La Congregación de la Pasión posee el tesoro espiritual de un conjunto de Misas votivas sobre el Misterio del que recibe su nombre. Transcribo a continuación, el formulario completo de la Misa votiva V: "Jesús es crucificado y muere en la Cruz", precedido por una nota histórica, tal y como se halla en el Misal propio de los padres pasionistas:
Misa votiva V: "Jesús es crucificado y muere en la Cruz"
Es el misterio que contemplamos el Viernes santo y que está presente en el centro de toda celebración litúrgica, especialmente los viernes. Como Oficio votivo aparece en el Misal de 1832, en el apartado Pro aliquibus locis. En nuestro "Propio" se introduce con la reforma de 1976. Escribe san Agustín: “Qué grande es el amor de Dios por los hombres, cuánta ternura: amar a los pecadores hasta morir por ellos”. “Así demuestra el amor que nos tiene, dice san Pablo, pues cuando éramos aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rm 5, 8). Así, pues, también tú, créelo y no te avergüences de confesarlo por tu salvación” (Serm. 215, 5).
Antífona de entrada Sal 21, 17b-1 8a
Me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos.
O bien: Ef 5, 2
Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.
Oración colecta
Dios omnipotente y misericordioso, que en la Pasión y Muerte de tu Hijo, nos preparaste al baño de la regeneración: haz que, recordando siempre este misterio de salvación, llevemos con agrado tras él nuestra cruz y merezcamos gozar de los frutos de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
O bien:
Oh, Dios, que constituiste Redentor del mundo a tu Hijo crucificado, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, meditando continuamente el misterio de nuestra salvación, merezcamos gozar de los frutos de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
Liturgia de la Palabra: Gén. 3, 9-15 o bien, Rom. 5, 1-2. 5-11; Sal. 21, 2-3. 7-8, 17b-19. 20 y 23. (R. Dios mío, Dios mío, )por qué me has abandonado?); Aleluya: Gál. 6,14 (R: Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz del Señor, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo); Mt. 27, 33-50.
Oración sobre las ofrendas
Padre misericordioso, esta ofrenda que te presentamos recordando a tu Hijo clavado en la Cruz, obtenga a tus fieles el perdón de todos sus pecados y les purifique corporal y espiritualmente. Por Jesucristo nuestro Señor.
Prefacio
La victoria de la Pasión
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque en la pasión salvadora de tu Hijo y en su resurrección gloriosa,
celebramos su triunfo sobre el poder de nuestro enemigo
y renovamos el misterio de nuestra redención.
Por eso, los ángeles te cantan con júbilo eterno
y nosotros nos unimosa sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Rm 8, 32
Dios no perdonó a su propio Hijo, sinP que lo entregó a la muerte por todos nosotros.
Oración después de la comunión
Señor, que nos has alimentado con el Pan de vida, haz que teniendo impresas en nuestros corazones las Llagas de tu Hijo, nos saciemos con la abundancia de tus dones en la fuente inagotable de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración de los fieles
Reunidos para celebrar los misterios de nuestra redención, oremos, hermanos, a Dios todopoderoso y pidámosle que llene el mundo entero con sus dones:
1. Para que Cristo, que en la Cruz perdonó a los que no sabían lo que hacían tenga piedad de su iglesia, roguemos al Señor.
2. Para que el Señor, que murió en la Cruz para redimirnos, se apiade de toda la familia humana, roguemos al Señor.
3. Para que el Señor, que experimentó la amargura de sentirse solo y abandonado, tenga compasión de los que, a causa de sus culpas,viven intranquilos y les conceda el perdón y la paz, roguemos al Señor.
4. Para que arraigue en el mundo la justicia, crezca la libertad de los hombres y todos aprendan a amarse como hermanos, roguemos al Señor.
5. Para que Cristo, que acogió desde la Cruz al ladrón arrepentido, nos abra también a nosotros las puertas del Paraíso, roguemos al Señor.
Escucha nuestras plegarias, Padre misericordioso, y, puesto que hemos conocido el amor de tu Hijo, manifestado en su Muerte gloriosa, concédenos gozar plenamente de sus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
2 de abril de 2021, Viernes Santo. Hora de la Misericordia.
16° aniversario de la muerte terrenal de san Juan Pablo II.
Entrada dedicada a Cristo, crucificado y muerto por nuestra salvación, a la Virgen Dolorosa y al inolvidable Pontífice polaco.
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