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sábado, 19 de enero de 2019

Eventualidades litúrgicas: "Las Bodas de Caná"


 
 
 
El milagro realizado por Jesús en las Bodas de Caná, en Galilea (Jn. 2, 1-11), es el primer "signo" mesiánico con que manifiesta el inicio de su ministerio público. La liturgia considera a dicho milagro como uno de los tres sucesos del único misterio de la Epifanía del Señor, siendo los otros dos la Adoración de los Magos y el Bautismo de Jesús en el río Jordán. Esto puede advertirse, no en los textos bíblicos y eucológicos de las Misas propias de la Epifanía y su Vigilia, sino en la Liturgia de las Horas de esa solemnidad, que en varios himnos y antífonas alude explícitamente a esa triple dimensión del misterio de la Epifanía.

Es interesante hacer notar que en el Calendario Romano universal, el acontecimiento prodigioso de las Bodas de Caná no cuenta con una festividad litúrgica propia, como ocurre con la Adoración de los Magos (explicada profética y teológicamente en las Misas propias de la Epifanía y de su Vigilia), o el Bautismo del Señor, celebrado el domingo siguiente (o el lunes, allí donde, por no ser de precepto, aquella solemnidad se haya trasladado a ese mismo domingo).

Así y todo, la liturgia ha querido asignar de manera permanente la proclamación del Evangelio de las Bodas de Caná a la Misa del Domingo II del Tiempo Ordinario en el Ciclo C. Es como si en este Ciclo se quisiese "extender" una semana más el Tiempo de Navidad, que concluyó litúrgicamente con la celebración de la fiesta del Bautismo del Señor.

El mismo Evangelio se presenta como optativo frente a otros (aunque siempre el más elegido) en el Rito del Matrimonio, e incluso, en algunas Misas de la Virgen (votivas y de calendarios particulares).

El conocido ejemplar litúrgico "Misas de la Virgen", dedica un formulario de Misa completo al misterio de Caná: "La Virgen María en las Bodas de Caná".

La piedad popular, que en todas las manifestaciones de arte, ha sabido plasmar su fe y admiración con respecto al primer milagro de Jesús, ha acogido con agradecido estupor poder meditar este misterio en la entrañable plegaria del Rosario. En efecto, por iluminada disposición del santo Pontífice Juan Pablo II, "La autorrevelación de Jesús en las Bodas de Caná" se considera el segundo de los cinco mysteria lucis (misterios de luz) con que se podrá meditar el Rosario cada jueves, desde los albores del Tercer Milenio y hasta el fin de los tiempos. (Cf. Carta Encíclica Rosarium Virginis Mariae, n. 21).
 
 
19 de enero de 2019, I Vísperas del Domingo II del Tiempo Ordinario.
Entrada dedicada a Cristo y a su Madre en el Misterio luminoso de las Bodas de Caná.

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