Cada 27 de diciembre, la Iglesia Universal
celebra la fiesta del apóstol san Juan, evangelista. Mientras en la liturgia romana
se emplea cualquiera de los tres Prefacios del Tiempo de Navidad (por ser un día de la infraoctava), en la liturgia ambrosiana se canta el siguiente Prefacio propio (se ha traducido al español simplemente a modo ilustrativo y como homenaje al apóstol):
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro, venerando los méritos
del evangelista Juan.
El Señor Jesús lo amó con predilección
y desde lo alto de la Cruz, casi como un testamento,
lo confió como hijo a la Virgen Madre.
El gran don de amor que
de pescador lo había hecho discípulo,
le permitió intuir y anunciar con claridad singular,
más allá de todo entendimiento humano,
la Divinidad no creada de tu Palabra.
Unidos a este bienaventurado apóstol tuyo,
con los ángeles y santos, elevamos a tu Majestad,
el canto de adoración y alegría...
Santo, Santo, Santo...
27 de diciembre de 2019, fiesta de san Juan, apóstol y evangelista.
Entrada dedicada a él.
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