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domingo, 14 de junio de 2020

Títulos de los santos en el Calendario Romano General




 
Introducción

El constante aumento del número de beatos y santos a los que la Iglesia rinde culto oficial, se puede apreciar en las páginas del Martirologio Romano y de su Apéndice. Solamente algunos de estos nombres se inscriben en el Calendario Romano General, y por lo tanto, en los libros litúrgicos correspondientes (Misal, Liturgia de las Horas). En la edición local de estos mismos libros, las iglesias particulares añaden  otros santos y beatos, peculiarmente ligados a ellas, y cuya celebración se rige por normas propias.

Al lado de sus nombres, desde antiguo, se han añadido "títulos" que permitían identificarlos más claramente e individualizar su camino de santidad. Así, estaban los que habían derramado su sangre por Cristo (es decir, los "mártires", que eran, fuera de los justos del Antiguo y del Nuevo Testamento, los únicos a los que la Iglesia rendía culto al principio). Con el tiempo, se incluyeron los no mártires, y se aclaraba si habían recibido o no algún grado del sacramento del Orden y cuál era él, cuando lo hubo, o alguna cualidad que los identificara a partir del estado de vida (o los sucesivos estados de vida) en que se había fraguado su santidad.

En el Martirologio, desde siempre, los títulos suelen ser más variados y extensos, a modo de apelativos. En cambio, en los otros libros mencionados, y en la Calendario Romano general, a partir del que se rigen aquellos, se expresan con más concisión.


 


Tema de la entrada
 

En esta entrada, abordaremos por tanto, el tema de dichos títulos en el Calendario Romano General (y por tanto, en los libros litúrgicos), antes (a) y después (b) de la reforma del Concilio Vaticano II.

Sería casi imposible la exposición del tema sin una constante referencia al concepto litúrgico de "Común", al que remitimos, pues ya se desarrolló en otra entrada de este mismo blog.

Efectivamente, hasta la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, los títulos colocados al lado de los nombres de los santos (y beatos) eran más variados y numerosos que en la actualidad. A la luz de ellos, y visto el número siempre creciente de canonizaciones, ya en el Misal de san Pío V, y como resultado de un proceso que se había iniciado tiempo antes, se añadió un capítulo aparte con el nombre de "Común". Aquí se agrupaban formularios genéricos de Misas para diversas categorías de santos, habida cuenta de la imposibilidad de que cada uno contase con un formulario propio.

A continuación, se presenta una lista de los títulos vigentes hasta la mentada reforma litúrgica, y luego, los cambios que se produjeron a la luz de los nuevos lineamientos que de ella emanaron. Es necesario aclarar que tales cambios no se producían siempre de un día para el otro sino que a veces se iban realizando paulatinamente.





a) Los "títulos" de los santos en los formularios de Misas de los libros litúrgicos preconciliares

"Papas": se refiere a los santos Pontífices Romanos.

La especificidad del Ministerio del Sucesor de Pedro, había alertado sobre la necesidad de crear un "Común de un santo Sumo Pontífice", exclusivo de los legítimos Vicarios de Cristo. Atenta a esto, la Sagrada Congregación de Ritos creó un formulario para el referido "Común" y lo hizo público con un Decreto el 9 de enero de 1942. Se trata de la Misa Si diligis.

"Mártires": se refieren, como se dijo más arriba, a los santos que dieron testimonio de Cristo hasta el derramamiento de la propia sangre en nombre de Él.

La categoría de los "Mártires" realiza la siguiente distinción:

  -"santo mártir obispo" ("pontífice" es otro modo de llamar a los obispos, para distinguirlos del "Sumo Pontífice", Obispo de Roma). Misas Statuit y Sacerdotes Dei.
  -"santo mártir no obispo" (o "no pontífice", en alusión a que el bienaventurado no había recibido la plenitud del Sacerdocio de Cristo): Misas In virtute tua y Laetabitur.
  -"varios mártires": Misas Intret, Sapientiam y Salus autem.
  -"un santo mártir en Tiempo Pascual": Misa Protexisti.
  -"varios santos mártires en Tiempo Pascual": Misa Sancti tui.
  
