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martes, 17 de junio de 2014

Guión: Corpus Christi


                            



Formulario de Misa: aquí.


Para saber cómo proceder en caso de "ocurrencia" o "concurrencia" de esta solemnidad con otras, consultar aquí.


El siguiente guion puede emplearse en cualquiera de los tres ciclos litúrgicos:


Ritos iniciales

Es conveniente que la celebración comience con la procesión de entrada, de acuerdo con las normas litúrgicas.

Introducción

“Canta, oh, lengua, el Misterio del Cuerpo glorioso y de la Sangre preciosa del Rey, Fruto del seno de una Madre virgen…” (1).

Así se refiere el gran Tomás de Aquino al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, Fuente inagotable de Vida y santidad para la Iglesia y para el mundo.

Inspirados por sus palabras, nos disponemos a celebrar esta solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor.

Con los ángeles del Cielo, adoremos la Carne y la Sangre del Hijo de Dios, tan misteriosa como realmente presente en el Sacramento de la Eucaristía. Sólo el Amor de Dios podía realizar tal prodigio. Es lo que vamos a celebrar en la Misa.


Acto penitencial (v. infra, de la Misa papal del 2/6/24)

Hermanos, reunidos por el Espíritu Santo como comunidad de la Nueva Alianza, sellada por la Ofrenda del Cuerpo y la Sangre de Cristo, abramos nuestros corazones a la oración pidiendo perdón por nuestros pecados.

El Kyrie puede introducirse con los siguientes tropos:

-Tú, Sumo y Eterno Sacerdote de la Nueva Alianza, Kyrie eleison
-Tú, Hostia santa de reconciliación y alabanza, Christe eleison
-Tú, verdadero y definitivo Maná bajado del Cielo, Kyrie eleison


Se canta o recita el himno Gloria in excelsis, el cual, puede introducirse con las siguientes palabras:

Con los Ejércitos celestes, cantemos a la Trinidad y démosle gracias por el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, en el Cual el mismo Cristo cumple su promesa de permanecer con nosotros hasta el final de los tiempos. 


Liturgia de la Palabra

Ciclo A: Deut. 8, 2-3. 14b-16a; Sal. 147, 12-15. 19-20; I Cor. 10, 16-17; Jn. 6, 51-58.

Ciclo B: Éx. 24, 3-8; Sal. 115, 12-13. 15-18; Heb. 9, 11-15; Mc. 14, 12-16. 22-26.

Ciclo C: Gén. 14, 18-20; Sal. 109. 1-4; I Cor. 11, 23-26; Lc. 9, 11b-17.

Monición general (puede emplearse en cualquiera de los tres ciclos litúrgicos).

El inefable Misterio de la Santísima Eucaristía, profetizado en numerosas figuras del Antiguo Testamento, tiene su cumplimiento en la plenitud de los tiempos, gracias a la Encarnación redentora del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Bienaventurada Virgen María. Así se realiza plenamente lo que significa el Nombre del Mesías: "Emmanuel, Dios con nosotros".

El canto o recitación de la Secuencia Lauda Sion, que es facultativa, aunque sumamente aconsejable, puede introducirse con las siguientes palabras u otras semejantes:

Escuchemos ahora la venerable Secuencia Lauda Sion, propia de la solemnidad de hoy. En esta magnífica composición poética, santo Tomás de Aquino explica con suma belleza y eximio lenguaje teológico la fe bimilenaria de la Iglesia sobre el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.

(La Secuencia ha de cantarse o recitarse luego de la segunda lectura, y los fieles la escuchan estando sentados).

I

Oración de los fieles 

R. Padre, danos el Pan del Cielo 

-Para que la Iglesia siempre joven, que vive de la Eucaristía, resplandezca por la gloria de nuevos santos que adoren a Dios en espíritu y en verdad y Lo sirvan en el prójimo. R.

-Para que por la fervorosa celebración del Sacrificio del Altar, la paz y la prosperidad reinen en todos los países del mundo. R

-Para que quienes padecen enfermedades físicas, mentales o espirituales, alimentados con el Pan eucarístico, encuentren la salud. R.

