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domingo, 21 de diciembre de 2014

Bendición del pesebre




Bendicional: en negro; (oración de bendición: negrita cursiva).
(Se conservan los números de secciones y parágrafos tal y como se hallan en el Bendicional: negrita. También en negrita me permito realzar algunas cuestiones litúrgicas del texto del Bendicional, incisos que, a mi criterio, merecen especial consideración).
Comentarios del blog: azul.

Para profundizar sobre la importancia del Pesebre (o Belén o Nacimiento, como también se le llama), puede leerse la Carta Apostólica Admirabile signum, de Su Santidad Francisco. (1°/12/19).

El capítulo XXXVIII del Bendicional, que es el libro que contiene el elenco de las bendiciones apobadas por la Iglesia, ofrece una bendición para el pesebre o "belén" navideño.
Comparto con ustedes el rito, como un homenaje al Niño que viene, a tres días de su Nochebuena. Transcribo los números del libro tal y como están en él:

Bendición del Belén navideño

1243. Es laudable la costumbre de instalar en las casas y en las iglesias un «belén» o «nacimiento», que recuerda y ayuda a vivir el misterio de la Navidad.

1244. Para dar más sentido religioso o para significar su inauguración puede hacerse un rito de bendición, que signifique el comienzo de las solemnes fiestas navideñas. Este rito es introductorio de los misterios que se celebran en la Liturgia.
1245. Si se trata de un «belén» colocado en la iglesia, la bendición puede hacerse antes o después de alguna de las celebraciones con que comienzan las fiestas de Navidad (al final de las vísperas o al final de la Misa de la Noche). También puede hacerse la bendición como una celebración independiente en la tarde del 24 de diciembre.

Como puede advetirse, lo importante es que la bendición "inaugure" las festividades navideñas.

I. Bendición del Belén familiar

Rito de la bendición

Ritos iniciales

1246. Reunida la familia, el padre o la madre de la misma dice: (adviértase que este rito de bendición es uno de los tantos que pueden ser presididos por laicos)

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Todos se santiguan y responden:

Amén.

El que dirige la celebración puede decir:

Alabemos y demos gracias al Señor, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.

Todos responden:

Bendito seas por siempre, Señor.

1247. Luego el que dirige la celebración dispone a los presentes para la bendición, con estas palabras u otras semejantes:

Durante estos días contemplaremos asiduamente en nuestro hogar este pesebre y meditaremos el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar con nosotros. Pidamos, pues, a Dios que el pesebre colocado en nuestro hogar avive en nosotros la fe cristiana y nos ayude a celebrar más intensamente estas fiestas de Navidad.

1248. Uno de los miembros de la familia lee un texto de la Sagrada Escritura.

Le 2, 4-7a: María dio a luz a su hijo primogénito

Escuchad ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio según san Lucas:

En aquellos días, José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de-Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.

Palabra del Señor.

1249. Después de la lectura, según las circunstancias, puede cantarse un canto adecuado.

Preces

1250. Sigue la plegaria común:

Las siguientes preces son una súplica ardiente por las familias. En efecto, es intrínseca la relación entre la festividades navideñas y las familias cristianas.

En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración a Cristo, Hijo de Dios vivo, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle: 
Por tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.

Oh, Cristo, por el misterio de tu sumisión a María y a José enséñanos el respeto y la obediencia a quienes dirigen esta familia.

Tú que amaste y fuiste amado por tus padres, afianza a nuestra familia en el amor y la concordia.

Tú que estuviste siempre atento a las cosas de tu Padre, haz que en nuestra familia Dios sea honorificado.

Tú que has dado parte de tu gloria a María y a José, admite a nuestros familiares, que otros años celebraban las fiestas de Navidad con nosotros, en tu familia eterna.

Oración de bendición

1251. Luego el ministro, con las manos juntas, dice: (Las siguientes oraciones reafirman implícitamente la doctrina católica de la licitud de la veneración de las imágenes)

Señor Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos entregaste a tu Hijo único
nacido de María la Virgen, dígnate bendecir + este nacimiento
y a la comunidad cristiana que está aquí presente
para que las imágenes de este Belén
ayuden a profundizar en la fe
a los adultos y a los niños.
Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.

O bien:

Oh, Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos has entregado a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición +
estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría
y a ver a Cristo presente
en todos los que necesitan nuestro amor.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglas de los siglos.

R. Amén.


Conclusión del rito

1252. El que dirige la celebración concluye el rito, santiguándose y diciendo:

Cristo, el Señor, que se ha aparecido en la tierra y ha querido convivir con los hombres nos bendiga y nos guarde en su amor.

Todos responden.

Amén.

II. Bendición del Belén en una iglesia

A. Rito de la bendición fuera de la Misa o de las I Vísperas de Navidad:

Ritos iniciales

1253. Reunida la comunidad, puede entonarse un canto navideño. Terminado el canto, el ministro dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Todos se santiguan y responden:

Amén.

1254. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, saluda a los presentes, diciendo:

La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo, estén con todos vosotros.

U otras palabras adecuadas, tomadas preferentemente de la sagrada Escritura.

Todos responden:

Y con tu espíritu.

O de otro modo adecuado.

1255. Si el ministro es laico, saluda a los presentes diciendo:

Hermanos, alabemos y demos gracias al Señor, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.

Todos responden:

Bendito seas por siempre, Señor.

O bien:

Amén.

1256. El ministro dispone a los presentes para la bendición con estas palabras u otras semejantes:

Hermanos: La imagen de Jesús en el pesebre nos ayudará a recordar los misterios que celebramos estos días en la liturgia.
Pidamos, pues, a Dios Padre, que la contemplación de este Belén o nacimiento avive nuestra fe en su Hijo, que se ha hecho hombre para hacernos partícipes de su vida.

1257. Luego el lector, uno de los presentes o el mismo ministro, lee un texto de la sagrada Escritura.

Le 2, 4-7a: Dio a luz a su hijo y lo acostó en un pesebre

Escuchad ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio según san Lucas.

En aquellos días, José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.

Palabra del Señor.

1258. El que preside, según las circunstancias, exhorta brevemente a los presentes, explicando la lectura bíblica, para que perciban por la fe el significado del pesebre colocado en la iglesia.

1259. Después de la lectura o de la alocución, según las circunstancias se canta un salmo, un himno u otro canto adecuado.

Preces

1260. Sigue la plegaria común. Entre las intercesiones que aquí se proponen, el ministro puede seleccionar las que le parezcan más adecuadas o añadir otras.

El siguiente formulario es una súplica de carácter verdaderamente universal, tal y como sugieren las normas litúrgicas que se realice en la Noche santísima de Navidad:

Adoremos a Cristo, que se anonadó a sí mismo y tomó la condición de esclavo, probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado, y supliquémosle con fe ardiente, diciendo:

R. Por tu Nacimiento, socorre, Señor, a quienes has redimido.

Tú que al entrar en el mundo has inaugurado el tiempo nuevo anunciado por los profetas, haz que tu Iglesia se rejuvenezca siempre. R.

Tú que asumiste las debilidades de los hombres, dígnate ser luz para los ciegos, fuerza para los débiles, consuelo para los tristes. R.

Tú que naciste pobre y humilde, mira con amor a los pobres y dígnate consolarlos. R.

Tú que por tu Nacimiento terreno anuncias a todos la alegría de una vida sin fin, alegra a los agonizantes con la esperanza de un nacimiento eterno. R.

Tú que te hiciste hombre para que todos los hombres, de un confín al otro del mundo, contemplaran la salvación de Dios, acuérdate de las familias que en estas fiestas de Navidad viven en soledad y dolor y haz que sientan el consuelo de saberse hijos de la gran familia de Dios. R.

Oración de bendición

1261. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos exaudidas, si es laico, con las manos juntas, dice:

Señor Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos entregaste a tu Hijo único
nacido de María, la Virgen,
dígnate bendecir + este nacimiento
y a la comunidad cristiana que está aquí presente,
para que las imágenes de este Belén
ayuden a profundizar en la fe
a los adultos y a los niños.
Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

R. Amén.

O bien:


Oh, Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos has entregado a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición +
estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría
y a ver a Cristo presente
en todos los que necesitan nuestro amor.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Conclusión del rito

Nótese que la siguiente es como una "bendición solemne acotada", en el sentido de que la triple invocación se ha reducido a una sola:

1262. El ministro, si es sacerdote o diácono, concluye el rito diciendo:

Dios, Padre todopoderoso, que en el Nacimiento de su Hijo nos ha manifestado su misericordia, os bendiga y os guarde en su amor.

Todos responden:

Amén.

1263. Si el ministro es laico, concluye el rito santiguándose y diciendo:

Dios, Padre todopoderoso, que en el Nacimiento de su Hijo nos ha manifestado su misericordia, nos bendiga y nos guarde en su amor.

B. Rito de la bendición dentro de la Misa o de las I Vísperas de Navidad

1264. La bendición del Belén que acostumbra colocarse cada año en la iglesia durante las fiestas de Navidad, si se une a las I Vísperas o a la primera Misa de Navidad tiene una estructura propia, por cuanto en estas celebraciones ya se incluyen los elementos que habitualmente se incorporan a las otras bendiciones (lectura de la palabra de Dios, preces, etc.) y que, por ello, no conviene repetir en la bendición.
 1265. Si la bendición se hace al comienzo de la Misa, terminado el canto de entrada y dicha la salutación inicial, el celebrante dirige al pueblo una breve monición introductoria.'