"Confesores": se refiere a los santos que dieron testimonio de Cristo, soportando todo tipo de adversidades en su Nombre, pero que no llegaron al testimonio supremo del derramamiento de la propia sangre.
Para profundizar sobre el origen y evolución del concepto litúrgico de "confesor", ver aquí.

La categoría de los "Confesores" realiza la siguiente distinción:

 -"santo confesor obispo" (pontífice): Misas Statuit y Sacerdotes tui.
 -"santo doctor de la Iglesia": el elenco, siempre abierto, aunque finito y por demás selecto, de "doctores de la Iglesia", hizo ver la necesidad de un "Común" para ellos. Misa In medio.
 -"santo confesor no obispo" (no pontífice sino sacerdote, religioso o laico): Misas Os iusti y Iustus ut palma.
 -"santo abad": se refiere a los santos superiores de abadías; son confesores no obispos.

"Vírgenes": se refiere a aquellas mujeres santas que preservaron intacto su cuerpo (y su alma) por amor a Cristo, el Divino Esposo.

La categoría de las "Vírgenes" realiza la siguiente distinción:

  -"santa virgen y mártir": Misas Loquebar y Me expectaverunt.
  -"varias santas vírgenes y mártires": Misa Me expectaverunt.
  -"santa virgen no mártir": Misas Dilexisti y Vultum tuum.

 "Mujeres": se refiere a las hijas de Dios no vírgenes, mártires o no, canonizadas.

La categoría de las "Santas Mujeres" realiza la siguiente distinción:

  -"santa mujer mártir no virgen": Misa Me expectaverunt.
 -"santa mujer ni mártir ni virgen": si esta era una "viuda", se especificaba tal estado, por la importancia que las viudas tenían desde los orígenes del cristianismo. Misa Cognovi.

Como puede advertirse, muchos de los títulos de los santos podían combinarse con otros. Así se mencionaba, por ejemplo, a alguien que era, a la vez, "diácono, confesor y doctor", (como Efrén); u "obispo y mártir", (como Blas, Bonifacio y otros).

En síntesis, aparte de la Virgen María con sus distintos títulos, advocaciones y prerrogativas, se mencionaba los nombres de los santos, acompañados de uno o más de estos títulos posibles: 

Santos bíblicos (de todos los tiempos): arcángel, ángel; (del Antiguo Testamento): patriarcas, profetas; (del Nuevo Testamento): apóstoles, -evangelistas-, discípulos del Señor.

1. Papa, 2. obispo (mártir o confesor); 3. sacerdote no mártir, al que se llamaba simplemente "confesor", como a todos los santos varones no mártires; 4. mártir/mártires; 5. abad; 6. virgen/vírgenes; 7. viuda. 

A algunos santos bíblicos, cuando era necesario porque respondía a la realidad, se les añadía también alguno de los títulos numerados. Así, por ejemplo, a santos bíblicos como Moisés, aparte de "profeta", en algunos Misales, se le agregaba la palabra "confesor"; Timoteo y Tito (que antes se celebraban por separado), era cada uno presentado como "obispo" y "confesor".

Si se realiza una pesquisa, no es raro encontrar en Misales preconciliares títulos más sugestivos, distintos de los considerados arriba. Por ejemplo, "rey" (Luis, Esteban, Canuto); "reina" (Margarita de Escocia), "emperador" (Enrique); "fundador" (Ignacio de Loyola, Benito).

Algunos títulos a veces suelen emplearse como sinónimos "ermitaño" (Pablo de Tebaida); "anacoreta" (Simón, el Estilita); "eremita" (Jerónimo). Curiosidad: en el Calendario Romano General vigente, san Francisco de Paula, fundador de la Orden de los Mínimos, es el único santo que conserva el título de "eremita". (Eremitae, figura en el genitivo del original en latín). Su memoria litúrgica (o "conmemoración", según el tiempo) es el 2/4.

