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sábado, 6 de agosto de 2022

Expresiones inapropiadas y/o incorrectas en un guion para Misa

 

 

 

Cuando redactamos los guiones para la Misa, con sus moniciones, recomendaciones y avisos, la costumbre nos hace acuñar determinadas expresiones que por diversas razones, no son del todo apropiadas, y a veces, hasta llegan a ser incorrectas no solo desde el punto de vista gramatical sino también teológico y/o litúrgico.


Los textos que pertenecen al ámbito de la liturgia -aprovechando sabiamente la variedad- por su propia naturaleza, deben repetirse una y otra vez tal y como están escritos en los libros aprobados, sin que nadie por debajo de la Sede Apostólica tenga la facultad de modificarlos. En cambio, las moniciones para la Misa (y para otras celebraciones de la liturgia), no tienen por qué ser fijas. Más aún, no es aconsejable que lo sean. Y de hecho, jamás son obligatorias.

En esta entrada, que es como un pequeño apéndice de otra publicada en este blog -hace exactamente hoy una década-, sobre "Cómo redactar un guion para la Misa", vamos a establecer criterios que nos permitan reconocer cuáles son las expresiones inapropiadas o directamente incorrectas, a la vez que, por medio de ejemplos, expondremos brevemente en qué sentido y por qué razón pueden ser calificadas como tales.


Reflexionemos sobre los criterios:


1. Expresiones inapropiadas por su obviedad:

Hay expresiones que no aportan ningún tipo de información a los fieles ni les brindan recomendación alguna sino que se limitan a decir lo que todos ya saben. Es aconsejable evitarlas:

I

+"¡Hoy es Nochebuena!".


II

+"¡Es Domingo de Pascua de Resurrección!".


Las anteriores son afirmaciones que ninguno de los presentes puede ignorar y que, por tanto, son innecesarias a no ser que se integren en un breve texto que les confiera pertinencia gramatical, como en los siguientes ejemplos:

I

"¿Qué ocurre que, en esta Noche, los cristianos de todos los siglos y lugares se reúnen para bendecir a Dios? ¿Por qué resplandece con renovada luz el misterio de la comunión de los santos?  ¿Por qué hasta los escépticos -casi inconscientemente- se asocian al gozo de los creyentes? 

"¡Hoy es Nochebuena! La Noche por excelencia, en la que nadie debe sentirse excluido del Amor de Dios...".

II

"Hoy la creación entera, exultante de gozo, alaba al Dios de los portentos, que con la fuerza de su Espíritu Santo, ha resucitado de entre los muertos a nuestro Redentor que había sido crucificado. El pecado y la muerte ya no tienen su última palabra: ¡Es Domingo de Pascua de Resurrección!".


Veamos otros ejemplos de frases insípidas, no integradas en un texto que justifique su uso:

+"Nos hemos congregado en la iglesia para celebrar la Santa Misa".

"Escuchemos la segunda lectura".

+"Presentamos los dones de pan y vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Jesús".


Cualquier católico, hasta el menos formado, sabe lo anterior, y se supone que lo cree.

En este grupo de expresiones pueden incluirse, (con alguna salvedad*, como se verá más abajo) las relacionadas con los "títulos" habituales que figuran para cada día litúrgico en los libros de guiones. Son títulos orientativos que muchos de los monitores incorrectamente  leen cuando basta con decir únicamente la monición que les dio origen:


"Ritos iniciales"

   'Acto penitencial'

   'Gloria'

   'Oración colecta'


"Liturgia de la Palabra"

   'Primera lectura'

   'Salmo responsorial'

   'Segunda lectura'

   'Evangelio'

   'Oración de los fieles'


"Liturgia de la Eucaristía":

   'Presentación de las ofrendas'

   'Comunión'


"Ritos finales":

   'Avisos parroquiales'

