Formulario de Misa: aquí.
He
aquí el guión* para las Misas de la Vigilia y del día; puede emplearse
siempre, pues las lecturas son las mismas en los tres ciclos litúrgicos.
Para saber cómo proceder en caso de "ocurrencia" o "concurrencia" de esta solemnidad con otras, consultar aquí.
Introducción
Puede organizarse una procesión de entrada al son de algún cántico adecuado, como por ejemplo, las Letanías de San Juan Bautista,
que pueden ser cantadas, con algunas adaptaciones necesarias y con
cualquier melodía de otras letanías tradicionales. Si hubiera en el
templo una imagen de san Juan Bautista (incluso si se trata de la del
Bautismo de Jesús), puede inciensarse al comienzo de la Misa, con dos ductus como la de la Virgen y después de ella. Sobre el modo litúrgico de incensar, puede consultarse aquí.
"Hubo un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan" (Jn. 1, 6), del cual el mismo Redentor afirmó:
"De entre los nacidos de mujer, nadie es más grande que Juan el Bautista" (Mt. 11, 11; Lc. 7, 28).
Hoy
celebramos la (Vigilia de la) solemnidad de la Natividad del más grande
de los profetas: El Precursor del Señor en su venida al mundo, en su
vida y en su martirio.
Él vino como testigo de la Luz (Cf. Jn. 1, 7), a preparar el camino del Mesías (Cf. Is. 40, 3; Mc. 1, 3).
El mensaje de san Juan Bautista es hoy más actual que nunca. Es un llamado a la conversión, porque el Reino de Dios está cerca (Cf. Mc. 1, 15; Mt. 4, 12-17).
Abramos
nuestro corazón a esta exhortación y celebremos el Sacrificio del
Cordero que se inmola por nuestra salvación y la de toda la humanidad.
Puede
reemplazarse el Acto penitencial por el Rito de bendición y aspersión
del agua, evocando el bautismo provisorio que administraba Juan, signo
de purificación, y el definitivo que instituyó Jesucristo, sacramento de
la Nueva y Eterna Alianza.
De emplearse la tercera fórmula del Acto penitencial, el Kyrie puede ser introducido con los siguientes tropos:
-Tú, que desde el seno de tu Madre santificaste a Juan en el seno de la suya, Kyrie eleison.
-Tú, señalado por Juan como el Cordero de Dios y bautizado por él para que se cumpliera la divina voluntad, Christe eleison.
-Tú, precedido por Juan en el nacimiento, en el anuncio del Reino y en el martirio, Kyrie eleison.
Se canta (o en su defecto, se recita) el himno Gloria in excelsis.
-Tú, señalado por Juan como el Cordero de Dios y bautizado por él para que se cumpliera la divina voluntad, Christe eleison.
-Tú, precedido por Juan en el nacimiento, en el anuncio del Reino y en el martirio, Kyrie eleison.
Se canta (o en su defecto, se recita) el himno Gloria in excelsis.
Se dice la Oración colecta de la Vigilia o de la solemnidad, según corresponda.
Liturgia de la Palabra
Liturgia de la Palabra
Para la Misa de Vigilia: Monición general
Iluminados
por el ejemplo y la predicación del santo Precursor Juan, escuchemos la
Palabra de Dios, lámpara perenne que ilumina nuestros pasos hacia la
eternidad.
Para la Misa del día:
Primera lectura: Is. 49, 1-6
Juan,
santificado desde el vientre materno, es él mismo profecía de los
tiempos nuevos, en que el Mesías prometido trae la salvación a su
pueblo.
Segunda lectura: Hech. 13, 22-26
La invitación de Juan a la penitencia es una exhortación personal que nos llega hoy a través de la Palabra de Dios.
Evangelio: Lc. 1, 57-66. 80
Prodigioso
fue su nacimiento, santa su vida, heroica su muerte; y por todo ello, es grandiosa su gloria en el Cielo. En Juan, recibimos de Zacarías e
Isabel, al testigo fiel, al amigo del Esposo, que nos anuncia el
cumplimiento de las promesas mesiánicas.
Luego de la homilía se dice el Credo.
Oración de los fieles
R. Te lo pedimos por el santo Precursor.
-Para
que la Santa Iglesia, con la fidelidad de Juan, haga presente ante todos los
pueblos al Cordero que quita el pecado del mundo. Oremos.
-Para
que nuestro Papa N, con la valentía del fiel Juan, siga anunciando al
mundo el Evangelio de Jesucristo, sin temer a las ideologías de moda ni
a los poderes de turno. Oremos.
-Para
que los enfermos, imitando la esperanza de Juan y fortalecidos por su
intercesión, experimenten la bendición y el consuelo de lo alto. Oremos.
-Para
que los niños que moran en el seno de su madre, reciban, como Juan, la
bendición del Mesías, que los eligió incluso desde antes que se formaran
en el vientre materno (Cf. Jer. 1, 5). Oremos.
-Para
que los catecúmenos de la Iglesia, iluminados por el más grande de los
profetas, se preparen adecuadamente para recibir el don de la filiación
divina que el Señor va a otorgarles, y que sepan corresponder con su
vida a la Bondad incomparable de Dios. Oremos.
Liturgia de la Eucaristía
Ofertorio
El
glorioso san Juan Bautista preparó el camino para la Venida del Mesías
según la carne. Ahora nosotros, mientras aguardamos la Parusía,
preparamos la Mesa del Altar, ara del Sacrificio de la Nueva Alianza,
para la Venida sacramental del Salvador.
Esta solemnidad posee Prefacio propio (De missione Præcursoris),
el cual debe decirse (o mejor, cantarse) en las Misas de la Vigilia y
del día. También puede usarse en la Misa de la memoria litúrgica del
Martirio del Bautista (29/8) y en las Misas votivas del santo.
En la PE I o Canon Romano figura el nombre del Precursor, por lo que conviene emplearla.
En la Plegaria Eucarística III, que es la que lo permite, puede incluirse después de san José, y siempre antes que los Apóstoles.
Comunión
La
Iglesia, haciendo suyas las palabras del Bautista, nos ha señalado
nuevamente al Cordero de Dios que, a través de las apariencias del pan y
del vino, viene a nosotros como Alimento espiritual. Recibámoslo con un
corazón humilde y agradecido.
Al final, pueden ejecutarse, entre otros cánticos, los tradicionales himnos que la Liturgia de las Horas dedica al santo: Ut queant laxis (de las primeras y segundas vísperas); Antra deserti (del Oficio de lecturas); O nimis felix (de las laudes). Estos y otros textos de la liturgia de este día, pueden encontrarse aquí.
Ritos finales
Ritos finales
Se puede impartir la Bendición solemne de un santo, o la del Tiempo Ordinario.
Despedida
Como san Juan Bautista, nosotros hemos vivido un encuentro personal con el Salvador. Al igual que el santo Profeta, seamos ahora la voz que clama en el desierto del mundo, anunciando que el Reino de Dios ya está entre nosotros porque es el mismo Jesús.
21 de junio de 2012, memoria litúrgica de san Luis Gonzaga, religioso.
Inicio del triduo a san Juan Bautista.
*Fuente: Jesucristo y el Don de Sí mismo III. Editorial Guadalupe. (Adaptación).
(Última actualización de la entrada: 22/6/24).
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