Misal: Textos bíblicos y eucológicos (en negro); rúbricas: rojo.
Guion: marrón.
Comentario del blog: azul.
En el Missale Romanum (ed. 1962), que estuvo en vigor hasta la promulgación del Missale reformado según las normas del Concilio Vaticano II (ed. 1970), en la sección Pro aliquibus locis, el día 8 de mayo (antes, el 31 de mayo), se halla la Misa Beatae Mariae Reginae sanctorum omnium et Matris pulchrae dilectionis (pp. 157-158). El 8 de mayo es uno de los días asignados a la fijación de celebraciones marianas que carezcan de fecha propia.
La expresión «madre del amor hermoso» aparece en el libro del Eclesiástico 24, 24 (según el texto latino de la Nova Vulgata): «Yo soy la madre del amor hermoso, del temor, del conocimiento y de la esperanza santa», y desde el siglo X se ha empleado con frecuencia en las Misas de Santa María.
La Iglesia, en esta Misa, según la tradición tanto del Oriente como del Occidente, celebrando el misterio y la función de Santa María, contempla con gozo su espiritual belleza. La belleza es el resplandor de la santidad y de la verdad de Dios, «fuente de toda belleza (Oración colecta 2), e imagen de la bondad y de la fidelidad de Cristo, «el más bello de los hombres» (Oración colecta 1; Sal 44 [45], 3).
En el formulario la Santísima Virgen es llamada «hermosa» por tres razones: porque, por el hecho de ser «Llena de gracia» (Evangelio, Lc 1, 28) y «adornada con los dones del Espíritu Santo» (Oración colecta 3), «resplandece toda hermosa / ... gloria de (su) Hijo y compendio de virtudes» (Oración colecta 2); porque amó a Dios, al Hijo hermoso y a todos los hombres con un amor hermoso, esto es, un amor virginal, de Esposa y de Madre; porque participó hermosamente en el misterio de la Concepción y del Nacimiento de Cristo y en el de su Muerte y Resurrección (cf. Prefacio), es decir, se adhirió con fuerza y con suavidad, con armonía y con fidelidad al designio salvador de Dios.
Para celebrar la hermosura espiritual de Santa María, el formulario emplea figuras e imágenes bíblicas y patrísticas, usadas en la sagrada liturgia. En efecto, en la persona de Santa María, que es «toda hermosa» y en la cual «no hay ... defecto» (cf. Salmo responsorial Ct 4, 7), se encuentran, elevadas al máximo, las egregias virtudes de las mujeres del Antiguo Testamento: la hermosura y el amor de la esposa del Cantar de los cantares (cf. Antífona de entrada 2, Ct 6, 10; Salmo responsorial); la belleza y la sensatez de Judit (cf. Antífona de comunión 1, Jdt 11, 21); el esplendor y la gracia de la Reina, esposa del Rey mesiánico (cf. Antífona de comunión 2, Sal 44 [45], 3).
El «camino de la hermosura» es el camino de la perfección cristiana, ya que los fieles que lo recorren «con la Virgen María» (Oración sobre las ofrendas) se esfuerzan en «avanzar por las sendas de la santidad» (Oración después de la comunión) y piden a Dios que, «rechazando la fealdad del pecado», busquen sin cesar «la belleza de la gracia» (Oración colecta 3).
La Prelatura del Opus Dei, por su parte, celebra cada 14 de febrero a la Virgen bajo esta advocación con la categoría litúrgica de "fiesta".
Introducción
Dios, Fuente de toda belleza y perfección, por medio de su Madre, la más bella de las criaturas y Madre del Amor hermoso, nos ha congregado en esta asamblea fraterna para la celebración de los Sagrados Misterios. Gracias al Sacrificio pascual de la Muerte y Resurrección del Señor, también la Iglesia, hermosa a causa de su Divino Fundador y de los santos, se embellece más aun, adornada por las virtudes de los fieles, que por su partición en este Banquete sacrificial, se despojan de las vestiduras del hombre viejo y se revisten de Cristo Jesús.
Antífona de entrada
Hijas de Sión, salid a ver a nuestra Reina, a la que alaban los astros de la mañana y cuya belleza admiran el sol y la luna, y celebran todos los hijos de Dios.
O bien: Cf. Ct 6, 10; Lc 1,42
Todo es hermoso y agradable en ti, Hija de Sión, hermosa como la luna y límpida como el sol, bendita entre las mujeres.
Oración colecta
La metáfora del seno de María como "tálamo virginal", es empleada por la liturgia en la Vigilia de la solemnidad de la Natividad del Señor.
Oh, Dios, con tu designio admirable, hiciste que Jesucristo, el más bello de los hombres, saliera de un tálamo virginal como el Esposo de la Iglesia; concédenos, por intercesión de María, su Madre, la alegría y la paz para todos los pueblos, e ilumina nuestros corazones con la luz de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
Señor Dios, en tu presencia resplandece toda hermosa la Virgen María, tu humilde sierva, gloria de tu Hijo y compendio de virtudes; concédenos procurar, como ella, todo lo que es verdadero y noble, para llegar un día ante ti, fuente de toda belleza y autor del amor hermoso. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
Interceda por nosotros, Señor, la gloriosa Virgen María, que, adornada con los dones del Espíritu Santo, te agradó a ti y engendró para nosotros a tu Hijo Unigénito, el más bello de los hombres, para que, rechazando la fealdad del pecado, busquemos sin cesar la belleza de la gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
He optado por una hendíadis del título de esta Misa en la siguiente glosa:
María es la Madre amorosa y bella que, prefigurada en el Antiguo Testamento, resplandece para siempre como la joya más preciosa de la humanidad.
Yo soy la madre del amor puro
Lectura del libro del Eclesiástico 24, 17-22
Como vid hermosa retoñé:
mis flores y frutos son bellos y abundantes.
Yo soy la madre del amor puro, del temor,
del conocimiento y de la esperanza santa.
En mí está toda gracia de camino y de verdad,
en mí toda esperanza de vida y de virtud.
Venid a mí, los que me amáis,
y saciaos de mis frutos;
mi nombre es más dulce, que la miel,
y mi herencia, mejor que los panales.
El que me come tendrá más hambre,
el que me bebe tendrá más sed;
el que me escucha no fracasará,
el que me pone en práctica no pecará;
el que me honra poseerá la vida eterna.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Ct 2, 10bc y 14ef; 4, 8a y 9a. 11cd y 12. 15 (R.: 4, 7)
Celebérrima es la siguiente antífona, llamada tradicionalmente Tota pulchra, y tomada del Cantar de los cantares. Desde hace siglos se aplica de modo particular a la Santísima Virgen María en el misterio de su Inmaculada Concepción.
R. Toda eres hermosa, María, y no hay ti defecto.
«¡ Levántate, amada mía,
hermosa mía, ven a mí!
Porque es muy dulce tu voz,
y es hermosa tu figura.» R.
Ven desde el Líbano, novia mía, ven
me has enamorado, hermana y novia mía,
me has enamorado con una sola de tus miradas. R.
La expresiones hortus conclusus (jardín cerrado) y fons signatus (fuente sellada) son las elegidas, por San Antonio María Gianelli para invocar a la Virgen, al fundar la Congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto:
Y la fragancia de tus vestidos
es fragancia del Líbano.
Eres jardín cerrado, hermana y novia mía,
eres jardín cerrado, fuente sellada. R.
La fuente del jardín
es pozo de agua viva
que baja desde el Líbano. R.
Aleluya Cf. Lc 1, 28
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Evangelio
"Llena de gracia". El mensajero celestial no podía elegir mejor expresión para dirigirse a la más preciosa de las criaturas de Dios. Solamente ella fue digna de acoger en su seno al "más bello de los hijos de los hombres".
Aquí está la esclava del Señor
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
— Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo Cera aquél.
El ángel le dijo:
— No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
— ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
— El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
— Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
R. Por María, Suma de belleza, te rogamos, Señor.
-Para que la Iglesia, "llena de juventud y de limpia hermosura" (Cf. Prefacio de la Inmaculada Concepción), sepa conducir a todos los hombres a un encuentro personal con Cristo, Fruto precioso del seno de María. R.
-Para que los cristianos nos comprometamos en el desafío de la plena unidad, dejando de lado los prejuicios y rencores que oscurecen el rostro radiante de la Iglesia de Dios. R.
-Para que los enfermos, reciban consuelo y fortaleza en la meditación de la Pasión de Cristo, y que su experiencia sea un libro abierto en el que los hermanos puedan aprender e imitar las virtudes de la paciencia, de la aceptación de la voluntad de Dios y del abandono confiado a su paterna Providencia. R.
-Para que todos los seres humanos, dejando de lado la discriminación hacia los hermanos, recibamos la luz del Espíritu Santo para descubrir y apreciar en ellos cuanto hay de bueno y bello. R.
-Para que los hermanos que atravesaron ya el umbral de la muerte, por la oración caritativa de los creyentes, puedan llegar al encuentro definitivo con el Autor de la vida y de la belleza. R.
Ofertorio
Que María, Mater pulchrae dilectionis, (Madre del Amor hermoso), nos conceda espíritu de entrega a Dios y de compromiso evangélico, sobre todo ahora que estamos por presentar los singulares dones eucarísticos que el Hijo de Dios eligió para su incruenta inmolación.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que nos sea provechosa la ofrenda que te dedicamos, para que, recorriendo con la Virgen María el hermoso camino de la santidad, nos renovemos con la participación en tu vida divina y merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
El siguiente Prefacio es un himno a la por nada eclipsada hermosura de la Madre de Dios: ella es bella en el gozo, en la gloria y hasta en el dolor. Lo realza el uso anafórico del adjetivo "hermosa":
María es toda hermosa
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
y proclamar tu grandeza
en esta conmemoración de la Santísima Virgen María.
Ella fue hermosa en su Concepción,
y, libre de toda mancha de pecado,
resplandece adornada con la luz de la gracia;
hermosa en su Maternidad virginal,
por la cual derramó sobre el mundo el resplandor de tu gloria,
Jesucristo, tu Hijo, Salvador y hermano de todos nosotros;
hermosa en la Pasión y Muerte del Hijo,
vestida con la púrpura de su sangre,
como mansa cordera que padeció con el Cordero inocente,
recibiendo una nueva función de Madre;
hermosa en la Resurrección de Cristo,
con el que reina gloriosa,
después de haber participado en su victoria.
Por él,
los ángeles y los arcángeles
te adoran eternamente,
gozosos en tu presencia.
Permítenos unimos a sus voces
cantando tu alabanza:
Santo, Santo, Santo.
Comunión
Recibir dignamente a la Hermosura por excelencia, Autor de toda Belleza, bajo los accidentes del pan y el vino, es lo que más embellece nuestra alma, apartándola de la fealdad del pecado.
Antífona de comunión Cf Jdt 11, 21
La traducción del original del siguiente versículo, conserva toda la fuerza del sentido de la expresión con cualquiera de las dos conjunciones copulativas ni e y. Estamos, en cualquier caso, ante una figura retórica llamada polisíndeton:
No hay mujer como ésta en toda la tierra ni en el aspecto ni en la hermosura ni en la sensatez de sus palabras.
O bien: Sal 44 (45), 3
En tus labios se derrama la gracia, el Señor te bendice eternamente.
Oración después de la comunión
Protege, Señor, continuamente a los que alimentas con tus sacramentos, y a quienes has dado por madre a la Virgen María, radiante de hermosura por sus virtudes, concédenos avanzar por las sendas de la santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Despedida
Nos despedimos con el deseo de que María, la Madre del Amor hermoso, sea en todo y siempre para nosotros, Madre, guía y modelo.
5 de agosto de 2015, memoria litúrgica de la Dedicación de la Basílica papal de Santa María la Mayor, en la que se venera el precioso icono de la Virgen María, Salus Populi Romani, patrona de este blog. Entrada dedicada a ella.
(Última actualización de la entrada: 13/02/17).
S.S. Francisco ora ante María, Salus Populi Romani |
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