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sábado, 29 de septiembre de 2018

Letanías a los santos Ángeles




Un antiguo libro de oraciones, el Fasciculus Sacrarum Orationum et Litaniarum ad usum quotidianum Christiani hominis, ex sanctis Scripturis et Patribus collectus, de 1612, contiene el siguiente formulario de letanías a los santos ángeles (pp. 298-309), que he querido transcribir, en un deseo de rescatar del olvido algunas piezas preciosas de la liturgia y de la piedad católicas:
 
 

LITANIAE AD SANCTOS ANGELOS

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios Padre Celestial, (esta respuesta se repite a partir de ahora)
Dios Hijo Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santa Trinidad, un solo Dios,

Santa María, Reina de los ángeles,
San Miguel,
San Gabriel,
San Rafael,

Santos Serafines, rueguen por nosotros (esta respuesta se repite a partir de ahora)
Santos Querubines, 
Santos Tronos,

Santas Dominaciones,
Santas Virtudes,
Santas Potestades,
Santos Principados,
Santos Arcángeles,
Santos Ángeles,

Vosotros, que rondáis el excelso Solio de Dios,
Vosotros, que Le cantáis sin cesar "Santo, Santo, Santo",
Vosotros, que ilumináis nuestras mentes librándolas de las tinieblas,
Vosotros, que anunciáis misterios divinos a la humanidad,
Vosotros, que habéis recibido de Dios el mandato de custodiar a los hombres,
Vosotros, que siempre veis el Rostro Celestial de Dios,
Vosotros, que os alegráis hasta por un solo pecador que hace penitencia,
Vosotros, que rescatasteis a Loth de entre los pecadores,
Vosotros, que ascendíais y descendíais por la escala de Jacob,
Vosotros, que entregasteis la divina Ley a Moisés en el Monte Sinaí,
Vosotros, que anunciasteis a los hombres el gozo del Nacimiento de Cristo,
Vosotros, que servisteis a Cristo en el desierto,
Vosotros, que condujisteis a Lázaro al seno de Abraham,
Vosotros, que os sentasteis junto al Sepulcro de Cristo Resucitado con blancas vestiduras,
Vosotros, que os aparecisteis a los discípulos cuando Cristo subió a los Cielos,
Vosotros, que anunciaréis con el signo de la Cruz la Venida de Cristo para el Juicio final,
Vosotros, que habréis de congregar a los elegidos al final de los siglos,
Vosotros, que separaréis a los malos de los justos,
Vosotros, que lleváis a Dios las súplicas de los que oran,
Vosotros, que asistís a los moribundos,
Vosotros, que conducís a los Cielos las almas ya purificadas de los difuntos,
Vosotros, que obráis prodigios y milagros con el poder de Dios,
Vosotros, que habéis sido enviados en favor de los que heredarán la salvación,
Vosotros, que  fuisteis constituidos protectores de reinos y naciones,
Vosotros, que dispersáis las huestes enemigas, 
Vosotros, que liberáis de la cárcel y de otros peligros de la vida a los siervos de Dios,
Vosotros, que fuisteis solaz en los tormentos de los santos mártires,
Vosotros, que veláis con particular solicitud por las autoridades de la Iglesia,
Todos los santos Coros de Espíritus bienaventurados,

De todo peligro, por tus santos ángeles, líbranos, Señor  (esta respuesta se repite a partir de ahora)
De las insidias del Diablo,
De todo cisma y herejía,
De la peste, el hambre y la guerra,
De la muerte súbita e imprevista,
De la eterna condenación,

Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos (esta respuesta se repite a partir de ahora)
Que por medio de tus santos Ángeles nos perdones,
Que nos justifiques,
Que te dignes gobernar y custodiar a tu Santa Iglesia,
Que protejas a la Jerarquía eclesiástica,
Que te dignes bendecir con la paz y la unidad a todas las autoridades civiles,
Que te dignes dar y conservar los frutos de la tierra,
Que te dignes otorgar el descanso eterno a todos los difuntos,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros

Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Padrenuestro.

V. Alabad al Señor todos sus Ángeles.
R. Alabadlo todos los Ejércitos celestes.

V. Bendecidlo todos los Coros angelicales.
R. Ministros de Dios que cumplís su voluntad.

V. El Señor mandó a sus Ángeles.
R. Para que te custodien en todos tus caminos.

V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.

Oraciones

Señor, con la alegría de hacer memoria de tu santo arcángel Miguel, te pedimos que lo que no podemos obtener por nuestros propios méritos, lo alcancemos por su intercesión.

Señor, derrama tu gracia en nuestros corazones, para que quienes por la voz del arcángel Gabriel hemos conocido el misterio de la Encarnación de tu Hijo, por los méritos de su Pasión y de su Cruz, lleguemos a la gloria de la Resurrección.

Dios, que por medio del Arcángel Rafael liberaste de los peligros a Tobías, concédenos por su intercesión y la de todos los ángeles, que nos veamos libres de los enemigos del alma y del cuerpo, para que podamos llegar a la Patria eterna.

Todopoderoso y misericordioso Dios, que nos has concedido el don de la custodia de los ángeles, concédenos, que con tan admirable protección, nos veamos libres de todo mal pensamiento y de toda otra adversidad.

Dios, que de modo admirable dispensas a los hombres el ministerio de los ángeles, concédenos, te rogamos, que en nuestra peregrinación terrenal seamos siempre asistidos por quienes te sirven en el Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

V. Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia divina, descansen en paz.
R. Amén.


29 de septiembre de 2018, fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, y de todos los santos Coros de Espíritus bienaventurados.
Entrada dedicada a ellos.

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