Formulario de Misa: aquí.
Para profundizar sobre las características litúrgicas del Tiempo de Cuaresma, se puede consultar aquí.
Sobre la praxis penitencial vigente en la Iglesia, consultar aquí.
Donde el Miércoles de Ceniza coincida con una solemnidad de determinado calendario particular, consultar aquí.
Sobre la praxis penitencial vigente en la Iglesia, consultar aquí.
Donde el Miércoles de Ceniza coincida con una solemnidad de determinado calendario particular, consultar aquí.
Es aconsejable consultar en la Página de la Santa Sede el Mensaje papal para la Cuaresma, publicado cada año.
En la Misa de hoy, como en cualquier otra, puede -y es aconsejable, por su carácter solemne- usarse el incienso. (Cf. Caeremoniale Episcoporum -en adelante CE-, 255).
Se aconseja congregar a los fieles, a modo de statio, en alguna iglesia menor, desde la cual partirá la procesión penitencial hasta la iglesia mayor en la que va a tener lugar la Santa Misa. Durante dicha procesión, es aconsejable cantar las letanías de los santos (Cf. Normas generales del Misal Romano, 1). Si no se realiza la statio, se pueden cantar las mismas letanías en la procesión de entrada de la Misa.
En cualquier caso, la celebración puede introducirse con éstas u otras palabras semejantes:
Introducción
En este día damos comienzo al sagrado Tiempo de Cuaresma, itinerario espiritual de preparación para la gran solemnidad de la Pascua del Señor.
Acogemos la invitación de la Madre Iglesia, que mediante el austero rito de la imposición de la ceniza, renueva el llamado a la conversión, recordándonos la caducidad de la vida y lo efímero de las cosas del mundo.
Confiemos en la infinita misericordia de nuestro Padre del Cielo, que en cada Eucaristía, sigue dándonos a su Hijo como único Remedio para todos los males que nos aquejan.
El sacerdote pronuncia el saludo litúrgico propio del Tiempo cuaresmal. La versión oficial del Nuevo Misal Romano para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay (2007/2008), en el n. 2, posee cinco formularios a elección. Puede optarse por cualquiera, menos por el último, que es exclusivo del Domingo de Ramos.
Se omite el Acto penitencial, el cual es suplido por el Rito de imposición de ceniza.
Luego del Saludo litúrgico, puede realizarse una breve monición explicativa del porqué de la omisión del himno Gloria in excelsis durante este Tiempo cuaresmal, con las siguientes palabras u otras semejantes:
Hermanos, durante este sagrado Tiempo cuaresmal, que hoy inauguramos, y que se caracteriza por la austeridad, la liturgia de la Iglesia omite el canto o el rezo del himno Gloria a Dios, por su carácter festivo. Lo escucharemos únicamente en las solemnidades y fiestas de estos días, y después de la santa Cuaresma, llenos de gozo, en la Solemne Vigilia Pascual de la Noche santa.
Primera lectura: Jl. 2, 12-18
La profecía de Joel nos presenta al Dios compasivo que se conmueve ante el arrepentimiento genuino y la sincera confesión de los pecados de su pueblo.
Salmo: Sal. 50, 3-6a. 12-14. 17
Meditemos las palabras del Salmo penitencial por excelencia, y oremos respondiendo (cantando) luego de cada estrofa: "Piedad, Señor, hemos pecado". O bien: "Piedad, Señor, pecamos contra Ti". O bien, en latín: Miserere nobis.
Segunda lectura: II Cor. 5, 20_6, 2
En "este tiempo favorable" de conversión, que gracias a la liturgia de la Iglesia, se renueva año tras año, acojamos la invitación de San Pablo a "dejarnos reconciliar" con Dios, es decir, a no permanecer indiferentes ante el Señor Misericordioso, que siempre sale a nuestro encuentro, ofreciéndonos su perdón.
Se puede dar una breve explicación de la omisión del Aleluya durante este tiempo penitencial, con las siguientes palabras u otras semejantes:
Como el Gloria, también el Aleluya se omite durante la Cuaresma, por ser tiempo penitencial. Pero a diferencia del Gloria, no lo escucharemos ni siquiera en las fiestas y solemnidades de este "tiempo fuerte" sino solo a partir de la Noche de la Resurrección.
Aclamemos a Cristo, Palabra Viva de Dios, que en el Evangelio que vamos a escuchar, nos enseña en qué consisten las verdaderas prácticas cuaresmales.
Evangelio: Mt. 6, 1-6. 16-18
En la página del Evangelio de San Mateo que estamos por escuchar, el Señor Jesucristo nos enseña en qué consiste la auténtica práctica cuaresmal.
En la página del Evangelio de San Mateo que estamos por escuchar, el Señor Jesucristo nos enseña en qué consiste la auténtica práctica cuaresmal.
Bendición e imposición de la ceniza (Benedictio et impositio cinerum)
San Juan Pablo II |
A continuación, el sacerdote bendecirá la ceniza, que luego nos será impuesta en la cabeza. Este rito, que se ha conservado desde hace siglos en la Iglesia, quiere recordarnos la fragilidad de la condición humana, naturalmente inclinada al pecado, y la necesidad que tenemos de la paternal protección de Dios, el Cual nos ama tanto que, por los méritos de Cristo, nos purifica y nos perdona.
El sacerdote, después de la homilía, y luego de la monición Deum Patrem, opta por una de las dos oraciones de bendición de la ceniza propuestas por el Misal (Deus, qui humiliatione o Deus, qui non mortem). Un acólito puede sostener el recipiente con la ceniza mientras es bendecida (Cf. CE, 256).
El sacerdote, después de la homilía, y luego de la monición Deum Patrem, opta por una de las dos oraciones de bendición de la ceniza propuestas por el Misal (Deus, qui humiliatione o Deus, qui non mortem). Un acólito puede sostener el recipiente con la ceniza mientras es bendecida (Cf. CE, 256).
Indicaciones excepcionales para el Miércoles de Ceniza en tiempo de pandemia: ver aquí.
Después de la bendición, rocía las cenizas con agua bendita, sin decir nada.
Después las impone en la cabeza de los fieles pronunciando cualquiera de las siguientes dos fórmulas:
"Conviértete y cree en el Evangelio" (Poenitemini, et credite Evangelio).
"Recuerda, hombre, que del polvo vienes y al polvo volverás" (Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris).
En esta Misa no se dice el Credo.
Oración de los fieles
Junto a María, Refugio de los pecadores, y a los santos penitentes de todos los tiempos, elevemos nuestras súplicas al Padre Misericordioso.
O bien, puede emplearse la siguiente introducción, que junto con la oración conclusiva de estas preces*, está tomada de la Misa papal del Miércoles de Ceniza, el 10 de febrero de 2016, inicio de la Cuaresma del Año Jubilar de la Misericordia:
Queridísimos hermanos: iniciemos el camino penitencial postrándonos en la presencia del Señor, para ser sanados por su misericordia:
R. "Señor, perdónanos, y haznos más fieles a Ti".
-Por los sacrilegios cometidos por el Pueblo de Dios: la profanación o indigna recepción de la Eucaristía; la falta de respeto explícita o implícita, a Dios, a la Santísima Virgen y a los santos; por la irreverencia con que a veces, los laicos y también los consagrados, tratamos las cosas sagradas. R.
-Por los pecados con que en tiempos pasados, y también actualmente, muchos cristianos manchamos el rostro de la Iglesia: la soberbia, la división, la hipocresía, la incomprensión, la intolerancia, el silencio cómplice, la cobardía y la ostentación. R.
-Por los pecados con que en tiempos pasados, y también actualmente, muchos cristianos manchamos el rostro de la Iglesia: la soberbia, la división, la hipocresía, la incomprensión, la intolerancia, el silencio cómplice, la cobardía y la ostentación. R.
-Por los pecados cometidos contra esta misma Iglesia, fundada por Cristo y amada por Él: los cismas y herejías, la apostasía y la maledicencia, las persecuciones y prejuicios, las calumnias e injurias, los ataques feroces y las burlas malsanas a la persona de los ministros sagrados, en especial a la del Papa que es Vicario del mismo Cristo. R.
-Por los pecados de acción u omisión contra el don sagrado de la vida y contra la dignidad de la persona humana: el aborto, la explotación, la tortura, la pena de muerte, la eutanasia, la desigualdad entre ricos y pobres, la marginación, la opresión bajo nuevos y antiguos tipos de esclavitud, la miseria no combatida y el abuso en todas sus formas. R.
El que preside la Misa concluye las preces con la siguiente oración*:
"Oh, Señor, que nos invitas a la penitencia y a la conversión, permítenos experimentar la dulzura de tu perdón y el consuelo de tu paternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, que está tomado de la Misa papal del Miércoles de Ceniza, el 26 de febrero de 2020:
Queridos hermanos, con un corazón contrito y lleno de dulce esperanza, presentemos al Padre nuestras súplicas:
R. Kyrie, eleison
-Custodia a la Iglesia en la verdad y en la caridad. R.
-Reaviva en los sacerdotes la audacia y la alegría evangélicas. R.
-Guía a los gobernantes por senderos de justicia y de paz. R.
-Haz dócil el corazón de los pecadores al arrepentimiento y a la conversión. R.
-Suscita numerosas y santas vocaciones la sacerdocio y a la vida consagrada. R.
-Abre los corazones de todos tus hijos a la escucha y a la obediencia del Evangelio. R.
-Da a los pobres y sufrientes tu consuelo y la cercanía de sus hermanos. R.
Oración conclusiva
"Escucha, Señor, a tu pueblo, reunido en asamblea solemne, y compadécete de estos hijos que confían en la Cruz del Señor Jesús. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".
"Oh, Señor, que nos invitas a la penitencia y a la conversión, permítenos experimentar la dulzura de tu perdón y el consuelo de tu paternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, que está tomado de la Misa papal del Miércoles de Ceniza, el 26 de febrero de 2020:
Queridos hermanos, con un corazón contrito y lleno de dulce esperanza, presentemos al Padre nuestras súplicas:
R. Kyrie, eleison
-Custodia a la Iglesia en la verdad y en la caridad. R.
-Reaviva en los sacerdotes la audacia y la alegría evangélicas. R.
-Guía a los gobernantes por senderos de justicia y de paz. R.
-Haz dócil el corazón de los pecadores al arrepentimiento y a la conversión. R.
-Suscita numerosas y santas vocaciones la sacerdocio y a la vida consagrada. R.
-Abre los corazones de todos tus hijos a la escucha y a la obediencia del Evangelio. R.
-Da a los pobres y sufrientes tu consuelo y la cercanía de sus hermanos. R.
Oración conclusiva
"Escucha, Señor, a tu pueblo, reunido en asamblea solemne, y compadécete de estos hijos que confían en la Cruz del Señor Jesús. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".
O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, que está tomado de la Misa papal del Miércoles de Ceniza, el 22 de febrero de 2023:
Inspirados por la Palabra que hemos escuchado, luz que ilumina nuestro camino cuaresmal hacia la Pascua, dirijamos súplicas a Dios, Padre misericordioso, que no quiere que muera el pecador sino restituirlo a la fuente de la Vida:
R. Kyrie, eleison
-Por todos los bautizados. Que el Señor renueve en ellos los santos propósitos de vida evangélica, renovada por el perdón divino y por la caridad fraterna. R.
-Por el Papa N y por los demás pastores de la Iglesia. Que el Señor los confirme en su ministerio de exhortar a todos, en obras y en palabras, a dejarse reconciliar con Dios y con los hermanos. R.
-Por los catecúmenos. Que el Señor, que los ha llamado a la fe, obre en ellos para que se abran sin resistencia a la gracia que hace nuevas todas las cosas. R.
-Por cuantos se han alejado de la comunión con Dios y con la Iglesia. Que el Espíritu Santo ilumine sus tinieblas, convierta sus corazones y guíe sus pasos por las sendas del bien. R.
-Por los responsables de la convivencia humana. Que el Señor sostenga sus decisiones en favor de la dignidad de las personas, el bien común, la construcción de la paz y la fraternidad entre los pueblos. R.
-Por quienes sufren en el cuerpo o en el espíritu. Que el Señor les conceda afrontar con fortaleza las pruebas de la existencia humana, animados por la virtud de la esperanza. R.
Oración conclusiva
"Oh, Dios, grande en el amor, escucha nuestras súplicas para que, purificados por tu perdón, podamos servirte con ánimo alegre y proclamar tu alabanza con una vida santa. Por Jesucristo, nuestro Señor".
Ofertorio
Junto a la ofrenda de nuestra pequeñez, los dones de pan y vino son llevados al Altar como primicias de este Tiempo de gracia que hemos iniciado hoy solemnemente.
Se usa el Prefacio de Cuaresma III (De fructibus abstinentiae) o IV (De fructibus ieiunii).
Los Prefacios cuaresmales pueden usarse con cualquiera de las Plegarias Eucarísticas del Misal (a excepción de la IV, cuya estructura es fija), incluso las de Reconciliación, aunque estas "formen un todo con su Prefacio". Esto se debe a que dichas Plegarias -las de Reconciliación- solamente están prohibidas cuando las rúbricas prescriben un Prefacio propio. Ahora bien, para la liturgia, los "Prefacios del tiempo", es decir, aquellos no exclusivos de una fiesta o solemnidad sino de todo un tiempo litúrgico (que por lo mismo, están numerados correlativamente), no se consideran estrictamente propios. Así, se puede suplir cualquiera de los Prefacios de las Plegarias Eucarísticas de Reconciliación, o por uno cuaresmal, o por el de Pasión I (no el II, puesto que es exclusivo de lunes, martes y miércoles santos), o por los de la Eucaristía, o por el de la Cruz, ya que ninguno desentona en temática.
Comunión
Con un corazón contrito y humillado, al igual que el escritor sagrado del salmo que hoy hemos meditado, acerquémonos a comulgar el Pan de los fuertes, Carne y Sangre del Hijo de Dios, vencedor del Maligno.
Según la editio typica tertia del Missale Romanum, se reza la Oración sobre el pueblo, que concluye con la bendición simple. Siguiendo la práctica de la liturgia romana, el diácono, o en su defecto, el mismo sacerdote, invita a los fieles a disponerse para recibir la Bendición diciendo:
"Inclínense para recibir la bendición".
La Bendición solemne de Cuaresma puede emplearse en las Misas de las otras ferias cuaresmales en que es optativa la Oración sobre el pueblo o en otras celebraciones litúrgicas.
Despedida
Habiendo participado de la Santa Misa, Sacrificio de reconciliación y Banquete de unidad, volvemos a nuestro mundo como testigos de la Misericordia de Dios.
.
5 de marzo de 2014, Miércoles de Ceniza.
(Última actualización de la entrada: 21/2/22).
hola ke cantos se ponen??
ResponderEliminarHermano:
ResponderEliminarDurante la Cuaresma se deben elegir siempre cantos penitenciales.
Los hay muchos y muy hermosos. La mayoría puedes encontrarlos en You tube. Te doy algunos títulos tradicionales: "Sí, me levantaré", "Iglesia peregrina", "Vuelvo a tu Casa, Señor",entre otros. Han de elegirse cantos lentos, sin que en ellos se mencione la palabra "Aleluya".
El canto de las Letanías de los Santos en algunos lugares tan olvidadas, es ideal para una procesión de entrada de cualquier Misa cuaresmal.
Tener en cuenta que en este sagrado tiempo se prohíbe el uso de los instrumentos musicales solos, es decir, que solamente están permitidos para sostener el canto.
El Señor te conceda vivir en plenitud este tiempo de gracia.
¡Santo inicio de la Cuaresma para ustedes!
EliminarLo más aconsejable es emplear el órgano ÚNICAMENTE como acompañamiento para algunos cantos. Nunca debe sonar solo, sin cantos.
Es una buena oportunidad para instruir a la comunidad en el canto, "acompañado" con el órgano, de algunas partes de la Misa tales como el introito, el salmo, el versículo del Evangelio, la respuesta a las preces, la Profesión de fe, el Santo, el Padrenuestro, la antífonaa de Comunión, el Cordero, y puntualmente en Miércoles de Ceniza, los textos propios que ofrece el Misal para el momento de la imposición..
Lo mismo vale para otros instrumentos típicos de las diversas culturas: la guitarra, por ejemplo. Jamás deben destacarse más ellos que los respectivos momentos rituales. Se exige suma moderación en su uso y en la naturaleza de las canciones que eventualmente vayan a "acompañar". En algunos casos, es aconsejable no emplearlos.
Que el itinerario espiritual de la Cuaresma, que comenzamos hoy, Miércoles de Ceniza, les ayude a vivir cada vez más fervorosamente los Santos Misterios.
MUY BUEN GUION, SERIA RICO QUE LA ORACION DE LOS FIELES TUVIERA SU CONCLUSION DIOS LOS BENDIGA
ResponderEliminarGracias, hermano.
ResponderEliminarPuede usarse como conclusión de la Oración de los fieles, cualquiera de las "Oraciones sobre el pueblo" que figuran en el Misal, menos la propia de hoy, prescripta para el final de la Misa, si es que va a usarse en la Bendición conclusiva. La que se elija, se reza luego de la última de las preces, omitiendo, por supuesto, la bendición trinitaria con que concluye.
Cada feria cuaresmal tiene asignada una "Oración sobre el pueblo" de entre las que se puede elegir. Este uso alternativo de las "Oraciones sobre el pueblo" en otros momentos distintos de la Bendición final, es una posibilidad que ofrece la liturgia. Por ejemplo, si la celebración cuaresmal se hace como "statio", es decir, si se inicia en un lugar distinto de la iglesia en donde vaya a celebrarse la Misa, la liturgia sugiere que allí se comience la celebración con la señal de la Cruz, y con el saludo litúrgico, seguido de una monición; que se rece luego una de las "Oraciones sobre el pueblo", y después se marche -al son de las letanías de los santos- en procesión penitencial hacia la Iglesia en que tendrá lugar la Misa,
Muy bueno el guion...me sirve para poder seguir paso a paso los momentos de lamisa
ResponderEliminarmuy bueno el guión. gracias
ResponderEliminarGracias. Muy bueno el guión.
ResponderEliminarGracias.
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