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jueves, 6 de abril de 2023

Santa Misa "In Cena Domini"

 


 
 
Guion: ver aquí.


La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina ha publicado, para esta Tarde entrañable, el siguiente formulario de Misa:

Misa vespertina


1. La Misa de la Cena del Señor se celebra por la tarde a la hora más oportuna, con la participación de la comunidad local y con la intervención de todos los sacerdotes y ministros que desempeñan su propio oficio.


2. Pueden concelebrar todos los sacerdotes, aunque hayan concelebrado el mismo día en la Misa crismal o celebrado otra Misa vespertina para utilidad de los fieles.


3. Donde lo exija alguna razón pastoral, el Ordinario del lugar puede autorizar que se celebre otra Misa en las iglesias u oratorios en horas de la tarde; y en caso de verdadera necesidad, aun por la mañana, pero solamente para aquellos fieles que, de ninguna manera, pueden participar de la Misa vespertina. Téngase cuidado, sin embargo, que estas celebraciones excepcionales no se realicen en beneficio de personas particulares o en perjuicio de la asistencia a la Misa vespertina principal.

4. La sagrada comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la Misa; a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día.

5. Las flores para adornar el altar deben usarse con moderación, respetando las características del día. El tabernáculo debe estar completamente vacío. En la Misa deberán consagrarse suficientes hostias para el clero y el pueblo que comulgarán hoy y mañana.



6. Antífona de entrada     Cf. Gal 6, 14


Debemos gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo:
en él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección;
por él hemos sido salvados y redimidos.

7. Se canta o se dice el Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las campanas. Terminado el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual, a no ser que el Obispo diocesano juzgue oportuno establecer otra cosa. Asimismo el órgano y los demás instrumentos musicales deben usarse únicamente para acompañar el canto.


8. Oración colecta


Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena
en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte,
confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio,
banquete pascual de su amor,
concédenos que, de tan sublime misterio,
brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.


9. Después de proclamar el Evangelio, el sacerdote pronuncia la homilía, en la cual se exponen los grandes misterios que se recuerdan en esta Misa, es decir, la institución de la sagrada Eucaristía y del Orden sacerdotal, y también el mandato del Señor sobre la caridad fraterna.


Lavatorio de los pies


10. Después de la homilía, si conviene pastoralmente, se realiza el lavatorio de pies.

11. Las personas, acompañadas por los ministros, van a ocupar los asientos preparados para ellas en un lugar adecuado. El sacerdote, dejando la casulla si parece necesario, se acerca a cada una de las personas designadas y, con la ayuda de los ministros, les lava los pies y se los seca.

12. Mientras tanto, se canta alguna de las antífonas siguientes u otro canto adecuado.


Antífona 1     Cf. Jn 13, 4.5.15


Después de levantarse de la mesa,
el Señor echó agua en un recipiente
y empezó a lavar los pies a los discípulos,
dejándoles este ejemplo.



Antífona 2     Jn 13, 12.13.15


Después de haberles lavado los pies,
se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo:
¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
Ustedes me llaman Maestro y Señor.
Les he dado el ejemplo,
para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.



Antífona 3     Cf. Jn 13, 6.7.8


Señor, ¿me vas a lavar los pies a mí?
Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no podrás compartir mi suerte.


V. Cuando se acercó a Simón Pedro, éste le dijo:


– ¡Señor!...


V. No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo,
pero después lo comprenderás.


– ¡Señor!...



Antífona 4     Jn 13, 14


Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.



Antífona 5     Cf. Jn 13, 35


Dijo Jesús a sus discípulos:
En esto reconocerán que son mis discípulos:
en el amor que se tengan los unos a los otros.



Antífona 6     Jn 13, 34


Dice el Señor: Les doy un mandamiento nuevo,
ámense los unos a los otros, así como yo los he amado.



Antífona 7     Cf. 1 Cor 13, 13


Permanezcan en ustedes la fe, la esperanza y la caridad,
pero de estas tres, la mayor es la caridad.


V. Ahora existen la fe, la esperanza y la caridad,
pero de estas tres, la mayor es la caridad.


– Permanezcan en ustedes la fe, la esperanza y la caridad,
pero de estas tres, la mayor es la caridad.


13. Inmediatamente después del lavatorio de los pies, el sacerdote se lava y seca las manos, se coloca nuevamente la casulla y regresa a la sede. Se reza la oración de los fieles.



No se dice
 Credo.


Liturgia de la Eucaristía


14. Al comienzo de la liturgia eucarística puede organizarse una procesión de los fieles que acerca al altar, junto con el pan y el vino, las ofrendas para los pobres. Mientras tanto, se canta el siguiente himno u otro canto adecuado.



Ant.
Ubi cáritas est vera, Deus ibi est.

