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viernes, 9 de julio de 2021

Santa Misa: "Nuestra Señora, Madre de la Santa Esperanza"




Cada 9 de julio, la Congregación de la Pasión celebra a la Virgen María con el sugestivo título de "Madre de la Santa Esperanza". Transcribo a continuación, el formulario completo de la Misa, precedido por una nota histórica, tal y como se halla en el Misal propio de los padres pasionistas:

 

La devoción a la Virgen Santísima, bajo la advocación de la Madre de la Santa Esperanza, se desarrolló en la Congregación Pasionista desde sus orígenes. Su principal promotor fue el gran misionero P. Tomas Struzzieri, elevado luego a la dignidad episcopal. En las santas misiones llevaba siempre consigo una imagen de dicha advocación. Posteriormente, aquella imagen fue reproducida en serie y empezó a ser colocada en las habitaciones de nuestros religiosos, para que dirigieran a ella su mirada, invocándola en sus necesidades espirituales. La Virgen María, Madre de la Santa Esperanza, se convirtió así en modelo singular y firme apoyo de nuestra propia esperanza. La esperanza que la Virgen presenta y a la que llama, es la Cruz que el Niño tiene en la mano, como signo de su amor, manifestado a nosotros hasta la muerte de Cruz.

 

 

Antífona de entrada

 

Salve, Virgen María, esperanza de los creyentes, tú ayudas a los que desesperan y confortas a los que acuden a ti.

 

 

Oración colecta

 

Oh, Dios, que nos concedes venerar a la Virgen María como Madre de la Santa esperanza, concédenos, por su intercesión, orientar nuestra esperanza hacia los bienes de arriba, cumplir nuestra misión en la ciudad terrena y recibir un día los bienes que la fe nos invita a esperar. Por nuestro Señor Jesucristo...

 

O bien:

 

Señor, tú has querido que la Virgen Santa María brillara en tu Iglesia como señal de esperanza segura; concede, a los afectados por el hastío de la vida, encontrar en ella aliento y consuelo, y a los que desesperan de la salvación, fortaleza para levantarse. Por nuestro Señor Jesucristo...

 

 

Liturgia de la Palabra: Eclo. 24, 9-12. 19-22; Salmo responsorial: Lc 1, 46-48a. 48b-49. 50-51. 52-53. 54-55. R. María, esperanza nuestra, Dios te salve; Aleluya: Madre santa y Virgen sin mancha, Reina gloriosa del mundo, intercede por nosotros ante el Señor, que te escogió. Evangelio: Jn. 2, 1-11.

 

 

Oración de los fieles

 

Muestra de confianza es exponer nuestras oraciones al Padre que todo lo puede y nos ama. Lo hacemos por intercesión de la Virgen María:

 

1. Por la Iglesia universal, para que sea testimonio de seguridad en Cristo ante el mundo  y predique el mensaje de esperanza a todos, roguemos al Señor.

 

2. Por los gobernantes de las naciones, para que, conscientes de sus responsabilidades públicas, trabajen por el buen entendimiento de los pueblos y logren la seguridad de una paz justa, roguemos al Señor.

 

3. Por todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que se esfuerzan por crear condiciones adecuadas en la sociedad para que se den la convivencia, la paz y la fraternidad, roguemos al Señor.

 

4. Por los enfermos y todos los que sufren, para que se sientan confortados por la auténtica esperanza en la vida presente y en la futura, roguemos al Señor.

 

5. Por todos nosotros, para que iluminados por la palabra de Dios y animados por el ejemplo de María, seamos capaces de vivir la esperanza cristiana y comunicarla a los demás, roguemos al Señor.

 

Atiende en tu bondad, Señor, estas peticiones que te presentamos por intercesión de santa María, nuestra esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

 

Oración sobre las ofrendas

 

Escucha, Señor, la oración de tu pueblo y acepta sus ofrendas, de manera que, por intercesión de la Virgen María, Madre de tu Hijo, todo deseo sea atendido y toda petición escuchada. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

Prefacio

 

Santa María, modelo de esperanza sobrenatural



V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación celebrarte
con las más grandes alabanzas, Señor, Padre santo,
que generosamente entregaste a Jesucristo al mundo
como autor de la salvación, y le diste también a María
como modelo de sobrenatural esperanza.

Porque tu humilde esclava, confió en ti plenamente:
concibió creyendo y alimentó esperando al Hijo del hombre,
anunciado por los profetas;
y, entregada por entero a la obra de la salvación,
fue hecha madre de todos los hombres.

Pero a la vez ella, fruto excelso de la redención,
es también hermana de todos los hijos de Adán,
que, caminando hacia la liberación plena,
miran a María como señal de esperanza segura y de consuelo,
hasta que amanezca el día glorioso del Señor.

Por eso, unidos a los coros angélicos,
te aclamamos llenos de alegría:

 

Santo, Santo, Santo...

 

 

Antífona de comunión Cf. Lc 1, 45

 

Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

 

O bien: Tt 2, 12-13

 

Llevemos ya desde ahora una vida honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos:la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo.

 

 

Oración después de la comunión

 

Alimentados con los sacramentos de la salvación y de la fe, te pedimos, Señor, que, recordando con amor a la Virgen María, Madre de la esperanza, merezcamos participar con ella de tu amor divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

9 de julio de 2021, memoria litúrgica de los santos Agustín Zaho Rong, presbítero, y compañeros, mártires. Para los pasionistas, festividad de Nuestra Señora, Madre de la Santa Esperanza. Entrada dedicada a ella y a los santos de hoy.


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