Las siguientes alabanzas y súplicas honran a nuestro Señor Jesucristo, en el misterio de su eterna Realeza, don de la infinita Misericordia Divina:
Introducción
Padre Eterno, Creador del mundo, Hijo Unigénito, Redentor del mundo, Espíritu Santo Consolador y Santificador del mundo, Trinidad gloriosísima y piadosísima, míranos, Señor, y compadécete de nosotros.
Súplicas a Jesucristo, Rey del universo
-Cristo Rey, en cuya vestidura rociada con Sangre, está escrito: "Rey de reyes y Señor de señores", reina en todo el mundo. (En adelante, se repite así)
-Cristo Rey, ungido como tal en el primer instante de tu Concepción en el seno purísimo de la Virgen,
-Cristo Rey, a Quien dijo el Padre Eterno: "Pídeme y te daré por herencia y posesión todas las naciones",
-Cristo Rey, a Quien dijo el Padre Eterno: "Pídeme y te daré por herencia y posesión todas las naciones",
-Cristo Rey, que dijiste: "Yo fui ungido y ordenado Rey y puesto a reinar en Sion y en toda la creación",
-Cristo Rey, cuya sagrada Humanidad fue ensalzada sobre todo lo creado y constituida fin y ornamento de la creación,
-Cristo Rey, cuya sagrada Humanidad fue ensalzada sobre todo lo creado y constituida fin y ornamento de la creación,
-Cristo Rey, de Quien dijo el ángel: "Será llamado Hijo del Altísimo, y su Reino, no tendrá fin",
-Cristo Rey, verdadero Príncipe de la paz, que reconcilias a Dios con los hombres y a ellos entre sí,
-Cristo Rey, omnipotente, suavísimo y hermosísimo, que solo quieres reinar para bien de tus súbditos y para hacerlos partícipes de tu Reino,
-Cristo Rey, verdadero Dios y verdadero Hombre, que quieres reinar por tu gracia y tu amor,
-Cristo Rey, que en presencia de Pilato y de todo el pueblo, te proclamaste tres veces como Rey,
-Cristo Rey, a Quien el pueblo ingrato dio corona de espinas y cetro de caña, mereciendo Tú la corona y el cetro sobre todos los pueblos y naciones,
Cristo Rey, en cuya Cruz se escribió: "Jesús Nazareno, Rey de los judíos", porque eres Rey supremo de Cielo y Tierra,
-Cristo Rey, a Quien el buen ladrón confesó como verdadero Rey, mientras los judíos te negaban, blasfemaban y escarnecían,
-Cristo Rey, que en tu Pasión y Muerte ganaste por título de justicia la Realeza que habías recibido en la unión hipostática,
-Cristo Rey, Piedra Angular de la Iglesia, en Quien se han estrellado todos los que han contradicho tu Soberanía,
-Cristo Rey, Fuente de todo derecho, de Quien emana la soberanía de los reyes y potestades del mundo,
-Cristo Rey, cuyo poderío es eterno, indefectible, inexpugnable, universal, independiente y soberano,
-Cristo Rey, ante cuya Majestad y Realeza infinita son polvo y ceniza todos los príncipes y reyes de la Tierra,
-Cristo Rey, que vas acrecentando tu Reino hasta el final de los tiempos, cuando lo presentarás gloriosísimo a tu Eterno Padre,
-Cristo Rey, en cuyo Tribunal han de dar cuenta de sus acciones todos los mortales, para recibir de tu mano, o la Vida eterna del Cielo o la muerte eterna del Infierno,
-Cristo Rey, que en el Día del Juicio ejercerás solemnemente tu Potestad judicial, sobre toda criatura, y especialmente sobre los reyes y naciones,
-Cristo Rey, ante cuya Majestad y Realeza infinita son polvo y ceniza todos los príncipes y reyes de la Tierra,
-Cristo Rey, que vas acrecentando tu Reino hasta el final de los tiempos, cuando lo presentarás gloriosísimo a tu Eterno Padre,
-Cristo Rey, en cuyo Tribunal han de dar cuenta de sus acciones todos los mortales, para recibir de tu mano, o la Vida eterna del Cielo o la muerte eterna del Infierno,
-Cristo Rey, que en el Día del Juicio ejercerás solemnemente tu Potestad judicial, sobre toda criatura, y especialmente sobre los reyes y naciones,
-Cristo Rey, a Quien servir es reinar, y que reinarás por los siglos de los siglos,
Oración conclusiva (adaptación de la "Oración colecta" de la solemnidad de Cristo Rey)
"Dios eterno y todopoderoso, que quisiste restaurar todas las cosas en tu amado Hijo, Rey del universo, haz que todos los pueblos, disgregados por la herida del pecado, se sometan a su suavísimo gobierno. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos".
"Dios eterno y todopoderoso, que quisiste restaurar todas las cosas en tu amado Hijo, Rey del universo, haz que todos los pueblos, disgregados por la herida del pecado, se sometan a su suavísimo gobierno. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos".
Fuente: Devocionario del Sagrado Corazón de Jesús, en Argentina. Pp. 109-112
21 de noviembre de 2020, I Vísperas de la solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.
Entrada dedicada a Él.
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