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jueves, 24 de diciembre de 2020

Letanías al Niño Jesús




Las siguientes letanías al Niño Jesús*, nos invitan a contemplar y a venerar con los ojos de la fe el misterio de la grandiosa pequeñez de Dios, hecho hombre como nosotros, y nacido de María, la única criatura perfecta. Peregrinemos espiritualmente hacia el Portal de Belén y adoremos al Hijo de la Virgen Madre, al Soberano Creador, que llama "papá" a un humilde Carpintero:


LETANÍAS


Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros

Cristo, óyenos.
Cristo, benignamente escúchanos.

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Trinidad Santa, un sólo Dios, ten piedad de nosotros

Niño Jesús, ten piedad de nosotros
(se sigue respondiendo así)
Niño, Dios verdadero,
Niño, Hijo de la Virgen María,
Niño, fuerte en la debilidad,
Niño, poderoso en la ternura,
Niño, tesoro de gracia,
Niño, fuente de Amor,
Niño, renovador del Cielo,
Niño, restaurador de los males terrenos,
Niño, cabeza de ángeles,
Niño, raíz de patriarcas,
Niño, voz de profetas,
Niño, deseo de los gentiles,
Niño, alegría de los pastores,
Niño, luz de los Magos,
Niño, salvación de los niños,
Niño, esperanza de los justos,
Niño, maestro de los sabios,
Niño, primicia de todos los santos,

Sé misericordioso; benignamente escúchanos, oh, Niño Jesús

De la esclavitud de los hijos de Adán, oh, Niño Jesús, líbranos
(en adelante se responde así)
De la esclavitud del demonio,
De los malos deseos de la carne,
De la maldad del mundo,
Del orgullo de la vida,
Del deseo incontrolable de saber,
De la ceguera espiritual,
De la mala voluntad,
De nuestros pecados,
Por tu purísima Concepción,
Por tu humildísima Natividad,
Por tus lágrimas,
Por tu dolorosísima Circuncisión,
Por tu gloriosa Epifanía,
Por tu piadosísima Presentación
(en el Templo),
Por tu divina Vida,
Por tu pobreza,
Por tus muchos sufrimientos,
Por tus trabajos y viajes,

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, oh, Niño Jesús.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, benignamente escúchanos, oh, Niño Jesús.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.

Jesús Niño, óyenos
Jesús Niño, benignamente escúchanos

Oración conclusiva


"Señor Jesucristo, Tú que te complaciste en humillarte al nacer en el tiempo y convertirte en un Niñito, concédenos que podamos reconocer la sabiduría infinita en el silencio de un niño, el poder en la debilidad y la majestad en la humillación. Haz que adorando tus humillaciones en la Tierra, podamos contemplar tus glorias en el Cielo. Tú que vives y reinas con tu Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén".



*Fuente: Devoción al Divino Niño Jesús. Editorial Santa María, Buenos Aires, Argentina.


24-25 de diciembre de 2020, Noche santísima de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo.
Entrada dedicada a Él, a su gloriosísima Madre, y a su benditísimo padre adoptivo, en este "Año Josefino", convocado por S.S. Francisco.

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