-Para que en los distintos ámbitos de la Iglesia se intensifique la labor ecuménica, a fin de responder a la exhortación de Jesús: "Que todos sean uno, Padre, como Tú estás en Mí y Yo en Ti" (Jn. 17, 21). R.

-Para que quienes nos alimentamos del Cuerpo y la Sangre de Jesús, Sacramento de la Vida eterna, no seamos indiferentes ante los ataques a la vida humana en cualquiera de sus fases. R. 

Oración conclusiva

"Padre providente, que alimentas a tu pueblo con el Pan del Cielo, haz que reconozcamos que recibiendo a Cristo Eucaristía, obtenemos en Él todo don. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".

II

O bien, puede emplearse el siguiente formulario, correspondiente a la Misa de esta solemnidad, presidida por el Sumo Pontífice Francisco, el 26 de mayo de 2016, en el atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, Catedral de Roma:

Hermanos queridos, al Cordero inmolado, que nos nutre con su Cuerpo y su Sangre, memorial perenne de su Don de amor, elevemos nuestra plegaria:

R. Kyrie, eleison

-Custodia en la fe, en la esperanza y en la caridad a la Iglesia, tu Esposa. R.

-Santifica a los obispos y a los sacerdotes, que has llamado a tu santo servicio. R.

-Orienta en la verdad y en la búsqueda del bien las decisiones de los gobernantes. R.

-Vence con tu amor la dureza de la mente y la tibieza de los corazones. R.

-Haz semejantes a Ti a cuantos se nutren de tu Cuerpo y de tu Sangre. R.

-Reaviva en las familias la auténtica comunión de vida nacida del matrimonio. R.

-Renueva en todos los cristianos la fe en tu Presencia real en la Eucaristía. R.

 Oración conclusiva

"Señor Jesucristo, adoramos tu Santo Sacrificio y tu fiel Presencia entre nosotros, que nos nutre, nos consuela y nos hace pregustar el Paraíso. Escucha, pues, benigno, nuestra oración y danos tu gracia. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén".

III

O bien, puede emplearse el siguiente formulario, correspondiente a la Misa de esta solemnidad, presidida por el Sumo Pontífice Francisco, el 18 de junio de 2017 y el 14 de junio de 2020, en el atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, y en la Baílica de San Pedro, repectivamente:

Hermanos queridos, adoremos el Don del amor que nos hace partícipes de la Pascua del Señor e invoquemos la renovación de su gracia, respondiendo:

R. Escúchanos, Señor.

-Señor Jesús, guarda a la Iglesia, tu Esposa, cólmala de tu Presencia, y no la prives nunca de tu Cuerpo y tu Sangre. R.

-Señor Jesús, bendice a todos los sacerdotes, configúralos con tu Sacrificio de amor, y santifica su vida con la gracia de los sacramentos que celebran. R.

-Señor Jesús, acompaña la obra de los gobernantes, haz que sus proyectos sean sabios, y ayúdalos en el servicio cotidiano de los pueblos que se les han confiado. R.

-Señor Jesús, sostén a los seminaristas y a los diáconos, confírmalos en la vocación, y plasma en sus corazones la semejanza del Tuyo. R. 

-Señor Jesús, consuela a los pobres y a los sufrientes, sostenlos con tu amistad y tu esperanza, y mueve al ejercicio de la caridad a todos los que se alimentan de Ti. R.

Oración conclusiva

"Señor Jesús, que cada día te haces presente con el Don de tu Cuerpo entregado y de tu Sangre derramada, renueva hoy para nosotros tu lealtad y socórrenos en tu amor. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén".

IV

O bien, puede emplearse el siguiente formulario, correspondiente a la Misa de la misma solemnidad, presidida por el Sumo Pontífice Francisco, el 3 de junio de 2018, en la parroquia de santa Mónica, en Ostia:

Al Señor Jesús, que en la Eucaristía nos ha dejado el Memorial vivo de su Pascua, dirijamos confiados nuestra oración:

R. Escúchanos, Señor.

-Señor Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, sostén y santifica la vida del Papa, de los obispos y sacerdotes. R.