1266. Si la bendición se hace al comienzo de Vísperas, la monición introductoria puede hacerse después del Dios mío, ven en mi auxilio, y antes del himno.

1267. Si la bendición se hace al final de la Misa, terminada la oración después de la comunión, se entona un canto navideño, durante el cual se coloca la imagen del Niño Jesús en el pesebre. Concluido el canto, el celebrante dirige a los fieles la monición introductoria.

1268. Si la bendición se hace al final de las Vísperas, después de la oración conclusiva, se entona un canto navideño, durante el cual se coloca la imagen del Niño Jesús en el pesebre. Concluido el canto, el celebrante dirige a los fieles la monición introductoria.

1269. El celebrante dispone a los fieles con estas palabras u otras semejantes:

Hermanos: Con la celebración de la Eucaristía (de las Vísperas); vamos a dar comienzo (hemos dado comienzo) a las solemnes fiestas de Navidad de este año. La imagen de Jesús en el pesebre nos ayudará a recordar los misterios que celebramos estos días en la liturgia. Pidamos, pues, a Dios Padre, que la contemplación de este Belén o nacimiento avive nuestra fe en su Hijo, que se ha hecho hombre para hacernos partícipes de su Pascua.

Oración de bendición

1270. Terminada esta monición se hace un breve silencio. Luego el celebrante bendice el pesebre con una de las siguientes oraciones:

Oremos.

Señor Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos entregaste a tu Hijo único
nacido de María, la Virgen,
dígnate bendecir + este nacimiento
y a la comunidad cristiana que está aquí presente,
para que las imágenes de este Belén ayuden a profundizar en la fe
a los adultos y a los niños.
Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

R. Amén.

O bien:

Oremos.


Oh, Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos has entregado a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición +
estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría
y a ver a Cristo presente
en todos los que necesitan nuestro amor.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

R. Amén.

1271. Concluida la bendición, los fieles pueden adorar la imagen del Niño Jesús.

La adoración del Niño es un gesto no estrictamente litúrgico pero que tanto ha gozado de la estima popular, que la Iglesia lo ha adoptado como una posibilidad al final de la Misa de Nochebuena. (Cf. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, 111).


21 de diciembre de 2014, Domingo IV de Adviento.
Entrada dedicada al Divino Emmanuel.
(Última actualización de la entrada: 1°/12/19).

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Letanías de los santos: Liturgia y piedad








Con seguridad, los fieles tributan a los santos el culto de dulía desde los orígenes mismos del cristianismo. Pruebas documentadas hay desde la primera mitad del siglo II. Ésta es una de las principales características de la santa fe católica. Veneramos la memoria de aquellos que, habiéndose identificado plenamente con Cristo durante la vida terrena, han llegado a la gloria del Cielo y han recibido la corona de la inmortalidad. (Cf. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, 208).
En antiguas inscripciones ha quedado registrado el culto que tributaba el pueblo creyente a los santos. Tal es así, que el pedido de intercesión a estos fieles hijos de la Iglesia es una constante del pueblo de Dios.

La forma de súplica más común y más difundida es la petición "ruega por nosotros"; en latín, ora pro nobis. Si exceptuamos a la gloriosa siempre Virgen María y los apóstoles, cuyo culto se remonta a cuando vivían en la Tierra, la primera categoría de santos en ser reconocidos como tales fueron los mártires, sobre cuyas tumbas, a menudo erigidas en el mismo lugar de su martirio, se celebraba el Sacrificio de la Misa. En efecto, se pretendía honrar al santo, pedir su intercesión y profesar la fe en que si la vida terrena de los bienaventurados fue una ofrenda agradable a Dios, su pasión es el broche de oro, la plenitud de la oblación, en unión con la Muerte redentora de Cristo.
Con el tiempo se reconoció a otros hijos ilustres de la Iglesia, los cuales, sin haber derramado la sangre por Cristo, habían vivido con plena fidelidad a Él hasta el final de su peregrinación por esta Tierra, contribuyendo así a la gran obra de la salvación de las almas.
A medida que se fueron reconociendo las virtudes heroicas de los fieles de las más diversas condiciones sociales, edades, instrucción y orígenes geográficos, se fue engrosando la lista de estos "amigos celestiales". Prueba de ello es el poco conocido Martirologio Romano, libro que contiene el elenco oficial de todos los santos y beatos a los que la Iglesia admite para el culto, en la piedad popular y en la liturgia.
 Los grandes eventos eclesiales como así también la devoción del pueblo fiel, hicieron que fuera aconsejable sistematizar las invocaciones de los santos, elaborando esquemas-tipo a lo largo de los siglos. Tal sistematización se remonta a Roma, entre el último tramo del siglo VII y principios del VIII, y está en lengua griega.
La invocación litánica más antigua que se conoce en lengua latina, la encontramos en el Ordo Romanus XXI, que data de finales del siglo VIII. Se trata de un formulario muy sencillo que, sin dudas, habrá servido de modelo para otros más elaborados. En él se invoca a Cristo, a la Santísima Virgen, a cuatro apóstoles y a dos mártires (el protomártir de la Iglesia y el célebre diácono martirizado en una parrilla con ascuas a medio encender). A continuación, hay una invocación genérica a "todos los santos". Sigue una breve súplica y se concluye como se empezó, es decir, con la invocación a Cristo. Transcribo el esquema original latino:

(A)
Kyrie, eleison (tres veces).
Christe, audi nos.
Sancta Maria, ora pro nobis.
Sancte Petre,
Sancte Paule,
Sancte Andreas,
Sancte Ioannes,
Sancte Stephane, 
Sancte Laurenti, 
Omnes sancti, orate pro nobis.
Propitius esto, libera nos, Domine (dos veces).
Ab omni malo,
Per crucem tuam,
Peccatores,
Filius Dei,
Ut pacem dones, te rogamus, audi nos.
Agnus Dei (tres veces).
Christe, audi nos.
Kyrie, eleison (tres veces). 

(La rúbrica del texto litúrgico aclara que en lugar de San Lorenzo, podía invocarse al santo patrono de la iglesia en la que tuviera lugar la celebración).

Las letanías de los santos adquirieron su pleno desarrollo con las Rogativas, días penitenciales de súplica por las necesidades de la Iglesia y del mundo. A este respecto, a finales del siglo VI el Papa San Gregorio Magno prescribió para cada 25 de abril el canto de las "Letanías mayores", (llamadas así por su extensión), como uno de los ritos propios de las mentadas "Rogativas".

En los tres días que precedían a la solemnidad de la Ascensión, el obispo de Viena, en Delfinado, San Mamerto (470) había prescripto las "Letanías menores" (formulario breve), como súplica por las calamidades que azotaban la ciudad por aquellos tiempos. El Papa León III las introdujo en Roma a principios del siglo IX.

La liturgia actual propone dos formularios de letanías, uno breve (C), para algunos ritos "insertos en la celebración de la Misa", y otro largo (D), para "súplicas solemnes y procesiones". (Así lo explicita el decreto de aprobación de las letanías -que es conjunto con el del Calendarium Romanum- con fecha del 21 de marzo de 1969).

En los libros litúrgicos de la Santa Sede, cada formulario posee su partitura; las aclaraciones necesarias para identificar a algunos santos y diferenciarlos de otros del mismo nombre, se colocan en letra cursiva. Por ejemplo, a la invocación latina "Sancta Maria", se le añade en cursiva: Goretti, cuando se alude a la adolescente mártir de la caridad a principios del siglo XX. Así se la identifica entre tantas otras que llevan su nombre, empezando por la Santísima Madre de Dios.

Se prescribe el canto de la forma breve de las letanías de los santos en la liturgia del bautismo de niños y adultos, dentro o fuera de la entrañable Vigilia Pascual; en las ordenaciones episcopales y presbiterales; en el rito de Dedicación de iglesias y altares; en la profesión religiosa; en la consagración de virgenes; en la bendición de un abad o una abadesa; en el de Consagración de vírgenes; en el rito de canonización de beatos; también en el de la "Recomendación del alma" (Ordo commendationis morientium).

