"Señor Jesucristo, Sumo y eterno Sacerdote, recibe en la Morada celestial a nuestro querido padre N.
Él supo apacentar con sabiduría y celo apostólico las ovejas
que le encomendaste.
Perdona sus faltas y premia
con el gozo eterno de tu amor
su pasión por servirte.
Que tu bendita Madre presente ante Ti su alma sacerdotal.
Salvador nuestro, acoge las lágrimas del cuerpo y del espíritu, que derramamos
por su partida, y transfórmalas en rocío de esperanza, pues cuando Tú lo dispongas, todos nos reencontraremos en el Cielo.
Te lo pedimos a Ti, que eres la Vida verdadera, y que reinas con tu Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén".
15 de enero de 2022, sábado de la semana I del tiempo "durante el año".
Oración compuesta originalmente en sufragio del alma del padre Hugo González, mi primer párroco, amante del decoro de la santa liturgia. +14/01/22.
Entrada dedicada a él.
In memoriam.
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