-Señor Jesús, Rey y Profeta, guía a quienes son llamados a gobernar los pueblos y las naciones. R.

-Señor Jesús, Cordero inmolado, acoge y bendice los padecimientos y la fidelidad de los cristianos perseguidos. R.

-Señor Jesús, Fuente de piedad, custodia en el amor a las familias y a todos los pueblos. R.

-Señor Jesús, Galardón de Vida eterna, da fortaleza y generosidad a los jóvenes llamados al sacerdocio. R.

-Señor Jesús, Medicina de inmortalidad, consuela y da esperanza a los pobres, a los sufrientes y a los moribundos. R.

Oración conclusiva

Señor Jesús, te contemplamos y te adoramos, en el misterio de tu Cuerpo y de tu Sangre, Sacrificio de amor y prenda de Vida eterna, y de Ti esperamos todo bien. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén".


V

O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa de esta solemnidad (a excepción de la monición introductoria), presidida por el Sumo Pontífice Francisco, el 23 de junio de 2019, en la parroquia romana de Santa María Consoladora:

Invoquemos a Cristo, Pontífice Magno, Altar Sagrado y Víctima inocente de la Nueva Alianza:

R. Señor, Pan del Cielo, escúchanos.

-Por el Papa N, por los obispos, sacerdotes, para que creyendo en el Don de la Eucaristía y conformes con la celebración de este Misterio, sean fieles a su misión. R.

-Por las familias cristianas, para que sean fieles en la santificación del domingo, participando en la celebración eucarística y siendo testigos de caridad. R.

-Por los niños que hoy en muchos lugares participan por primera vez en el Banquete de la Eucaristía, para que puedan crecer en gracia, llevando a sus familias el anuncio de la alegría pascual. R.

-Por los que sufren y están enfermos, para que sean sostenidos por la dulce presencia de Jesús y la generosa caridad de los hermanos. R.

-Por todos nosotros aquí reunidos, celebrando a Cristo verdaderamente presente en la Eucaristía, para que constituyamos una comunidad de vida, santidad, gracia, justicia y paz. R.

Oración conclusiva

"Señor Jesús, te contemplamos y te adoramos en el misterio de tu Cuerpo y de tu Sangre, Sacrificio de amor y prenda de Vida eterna, y de Ti esperamos todo don. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén".

O bien:

Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, presidida por el Papa Francisco en el atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, el 2 de junio de 2024:

Hermanos, nutridos por la Divina Sabiduría, elevemos nuestras súplicas al Padre, para que la celebración de los santos Misterios edifique a la Iglesia y sea fermento de vida nueva en el mundo:

R. Escúchanos, Señor.

-Por el Papa N, para que el Señor lo sostenga en el ministerio de confirmar a la Iglesia en la fe y de custodiarla en la caridad. R.

-Por todos los bautizados, para que el Señor reavive en sus corazones el empeño de testimoniar en la sociedad la fecundidad de la participación en la Eucaristía. R.

-Por cuantos alientan pensamientos de violencia, para que la Sangre del Señor, derramada para purificar nuestra conciencia de las obras de muerte, los transforme en operadores de paz. R.

-Por las familias, para que el Señor bendiga los propósitos de comunión entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos, por el bien de todos en el servicio recíproco. R.

-Por nuestra ciudad de N, para que el Señor inspire en sus habitantes, de acuerdo con la responsabilidad de cada cual, acciones de fraternidad, acogida y solidaridad. R.

Oración conclusiva

"Escucha, Padre, la súplica de tu Iglesia y enriquécenos con la plenitud de vida de tu Hijo, para que alimentados por la Eucaristía, vivamos siempre en acción de gracias. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor".

