La Orden mercedaria celebra la "fiesta" de Cristo Redentor cada 9 de julio y canta en su honor este himno:
¡Oh, dulce y manso Cordero,
Jesucristo, defensivo
del alma, claro Lucero,
Dios y hombre verdadero,
Hijo eterno del Dios vivo!
Que en aquel Árbol sagrado
de la victoriosa Cruz
moriste crucificado,
pies y manos enclavado
para dar al mundo luz.
No miréis quién he sido,
amparadme como Padre,
que yo soy el afligido
pródigo, que me he perdido
sin excusa que me cuadre.
Empero, en Ti confiado,
misericordia te pido,
que el corazón humillado,
contrito y atribulado,
no es de Ti aborrecido.
Cielo y tierra faltarán,
mas tus palabras, Señor,
siempre permanecerán;
y éstas escritas están
en tu doctrina de amor.
Y pues aquesto es así,
buen Jesús, Rey de verdad,
no me deseches de Ti,
ni apartes, Señor, de mí,
los ojos de tu piedad. Amén.
9 de julio de 2017, domingo XIV "durante el año".
En la Orden de la Merced, fiesta de Cristo Redentor.
En la Orden de la Merced, fiesta de Cristo Redentor.
Entrada dedicada a Él.
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