En este punto, debe hacerse una salvedad*: en ciertos casos, sí es pertinente leer el título "Avisos parroquiales", a los efectos de llamar la atención a la comunidad de que se va a realizar un paréntesis en el Acto sagrado, sobre todo cuando la información que va a brindarse no tiene relación directa con el carácter orante de la celebración. Así, aunque siempre sean "avisos", no es lo mismo informar sobre la fecha de un sorteo o de una peña para recaudar fondos, que sobre la Misa de precepto que se va a celebrar entre semana, o sobre la Jornada Mundial de Oración que tendrá lugar el domingo siguiente. En estos dos últimos casos, parece innecesario anunciar que se trata de "avisos parroquiales" pues en realidad, por su carácter y alcance, no son solamente tales, aunque también se anuncien, como corresponde, luego de la ''Oración después de la Comunión'.

   'Bendición final'

   'Despedida'


2. Expresiones inapropiadas por su vaguedad:

Hay expresiones que, por su excesiva generalización, por su evidente indeterminación o por su manifiesta imprecisión alcanzan tal grado de inespecificidad, que pueden ser indistintamente aplicables a varias realidades de diversa importancia y que, por tanto, en nada contribuyen a distinguir el Santo Sacrificio de la Misa de otros encuentros de oración menores.

Así, moniciones para Misa del tipo 'Nos hemos reunido en el templo para orar' (Introducción); o, a secas, 'Pidamos por los hombres y mujeres del mundo' (como pretendida súplica en la oración de los fieles); o bien, 'Ahora se van a leer las Sagradas Escrituras' (Liturgia de la Palabra); y otras por el estilo, no evidencian que son pronunciadas en el más sagrado Acto de culto que pueda existir, el Sacrificio de Cristo en el Altar, y que en él adquieren sentido e importancia incomparables.


3. Expresiones inapropiadas por su excluyente particularidad:

En no pocas ocasiones, las comunidades parroquiales parecen olvidar que forman parte de una (arqui)diócesis, la cual, a su vez, pertenece y hace presente, sobre todo en el aquí y ahora de las celebraciones litúrgicas, a la única Iglesia fundada por Jesucristo, Una, Santa, Católica, Apostólica y con Sede en la Ciudad Eterna de Roma.   

En tal sentido, no es extraño el uso reiterado y excluyente de expresiones como las siguientes:

+A nivel diocesano o (arqui)diocesano:

'La Iglesia que peregrina en N -ciudad-'

'Nuestra Iglesia de N -país/región-'

+A nivel de la comunidad perteneciente a una parroquia, capilla u oratorio a cargo del clero secular o regular:

'Ofrecemos la Misa/roguemos/ por nuestra comunidad/el barrio/el viaje/la salud/la familia/de nuestro párroco/hermano N/, del padre N/administrador N...'

Adviértase que aquí no se está diciendo que esté mal incluir entre las moniciones este tipo de expresiones a modo de aclaración o súplica, mención o anuncio, cuando las circunstancias particulares lo aconsejen. Lo que hay que tener en claro es que tales expresiones no han de ser exclusivas ni excluyentes. (Nótense los subrayados).

Por tales razones, sería incompatible con la universalidad del Cuerpo Místico de Cristo un guion para Misa que se refiriera a la Iglesia de tal o cual (arqui)diócesis, pero que no nombrara a la Iglesia universal de la que aquella forma parte; que pidiera por el párroco pero que no tuviera en cuenta al obispo ni al Papa; que rogara por  tal o cual dificultad concreta de la propia zona geográfica pero que omitiera incluir también los males y preocupaciones que afligen a la humanidad en su conjunto.


4. Expresiones inapropiadas por su banalidad o por su particular subjetividad:

En un guion para Misa tampoco es adecuado,  manifestar júbilo o disconformidad, por ejemplo, por el triunfo o derrota de tal o cual equipo deportivo, ni pedir por una victoria en ese orden, ni implorar a Dios, en plena celebración, el éxito de una rifa parroquial. Pongamos algunos ejemplos:

'En esta Eucaristía queremos, además, dar gracias por haber obtenido el título del campeonato..."