Hay títulos que, por su exclusividad, solo se colocaban en referencia a determinados santos, los únicos que los ostentaron: "Esposo de la Santísima Virgen María y Patrono de la Iglesia Universal" (José de Nazaret); "Natividad" y "Degollación" (hoy "martirio" o "pasión" de san Juan Bautista, "Precursor del Señor"); "padre" o "madre" de la Santísima Virgen (Joaquín y Ana, respectivamente; hoy, juntos, "padres..."); ocurre lo mismo con los "padres de san Juan Bautista (Zacarías e Isabel). (una curiosidad; también actualmente, en algunos calendarios particulares, cuando corresponde, se especifica de un laico o laica: "padre", "madre" de familia); "madre del Emperador Constantino" o "emperatriz" (Elena); "emperador" (Enrique); "protomártir" (Esteban); "archidiácono" (Lorenzo); "penitente" o "matrona" (María Magdalena); "resucitado" (Lázaro); "hospederos" (del Señor: Marta, María y Lázaro de Betania).




b) Los "títulos" de los santos en los formularios de Misas de los libros litúrgicos posconciliares

La mentada reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, dada la proliferación de títulos de santos, vio la necesidad de sistematizarlos y reducirlos, conservando algunos, suprimiendo otros, o creando otros más precisos o abarcativos.

 
Los que se conservan:

Hay que tener en cuenta que el Martirologio Romano, al realizar una breve descripción de cada santo en su dies natalis, en el escueto texto de ella suele incluir tal o cual título que pueden no reproducir los otros libros litúrgicos, o porque ha caído en desuso o simplemente porque aquel libro no hace memoria de ciertos santos en el Calendario Romano General. (Ejemplo: san Melquisedec, "rey" de Salem).

1. "Ángel", "Arcángel": no hizo necesario cambiar estos títulos porque el primero, en el Calendario Romano General solamente se emplea en plural una vez al año, el 2 de octubre, memoria litúrgica de los santos "angeles" custodios. Lo mismo vale para el segundo, el 29 de septiembre, con motivo de la fiesta de los santos "arcángeles" Miguel, Gabriel y Rafael.

2. "Patriarcas": en el Calendario Romano General actual no hay ninguna celebración de ellos (si se exceptúan las de los dos más gloriosos santos varones de la historia, fuera de Cristo: san José -con el título exclusivo de "Esposo de la Santísima Virgen", y de "Patrono de la Iglesia Universal" y san Juan Bautista (de quien se celebran su milagroso Nacimiento y su glorioso Martirio), los cuales poseen formularios propios para la Misa y la Liturgia de las Horas). En algunos de los Calendarios Romanos previos a la reforma tridentina, sí figuraban juntos los santos Abraham, Isaac y Jacob, patriarcas, con fecha del 6 de octubre.

3. "Profetas": tampoco hay celebración alguna de ellos en el Calendario Romano General actual.
Por tal razón, estos títulos se conservan solamente en el Martirologio Romano y en los calendarios particulares de determinadas regiones y en las Órdenes que rindan culto a algún santo patriarca o profeta, como por ejemplo, la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, que celebra a san Elías (20 de julio) y a san Eliseo (14 de junio), santos, por otra parte, ya inscriptos en antiguos calendarios generales, al igual que Oseas y Ageo, que se celebraban el 4 de julio.

4. "Apóstoles" y "evangelistas": los títulos se han conservado por el hecho de referirse a un número concreto y reducido de santos. Cabe aclarar que todos  (menos san Juan) fueron mártires, por lo que jamás fue necesario aclarar que lo habían sido pues era una realidad por todos conocida.
Los nombres de varios profetas eran mencionados en los recién aludidos Calendarios Romanos antiguos. 

5. "Discípulos del Señor": en esta categoría, ausente como título en el Calendario Romano General, se incluyen todos los personajes bíblicos que, sin ser apóstoles, decidieron seguir al Señor, incluidas las santas mujeres de Jerusalén. Nicodemo, José de Arimatea, María Salomé, Juana, Susana, Cleofás, y muchos otros. María Magdalena y Marta, son las únicas de dicha categoría presentes en el Calendario Romano General, pero como gozan de mayor importancia que el resto (sobre todo la primera), son mencionadas en los libros litúrgicos vigentes solamente por el nombre de pila. La Magdalena desde siempre ha ocupado un puesto de relevancia en la liturgia (y más todavía desde que el Papa Francisco elevara el rango litúrgico de su festividad, dotándola de Prefacio propio). Las letanías de los santos también dan cuenta de la importancia de esta santa, colocando su nombre a continuación del de los apóstoles. Más aún, ella misma es llamada "apóstol de apóstoles", que es justamente el título su Prefacio.