Un apartado especial merecen las letanías de este ritual de "Recomendación del alma":

Algunos misales preconciliares conservan las antiguas invocaciones de santos, entre las que, luego de la Santísima Virgen, se destaca al primer mártir de la humanidad, San Abel, seguido de San Abraham, el patriarca de la alianza. Les sigue una sugestiva invocación al "Coro de los Justos", que comprende a todos los bienaventurados del Antiguo Testamento, aparte de los Patriarcas y Profetas, que han sido nominalmente invocados. San José, patrono de los moribundos, fue añadido con posterioridad, al igual que los patronos de los enfermos Camilo de Lelis y Juan de Dios). A Esteban le sigue una invocación a los Santos Inocentes, que antes figuraba en la forma larga de letanías que se cantaban en dos partes durante la Vigilia Pascual y en otras ocasiones solemnes. En la actualidad, infelizmente no es común hallar un formulario dee letanías con la invocación a los Inocentes. (Un poema de Gustavo Adolfo Bécquer, que es empleado como himno de vísperas de la solemnidad de Todos los Santos en algunos países de habla hispana, ha querido conservar la invocación a los mártires Inocentes en una de sus estrofas. Reza así: "Almas cándidas, santos Inocentes, que aumentáis de los ángeles el coro, al que llamó a los niños a su lado, rogadle por nosotros". Puede escucharse haciendo clic aquí).
Hacia el final del mentado formulario, se invoca a Lucía, seguida de las Santas Vírgenes y Viudas, categoría ésta -la de las Viudas-, que actualmente está en desuso, y ha sido reemplazada por la de "Santas Mujeres", o de "Santas Religiosas", de haber aquellas elegido este camino luego de quedar viudas. Actualmente el formulario que estamos describiendo no se incluye en el Ordo commendationis morientium, el cual, no obstante, sugiere que se rece por el moribundo cualquier forma de letanías de santos con la respuesta "Ruega/rueguen por él/ella", "haciendo especial mención del santo o de los santos patronos del moribundo o de la familia" (Cf. Ritual de Unción de los enfermos, 241).

Luego de la digresión precedente, volvemos a las letanías en general. Quiero insistir en el hecho siguiente: que uno u otro ritual haya excluido a tal o cual santo de alguna forma de letanía, esto no significa que no pueda ser incluido nuevamente en el mismo o en otro formulario, a juicio del Ordinario del lugar. La supresión se realiza solamente a los efectos de evitar un listado que sería casi interminable, o de mencionar a santos que, aunque estuviera probada su existencia histórica, lo que se sabe de ellos responde más a la leyenda que a la realidad. Quien fue legítimamente canonizado en la Iglesia, o confirmado como tal por cualquier Pontífice Romano, lo es para siempre, puesto que la canonización -no así la beatificación- es un acto que cuenta con la certeza infalible que Cristo confirió a la Suprema Autoridad Apostólica.

En cualquier formulario de letanías, si se exceptúan los "santos obligatorios" a los que aludiremos más abajo, con su introducción y conclusión cuasi invariables, hay determinadas modificaciones en las listas de los santos elegidos, según lo exija la singularidad del rito. Así, en el Ritual de una ordenación episcopal, por ejemplo, se mencionan todos los apóstoles, pues los obispos son sus legítimos sucesores; en el Ritual de ordenación presbiteral se sigue el formulario breve (Cf. supra); en el Ritual de la profesión religiosa se invoca a santos fundadores como Ignacio de Loyola, Vicente de Paul y Juan Bosco; en el Ritual de la Consagración de Vírgenes, se invoca a dos vírgenes y mártires (Inés y María Goretti), y luego a ilustres vírgenes: Macrina, Genoveva, Escolástica, Clara, Rosa, Luisa de Marillac, Teresita y Margarita María Alacoque. En la profesión religiosa femenina, a las ya mencionadas en el rito de Consagración de vírgenes, se añade Juana Francisca de Chantal. En la bendición de un abad o de una abadesa, en la forma breve se añaden los hermanos Benito y Escolástica, aparte de Columbano, Beda, Romualdo, Bruno y Bernardo, todos santos abades de importancia tal, que han sabido ganarse un lugar en el Calendario Romano universal (Respectivamente: 11/7; 10/2; 23/11; 25/5; 19/6; 6/10; 20/8).
Las letanías de los santos son el cántico más adecuado para las procesiones penitenciales con que comienzan las "Misas estacionales" de Cuaresma. Los libros litúrgicos como el Misal Romano o el Ceremonial de los Obispos, las sugieren incluso en las procesiones de entrada de las Misas de éstos y otros días solemnes. La tradicional procesión penitencial de la primera estación de Cuaresma, el Miércoles de Ceniza en Roma, se realiza mientras se cantan las letanías. El trayecto es el que va desde la basílica de San Anselmo hasta la de Santa Sabina, en la que los Papas presiden la primera Misa cuaresmal del año. La última vez que esto no se hizo fue el Miércoles de Ceniza del 13 de febrero de 2013; era la última celebración pública de Su Santidad Benedicto XVI, que renunciaría el 28 de febrero de ese año, y se prefirió que la Santa Misa tuviera lugar en la basílica vaticana, por la gran afluencia de peregrinos que se preveía.


Letanías de los santos en ritos funerarios

En las exequias, las letanías de los santos también tienen un lugar preponderante. No podemos dejar de mencionar aquí las procesiones fúnebres del traslado de los cuerpos de los Pontífices Romanos: el el beato Pablo VI, Juan Pablo I y san Juan Pablo II. En la conmovedora e inolvidable Misa exequial de este último, presidida por el entonces cardenal Ratzinger, después Papa Benedicto XVI, se realizó la Solemne súplica de la Iglesia de Roma. Se cantaron en latín las letanías y en ellas se invocó a muchos santos Pontífices Romanos, y a otros santos y santas de la Ciudad eterna. Fue el viernes 8 de abril de 2005. Lo propio se había hecho durante el traslado del cuerpo del mismo Papa polaco hasta la basílica de San Pedro. Ver el siguiente formulario (B) con su vídeo (Ora pro eo quiere decir "ruega por él"):

Santa María, Madre de Dios


(B)
Sancta Maria, ora pro eo
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro eo
Sancta Maria, Mater Ecclesiæ, ora pro eo
Sancta Maria, Salus populi Romani, ora pro eo
Sancti Michael, Gabriel et Raphael, orate pro eo
Omnes sancti Angeli, orate pro eo
Sancte Ioseph, ora pro eo
Sancte Ioannes Baptista, ora pro eo
Omnes Sancti Patriarchæ et Prophetæ, orate pro eo
Sancti Petre et Paule, orate pro eo
Sancte Andrea, ora pro eo
Sancti Ioannes et Iacobe, orate pro eo
Sancte Thoma, ora pro eo
Sancte Matthæe, ora pro eo
Sancte Matthia, ora pro eo
Sancte Luca, ora pro eo
Sancte Marce, ora pro eo
Omnes Sancti Apostoli et Evangelistæ, orate pro eo
Sancte Barnaba, ora pro eo
Sancta Maria Magdalena, ora pro eo
Omnes Sancti Discipuli Domini, orate pro eo
Sancte Clemens, ora pro eo
Sancte Calliste, ora pro eo
Sancte Fabiane, ora pro eo
Sancte Corneli, ora pro eo
Sancte Xyste, ora pro eo
Sancte Ioannes, ora pro eo
Sancte Martine, ora pro eo
Sancte Damase, ora pro eo
Sancte Leo Magne, ora pro eo
Sancte Gregori Magne, ora pro eo
Sancte Leo (None), ora pro eo
Sancte Pie (Decime), ora pro eo
Omnes Sancti Pontifices Romani, orate pro eo
Sancte Stephane, ora pro eo
Sancte Laurenti, ora pro eo
Sancti Protomartyres Romani, orate pro eo
Sancte Ignati Antiochene, ora pro eo
Sancte Hippolyte, ora pro eo
Sancti Iustine et Apolloni, orate pro eo
Sancte Tharsici, ora pro eo
Sancte Sebastiane, ora pro eo
Sancte Maximiliane (Kolbe), ora pro eo
Sanctæ Perpetua et Felicitas, orate pro eo
Sancta Agnes, ora pro eo
Sancta Cæcilia, ora pro eo
Sancta Eugenia, ora pro eo
Sancta Maria (Goretti), ora pro eo
Omnes Sancti Martyres, orate pro eo
Sancte Ambrosi, ora pro eo
Sancte Hieronyme, ora pro eo
Sancte Augustine, ora pro eo
Sancte Athanasi, ora pro eo
Sancti Basili et Gregori Nazianzene, orate pro eo
Sancte Ioannes Chrysostome, ora pro eo
Sancti Cyrille et Methodi, orate pro eo
Sancte Carole (Borromeo), ora pro eo
Sancti Benedicte et Bernarde, orate pro eo
Sancti Francisce et Dominice, orate pro eo
Sancte Ignati (de Loyola), ora pro eo
Sancte Francisce (Xavier), ora pro eo
Sancte Ioannes Maria (Vianney), ora pro eo
Sancte Philippe (Neri), ora pro eo
Sancte Gaspar (Del Bufalo), ora pro eo
Sancte Vincenti (Pallotti), ora pro eo
Sancta Sabina, ora pro eo
Sancta Marcella, ora pro eo
Sancta Paula, ora pro eo
Sancta Francisca (Romana), ora pro eo
Sancta Catharina (Senensis), ora pro eo
Sancta Teresia a Iesu, ora pro eo
Sancta Maria Faustina (Kowalska), ora pro eo
Omnes Sancti et Sanctæ Dei, orate pro eo



     

 Oración conclusiva 
 
Deus, fidelis remunerator animarum, præsta ut famulus tuus Papa noster Ioannes Paulus, quem Petri constituisti successorem et Ecclesiæ tuæ pastorem, gratiæ et miserationis tuæ mysteriis, quæ fidenter dispensavit in terris, lætanter apud te perpetuo fruatur in cælis. Per Christum Dominum nostrum. R/. Amen.



