El domingo que sigue a la Natividad del Señor (o si esta cae en domingo, el 30 de diciembre), la Iglesia Universal celebra la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Mientras que en la liturgia romana se emplea alguno de los tres Prefacios de Navidad, en la liturgia ambrosiana, que celebra dicha festividad el tercer domingo después de Epifanía, se canta el siguiente Prefacio propio (se ha traducido al español simplemente a modo ilustrativo y como homenaje a Jesús, María y José):
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Su Único Hijo, al asumir nuestra condición humana,
quería ser parte de una familia
para exaltar la belleza del orden que creó
y devolver la vida familiar a la alta
y pura dignidad de su origen.
El amor conyugal, intenso y casto,
reina en la casa de Nazaret;
brilla la obediencia dócil del Hijo de Dios
a la Virgen Madre y a José,
el justo varón, esposo suyo;
y la concordia de los afectos mutuos
acompaña la historia de los días laboriosos y serenos.
¡Oh, Familia, escondida de los grandes de la tierra
y de la fama del mundo, más noble por sus virtudes
que por su descendencia real!
En ella, Padre, has colocado
las primicias arcanas de la redención del mundo.
A través de este designio de gracia,
al mirar los ejemplos de la Sagrada Familia
con veneración y esperanza, permítenos elevarte,
Padre, nuestra alabanza de hijos:
Santo, Santo, Santo...
28 de diciembre de 2019, en el Calendario Romano, I Vísperas de la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
Entrada dedicada a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario