Particularidades litúrgicas del Tiempo de Navidad: ver aquí.
Formulario de Misa: ver aquí.
Nota ilustrativa previa:
"La fiesta de la Sagrada Familia, Jesús, María y José (Domingo en la octava de Navidad) ofrece un ámbito celebrativo apropiado para el desarrollo de algunos ritos o momentos de oración, propios de la familia cristiana.
El recuerdo de José, de María y del niño Jesús, que se dirigen a Jerusalén, como toda familia hebrea observante, para realizar los ritos de la Pascua (cfr. Lc 2,41-42), animará a que toda la familia acepte la invitación a participar unida, ese día, en la Eucaristía. Y resultaría muy significativo que la familia se encomendase nuevamente al patrocinio de la Sagrada Familia de Nazaret, la bendición de los hijos, prevista en el Ritual, y donde sea oportuno, la renovación de las promesas matrimoniales asumidas por los esposos, convertidos ya en padres, en el día de su matrimonio, así como las promesas de los desposorios con las que los novios formalizan su proyecto de fundar en el futuro una nueva familia.
Pero más allá del día de la fiesta, a los fieles les agrada recurrir a la Sagrada Familia de Nazaret en muchas circunstancias de la vida: se inscriben con gusto en las Asociaciones de la Sagrada Familia, para configurar su propio núcleo familiar según el modelo de la Familia de Nazaret, y dirigen a la misma jaculatorias frecuentes, mediante las que se encomiendan a su patrocinio y piden la asistencia para el momento de la muerte".
Guion
Introducción
Hermanos, celebramos hoy la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José. El Misterio de la Navidad nos introduce ahora en el humilde hogar de Nazaret, en donde contemplamos el modelo acabado de toda familia cristiana.
Pidamos en esta celebración eucarística que el Dios Niño, por los méritos de María y José, conceda la paz y la unidad a todas las familias del mundo.
Acto penitencial (Cf. Invitación al Acto penitencial de la Misa del X Encuentro Mundial de las Familias, que presidió el Papa Francisco el sábado 25 de junio de 2022 en Roma. Adaptación):
Hermanos y hermanas, esta asamblea, convocada en el nombre de la Trinidad, manifiesta de modo elocuente que la Iglesia es familia del Señor, y nosotros, conciudadanos de los santos y familiares de Dios. (Ef. 2, 19).
El amor familiar es icono del misterio de Cristo que ama a su Iglesia y la invita a un camino de santidad, no exento de tribulaciones y dificultades.
Con inmensa confianza en la misericordia de Dios y en su amor de Padre, reconozcamos nuestros pecados con la certeza de que seremos sanados por el perdón.
Liturgia de la Palabra
Única introducción (Ciclo A: Eclo. 3, 3-7. 14-17; Col. 3, 12-21; Mt. 2, 13-15. 19-23. Ciclo B: Gén. 15, 1-6; 17, 5; 21, 1-3; Heb. 11, 8. 11-12. 17-19; Lc. 2, 22-40, o bien 2, 22. 39-40; Ciclo C: I Sam. 1, 20-22. 24-28; I Jn. 3,1-2. 21-34). Cuando la fiesta de la Sagrada Familia se celebra el viernes 30 de diciembre, de entre las dos lecturas propuestas para antes del Evangelio, se opta por una sola.
Esta monición, como todo el guion, se adapta a las lecturas de cualquiera de los tres ciclos:
Esta monición, como todo el guion, se adapta a las lecturas de cualquiera de los tres ciclos:
Como familia de Dios, participemos del Banquete espiritual de las Sagradas Escrituras, que la Madre Iglesia ha preparado hoy para nosotros.
Se canta o reza el Credo siempre que esta fiesta de la Sagrada Familia no se celebre el viernes 30 de diciembre. En este caso se omite, por no tratarse de una solemnidad ni del precepto dominical. La fijación de la fiesta en el 30 de diciembre tiene lugar solamente cuando la solemnidad de la Natividad del Señor ocurre en un domingo.
Oración de los fieles
El Dios todopoderoso, que replicó en la humildad de la Sagrada Familia de Nazaret, la comunión de amor trinitario, nos concede la gracia de dirigirnos confiadamente a Él por intercesión de esta misma "trinidad terrestre" cuyos nombres invocamos a continuación:
R. Por Jesús, María y José, te lo pedimos, Señor
-Por la Iglesia, Casa viva de Dios en la Tierra, regida por el Santo Padre N, para que teniendo como modelo a la Santa Familia de Nazaret, crezca en la caridad. R.
-Por los pueblos que sufren los estragos de la guerra y de la explotación por parte de los más poderosos, para que por el Misterio de la Navidad, lleguen a gozar de una paz estable. R.
Se canta o reza el Credo siempre que esta fiesta de la Sagrada Familia no se celebre el viernes 30 de diciembre. En este caso se omite, por no tratarse de una solemnidad ni del precepto dominical. La fijación de la fiesta en el 30 de diciembre tiene lugar solamente cuando la solemnidad de la Natividad del Señor ocurre en un domingo.
Renovación de los Vínculos
familiares
En el IX Congreso Eucarístico Nacional que tuvo lugar en Argentina, en
la provincia de Santiago del Estero, del 31 de agosto al 4 de septiembre de
1994, la Eucaristía del 1º de septiembre estuvo dedicada a la familia. La
Comisión de Liturgia preparó para la ocasión, el rito de la Renovación de los Vínculos familiares,
cuyo texto se transcribe íntegramente. Se propone para después del rezo
del Credo. Si esta Fiesta de la Sagrada Familia cae el
viernes 30 de diciembre -como ocurre cuando la Natividad del Señor se
celebra en domingo-, dicha Renovación puede
realizarse en lugar del Credo. Así se
respeta la norma litúrgica que establece que la Profesión de fe debe recitarse en todos los domingos y
solemnidades, aunque pueda decirse también “en celebraciones más solemnes” (1).
El rito puede introducirse así:
Contemplando con
los ojos de la fe el icono de la Sagrada Familia de Nazaret, renovemos los
vínculos que hacen de nosotros verdaderas familias cristianas.
El celebrante interroga a la asamblea diciendo:
“Amados padres y madres de familia, con sus hijos y
familiares aquí presentes, ante la Iglesia representada en todos nosotros,
¿quieren renovar los compromisos que les son propios, como hogares cristianos e
Iglesia doméstica en Cristo?
Todos responden:
Sí, queremos.
Celebrante:
Unidos a Cristo Jesús por los sacramentos de la
iniciación cristiana, ¿se comprometen a revivir la gracia recibida y a
testimoniar en su vida familiar los compromisos bautismales?
Todos:
Sí, nos comprometemos.
Celebrante:
Particularmente ustedes, padres y madres de familia,
¿quieren renovar el compromiso de amor y entrega mutua, que sellaron el día de
su matrimonio, guardándose fidelidad y procurando hacer de sus hogares una
auténtica Iglesia doméstica, donde se manifiesten las virtudes de la Familia de
Jesús, María y José?
Padres y madres:
Sí, queremos.
Celebrante:
Ahora ustedes, niños y jóvenes, ¿quieren comprometerse al
amor fraterno, al amor y obediencia a sus padres, de manera que en sus familias
viva y reine Jesús, el Señor, y sean siempre sus fieles seguidores?
Niños y jóvenes:
Sí, queremos.
Celebrante:
Ahora todos ustedes, en fidelidad a la Iglesia, ¿se
comprometen a hacer de sus hogares, auténticos centros de vida cristiana en una
nueva evangelización, de manera que sus familias estén evangelizadas y sean, a
su vez, evangelizadoras?
Todos:
Sí, nos comprometemos.
Celebrante:
Que Dios, Padre Eterno, los conserve siempre unidos en el
amor mutuo, y que la paz de Cristo reine en sus corazones y no se aleje nunca
de sus hogares.
Todos:
Amén.” (2).
Oración de los fieles
El Dios todopoderoso, que replicó en la humildad de la Sagrada Familia de Nazaret, la comunión de amor trinitario, nos concede la gracia de dirigirnos confiadamente a Él por intercesión de esta misma "trinidad terrestre" cuyos nombres invocamos a continuación:
R. Por Jesús, María y José, te lo pedimos, Señor
-Por la Iglesia, Casa viva de Dios en la Tierra, regida por el Santo Padre N, para que teniendo como modelo a la Santa Familia de Nazaret, crezca en la caridad. R.
-Por los pueblos que sufren los estragos de la guerra y de la explotación por parte de los más poderosos, para que por el Misterio de la Navidad, lleguen a gozar de una paz estable. R.
-Por las familias que carecen de lo indispensable para vivir dignamente, para que acudan con confianza a María y a José, que alimentaron al Pan de Vida. R.
-Por las familias desunidas, para que abran las puertas a Cristo que quiso nacer y crecer en una Familia humana. R.
-Por esta comunidad, para que contemplando el Hogar santo de Nazaret, permanezca fiel a Cristo, nacido por nosotros. R.
Las normas de la Iglesia permiten que se pueda realizar una "Bendición de las familias y de sus miembros" fuera de la Misa o dentro de ella, incluso si se celebrara en el mismo hogar familiar. (Cf. Bendicional, 43, 62-67). El momento de la Misa previsto por la liturgia para llevar a cabo este rito es el que sigue a la Oración de los fieles, la cual se concluye con la misma plegaria de bendición de las familias. Si el sacerdote lo desea, puede optar por pronunciar la fórmula de bendición hacia el final de la Misa, como si fuera una "Oración sobre el pueblo". Para acceder al formulario completo que ofrece el Bendicional para el rito, en el que se explicitan minuciosamente estas normas, hacer clic aquí.*
Ofertorio
-Por las familias desunidas, para que abran las puertas a Cristo que quiso nacer y crecer en una Familia humana. R.
-Por esta comunidad, para que contemplando el Hogar santo de Nazaret, permanezca fiel a Cristo, nacido por nosotros. R.
A continuación, se
propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a
la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y
traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga,
propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones
litúrgicas:
"Oh, Dios, nuestro Creador y Padre, que has querido que tu Hijo, engendrado antes de la aurora del mundo, fuese miembro de la familia humana, reaviva en nosotros la veneración por el don y el misterio de la vida, para que los padres se sientan partícipes de la fecundidad de tu amor, y los hijos crezcan en sabiduría y en gracia, rindiendo alabanza a tu santo Nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén."
Las normas de la Iglesia permiten que se pueda realizar una "Bendición de las familias y de sus miembros" fuera de la Misa o dentro de ella, incluso si se celebrara en el mismo hogar familiar. (Cf. Bendicional, 43, 62-67). El momento de la Misa previsto por la liturgia para llevar a cabo este rito es el que sigue a la Oración de los fieles, la cual se concluye con la misma plegaria de bendición de las familias. Si el sacerdote lo desea, puede optar por pronunciar la fórmula de bendición hacia el final de la Misa, como si fuera una "Oración sobre el pueblo". Para acceder al formulario completo que ofrece el Bendicional para el rito, en el que se explicitan minuciosamente estas normas, hacer clic aquí.*
Ofertorio
El pan y el vino que estamos por presentar simbolizan la ofrenda de la gran familia de la humanidad (sus alegrías y tristezas, sus logros y fracasos). Que Santa María y san José nos enseñen a ofrecer y a ofrecernos.
Prefacio de Navidad I
Prefacio de Navidad II
Prefacio de Navidad III
Comunión
Prefacio de Navidad I
Prefacio de Navidad II
Prefacio de Navidad III
Comunión
Está ante nosotros, bajo la forma de pan y vino, el mismo Dios que fue alimentado por la solicitud de María y José, a quienes estuvo sujeto en la Tierra (3). Cuando nos alimentamos de Él, se robustecen los vínculos familiares y se preserva la unidad de la gran familia de la Iglesia.
Luego de la Oración después de la Comunión, puede rezarse la siguiente plegaria a la Sagrada Familia, extraída del Misal del Viaje Apostólico del Papa Francisco a México (12-18/02/16). Fue recitada en el Encuentro que el Pontífice tuvo con las familias, el 15 de febrero de 2016 en Tuxtla Gutiérrez:
ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA
Jesús, María y José, en ustedes contemplamos el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado, sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, que tu ejemplo haga tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia y de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
(Recordar a los fieles que cuando por vez primera se consagren a la Sagrada Familia de Nazaret con alguna plegaria debidamente aprobada por la autoridad competente, cada integrante puede obtener una indulgencia plenaria. Si renuevan esa consagración en los sucesivos aniversarios de ella, esa indulgencia será parcial). Cf. Enchiridion indulgentiarum, aliae concessiones, 1.
El sacerdote puede impartir la Bendición solemne de Navidad. O bien, si no lo ha hecho después de la Oración de los fieles, puede optar por usar el formulario de "Bendición de las familias y sus miembros", a cuyo texto* he remitido más arriba mediante un enlace.
El sacerdote puede impartir la Bendición solemne de Navidad. O bien, si no lo ha hecho después de la Oración de los fieles, puede optar por usar el formulario de "Bendición de las familias y sus miembros", a cuyo texto* he remitido más arriba mediante un enlace.
Despedida
Hemos experimentado el Amor de Dios que es Familia, es decir, Comunidad entre Personas. Vivámoslo en nuestras propias familias.
Notas
1. Cf. IGMR n. 68.
2. IX Congreso
Eucarístico Nacional. Celebraciones
litúrgicas. Abadía Santa Escolástica. Victoria. Argentina. 22 de agosto de
1994. Págs. 44, 45 y 46.
3. Cf. Lc. 2, 51.
26 de diciembre de 2013, fiesta de San Esteban, diácono y protomártir.
Entrada dedicada a él.
(Última actualización de la entrada: 30/12/23).
Fuente principal: Jesucristo y el Don de Sí mismo. Editorial Guadalupe. Adaptación.
MUY ES HORA DEA PRENDE ME ENCANTO LA DEDICATORIA, ENRIQUESEDOR GRACIAS
ResponderEliminarexcelente blog sigan asi
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