Qué santos incluir y en qué lugar y orden


La primera dificultad que se presenta siempre a la hora de elaborar un formulario es determinar qué Santos de entre los miles y miles a los que se les rinde culto oficial, deberían ser seleccionados para cada lista. Los criterios de selección han variado a lo largo de los tiempos. No obstante, hay rasgos comunes en todas las épocas, los cuales deben respetarse siempre. Repasemos algunos de ellos:
-Las letanías  comienzan con la triple invocación cristológica del Kyrie seguida o no de una invocación a cada una de las Divinas Personas, más otra invocación a las Tres conjuntamente (Sancta Trinitas, unus Deus). -Luego de las invocaciones de los santos hay otras, también dirigidas a Cristo, a partir de la mención de los misterios de su Persona humana y divina, seguidas de peticiones sobre aquello de lo que Él nos tiene que proteger. La respuesta es en ambos casos Libera nos, Domine. -A continuación se cantan unas súplicas por las necesidades de la Iglesia, del mundo y de los hijos de Dios que pudieren ser objeto especial de la gracia del Señor en el rito que se está celebrando (bautizandos, ordenandos, o cualesquiera otros). La respuesta es Te rogamus, audi nos. -Las letanías se concluyen con una triple invocación a Cristo como Agnus Dei, y con una oración hecha por el ministro sagrado que preside el rito.
-Todo santo del Antiguo o del Nuevo Testamento, inscripto oficialmente en el Martirologio, puede ser incluido en las letanías, si así lo aconsejan determinadas circunstancias tales como la celebración de su fiesta en el día en curso (esto es, su inscripción en el Martirologio, en el Calendario universal o en algún Calendario particular debidamente aprobado por el Ordinario del lugar y confirmado por la Congegación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos); o la intención de invocarlo por algún pedido en especial, de acuerdo con sus prerrogativas; o de aquellos cuyas reliquias se conservan en el lugar; o la necesidad de incluir a los santos patronos del lugar geográfico y del templo, o a aquellos cuyos nombres coincidan con quienes en ese día van a recibir algún sacramento, a realizar algún voto, o a participar especialmente de alguna otra manera en la celebración.
-Hay santos "obligatorios" para todo esquema de letanías: María, Miguel, José, Juan Bautista, Pedro, Pablo, Andrés, Juan, María Magdalena y Esteban.
-La Madre de Dios jamás puede faltar y, luego de la Trinidad, encabeza en todos los casos cualquier lista de invocaciones. Nótese que en el formulario largo se le asignan las tres primeras invocaciones de las letanías lauretanas (Cf. Infra). Se pueden añadir algunas otras invocaciones marianas al comienzo de las letanías de los santos, pero no tantas que parezca una letanía mariana. Los títulos que se pueden incluir se seleccionan de acuerdo con el acontecimiento o el lugar. Véanse las letanías de los funerales de san Juan Pablo II (B). En ellas se invoca a María como Salus Populi Romani, patrona de la Ciudad eterna en que residen los Papas, y como Mater Ecclesiae, título incluido en las Letanías lauretanas por el beato Pontífice Pablo VI. En la apertura de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, presidida por Benedicto XVI (05/10/08), en las Laudes regiae (que es una forma particular de letanía, a la que aludiremos más abajo), se invocaba a María como Regina Apostolorum.
A la Santísima Virgen le siguen las siguientes categorías:

 -Los santos Ángeles. Antes del Concilio Vaticano II había una mención a los Coros angelicales y se invocaba, luego de nombrar a cada uno de los tres arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael), a "todos los Coros de espíritus bienaventurados". El formulario actual largo (D) también nombra a los tres arcángeles; el breve (C), solamente a Miguel. Y a continuación, ambos optan por una invocación angélica genérica: "Todos los santos Ángeles, rueguen por nosotros".
-Después, siguen los Patriarcas, los Profetas, los Apóstoles, los Discípulos, los Mártires, los Papas y Obispos (Santos Pastores), Doctores, Presbíteros, Vírgenes, Religiosos y Laicos (Santos Varones y Santas Mujeres).

El orden externo de las diferentes categorías de santos responde al criterio de la preeminencia en cuanto a la dignidad, al grado de gloria, de acuerdo con la manera como confesaron la fe; por eso, después de los Patriarcas y Profetas, la categoría de los mártires, que han dado el supremo testimonio del derramamiento de su sangre, (encabezados, claro está, por los apóstoles), ocupa el primer lugar.

El orden interno de cada categoría obedece a criterios cronológicos, salvo contadas excepciones, como cuando se prefiere insertar antes a algún fundador de determinada orden que a un miembro de ella, aunque este haya muerto primero -es el caso, por ejemplo, de San Ignacio de Loyola (+1556), que precede a Francisco Javier aunque este haya concluido antes su vida terrena (+1552). En la forma larga, las categorías de los Patriarcas y Profetas también se rigen por un orden cronológico, más que de preeminencia. De hecho, por más que sea San José de Nazaret el más importante de los patriarcas, en la súplica litánica le precede Abraham. De la misma manera, aunque Juan Bautista sea el más grande de los profetas, le preceden los antecesores suyos en el tiempo: Moisés y Elías. La forma breve solamente menciona a San Juan Bautista y a San José, siempre en ese orden. En algunas ediciones actuales de cualquiera de los dos formularios, y de otros, como el de las Exequias de Juan Pablo II (B)-, y las letanías del Inicio del Cónclave, se ha optado por la colocación del nombre de San José antes que el del Bautista, debido a la más íntima participación de aquél en la obra de la redención. El hecho de que siempre antes José hubiera secundado al santo Precursor en las tradicionales invocaciones parece encontrar su explicación en el culto tardío que se le tributó al Jefe de la Familia de Nazaret, a quien se lo empezó a honrar como se merece gracias a la obra de grandes santos que empezaron a poner más de relieve la grandeza de su vida y su misión. En cualquier caso, no caben dudas de que San José y San Juan Bautista ocupan, después de los ángeles, el primer lugar indiscutible en la liturgia.  -La categoría de los  Apóstoles en la forma breve, solamente menciona a los obligatorios a los que ya nos hemos referido. La forma larga, sin nombrarlos a todos, añade a los obligatorios los siguientes: Santiago (el Mayor) -junto con Juan-, Tomás y Mateo. Las Laudes regiae (Cf. infra) mencionan a todos los Apóstoles, al igual que las letanías del rito de ordenaciones episcopales, o las de Misas sinodales, (como puede escucharse en el audio de la Misa de apertura del Sínodo y del Doctorado de dos santos, que ofrezco más abajo). Durante el Pontificado de Francisco, en el formulario de letanías empleado en el rito del bautismo, en las Misas de la fiesta del Bautismo del Señor, después de María, Juan Bautista, José, y Pedro y Pablo, propios del ritual, se invocó a todos los demás apóstoles, incluido Matías, que cerró la lista de nombres. Felizmente, en las liturgias presididas por el Papa, se está restaurando la antigua tradición de nombrar a todos los santos Apóstoles y no solamente a los obligatorios.  -María Magdalena es, en todo formulario de letanías, la única representante obligatoria de la categoría de los Discípulos del Señor que sigue siempre a la de los Apóstoles. La feliz decisión del Sumo Pontífice Francisco de elevar la memoria litúrgica de esta santa (22/07) al rango de fiesta, asignándole un Prefacio propio, pone aún más de relieve la importancia de la Magdalena. Después de ella, "apóstol de Apóstoles", sería lícito, si se considera necesario, y con la autorización de aquellos a quienes compete darla, la inclusión de otros santos que se integran en esta misma categoría de los "Discípulos del Señor", como José de Arimatea, Nicodemo, María Salomé, Cleofás, Lázaro, Marta y María de Betania, Juana, Susana;  todos ellos oficialmente inscriptos en el Martyrologium Romanum vigente).

-A la luz de esto, vemos la necesidad de precisar que cualquier inserción de santos debe realizarse en la categoría que le corresponda. Si se desea invocar al Santo y Sumo Sacerdote Melquisedec, por ejemplo, es lícito, pues está inscripto en el mentado Martyrologium Romanum (26/08). Deberá, pues, ser incluido en la categoría de los Patriarcas. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con Santa Catalina Tekakwitha (17/04 -en EEUU y Canadá, el 14/07-), a la que se ubicará en la categoría de las Vírgenes. San Juan Diego, incluido en el Calendario universal el 9/12, se integra en la categoría de los Laicos (Santos Varones).
-Los beatos, a juicio del Ordinario del lugar, pueden incluirse en las letanías siempre que los una a la comunidad o a la región algún lazo particular, o bien, cuando exista alguna razón por la que sea aconsejable introducirlos en el formulario tipo. Siempre se incorporan al final, independientemente de la categoría a la que pertenezcan, ya que su culto es litúrgica y geográficamente limitado. Así, por ejemplo, el Papa Pablo VI, aunque se integre en la categoría de los Pastores, se agrega al final en cualquier formulario litánico, por ser aún beato. Ahora bien, la organización interna de esta eventual subcategoría de beatos, se rige por los mismos criterios de preeminencia y cronología que se puntualizan más arriba para los santos. Así, cualquier beato mártir precederá a algún beato pastor, y dentro de los beatos mártires y de los beatos pastores se sigue el orden cronológico.    