6. Mártires: este título tiene una vigencia y una importancia indiscutibles. Incluye a los santos que han confesado a Cristo "hasta el derramamiento de su sangre" de las maneras más diversas que solo la crueldad humana y el odio a la fe pueden llevar a cabo. Se trata de los primeros santos a los que la Iglesia rindió culto oficial. Hay representantes de todas las épocas, lugares, edades y estratos sociales.

7. Doctores: "Doctor" es un título en sí mismo, aplicable exclusivamente a cada uno de los hasta hoy 36 declarados por la Iglesia como tales. Incluye santos varones y desde san Pablo VI, también santas mujeres.

8. Abades: se refiere a los superiores de las abadías. En Calendarios antiguos había muchos de ellos que luego fueron reservados solamente a calendarios particulares (por ejemplo, Hilarión o Mauro, etc; el Calendario vigente en la actualidad conserva los siguientes abades: Antonio, Benito, Romualdo y Bernardo; también menciona a una abadesa, Escolástica, pero la incluye en la categoría de las vírgenes). En los libros litúrgicos se remite al "Común de Santos Varones", para "religiosos", como ocurre con los recién nombrados; en el caso de Bernardo, se puede emplear también el "Común de Doctores", por ostentar este título.

9. Vírgenes:  el concepto permanece inalterable respecto de como se consideraba antes de la reforma litúrgica conciliar. (V. supra).

10. Monje: este título peculiar se conserva exclusivamente para san Cirilo, quien junto con el obispo Metodio, se celebran el mismo día en el Calendario General. Son copatronos de Europa.


11. El título de "Obrero" o "Artesano" (en latín, opificis), se conserva exclusivamente para el Patriarca san José en su peculiar memoria litúrgica del 1° de mayo.


Los que se han suprimido:

1. "Confesores": se consideró un término con cierta vaguedad, ya que, prácticamente, se aplicaba a todos los santos varones no mártires.

2. "Viudas": se prefirió hacerlo más específico (v. infra), aclarando si se trataba de mujeres que hubieran ingresado o no en la vida religiosa luego de enviudar. (Por ejemplo, Brígida, Eduviges, Juana Francisca Fremiot, lo hicieron; pero Mónica, no).

3. Títulos no religiosos

"Rey", "reina", "emperador": se los omitió debido a que esos estados de vida no fueron la causa determinante sino más bien la oportunidad dada por Dios para alcanzar la santidad.

4. Títulos religiosos

-"Sumos Pontífices", "Pontífices" y "no Pontífices": así les llamaba el antiguo "Común" respectivamente a los Vicarios de Cristo, a los demás obispos y a los que no habían recibido la plenitud del sacerdocio como ellos. No obstante, tanto ayer como hoy, al lado de sus nombres, se puntualizaba "Papa" u "obispo", según correspondiese.

-"Fundador": se optó por permitir el empleo de este título en calendarios particulares; en efecto, los frutos de la santidad de los fundadores trascienden ampliamente los límites de la Familia religiosa a la que dieron origen.

Los que se han creado:

1. "Pastores": es un concepto litúrgico perteneciente al actual "Común". Se refiere a aquellos hijos de la Iglesia que tuvieron bajo su cuidado todo el rebaño del Señor, o una porción de él (grande o más pequeña). Incluye, en primer lugar, a los Papas y a los otros obispos -antes Sumos Pontífices y Pontífices, respectivamente-; también a los presbíteros -antes incluidos (junto a muchos otros varones no ordenados) entre los "confesores"-. En los libros litúrgicos actuales, los presbíteros también pueden incluirse dentro de la categoría de los "Santos Varones", en la subcategoría de los "religiosos", si pertenecieron a una familia religiosa. (Sería el caso, por ejemplo, de Pío de Pietrelcina).

Los vocablos "sacerdote" y "presbítero" son empleados indistintamente y con un mismo alcance (varones con el segundo grado del sacerdocio) por los libros litúrgicos de diferentes Conferencias Episcopales. Así, en los libros de Argentina o España, se habla de "presbítero"; en los de Italia, de "sacerdote". Si se atiende al significado que se le quiere dar, parece más preciso el primer vocablo ("presbítero"), ya que "sacerdote", también podría aludir a un obispo. (Hasta el Papa es "sacerdote").

Párrafo particular merecen los "diáconos". Aunque pertenecen al clero, al ser colaboradores de los sacerdotes y obispos, no tienen a su cargo ninguna porción del rebaño del Señor. No pueden, por tanto, ser llamados "Pastores". Sin embargo, los actuales libros litúrgicos, al lado de los nombres de los santos que lo alcanzaron, también conservan este grado del Orden sacerdotal, al igual que los otros dos.

En los libros litúrgicos que se rigen a la luz del Calendario Romano General no hay dificultades a la hora de comprender en qué "Común" inscribir a un diácono porque se celebran muy pocos (cuatro) y porque estos, o gozan del privilegio de poseer suficientes textos propios por el rango litúrgico de su celebración (Esteban, Lorenzo -fiesta-), o porque (como también ocurre con los dos santos recién mencionados, que son "mártires") ostentan otros títulos aparte del de "diácono", que permiten recurrir a los respectivos "Comunes": (Vicente, diácono y "mártir"; Efrén, diácono y "doctor de la Iglesia").


2. Santos varones y santas mujeres (a secas): es el nombre del "Común". Alude a los santos no mártires y también a los santos antes incluidos entre los "No Pontífices", (es decir, ni Papas ni obispos); además, a los que no fueron distinguidos por la Iglesia con el título de "doctores".

En el "Común" de esta categoría se realiza la siguiente triple distinción: los "religiosos" (v. infra*), los santos "que se distinguieron por el ejercicio de obras de misericordia" (como Juan de Dios), y los "educadores" (como Jerónimo Emiliano). Si algún santo se inscribe en determinada categoría de las enumeradas más arriba, pero también puede ser relacionado eminentemente con alguna de estas tres, en el "Común", hay libertad para acudir al "Común" de la primera categoría o al de esta última subcategoría (Por ejemplo, para la virgen Ángela de Mérici: puede emplearse para ella el "Común de Vírgenes" o el de "Santas Mujeres", en la subcategoría de "santos educadores"; para el presbítero Juan Bosco, puede emplearse el "Común de Pastores", "para un presbítero", o el de "Santos Varones", "para educadores").

*Es necesario realizar una aclaración sobre la subcategoría de los "Religiosos", pues hay una precisa distinción entre la aplicación de este nuevo título a varones y a mujeres.

-"Religioso": incluye a santos varones que no hayan recibido la plenitud del sacramento del Orden (esto es, no Papas ni obispos), pero que han pertenecido a alguna congregación. (Luis Gonzaga, Siete santos Fundadores de la Orden de los Siervos de María). Como puede deducirse, los santos presbíteros, (como Camilo de Lelis), no se excluyen de esta categoría, aunque, de acuerdo con lo dicho más arriba, se puedan adscribir también en la de "Santos Pastores".

-"Religiosa": se refiere a santas que, habiendo hecho vida matrimonial, enviudaron y fundaron  (o cofundaron) una Familia religiosa, o bien, a las  que ingresaron en alguna. (Francisca Romana, Isabel de Portugal, Rita de Casia).

A excepción de los religiosos y religiosas, a continuación de cuyo nombre siempre se aclara cuando lo son, de los demás santos varones y santas mujeres, en los libros litúrgicos oficiales de la Iglesia, se escribe el nombre del santo a secas, sin ningún título al lado. (Son ejemplos: Luis, Mónica, Isabel de Hungría, Juan Diego Cuauhtlatoatzin). Queda a salvo la facultad concedida a calendarios particulares de añadir otros nuevos títulos o conservar antiguos, con la debida aprobación de la Santa Sede en cada caso.


14 de junio de 2020, solemnidad del Santísimo Cuerpo y de la Preciosísima Sangre de Cristo.
Entrada dedicada a Jesús Eucaristía.

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