A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:

Ciclo A

"Dios fiel, que nutres a tu pueblo con amor de Padre, reaviva en nosotros el deseo de Ti, fuente inacabable de todo bien, y haz que, sostenidos por el Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, completemos el viaje de nuestra vida, hasta llegar a la gloria de los santos, tus convidados en la Mesa del Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

Ciclo B

"Señor, Dios viviente, guarda a tu pueblo, reunido en torno a este Altar para ofrecerte el Sacrificio de la Nueva Alianza, y purifica nuestros corazones, para que, en la Cena del Cordero, podamos pregustar la Pascua eterna de la Jerusalén del Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

Ciclo C

"Dios, Padre Bueno, que nos reúnes en asamblea festiva para celebrar el Sacramento Pascual del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, danos tu Espíritu, para que en la participación del Sumo Bien de toda la Iglesia, nuestra vida sea una continua acción de gracias, expresión perfecta de la alabanza que brota de todo lo creado hacia Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".





Liturgia de la Eucaristía
  
Ofertorio

De las espigas y racimos de nuestros campos, la mano del hombre ha hecho pan y vino. Con ellos el Poder de Dios preparará un Manjar que supera todo deleite. Que nuestra vida entera se una a la ofrenda de los dones que llevamos al Altar.

El sacerdote emplea alguno de los siguientes Prefacios de la Santísima Eucaristía:

Prefacio de la Eucaristía I

Prefacio de la Eucaristía II


Comunión

Conviene que la Comunión se distribuya con las dos Especies.

I (Exhortación al respeto debido a la Eucaristía).

Dice la Secuencia de hoy:

“Éste es el verdadero Pan de los hijos que no debe ser arrojado a los perros” (2). ¿Qué es `arrojar a los perros´ el Cuerpo del Señor?

Es comulgar interiormente mal predispuestos, o con irreverencia. Seamos pues, conscientes de que sólo podemos recibir el Pan de los ángeles si estamos en gracia de Dios.

O bien:

II (Alabanza y súplica al Señor Sacramentado).

Gloria y alabanza a Ti, Cristo, Pan Viviente. La Corte celestial se postra ante tu excelsa Majestad, oculta bajo las humildes apariencias de pan y vino. Concédenos la gracia de adorarte en el sagrario de nuestro corazón. 


Comunión espiritual

En este día solemne de Corpus Christi, quienes no están en condiciones de recibir a Jesús Sacramentado, pueden rezar la siguiente oración de Comunión espiritual:

Cristo, creo de corazón que Tú eres el Pan Vivo y que da Vida. Ven espiritualmente a mi alma, Señor, perdona mis pecados y concédeme la gracia de realizar una pronta y buena confesión para recibirte sacramentalmente. Amén. 

O bien:

III

"La Hostia Santa expuesta ante nuestros ojos proclama el increíble anonadamiento de Quién se hizo pobre para darnos Su riqueza, de Quien aceptó perder todo para darnos a Su Padre. La Hostia Santa es el Sacramento vivo y eficaz de la presencia eterna del Salvador de los hombres en Su Iglesia". (S.S. Benedicto XVI, meditación del 14 de septiembre de 2008).


Ritos finales

Se puede impartir la Bendición con el Santísimo Sacramento, haya tenido o no lugar en otro momento la procesión con el Corpus Christi. No así si, como es habitual, la procesión sigue inmediatamente a la Misa, en cuyo caso, la Bendición con el Santísimo se realiza al concluir dicha procesión. Quienes participan de ella, en el interior del templo o fuera de él, pueden obtener una indulgencia plenaria, con las condiciones acostumbradas (Enchiridion indulgentiarum, concessio, 7. 1, 3).


Despedida

Nos hemos alimentado del mismo Dios. Actuemos, entonces, conforme a su santa Voluntad. 


Notas

1. Himno eucarístico Pange lingua
2. Secuencia Lauda Sion, de Corpus Christi.

Fuente principal: Jesucristo y el Don de Sí mismo III. Adaptación.


17 de junio de 2014, martes de la XI semana del Tiempo Ordinario.
(Última actualización de la entrada: 2/6/24).

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