Letanías en grandes eventos extraordinarios 

A veces son los grandes acontecimientos de la vida de la Iglesia los que ofrecen un lugar destacado a las Letanías de los santos. Si tienen un alcance universal, se incluyen santos representativos de todos los continentes. En la gran Vigilia de la XII Jornada Mundial de la Juventud que San Juan Pablo II presidió en el Hipódromo de Longchamp de París (23/08/97), y en la que administró el Bautismo y la Confirmación a jóvenes de diferentes países, se elaboró un formulario con un variado repertorio de santos, que enriqueció sobremanera la breve lista del Ritual de Bautismo. Se cantó en francés. Describámoslo: Luego de la clásica invocación cristólogica triple, viene un primer bloque de santos, el más importante: la Madre del Señor es invocada con los tres primeros títulos de las Letanías lauretanas (1°-con su solo nombre-; 2°-como "Madre de Dios"; 3°-como "Virgen de las vírgenes"). Le siguen los nombres de los tres arcángeles más las invocaciones genéricas "Santos ángeles y arcángeles" y "Asamblea santa de espíritus bienaventurados", que se refiere a los nueve coros distribuidos en las tres jerarquías angelicales. Luego, en una sola invocación, se menciona al santo padre Abraham, seguido de la invocación genérica de dos categorías unificadas: "Santos Patriarcas y Profetas". Luego, cada uno por separado, como de costumbre, San Juan Bautista y San José. Después, integrando el segundo bloque, los apóstoles y evangelistas de a pares: Pedro y Pablo; Andrés y Santiago (el Mayor); Juan y Tomás; Santiago (el Menor) y Felipe; Bartolomé y Mateo; Simón y Tadeo; Matías y Bernabé; más la invocación "Apóstoles y evangelistas". El tercer bloque se abre con Santa María Magdalena más la invocación "Santos Discípulos del Señor", en la que ella se inscribe. Después, se menciona a los Santos Inocentes. Luego, un grupo de mártires, también de a pares: Esteban y Lorenzo; Clemente (de Roma) e Ignacio (de Antioquía); Cornelio y Cipriano; Perpetua y Felicidad; Inés y Cecilia. Cierra este bloque la invocación genérica "Santos Mártires". El cuarto bloque menciona a doctores y pastores: León y Gregorio (Magno); Ambrosio y Agustín;  Jerónimo e Hilario; Basilio y Gregorio (de Nacianzo);  Atanasio y Juan Crisóstomo. A continuación, la invocación genérica "Santos Doctores", y dos pares de obispos: Ireneo (de Lyon) y Martín (de Tours); Dionisio y Germán (de París); más la invocación "Santos Obispos y Pastores", con que se concluye el cuarto bloque. El quinto bloque está integrado por fundadores y evangelizadores: Antonio (de Padua) y Benito (de Nursia); Bruno y Bernardo; Francisco (de Asís) y Domingo (de Guzmán); Ignacio (de Loyola) y Francisco Javier; con la invocación "Santos Fundadores y Evangelizadores", a la que se añaden individualmente Juan María Vianney, Catalina (de Siena) y Teresa (de Ávila). El sexto bloque se abre con santos que llevan los nombres de bautizandos y confirmandos, y se cierra con Marcelo y Genoveva; Juana de Arco y Clara, e individualmente, Teresita del Niño Jesús. Concluye el elenco de santos la invocación genérica "Todos los santos y santas de Dios". No se añaden beatos.     Otro ejemplo de "Letanías en eventos extraordinarios", es el formulario empleado en la Archibasílica papal de San Juan de Letrán, el 27 de febrero de 2003, en la celebración con la comunidad de inmigrantes. Los santos nombrados entonces fueron los siguientes: a la triple invocación cristólogica tradicional, siguió una triple invocación mariana: "Santa María, Madre de Dios"; "Madre de Cristo y de la Iglesia"; "Reina de todo el mundo". Luego fueron mencionados estos santos: "Juan Bautista y Juan Evangelista" juntos (a ellos está consagrada esa célebre Archibasílica romana, Catedral del Papa, por lo que a la súplica se añadió otra: "venerados en este Templo santo, Madre y Centro de toda la Iglesia"); "San Pedro y San Pablo" juntos (por ser patronos de Roma); luego, se hizo referencia conjunta al íntegro Colegio Apostólico: ("Vosotros, todos los Apóstoles del Señor"); a continuación, también conjuntamente, se rogó a los "Amigos y Discípulos del Señor"; les siguieron los tres arcángeles (es inédita su invocación después de los apóstoles y discípulos, y con apelativos propios: Miguel, "defensor de la Iglesia"; Gabriel, "anunciador de salvación"; y Rafael, "medicina de Dios"); después, fueron mencionados juntos "santa Teresa de Lisieux y san Francisco Javier" (por ser patronos de las misiones ambos); primero se mencionó sus nombres, y luego dos sugestivos apelativos de ellos: "Ángeles tutelares de las misiones entre los pueblos" y "Ardientes de amor por el mundo entero"; se sumaron a ellos: "Francisco de Asís, que a todos proclamas 'paz y bien'"; "Catalina de Siena, virgen sabia y valiente"; "Santos protectores del pueblo italiano"; "Santos Fundadores de la Iglesia de África"; "Maestros de sabiduría celestial para todo el pueblo de Dios"; "Santos monjes y moradores del desierto"; "Santos mártires de Uganda" (Carlos Lwanga y sus compañeros); "Cándidos corderos inmolados con el Cordero"; "Santa (Josefina) Bakhita, experta en la esclavitud y el exilio"; "Santos del Cercano y Extremo Oriente"; "Ejército de mártires del inmenso continente (Asia) fecundado por vuestra sangre"; "Santo Tomás, primer apóstol de India" (luego de invocar arriba al Colegio Apostólico, se menciona particularmente aquí a este apóstol, evangelizador de India); "Beata Alfonsa -hoy santa Alfonsa de la Inmaculada Concepción, primera santa india- y vírgenes indias consagradas a Cristo"; "Beato Ciriaco (Kuriakós Elías Chavara -hoy santo-), evangelizador de Sri Lanka"; "San Pablo Miki y compañeros, crucificados en el Japón"; "Santos protomártires coreanos y vietnamitas" (Andrés Kim y Pablo Chong en Corea y Andrés Dung-Lac en Vietnam -los tres junto a sus compañeros, mártires-), "que rogasteis por vuestros persecutores" ; "San Agustín Chao y multitud de mártires chinos", "fieles a Cristo hasta (el derramamiento de) la sangre"; "San Pedro Chanel, apóstol y mártir de Oceanía"; "Santos evangelizadores del Nuevo Mundo" (América); "Espléndidas flores que perfuman la tierra americana"; "Presagio de primavera nueva para la Iglesia"; "San Juan de Brébeuf y compañeros, mártires"; "Protomártires de Norteamérica"; "San Felipe de Jesús, San Juan Diego" (en México); "San Pedro Claver, apóstol entre los deportados de África"; "Beato Marianito (de Jesús Euse Hoyos), ángel de Colombia"; "Rosa de Lima, primera flor de santidad en tierra peruana"; "San Martín de Porres, amigo de los pobres"; "San Roque González y compañeros, mártires" (Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo en el Paraguay); "San Pedro de San José Betancourt, protector de Guatemala"; "San Antonio (de Padua), invocado en todo el mundo"; "Santos Florián y Astío, mártires albanos"; "Vosotros, todos los santos de la Iglesia de Oriente y Occidente"; "San Benito (de Nursia), padre del monaquismo de Occidente"; "Santos Cirilo y Metodio, apóstoles de los pueblos eslavos", "Copatronos, con Benito de Nursia, de toda Europa"; "Santos Estanislao y Maximiliano Kolbe, hijos de Polonia"; "Santos Esteban e Isabel de Hungría"; "San Josafat, obispo y mártir de Ucrania"; "Beato Ceferino (Jiménez Malla) 'Pelé', honor y símbolo del pueblo gitano"; "Don Bosco, amigo y modelo para acróbatas y artistas circenses"; "San Francisco de Paula, compañero de viaje de los marinos"; "Santa Francisca Javiera Cabrini" (patrona de emigrantes); "Beato Juan Bautista Scalabrini" (fundador de los 'Misioneros de San Carlos'); "Apóstoles y patronos de los emigrantes"; y "Beato Felipe Rinaldi", que cierra la lista de los nombres.  


