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domingo, 13 de diciembre de 2015

Guion: Domingo IV de Adviento





Formulario de Misa: hacer clic aquí.

Para profundizar sobre las características del Tiempo de Adviento hacer clic aquí.


Ciclo C

Introducción

Peregrinos en el tiempo, una nueva Navidad está llegando a nuestra vida. Vamos a revivir otra vez el misterio de la cercanía de Dios manifestado en la ternura de un Niño.

La liturgia de hoy nos hace partícipes de la santa expectativa que durante siglos embargó a los *Antepasados de Cristo.

Ya llega la Noche santa. En este último Domingo de Adviento, hacemos nuestro el clamor de toda la creación, y abrimos "de par en par" las puertas del corazón, preparando en él una digna morada para el Salvador que va a nacer.


Puede encenderse el cuarto cirio de la Corona de Adviento. Clic aquí.


Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Miq. 5, 1-4

"Su origen es antiguo, de tiempo inmemorial".

La profecía de Miqueas exalta la grandeza de la pequeña ciudad de Belén. Allí, en el tiempo nacerá el Mesías, engendrado por el Padre desde la eternidad.

Segunda lectura: Heb. 10, 5-10

Al revestirse de nuestra carne, Jesucristo ya empezó a consumar el Sacrificio que llegaría a su pleno cumplimiento en la Cruz, Sacrificio perfecto que reemplazaría a los demás, superándolos.

Evangelio: Lc. 1, 39-45

La Virgen peregrina es portadora de la Buena Nueva en Persona, que es Jesucristo, el Salvador del mundo. Abramos nuestro corazón para que nazca en él el Dios verdadero.


Oración de los fieles

R. Padre Bueno, que en nosotros nazca el Salvador.

O bien:

R. Padre Celestial, que brille para nosotros el Sol verdadero.

O bien:

R. Padre, que amanezca el Día de la salvación.

Los títulos mesiánicos con que concluye cada invocación de las siguientes preces, son de origen bíblico y corresponden a las más celebres antífonas de la liturgia romana, llamadas "Mayores" o de la "O". Son siete y se recitan con el Cántico evangélico del Magníficat, en las vísperas de los días entre el 17 y el 24 de diciembre, "semana santa de Navidad", según la atinada expresión de la Liturgia de las Horas. También se han adaptado como versículos antes del Evangelio de las Misas de esos días:

-Para que luego de un fructuoso Adviento, la Iglesia se disponga a vivir plenamente la santa Navidad. Pidámoslo por Cristo, Sabiduría eterna. R.

-Para que el Papa N, con su ejemplo y palabras, aliente a todos los hombres de buena voluntad a la práctica de las obras de misericordia, corporales y espirituales. Pidámoslo por Cristo, Adonai, Dios y Señor de la nueva Casa de Israel.  R.

-Para que quienes lloran por la muerte terrena de sus seres queridos, experimenten el consuelo de lo alto en estos días particularmente santos. Pidámoslo por Cristo, Raíz fecunda de Jesé. R. 
  
-Para que quienes están física, psicológica o espiritualmente privados de la libertad, abran su corazón a la alegría y a la plena libertad que Dios les ofrece en esta nueva Navidad. Pidámoslo por Cristo, Llave celestial que abre las puertas de toda prisión. R.

-Para que los que viven en las tinieblas de la corrupción, de la mentira y del egoísmo, sean iluminados por la luz de la verdad. Pidámoslo por Cristo, Sol naciente. R.

-Para que los que ejercen el poder en cualquier ámbito, imiten la paternal solicitud de Dios. Pidámoslo por Cristo, Rey de unidad. R.

-Para que los que sufren la soledad o el desánimo, en estas próximas Fiestas encuentren la calidez acogedora de un hogar. Pidámoslo por Cristo, el dulce Emmanuel junto a Quien no existe la soledad. R.

A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
 
"Oh, Dios, que has elegido a la humilde Hija de Israel para que sea tu morada, concede a la Iglesia una total adhesión a tu voluntad, a fin de que, imitando la obediencia del Verbo que ha venido al mundo para servir, exulte con María por tu salvación y se ofrezca a Ti en perenne cántico de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén."
 
 

Ofertorio

El pan y el vino son llevados al Altar, al igual que los frutos espirituales de este sagrado tiempo que concluirá el próximo 24 de diciembre, antes de la sagrada Noche.


Comunión

Cristo, nuestro Dios, Tú eres el Maná celestial que nutre las almas durante el adviento de la vida terrena. Ven, Señor, y vuelve a nacer en el pobre pesebre de nuestro corazón.


Conviene impartir la Bendición solemne de Adviento.


Despedida


La entrañable Nochebuena está cerca. Preparemos el corazón para acoger a Dios hecho Niño por nosotros.


*Pocos saben que el día 24 de diciembre el Martyrologium Romanum vigente conmemora a los Santos Antepasados de Cristo. La liturgia bizantina, por su parte, hace lo propio en este mismo domingo IV de Adviento.


13 de diciembre de 2015, Domingo Gaudete, tercero de Adviento.
Apertura de las Puertas Santas de las Basílicas de San Juan de Letrán y de San Pablo Extramuros, en Roma.
Inicio del Jubileo y Apertura de la "Puerta de la Misericordia" en las iglesias particulares.  
(Última actualización de la entrada: 14/12/22)

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