''Pedimos consuelo y resignación por la derrota de nuestra Selección en el Campeonato Mundial de N...'

'Roguemos por la venta exitosa de los números de la rifa para reacondicionar el salón parroquial...'.

Composiciones textuales de esta naturaleza, aunque nada tengan de objetable en cuanto a legítimos anhelos, no están a la altura ni de lo que se tiene que agradecer como don, ni de a lo que se debe aspirar como fruto ni de lo que se puede impetrar como necesidad en el Santo Sacrificio del Altar. Son, por tanto, banales y subjetivas para asumirlas como comunitarias en el ámbito de la celebración sagrada.


5. Expresiones inapropiadas por su pretendida adhesión política o por su connotación ideológica: 

En un guion para Misa deben evitarse las expresiones  que, de alguna manera, hagan (o parezcan hacer) propia tal o cual simpatía partidaria, o cualquier sistema de creencias ajeno a la doctrina de la Iglesia (o, peor aún, incompatible con ella, como son las ideologías), y que pueda generar disensos entre los fieles:

-'Gran gozo/desconcierto hay en nuestra comunidad hoy por el triunfo en las elecciones del partido tal o cual'.

-'Para que el Señor nos proteja/libre del gobierno de N'.

Afirmaciones como las anteriores, evidencian la simpatía o antipatía de determinado grupo de la comunidad por cierto partido político. Esto no solamente debe considerarse inadecuado porque es muy probable que no se condiga con el sentir de todos los presentes sino sobre todo, porque el templo y la celebración litúrgica de ninguna manera son el ámbito propicio para la difusión de eslóganes políticos ni para la declamación de arengas partidarias.

La Iglesia alienta y secunda las iniciativas orientadas a la defensa y promoción de la vida y la dignidad del ser humano, vengan aquellas de donde vinieren.  También reconoce el valor de la política bien entendida,  sin adherir a ningún partido, a la vez que rechaza toda ideología. 

Dicho esto, debemos aclarar que la súplica a Dios por las autoridades civiles es algo previsto en la misma liturgia y fomentado por ella. A este respecto, hay formularios de "Misas por diversas necesidades" existen formularios para rezar 'Por la Patria o la ciudad'; 'Por las autoridades públicas'; 'Por reunión de gobernantes de las naciones'; 'Por el Presidente de la República'; etc...

Esto es absolutamente lícito pues se enmarca en la tradición cristiana de orar por todos, y especialmente por las legítimas autoridades a las que hay que respetar siempre pero obedecer y seguir solamente si actúan de acuerdo con el Evangelio de Cristo.


Dada la realidad actual, también pueden incluirse en este quinto apartado las expresiones propias de la ideología de género -por cierto, nunca plenamente ajenas a intereses políticos, culturales y económicos-. Algunos ejemplos:

'Todos y todas'; 'Los presentes y las presentes'; 'Aquellos y aquellas que...': son expresiones no pocas veces impuestas por la ideología de género y absolutamente innecesarias desde el punto de vista gramatical y de la comprensión del mensaje.

No obstante lo anterior, en determinadas circunstancias, sobre todo cuando se hace referencia a relaciones parentales, puede llegar a ser admisible lo que gramaticalmente se conoce como "desdoblamiento léxico", pero sin incurrir en excesos que dificultarían la recta comprensión de lo que se quiere transmitir.

Así, nada tienen de objetable expresiones tales como:

'Hermanos y hermanas'; 'Niños y niñas'; 'Padres y madres'...


Como puede advertirse, la línea entre lo apropiado y lo que no lo es suele ser medio difusa. En cualquier caso, el criterio ha de ser el de evitar toda expresión que se sospeche voluntariamente cargada de ideología, entre las que suelen contarse las que, además, rompen con la norma gramatical, como veremos más abajo.


6. Expresiones inapropiadas por su ambigüedad:

"Hoy el Padre ha resucitado a su Hijo con el poder del Espíritu Santo. Que Él nos conceda la gracia de escuchar con fe esta Buena Nueva y de anunciarla con nuestra vida".

Se supone que la precedente es una monición introductoria de la Misa o una monición general para la Liturgia de la Palabra del Domingo de Pascua de Resurrección. El problema es que el pronombre "Él" gramaticalmente, en este caso, puede tener como referente a cualquiera de las Tres Personas de la Trinidad. Si se tratara de la Oración universal, lo más probable sería que "Él" aludiera al Padre, por las características de la liturgia romana. Pero alguna vez, también suele referirse al Hijo. 

En cualquier caso, la ambigüedad gramatical permanecería. Una alternativa para evitarla sería reemplazar,  por ejemplo, "Él" por "Dios Uno y Trino" o por "la Santa Trinidad".

Otro ejemplo:

"Dirijamos nuestra súplica confiada al Padre de Jesucristo, 'el cual'..."

En este caso, 'el cual', desde el punto de vista de la referencia pronominal, puede tener como antecedente tanto al Padre como a su Hijo. 

Si lo que sigue es una indudable alusión teológica a Uno y no al Otro, del tipo 'que murió en la Cruz por nosotros' (el Hijo), la aclaración que aporta esta especificación bíblica e histórica, no alcanza a justificar la ambigüedad lingüística. La verdad teológica y la sacralidad de la liturgia exigen también la precisión de las palabras que las transmiten. Todos los que participan conscientemente de la celebración conocen más o menos la lengua vernácula pero puede que -si es que los hay- muy pocos sepan teología.

Si lo que sigue es una afirmación que bien pueda aplicarse a Una y Otra Personas Divinas, como por ejemplo, 'que es fiel a sus promesas', a la ambigüedad lingüística ha de añadirse la teológica.


7. Expresiones incorrectas por su inexactitud o error teológico:

Hay expresiones erróneas, como por ejemplo, las que atribuyen a una Persona Divina, prerrogativas o características que son exclusivas de Otra. A este respecto, es necesario saber que no existen el Cuerpo y la Sangre de Dios Padre ni tampoco del Espíritu Santo. Si bien toda obra divina pertenece a la Trinidad en su conjunto, la primera y la tercera Personas no se encarnaron ni nacieron de la Santísima Virgen María; no padecieron y no nos legaron una Carne y una Sangre -que no tenían- en el Sacramento de la Eucaristía. Esto no significa que la Augusta Trinidad, el único Dios verdadero, por su "indivisible Unidad", no obre en todos estos misterios, y en todos se halle presente. (V. concepto teológico de circumincessio o pericoresis).

-'Adoremos' por 'veneremos' a la Santísima Virgen María, por el misterio de su gloriosa Asunción...". Solo a Dios le debemos tributar culto de adoración o latría. 


8. Expresiones inapropiadas por su marcado carácter coloquial o informal:

Teniendo en cuenta que cualquier celebración litúrgica -sobre todo, la Santa Misa- es un Acto sacro que la Iglesia celebra en el Nombre y con la Autoridad de Cristo, sabemos que las palabras empleadas en los ritos por los ministros ordenados  deben ser las aprobadas y estipuladas por la Sede Apostólica y no aquellos giros lingüísticos extraídos de la cotidianidad.

Ahora bien, las palabras del guía de la Misa, en cambio, si bien no se hallan obligatoriamente predeterminadas, esto no significa que no deban ser cuidadosamente escogidas, por la sacralidad del Acto en que se emplean. Evítense, por tanto, expresiones informales tales como las que siguen:

'¡Buenos días!';  '¡Buenas tardes!'; '¡Hola a todos!'; '¡Bienvenidos!' '¡Saludos!' '¿Cómo están?' 'Adiós'; 'Chau'...

En cambio, no se consideran inapropiadas las exhortaciones que, en algunas comunidades se juzguen necesarias -aunque siempre deben ser parcas- para que la asamblea participe correcta y fructuosamente de la Acción litúrgica, como por ejemplo:

'De pie, para la proclamación del Evangelio'; 'Permanecemos en silencio'; 'Podemos tomar asiento'.