Letanías en el rito de canonización

En el rito de las canonizaciones, el canto de las letanías de los santos precede a la solemne fórmula de canonización pronunciada por el Papa. Cuando dicho rito tiene lugar fuera de Roma, durante algún Viaje Apostólico del Santo Padre, es común añadir en el formulario breve de las letanías, a algunos santos y beatos que de alguna manera estén relacionados con la nación anfitriona, lo cual, por lo dicho más arriba, suele requerir de ciertos "retoques" en el formulario del elenco de santos. Consideremos, a modo de ejemplos, los formularios litánicos empleados en la Santa Misa y canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, presidida por el Papa Francisco (27/04/14) en la Plaza de San Pedro (en la cual tuve la dicha de participar), y el de Junípero Serra, presidida por el mismo Pontífice en el atrio del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington (23/09/15): El formulario de letanías empleado en el rito de canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, -como el de la canonización de Vicente Grossi, María de la Inmaculada Concepción, y los esposos Celia y Luis Martin (18/10/2015)- incluyó el nombre de todos los apóstoles, como la de la canonización de la Madre Teresa de Calcuta (04/09/16). En estas oportunidades se cantaron en latín. El formulario elegido para la canonización de Junípero Serra, también en latín, siguió el esquema breve hasta  Santa Teresa de Jesús, inclusive. Luego fueron invocados los santos Juan Pablo II y Juan XXIII, Pontífices Romanos. Les siguieron otros santos oriundos de EEUU, o de otra manera relacionados con aquella nación: Catalina Drexel, Francisca Javiera Cabrini, Isabel Ana Seton, Juan Nepomuceno Neumann, Catalina Tekakwitha, Rosa Filipina Duchesne, Andrés Bessette, Damián de Veuster, Pedro Claver, María Ana Koob, Josemaría Escrivá de Balaguer, Teodora Guérin, Juan de Brébeuf, Isaac Jogues y compañeros. Cerraron la lista estos beatos: Pablo VI, Teresa de Calcuta (hoy santos), y Miguel Agustín Pro. He aquí el video de la solemne Eucaristía:






Letanías por categorías
La piedad de los fieles ha llevado en ciertos casos, a optar por una de las categorías de santos mencionados más arriba, ampliándola para emplearla independientemente de las demás. Se trata de formularios que, con los debidos recaudos y con la aprobación de la autoridad competente, pueden utilizarse en el culto privado y -siempre con tal aprobación- también en el culto público. Así, por ejemplo, se invocan varios mártires, como ocurrió en la gran Vigilia de la XV Jornada Mundial de la Juventud en Roma, presidida por San Juan Pablo II en Tor Vergata, el 19 de agosto del Año Santo 2000. En esta ocasión, luego de invocar a Jesús con varios títulos de las Sagradas Escrituras, se menciona a María, Salus Populi Romani, seguida de varios mártires de la Ciudad eterna: Clemente, Lorenzo, Sebastián, Inés, Cecilia; más la invocación genérica "mártires romanos". Siguen los "mártires de varios continentes": Pablo Miki y compañeros (Japón); Lorenzo Ruiz de Manila (Filipinas) y compañeros (Japón); Juan de Brébeuf y compañeros (Canadá); Pedro Chanel (Oceanía); Andrés Kim Taegón y compañeros (Corea); Andrés Dung-Lac y compañeros (Vietnam); Carlos Lwanga y compañeros (Uganda); Cirilo Bertrando y compañeros (España); Maximiliano Kolbe (Polonia); Teresa Benedicta de la Cruz (Alemania); y Cristóbal Magallanes (México). Existe un formulario híbrido de letanías de los mártires y santos enterrados en las Catacumbas romanas, o de alguna manera ligados a ellas. Puede consultarse aquí. En otra entrada de este mismo blog he querido compartir con ustedes las "Letanías de los Santos y Beatos Pontífices Romanos".   
Ofrezco a continuación los dos formularios de letanías vigentes en la liturgia actual. Son "esquemas-tipo" a partir de los cuales pueden elaborarse otros más extensos, siempre teniendo en cuenta los principios mencionados más arriba:
(C)
Formulario breve


Señor, ten piedad    
Cristo, ten piedad    
Señor, ten piedad    

Santa María, Madre de Dios, 
San Miguel, 
Santos ángeles de Dios, 
San Juan Bautista,
San José,
Santos Pedro y Pablo,
San Andrés, 
San Juan, 
Santa María Magdalena,
San Esteban, 
San Ignacio de Antioquía, 
San Lorenzo, 
Santas Perpetua y Felicidad, 
Santa Inés, 
San Gregorio, 
San Agustín, 
San Atanasio, 
San Basilio,
San Martín, 
San Benito, 
Santos Francisco y Domingo, 
San Francisco Javier,
San Juan María Vianney, 
Santa Catalina de Siena, 
Santa Teresa de Avila,
San Raimundo de Peñafort,
Santos y Santas de Dios, 
   
Muéstrate propicio, líbranos, Señor
De todo mal,
De todo pecado, 
De la muerte eterna,   
Por tu encarnación,
Por tu muerte y resurrección,
Por el envío del Espíritu Santo,   
Nosotros, que somos pecadores,
 Te rogamos, óyenos 

Jesús, Hijo de Dios vivo, 
Te rogamos, óyenos   

Cristo, óyenos   
Cristo, escúchanos   

 
Regina Sanctorum omnium, ora pro nobis

(D)
Formulario largo

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Santa María, ruega por nosotros
    Santa Madre de Dios,   
Santa Virgen de las vírgenes,   
Santos Miguel, Gabriel y Rafael,     
Todos los santos Ángeles,   
San Abraham,   
San Moisés,    
San Elías,       
San Juan Bautista, 
San José,      
Todos los santos patriarcas y profetas,      
Santos Pedro y Pablo,   
San Andrés,     
Santos Juan y Santiago,   
Santo Tomás,   
San Mateo,     
Todos los santos apóstoles,     
San Lucas,     
San Marcos,   
San Bernabé,   
Santa María Magdalena,   
Todos los santos discípulos del Señor,       
San Esteban,   
 San Ignacio de Antioquía,   
San Policarpo,   
 San Justino,   
 San Lorenzo,   
San Cipriano,   
 San Bonifacio,   
San Estanislao,    
Santo Tomás Becket,   
Santos Juan Fischer y Tomás Moro,     
San Pablo Miki,      
Santos Isaac Jogues y Juan de Brébeuf,     
San Pedro Chanel,     
San Carlos Lwanga,   
Santas Perpetua y Felicidad,   
 Santa Inés,   
Santa María Goretti,   
 Todos los santos mártires,      
Santos León y Gregorio,   
San Ambrosio,     
San Jerónimo,   
San Agustín,     
San Atanasio,     
Santos Basilio y Gregorio Nacianceno,   
San Juan Crisóstomo,   
San Martín,  San Patricio,   
Santos Cirilo y Metodio, 
 San Carlos Borromeo,   
San Francisco de Sales,   
 San Pío décimo,   
San Antonio, 
 San Benito,   
  San Bernardo,     
Santos Francisco y Domingo,   
Santo Tomás de Aquino,   
San Ignacio de Loyola,     
San Francisco Javier,     
San Vicente de Paúl,   
San Juan María Vianney,   
San Juan Bosco,   
Santa Catalina de Siena,     
Santa Teresa de Jesús,     
Santa Rosa de Lima,     
San Luis, 
Santa Mónica,    
Santa Isabel de Hungría,     
Todos los santos y santas de Dios,
Muéstrate propicio, líbranos, Señor   
De todo mal,   
De todo pecado,   
De las insidias del diablo,     
De la ira, del odio y de toda mala voluntad,   
De la muerte eterna,     
Por tu natividad,   
Por tu bautismo y por tu santo ayuno,     
Por tu cruz y tu pasión,     
Por tu muerte y tu sepultura,     
Por tu santa resurrección,     
Por tu admirable ascensión,     
Por el envío del Espíritu Santo,     
Por tu glorioso advenimiento,   
 
(Súplicas por diversas necesidades)
  
Para que perdones nuestras culpas, te rogamos, óyenos   
Para que nos concedas una verdadera penitencia,   
Para que eleves nuestros corazones a desear las cosas celestiales,
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos   

 
San Miguel arcángel

Las letanías al Inicio del Cónclave

La liturgia del Ordo Rituum Conclavis propone una ampliación particular del formulario largo. Se mencionan todos los Apóstoles. Felipe y Santiago (el Menor) van juntos; así los celebra el Calendario universal el 03/05. Luego, Bartolomé, (seguido de Mateo). Siguen Simón y Tadeo juntos; después, Matías. La lista de Apóstoles (y Evangelistas) se completa, como en el formulario largo precedente, con Lucas, Marcos y Bernabé. El canto sigue como en la forma larga hasta Cipriano. Después se invoca a Frumencio. Luego de Juan Fisher y Tomás Moro, se añade Josafat. Antes de María Goretti se introduce a Nina. A los Doctores mencionados en el formulario largo se incorpora Efrén. Despúes se invoca a Gregorio "el Iluminador", y a Bernardo le sigue Marón.





