Cada 9 de diciembre, la Iglesia universal celebra la "memoria facultativa" de san Juan Diego Cuauhtlatoatzin, vidente de la Virgen de Guadalupe. En la Basílica mexicana de Nuestra Señora de Guadalupe, es "solemnidad". En la República Mexicana, "memoria obligatoria". Este es el himno propio de la Liturgia de las Horas de México, seguido del breve himno que se estrenó con motivo de la canonización, celebrada en la misma Basílica de Guadalupe por san Juan Pablo II en 2002:
Laudes y Vísperas
¡Dancemos! ¡cantemos!
al Dador de la Vida,
al Dueño de cuanto nos rodea,
porque nos ha entregado sus flores y cantos.
¡Dancemos! ¡cantemos!
Por ti, Juan Diego, el más pequeño,
olmos el Canto Florido;
por ti vuelan en nuestra tierra
las mariposas de jade
y el reluciente colibrí abre sus alas.
¡Dancemos! ¡cantemos!
porque tú nos recuerdas que vivimos
en la tierra de nuestro sustento,
en la tierra del maíz,
de nuestra carne.
Suene para el Verdadero Dios por Quien se vive
el atabal de la alegría,
el huéhuetl de nuestro gozo.
¡Dancemos! ¡cantemos!
al Dios Antiguo y Nuevo,
porque tú recogiste fragantes flores
ahí donde perdura el Rocío
y se abre el Brillante arco íris
que cubrió la montaña.
¡Dancemos! ¡cantemos!
vivimos agradecidos,
ya no estamos tristes,
no fuimos traicionados, Juan Diego.
El Dios de nuestros padres y abuelos
nos entrega plena su Palabra.
¡Dancemos! ¡cantemos!
Por ti se quedó entre nosotros, Juan Diego
Nuestra Madre, Nuestra Muchachita,
tu Hija Menor, Nuestra Señora,
Nuestra Niña,
Tonantzin—Guadalupe.
Amén.
Salve, siervo del Señor (himno con motivo de la canonización)
Salve, Siervo del Señor,
nuestra Madre te nombró
hijo suyo, el menor.
Salve, de tu pueblo intercesor,
Guadalupe te eligió
para ser su portavoz.
Oye, san Juan Diego mi clamor,
en la paz y en la aflicción,
lleva al Padre mi oración. Amén.
9 de diciembre de 2018, Domingo II de Adviento.
Entrada dedicada a san Juan Diego Cuauhtlatoatzin.
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