V. Congregávit nos in unum Christi amor.
V. Exsultémus et in ipso iucundémur.
V. Timeámus et amémus Deum vivum.
V. Et ex corde diligámus nos sincéro.

Ant. Ubi cáritas est vera, Deus ibi est.

V. Simul ergo cum in unum congregámur:
V. Ne nos mente dividámur, caveámus.
V. Cessent iúrgia malígna, cessent lites.
V. Et in medio nostri sit Christus Deus.

Ant. Ubi cáritas est vera, Deus ibi est.

V. Simul quoque cum beátis videámus.
V. Gloriánter vultum tuum, Christe Deus:
V. Gáudium, quod est imménsum atque probum
V. Saécula per infiníta saeculórum. Amen.

Ant. Donde hay verdadero amor, allí está el Señor.

V. El amor de Cristo nos ha congregado y unido.
V. Alegrémonos y regocijémonos en él.
V. Temamos y amemos al Dios vivo.
V. Y con sinceridad amémonos los unos a los otros.

Ant. Donde hay verdadero amor, allí está el Señor.

V. Ya que estamos congregados en la unidad.
V. Guardémonos de vivir interiormente desunidos.
V. Que terminen nuestras contiendas y discordias.
V. Y que Cristo nuestro Dios viva en medio de nosotros.

Ant. Donde hay verdadero amor, allí está el Señor.

V. Que veamos con todos los santos.
V. Tu rostro en la gloria, Cristo Dios.
V. Este será nuestro gozo incomparable.
V. Por los siglos de los siglos. Amén.



15. Oración sobre las ofrendas


Concédenos, Señor, participar dignamente de estos sagrados misterios,
pues cada vez que celebramos
el memorial del sacrificio de tu Hijo,
se realiza la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor

16. Prefacio de la Santísima Eucarístia I.

17. En esta celebración es aconsejable utilizar el Canon Romano o Plegaria Eucarística I * (Cf. OGMR, n. ). También se pueden utilizar las otras tres Plegarias eucarísticas. En todas ellas se emplean las partes propias indicadas en su lugar.

18. En el momento de la comunión, el sacerdote puede entregar la Eucaristía de la mesa del altar al diácono o a un acólito instituido o a un ministro extraordinario de la Comunión, para que sea llevada a los enfermos que comulgan en su casa.



19. Antífona de comunión     Cf. 1 Cor 11, 24-25


Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes.
Esta copa en la nueva alianza que se sella con mi Sangre.
Siempre que beban de ella, háganlo en memoria mía.

20. Terminada la distribución de la comunión, se pone sobre el altar el copón con las hostias consagradas para la comunión del día siguiente. El sacerdote de pie reza la oración después de la comunión.


 

21. Oración después de la comunión


Dios todopoderoso,
te pedimos que, así como somos alimentados en esta vida
con la Cena pascual de tu Hijo,
también merezcamos ser saciados en el banquete eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


Traslado del Santísimo Sacramento


22. Concluida la oración después de la comunión, el sacerdote de pie ante el altar pone incienso en el turíbulo y, de rodillas, inciensa tres veces el Santísimo Sacramento. Luego recibe el velo humeral de color blanco, toma en sus manos el copón y lo cubre con las extremidades del velo.

23. Se forma la procesión para llevar en Santísimo Sacramento a través del templo hasta el lugar preparado para su reserva, que puede ser una capilla convenientemente dispuesta y adornada. En la procesión, precede el crucífero con dos ceroferarios; a continuación, otros ministros con candelas en sus manos. Durante la procesión se canta el himno Pange lingua (excepto las dos últimas estrofas), u otro canto eucarístico.

24. Cuando la procesión ha llegado al lugar de la reserva, el sacerdote deja el copón, pone incienso y, de rodillas, lo inciensa, mientras se canta Tantum ergo sacramentum (ultimas dos estrofas del Pange lingua) u otro canto eucarístico. Después el diácono o el mismo sacerdote coloca el copón en el tabernáculo y cierra la puerta.

25. Todos hacen unos momentos de oración en silencio y, luego, el sacerdote y los ministros hacen genuflexión y regresan a la sacristía.

26. En el momento oportuno se despoja el altar y, si es posible, se retiran las cruces de templo.

27. Quienes participaron de esta Misa vespertina no celebran las Vísperas de la Liturgia de las horas.

28. Exhórtese a los fieles que, esta noche, según las circunstancias y costumbres de lugar, permanezcan durante un tiempo en adoración delante del Santísimo Sacramento. Después de la medianoche, la adoración se realiza sin solemnidad alguna.

29. Si en alguna Iglesia no tiene lugar la celebración de la Pasión del Señor el Viernes Santo, la Misa concluye como de costumbre y el Santísimo Sacramento se repone en el tabernáculo.

 

6 de abril de 2023, Jueves Santo In Cena Domini.
Entrada dedicada a Jesús Consagrante y a sus santos apóstoles.

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