con la soberanía y el poder de ser el Hijo de Dios y Dios mismo, enfrenta al Maligno, la antigua Serpiente que, desde que el mundo es mundo, trabaja incansablemente para la perdición de las almas.

Solo unidos al Señor, podremos también nosotros rechazar los engaños del astuto Tentador. Por eso, porque nos sentimos necesitados de la gracia del Redentor, nos hemos reunido aquí para la celebración de los santos Misterios.



El Nuevo Misal para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay posee seis formularios de tropos cuaresmales para el Kyrie, y cuatro formularios de Saludo litúrgico entre los que el sacerdote puede elegir para usar hoy.
No se canta ni se dice el himno Gloria a Dios.


Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Deut. 26, 1-2. 4-10

Toda ofrenda aceptada con beneplácito por Dios en la Antigua Alianza es profecía del Sacrificio pascual de Cristo, Víctima cuya inmolación es la Ofrenda definitiva que más agrada a Dios.

Segunda lectura: Rom. 10, 5-13

Solamente la fe en Jesucristo y la consecuente aceptación y vivencia de su Evangelio nos asegura la eterna salvación.

Evangelio: Lc. 4, 1-13

En nuestra peregrinación terrena por los desiertos del mundo, como Jesús, también nosotros somos tentados por Satanás. Pero por la gracia del Señor, salimos airosos. En efecto, únicamente en Cristo encontramos refugio, fortaleza y victoria.


Oración de los fieles

El siguiente formulario de está tomado de la Celebración penitencial presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 25 de marzo de 2022, solemnidad de la Anunciación del Señor, Jornada del Niño por nacer y día de la Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

R. Señor, ten piedad

-Señor, enviado por el Padre para llevar el alegre anuncio a los pobres y sanar los corazones afligidos. R.

-Señor, que has venido para llamar y salvar a los pecadores. R. 

-Señor, que acogiste a la mujer pecadora y, por el gran amor que tenía, le perdonaste sus muchos pecados. R.

-Señor, que te dignaste a estar con publicanos y pecadores. R. 

-Señor, Buen Pastor, que en tus hombros cargas con la oveja perdida y la llevas nuevamente al rebaño. R.

-Señor, que no condenaste a la mujer adúltera sino que le devolviste la paz.

-Señor, que llamaste a la conversión y a una vida nueva a Zaqueo, el publicano. R. 

-Señor, que prometiste el Paraíso al ladrón arrepentido. R.

-Señor, que vives y reinas a la derecha del Padre para interceder en favor nuestro. R.

O bien:

Con corazón penitente, clamemos a nuestro Padre del Cielo:

R. Padre, por tu Hijo, líbranos del Maligno.

-Para que la Iglesia, que es oasis en el desierto del mundo, renueve el compromiso de fidelidad a Dios y de amor a la humanidad. Pidámoslo por Jesús, llevado por el Espíritu al desierto. R.

-Para que los pobres del mundo, predilectos del Señor, experimenten la generosidad de los cristianos. Pidámoslo por Jesús, que ayunó cuarenta día y cuarenta noches, y sintió hambre. R.

-Para que quienes sufren tentaciones que ponen en riesgo sus compromisos de estado, encuentren gracia y fortaleza en los sacramentos. Pidámoslo por Jesús, tentado por el Maligno. R.

-Para que los que, consciente o inconscientemente, rinden culto a los ídolos del poder, de la riqueza, del sexo, o de diversas ideologías, escuchen la voz del Espíritu Santo en su interior. Pidámoslo por Jesús, el Verbo que reafirmó las palabras de la Escritura: "Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto". R.

-Para que nosotros, liberados de la dura servidumbre del pecado con la que quiere esclavizarnos el Maligno, que siempre regresa "en el momento oportuno", volvamos el corazón a Dios y rechacemos las obras del mal. Pidámoslo por Jesús, que con poder soberano, desbarata los planes de Satanás y lo derrota. R.


A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:


"Señor, nuestro Dios, escucha la voz de la Iglesia que te invoca en el desierto del mundo; extiéndenos la mano, para que nutridos con el pan de tu Palabra y fortificados por tu Espíritu, venzamos con el ayuno y la plegaria, las continuas seducciones del Maligno. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".


Ofertorio

Presentemos el pan y el vino que el Señor nos dio y que son primicias del fruto del suelo. Volverán a nosotros no solamente a modo de bendición de Dios como en el Antiguo Testamento, sino que será el mismo Dios de las bendiciones, hecho Hombre, el que se hará presente tras las apariencias de estos dones presentados.
 
Se emplea el Prefacio propio: De tentatione Domini.
Puede usarse cualquiera de las dos Plegarias Eucarísticas de Reconciliación. En efecto, éstas poseen un Prefacio propio que solamente puede cambiarse por otros relacionados con los misterios de la Pasión del Señor, o de carácter penitencial, como son, por ejemplo, los cuaresmales.


Comunión

Así como el pan material alimenta nuestro cuerpo, la Palabra de Dios, y más todavía, el Cuerpo sacramental de Cristo, nutren nuestra alma y le aseguran un "lugar" en el Paraíso.


Según la editio typica tertia del Missale Romanum, se reza la Oración sobre el pueblo, que concluye con la bendición simple. Siguiendo la práctica de la liturgia romana, el diácono, o en su defecto, el mismo sacerdote, invita a los fieles a disponerse para recibir la Bendición diciendo:

"Inclínense para recibir la bendición".


La Bendición solemne de Cuaresma puede emplearse en las Misas de las ferias cuaresmales en que es optativa la Oración sobre el pueblo o en otras celebraciones litúrgicas.


Despedida


 Lo hemos escuchado en el salmo:

"Los ángeles del Señor nos llevarán en sus caminos para que nuestros pies no tropiecen con ninguna piedra".
Confiados en esta promesa, volvamos  a nuestras tareas habituales.


7 de febrero de 2016, domingo V "durante el año".

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