Las letanías en las Órdenes religiosas

Como es de suponerse, las diferentes familias religiosas incluyen a sus santos y beatos en los formularios generales, y hasta suelen elaborar formularios propios. Basten como ejemplo los dos siguientes formularios, correspondientes al Ritual de la Orden de San Agustín, y que en sus ritos se pueden emplear indistintamente. Adviértase la singularidad del segundo, rico en epítetos:  

I
Señor, ten piedad      
Cristo, ten piedad      
Señor, ten piedad      

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros    
San Miguel,      
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros   
San Juan Bautista,     
 San José,      
Santos Pedro y Pablo,     
San Juan,    
Santa María Magdalena,    
Santos Esteban y Lorenzo,       
Santa Inés,      
San Basilio,    
Santo Padre Agustín,   
Santa Mónica,    
Santos Alipio y Posidio,      
San Benito,  
San Bernardo,   
San Francisco,      
Santo Domingo,       
San Nicolás de Tolentino,  
Santa Clara de Montefalco,   
Santa Rita de Casia,      
Santa Catalina de Siena,     
San Juan de Sahagún,     
Santo Tomás de Villanueva,    
San Juan Stone,    
Santa Magdalena de Nagasaki,      
San Ignacio de Loyola,       
Santa Teresa de Ávila,      
San Vicente de Paúl,      
San Juan Bosco,        
San Ezequiel Moreno,      
Santos y Santas de Dios, 
Muéstrate propicio, líbranos, Señor     
De todo mal,   
De todo pecado,   
De la muerte eterna,     
Por tu encarnación,     
Por tu muerte y resurrección,     
Por el envío del Espíritu Santo,
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos
  
a) Para que hagas más fecunda la vida de la Iglesia, con la oblación y el apostolado de tus hijos,   

 O bien:
   
b)Para que aumentes continuamente los dones del Espíritu Santo en tu siervo el Papa N. y en los demás obispos,     

c) Para que ordenes la vida y el trabajo de los religiosos al progreso de la sociedad humana,  
 
O bien:   
 
d) Para que lleves a todos los hombres a la plenitud de la vida cristiana,
e) Para que concedas a la Familia Agustiniana ser siempre comunidad concorde de buscadores y anunciadores de Dios,    

O bien: 
Para que conserves y aumentes en todas las congregaciones religiosas la caridad de Cristo y el espíritu que animó a sus fundadores,   

 O bien:    
 
Para que asocies plenamente a la obra de la redención a todos los que profesan los consejos evangélicos,   

f)Para que compenses con tus dones el sacrificio que representa para los padres de estos siervos tuyos la entrega de sus hijos,
g)Para que de día en día configures a estos hijos tuyos con Cristo, el primogénito entre muchos hermanos, 
 
O bien: 
 
h) Para que concedas la virtud de la perseverancia a estos hijos tuyos,   
 
O bien:   
 
Para que bendigas, santifiques y consagres a estos hijos tuyos, hermanos nuestros,
 
Jesús, Hijo de Dios vivo,      
Cristo, óyenos,      
Cristo, escúchanos,
II
Señor, ten piedad   
Cristo, ten piedad   
Señor, ten piedad   
 
Padre, fuente de la vida, ten piedad de nosotros     
Hijo, hecho carne por nosotros,     
Espíritu Santo, llama de amor viva,     
Trinidad Santa, que habitas en los corazones, 

María, Virgen Madre de Dios, ruega por nosotros   
Ángeles, mensajeros de Dios, rogad por nosotros     
Gabriel, anunciador de la encarnación,   
José, casto esposo de María,  
Isabel, visitada por la Virgen María,   
Juan, voz del que grita en el desierto, 
Pedro, firme roca de la Iglesia,   
Pablo, apóstol de las gentes,     
Juan, predilecto del Señor,   
Lucas, apóstol de la misericordia,   
Apóstoles todos, fieles ministros del Evangelio,   
María Magdalena, primer testigo del Resucitado,   
Esteban, diácono perfecto en el martirio,   
Lorenzo, mártir por amor a los pobres,   
Ignacio, grano de trigo para moler por Cristo,   
Inés, manso cordero inmolado,   
Mónica, madre en la fuerza de sus lágrimas,     
Agustín, cantor de la gracia de Dios,     
Basilio, maestro de la vida monástica,     
Benito, maestro en el Espíritu,     
Bernardo, cantor de María,     
Francisco, pobre de Cristo con alegría,     
Domingo, predicador de la verdad,   
Antonio, voz de la caridad,   
Clara de Montefalco, enamorada de la Cruz,     
Rita de Casia, mediadora de paz,     
Catalina de Siena, inflamada de amor por la Iglesia,   
Magdalena de Nagasaki, sublime figura de laica agustina,     
Teresa, poderosa en el amor,     
Alipio y Posidio, amantes de la vida común,     
Nicolás de Tolentino, paciente en el amor,     
Tomás de Villanueva, sembrador de la sabiduría divina,     
Juan de Sahagún, siervo de los pobres y de la justicia,     
Juan Stone, mártir por la unidad de la Iglesia,   
Ezequiel Moreno, ardiente espíritu misionero,     

Todos los santos y santas, que participáis de la gloria de Dios,     

Muéstrate propicio, líbranos, Señor   
De todo mal, de todo pecado,   
De la muerte eterna,     
Por tu encarnación,   
Por tu muerte y resurrección,
Por el envío del Espíritu Santo,     

Nosotros, que somos pecadores, 
Para que hagas más fecunda la vida de la Iglesia con la oblación y las oraciones de tus hijos,
Para que aumentes continuamente los dones del Espíritu Santo en tu siervo el Papa N. y en todo el Colegio episcopal,
Para que ayudes a la Familia Agustiniana a buscarte y anunciarte con la práctica de la perfecta vida común,      
Para que recompenses con la plenitud de tus bendiciones a los padres que te han ofrecido sus hijos,  
Para que de día en día configures a estos hijos tuyas con Cristo, el primogénito entre muchos hermanos,
  
(Rito de Profesión religiosa y otros ritos de la Orden).  




Una particular forma de letanías: Laudes regiae 
 
Las Laudes regiae son una forma particular de Letanías de los santos. Tienen su origen en la Roma pagana, que divinizaba a sus emperadores. La Iglesia las hace suyas exaltando el poder temporal y espiritual y la dignidad del Sumo Pontífice, a la vez que considerando al emperador -y a todo otro poder temporal- como subalterno al del Papa en cuanto a dignidad. La súplica por los que ejercen el poder civil suele presentarse como una visión cristianizada de la idolatría imperial aludida. Se pide por los gobernantes "dando al César lo que es del César". Véase súplica Magistratibus, formulario (E).
Las coronaciones del Papa y del emperador eran la mejor ocasión para ejecutar este canto solemnísimo. Con el tiempo la Iglesia lo depuró de toda expresión que no se condijera plenamente con la fe católica. Actualmente se cantan en las más solemnes liturgias papales, con motivo de grandes acontecimientos de la Iglesia universal: Sínodos de Obispos; Misa inaugural del ministerio petrino de los Sumos Pontífices, Doctorado de Santos (en el vídeo, pueden escucharse las Laudes en los ritos iniciales de la Solemne Misa de Apertura del Sínodo de los Obispos, en la que el hoy Papa Emérito Benedicto XVI nombró "doctores de la Iglesia" a los santos Juan de Ávila e Hildegarda de Bingen: (Por vez primera, Juan Bautista precede a Miguel). Después de Pedro y Pablo hay una invocación por los obispos -por tratarse de la apertura de la XIII Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos-. Se pide por ellos a los Apóstoles, de quienes son sucesores). Las razones de tiempo suelen obligar a omitir algunas invocaciones sobre el paso, como ocurrió con los Pastores y Doctores de esta Misa. Las respuestas pueden ser Tu illam adiuva ("ayúdala"), si se refiere a la Iglesia; Tu illum adiuva ("ayúdalo"), si se refiere al Santo Padre; Tu illos adiuva ("ayúdalos"), cuando se refiere a los demás ministros sagrados.




La invocación de santos Pontífices Romanos es propia de Misas solemnes celebradas por el alma de Vicarios de Cristo (exequias), o por la fecundidad del ministerio del Papa reinante (véase el siguiente vídeo y formulario de las Laudes regiae en la Misa de Inauguración del Ministerio petrino del Papa Francisco):




(E) 
 
Laudes Regiæ
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
 Exaudi, Christe.
Exaudi, Christe.
Ecclesiæ sanctæ Dei,
supra regnorum fines nectenti animas:
Salus perpetua!
Redemptor mundi,
tu illam adiuva.
Sancta Maria,
Sante Ioannes Baptista,
Sancte Michael,
Sancte Ioseph,
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
Exaudi, Christe.
Exaudi, Christe.
Francisco Summo Pontifici,
in unum populos doctrina congreganti, caritate:
Pastori gratia, gregi obsequentia.
Salvator mundi, tu illum adiuva
 
Sancte Petre,
Sancte Paule,
Sancte Andrea,
Sancte Ioannes,
Sancte Iacobe,
Sancte Thoma,
Sancte Philippe,
Sancte Iacobe,
Sancte Bartholomæe,
Sancte Matthæe,
Sancte Simon,
Sancte Thaddæe,
Sancte Matthia,
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
Exaudi, Christe.
Exaudi, Christe.
Francisco Romano Episcopo Successori Petri
suum ministerium hodie inauguranti:
robur, concordia Spiritus et sollicitudo pro universa Ecclesia.
Sancte Line,
Sancte Clete,
Sancte Clemens Prime,
Sancte Xyste Prime,
Sancte Calliste
Sancte Pontiane,
Sancte Fabiane,
Sancte Corneli,
Sancte Xyste Secunde,
Sancte Silvestre Prime,
Sancte Damas Prime,
Sancte Leo Magne,
Sancte Ioannes Prime,
Sancte Gregori Magne,
Sancte Martine Prime,
Sancte Gregori Septime,
Sancte Pie Quinte,
Sancte Pie Decime,
 
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
Rex regum. 
Rex noster.
Spes nostra. 
Gloria nostra.
Exaudi, Christe.
Exaudi, Christe.
Magistratibus et omnibus concivibus
nobiscum orantibus:
cordis vera quies,
votorum effectus.
Auxilium christianorum,
Sancta Maria Magdalena,
Sancte Stephane,
Sancte Ignati Antiochene,
Sancte Laurenti,
Sanctæ Perpetua et Felicitas
Sancta Agnes,
Sancte Ambrosi,
Sancte Hieronyme,
Sancte Augustine,
Sancte Athanasi,
Sancti Basili et Gregori Nazianzene,
Sancte Ioannes Chrysostome,
Sancte Martine,
Sancte Francisce de Sales.
Sancte Antoni,
Sancte Benedicte,
Sancte Bernarde,
Sancti Francisce et Dominice,
Sancte Thoma de Aquino,
Sancte Francisce Xavier,
Sancte Ioannes Maria Vianney,
Sancta Catharina Senensis,
Sancta Teresia a Iesu,
Omnes sancti et sanctæ Dei,
Christus vincit...
Ipsi soli imperium, laus et iubilatio 
per infinita saecula saeculorum.
Tempora bona habeant!
Tempora bona
habeant redempti
Sanguine Christi!
Feliciter! Feliciter! Feliciter!
Pax Christi veniat!
 Regnum Christi veniat!
Deo gratias! Amen.
 

Es interesante cómo la nómina de santos Sucesores de Pedro invocados varía en cada formulario. La de la inauguración del Ministerio petrino de Benedicto XVI es más exhaustiva, como puede constatarse en el siguiente formulario:
(F) 
 
Inauguración del Ministerio petrino de Benedicto XVI
Exaudi, Christe      Exaudi Christe
Ecclesiæ, sponsæ et corpori,
Lumine gentium resplendenti Christo:
ædificatio et consolatio Dei!
Christe, Fili Dei vivi,         Tu illam adiuva
Iesu, Fili David,                Tu illam adiuva
Christe, Fili Dei vivi,          Tu illam adiuva
Salvator Mundi,                Tu illam adiuva
Christe, Fili Dei vivi,          Tu illam adiuva
Exaudi, Christe Exaudi, Christe
Ecclesiæ, ovili et gregi
Dei agriculturæ et electæ vineæ:
fons aquæ et fructus Spiritus!
Sancta Maria,                          Tu illam adiuva
Sancte Ioseph,                         Tu illam adiuva
Sancte Ioannes Baptista,            Tu illam adiuva
Exaudi, Christe                         Exaudi, Christe
Benedicto
Romano Episcopo Successori Petri
Gregis Christi unitatem exprimenti:
robur et concordia Spiritus!
Sancte Petre,                 Tu illum adiuva
Sancte Paule,                 Tu illum adiuva
Sancte Andrea,               Tu illum adiuva
Sancte Ioannes,              Tu illum adiuva
Sancte Iacobe,               Tu illum adiuva
Sancte Thoma,               Tu illum adiuva
Sancte Philippe,              Tu illum adiuva
Sancte Iacobe,                Tu illum adiuva
Sancte Bartholomæe,       Tu illum adiuva
Sancte Matthæe,             Tu illum adiuva
Sancte Simon,                Tu illum adiuva
Sancte Thaddæe,            Tu illum adiuva
Sancte Matthia,              Tu illum adiuva
Sancte Luca,                  Tu illum adiuva
Sancte Marce,                Tu illum adiuva
Sancte Barnaba,              Tu illum adiuva
Sancta Maria Magdalena,  Tu illum adiuva
Sancte Line,                    Tu illum adiuva
Sancte Clete,                   Tu illum adiuva
Sancte Clemens,              Tu illum adiuva
Sancte Evariste,               Tu illum adiuva
Sancte Alexander (Prime),Tu illum adiuva
Sancte Xyste (Prime),      Tu illum adiuva
Sancte Telesphore,           Tu illum adiuva
Sancte Hygine,                 Tu illum adiuva
Sancte Pie (Prime),           Tu illum adiuva
Sancte Anicete,                 Tu illum adiuva
Sancte Soter,                    Tu illum adiuva
Sancte Eleutheri,               Tu illum adiuva
Sancte Victor (Prime),       Tu illum adiuva
Sancte Zephyrine,              Tu illum adiuva
Sancte Calliste (Prime),      Tu illum adiuva
Sancte Urbane (Prime),      Tu illum adiuva
Sancte Pontiane,                Tu illum adiuva
Sancte Anthere,                 Tu illum adiuva
Sancte Fabiane,                 Tu illum adiuva
Sancte Corneli,                  Tu illum adiuva
Sancte Luci (Prime),          Tu illum adiuva
Sancte Stephane (Prime),    Tu illum adiuva
Sancte Xyste (Secunde),     Tu illum adiuva
Sancte Damase (Prime),      Tu illum adiuva
Sancte Leo Magne,             Tu illum adiuva
Sancte Gregori Magne,        Tu illum adiuva
Sancte Leo (None)              Tu illum adiuva
Sancte Stephane,                Tu illum adiuva
Sancte Ignati (Antiochene),  Tu illum adiuva
Sancte Laurenti,                  Tu illum adiuva
Sancte Cypriane,                 Tu illum adiuva
Sancta Agnes,                     Tu illum adiuva
Sancta Cæcilia,                    Tu illum adiuva
Sancte Ambrosi,                  Tu illum adiuva
Sancte Augustine,                Tu illum adiuva
Sancte Athanasi,                  Tu illum adiuva
Sancte Basili,                       Tu illum adiuva
Sancte Gregori (Nazianzene),          Tu illum adiuva
Sancte Ioannes Chrysostome,         Tu illum adiuva
Sancte Benedicte,                          Tu illum adiuva  
 
(G)

En la Misas de Apertura de la XIII y XIV Asambleas Generales Extraordinarias del Sínodo de los Obispos sobre la Familia, presididas por el Papa Francisco el domingo XXVII "durante el año" (respectivamente los días 05/10/14 y 04/10/15), también se cantaron en latín las Laudes regiae durante la procesión de entrada. Hubo algunas interesantes  peculiaridades, orientadas a resaltar la relación "santidad y familia", a saber: Luego de una única invocación a María sin ningún atributo (acaso habría sido oportuno llamarla Regina familiarum, para nombrar la única de las letanías lauretanas que debemos a San Juan Pablo II), se menciona juntos a sus santos padres Joaquín y Ana. Les siguen Zacarías e Isabel, y su hijo Juan Bautista en ese orden. Prima aquí el criterio cronológico al que aludí más arriba). Los dos matrimonios anteriores representan aquí la categoría de los "Patriarcas". Muy oportunamente seleccionados estos santos, por tratarse de un Sínodo sobre la Familia. Luego, los infaltables  San Miguel (el arcángel, por primera vez no nombrado inmediatamente después de la Virgen), y San José, en ese orden. Todos ellos son invocados en favor de la Iglesia. A los santos apóstoles Pedro y Pablo, por separado, se los invoca por el Santo Padre Francisco. Después se pide por los Pastores del Pueblo de Dios (obispos), y por su rebaño, a cada uno de los Doce santos Apóstoles, a la también infaltable María Magdalena y al protomártir Esteban. A ellos se les suman los santos esposos Aquila y Priscila, seguidos de los célebres mártires Ignacio (de Antioquía) y Lorenzo. Luego se menciona a las santas hermanas de Lázaro, María y Marta (de Betania). Siguen los mártires Tomás Moro, (padre y esposo ejemplar, patrono de los políticos); Perpetua y Felicidad, (madres modelo de entrega y fidelidad); e Inés. La categoría de los Doctores está representada por los santos: León y Gregorio, juntos; Ambrosio, Jerónimo, Agustín, Atanasio; Basilio (Magno) y Gregorio (Nacianceno), juntos; y Juan Crisóstomo. A los Doctores anteriores, Papas y obispos, se añaden los obispos Martín (de Tours), Paulino (de Nola) y Francisco (de Sales), de los cuales solamente el último es doctor. Después se pide por los gobernantes y por todos aquellos que rezan con nosotros. Los intercesores en esta súplica son: Antonio, Benito y Bernardo (individualmente). Francisco (de Asís) y Domingo (de Guzmán), juntos. Y también individualmente los siguientes santos: Tomás (de Aquino), Francisco (Javier), Juan María (Vianney), Brígida (de Suecia), Catalina (de Siena), Francisca Romana, Teresa de Jesús, Rita (de Casia), madre, esposa y luego religiosa ejemplar, y Teresita del Niño Jesús (cuyos padres habían sido canonizados el 18/10/15), Mónica, la gloriosa madre de San Agustín, y por último, Juana (Beretta Molla), también esposa y madre ejemplar, y una de las patronas, junto con San Juan Pablo II, del VIII Encuentro Mundial de las Familias, presidido en Filadelfia por el Papa Francisco, del 23 al 27/09/15. En fin, una selecta plegaria litánica por la Iglesia, por sus Pastores y por las familias.   


   Nota 

 1. "Almas cándidas, Santos Inocentes, que aumentáis de los ángeles el coro, al que llamó a los niños a su lado, rogadle por nosotros".  

 
17 de diciembre de 2014, feria privilegiada de Adviento.
(Última actualización de la entrada: 03/07/19).