Incluso, hay exhortaciones de este tipo, que están incorporadas en las mismas rúbricas de los libros oficiales (y que por lo tanto, son litúrgicas a todos los efectos). Por ejemplo, la invitación que el diácono realiza a los fieles para que intercambien el saludo de paz o para que inclinen la cabeza a fin de recibir la bendición final de la Misa.


9. Expresiones inapropiadas por su uso reiterado y fijo en todas las celebraciones:

A veces, se acuñan ciertas frases u oraciones gramaticales, que nada tienen de incorrecto, pero que suelen adoptarse como si fueran invariables cual fórmulas litúrgicas, atentando contra la riqueza y variedad de nuestra lengua:

"Recibimos al sacerdote..."

"Presentamos las ofrendas..."

"Nos acercamos a comulgar...:

"Concluimos esta celebración, volvemos a nuestros quehaceres..."

"... y lo hacemos cantando".

Las precedentes no son expresiones erróneas desde ningún punto de vista pero es aconsejable parafrasearlas e ir alternando entre las distintas opciones para explotar mejor las numerosas posibilidades del español, evitando convertir en cláusulas fijas las que son meras opciones que pueden ir alternando con otras.

10. Expresiones inapropiadas por su extensión:

En este punto, no es necesario detenernos en ejemplos. Basta con una sencilla explicación:

Cuando el guion introductorio requiere de más tiempo que los ritos iniciales; cuando la extensión de la monición de algún texto bíblico supera a dicho texto; cuando las preces discurren en oraciones gramaticales tan extensas que dificultan interpretar cuál es la petición; cuando la monición de invitación a la sagrada comunión se extiende hasta que ya se ha formado la procesión para comulgar; cuando los avisos parroquiales duran casi lo mismo que la homilía; cuando las palabras del guion con las que se da por concluida la Misa, se prolongan de tal manera que la asamblea comienza a disolverse antes, etc...


11. Expresiones gramaticalmente incorrectas:

Desde el punto de vista de la normativa y uso de la Lengua Española, en las moniciones se suele incurrir en errores de diversa índole (semánticos, ortográficos, fonéticos,  léxicos, de grafía, sintácticos, morfológicos, estilísticos, etc...):

-El añadido de la 's' en verbos con pronombres enclíticos de primera persona del plural:

*'arrodillémosnos' por 'arrodillémonos'; 
*'alegrémosnos' por 'alegrémonos'; *'reconcilémosnos' por 'reconciliémonos'.

-"presentemos al Señor las intenciones que cada uno *guardamos/tenemos' por 'guarda/tiene' en el corazón". 

-"Presentemos nuestras súplicas a Dios Padre.... A cada intención respondemos 'Cristo, óyenos'." Si en la introducción a la Oración de los fieles se dice que las peticiones están dirigidas al Padre (como ocurre habitualmente), la súplica litánica a cada una no debe tener como interlocutor a Cristo. Es un error de cohesión y coherencia.


Pueden integrarse aquí algunos usos engendrados por la ideología de género, como la @, o la 'x' o la 'e' como pretendidas marcas de género "inclusivo": 

-*'querid@s herman@s';
*'querides hermanes";
*'queridxs hermanxs'.

Es inadmisible incorporar en las moniciones para Misa en cualquier lengua expresiones por esta no aceptadas, incluyéndolas en la celebración sagrada. Si el uso se introdujese en textos litúrgicos, sobre todo en las Plegarias Eucarísticas, se trataría de graves abusos.
 
Es de desear que seamos cada vez más conscientes de que el decoro que exige la sacralidad de una celebración litúrgica, también atañe a las palabras que empleamos en ella, distintas de las registradas en los libros oficiales.


6 de agosto de 2022, fiesta de la Transfiguración del Señor.
Entrada dedicada a Jesucristo transfigurado en el Monte Tabor, a sus santos profetas Moisés y  Elías, y a sus santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan.

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