Páginas

martes, 2 de octubre de 2018

Santos Ángeles Custodios: himnos litúrgicos






Cada 2 de octubre, la Iglesia Universal celebra la "memoria obligatoria" de los santos Ángeles Custodios. Los siguientes son los himnos propios de la versión latina de la Liturgia de las Horas, traducidos al español:

 
Oficio de lectura: Aeterne rerum Conditor

Oh, Dios, Creador Eterno del universo, 
que gobiernas el Cielo, la Tierra y el mar, 
justo Juez que premias a cada uno según sus obras.

Que, a la vez que reprobabas al espíritu soberbio 
y a sus cómplices, confirmabas a los Ángeles fieles:

Llenos de confianza te rogamos 
que nos envíes estos Custodios y, por ellos, 
nos concedas benignamente los dones de tu gracia.

Que nos consuelen, enseñen, purifiquen
y enciendan, que contengan el embate de los demonios, 
sin dejar de incitarnos al bien.

Oh, Jesús, Gloria de los Ángeles, 
haznos caminar con paso seguro, bajo su custodia, 
hasta que lleguemos a contemplar tu Rostro.

Oh, Señor de la milicia celeste, que con designio admirable, 
premias con el Cielo a los Ángeles y a los hombres: 
acepta en tu honor nuestro canto de alabanza.

 
Laudes: Orbis Patrator

Oh, Dios, Autor, supremo del mundo, 
que con tu omnipotencia creas todos los seres 
y los gobiernas con tu providencia.

Dirige la mirada sobre tu pueblo suplicante 
y, puesto que se reconocen pecadores, concédeles, 
con la aurora matinal, una luz nueva para sus almas.

Haz que sintamos la protección del Ángel 
que asignaste para nuestra custodia, 
que nos proteja del contagio de las culpas.

Que destierre lejos de nosotros al Maligno 
y sus mentiras para que nuestros crédulos corazones
no queden enredados en los hilos de sus engaños.

Que ahuyente de nuestros confines el temor 
al asedio del Enemigo, fomente la paz fraterna 
y aleje de nosotros la peste.

Gloria a Dios Padre, que custodia mediante sus Ángeles 
a los que han sido redimidos por el Hijo 
y ungidos por el Espíritu Santo. Amén.

 
Vísperas: Custodes hominum

Bendigamos a los Ángeles, Custodios de los hombres, 
que el Padre Celestial dio como compañeros 
a nuestra frágil naturaleza humana, 
para que no sucumbiera ante las asechanzas del Enemigo.

Pues por haber caído el Ángel traidor, justamente despojado 
de las prerrogativas que se le habían concedido, 
se afana, arrastrado por la envidia, 
en apartar del Cielo, a los que Dios llama a Sí.

Vuela, pues, hacia aquí, oh, Custodio solícito, 
y aleja de esta región, que se te ha confiado,
tanto las enfermedades del alma, 
como lo que turbe la paz de sus habitantes.

Alabemos continua y devotamente a la Santísima Trinidad, 
cuyo poder dirige sin cesar la triple máquina del universo 
y cuya gloria permanece por los siglos de los siglos. Amén.


2 de octubre de 2018, memoria litúrgica de los santos Ángeles Custodios.
Entrada dedicada a ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario