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domingo, 7 de diciembre de 2025

Eventualidades litúrgicas: Domingo II de Adviento, 7 de diciembre




Cuando la solemnidad de la Inmaculada Concepción ocurre en lunes, en comunidades de arraigada devoción mariana, suele celebrarse, el domingo 7 de diciembre por la tarde la Misa propia de la Virgen, en analogía a lo que sucede cuando tal solemnidad ocurre en otros días de la semana. Esto es un error litúrgico. En efecto, no existe ninguna celebración que pueda suplir a la liturgia de los Domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, salvo concesión expresa de la Santa Sede.


Justamente, la solemnidad de la Inmaculada Concepción cuenta con dicha concesión en algunos países cuyas Conferencias Episcopales la han solicitado, pero solo cuando ocurre en el domingo 8 de diciembre. Aun así, en este último caso, se exhorta a que la segunda lectura sea la del Domingo II de Adviento; también que en la homilía y la Oración se los fieles se haga mención de tal tiempo; y que estas últimas se concluyan con la correspondiente oración colecta dominical.


Ahora bien, cuando tal solemnidad cae en lunes, TODA LA LITURGIA del 7 de diciembre debe ser la propia del Domingo II de Adviento.


Esto no significa que ese año deba "excluirse totalmente" cualquier mención a la Inmaculada de la liturgia dominical, sobre todo teniendo en cuenta aquellos lugares en los que los fieles solamente tienen una Misa el domingo, y que no podrían, por lo tanto, cumplir con el precepto ni honrar litúrgicamente a la Santísima Virgen en su festividad del 8.


En circunstancias de esta naturaleza, se sugiere lo que sigue:


Celebrar como corresponde la Misa del Domingo II de Adviento, con TODOS los textos propios, pero con un carácter mariano más marcado. Hay que tener en cuenta -aunque esto no sea lo ideal- que los fieles a veces están más atentos a las moniciones y signos que a los mismos textos eucológicos y bíblicos. (De paso, es necesario aclarar que no se permite el híbrido de unos y otros textos en celebraciones de tamaña importancia).


Ese "carácter mariano" puede lograrse:


1. Usando los ornamentos morados, pero con algún galón mariano.


2. Cantando las letanías marianas u otro cántico a la Virgen, en una eventual procesión de entrada.


3. Empleando incienso y venerando la imagen mariana al comienzo de la Misa.


4. Ilustrando a la asamblea en la homilía, a la luz de la Liturgia de la Palabra del Domingo, desde una óptica mariana: presentando a nuestra Señora como la Madre del Nuevo Adviento y Virgen de la escucha, cuya Inmaculada Concepción es el anticipo de la salvación.  Sería aconsejable referirse al dies Domini del 7 de diciembre como anticipo providencial (y excepcional) del dies Mariæ del lunes 8, enfatizando el vínculo indisoluble entre el Hijo y la Madre, más especialmente ostensible en el bendito tiempo litúrgico de Adviento.


5. Redactando la Oración de los fieles que tengan como núcleo invocaciones marianas con tintes propios de este tiempo, en súplicas del tipo:


"Por..., te rogamos junto a la Virgen Hija de Sion/Arca de la Nueva Alianza, Madre Inmaculada del Mesías..."


Esta Oración de los fieles puede concluirse con la bellísima Colecta propia de la Inmaculada Concepción.


6. Luego de la Oración después de la Comunión propia de ese Domingo, el sacerdote puede acercarse a una imagen de la Virgen, venerarla con incienso (siempre dos golpes dobles o ductus), y colocar ante ella una ofrenda floral, al son de algún cántico, seguido de una oportuna oración de consagración. (Sería un modo de "inmediata preparación" a la solemnidad mariana, en esta ocasión en que se omiten sus I Vísperas, que ceden paso a las II Vísperas dominicales).


7. Dado que la Bendición solemne siempre es facultativa, con excepción de la Vigilia Pascual, se puede emplear la Bendición solemne propia de la Virgen para el tiempo de Adviento.



7 de diciembre del Año Jubilar 2025, Domingo II de Adviento.
Entrada dedicada a la Purísima y a san Juan Bautista, Precursor del Señor.

Consultas litúrgicas XII: Precepto dominical y de la Inmaculada Concepción



Arcángel Gabriel (Puerta Santa)



Pregunta:


¿Se cumple el precepto de la Inmaculada Concepción, participando de la Misa vespertina del Domingo II de Adviento cuando este ocurre un 7 de diciembre?



Respuesta:


Respecto del cumplimiento del precepto: 


Según el Código de Derecho Canónico, se cumple el precepto participando de la Misa del día o en la de la tarde anterior. Esto es independiente del formulario que se emplee. 


(Para profundizar sobre el tema, ver aquí).


Por tanto, entre la tarde del sábado 6 de diciembre y la noche del lunes 8, todos debemos participar de dos Misas (no vale el "2×1").


1. El precepto dominical se puede cumplir participando en cualquiera de las Misas del sábado a la tarde o del domingo, como siempre.


2. El precepto de la solemnidad de la Inmaculada Concepción se puede cumplir participando, o en la Misa del domingo a la tarde -aunque esta DEBA SER la de Adviento, aquí rige el mentado Código-; o en cualquiera de las del lunes.


En síntesis, para cumplir con ambos preceptos, contamos con las siguientes opciones:


a) Participar de las Misas del sábado y domingo a la tarde (aunque como se dijo, deba emplearse, en este caso, el mismo formulario).


b) Participar en las Misas matutina y vespertina del domingo (ídem).


c) Participar en las Misas matutinas del domingo y del lunes.


d) Participar en las Misas vespertinas del domingo y del lunes.


e) Participar en la Misa vespertina del domingo y en la matutina del lunes.



7 de diciembre del Año Jubilar 2025, Domingo II de Adviento.
Entrada dedicada al Mesías y a su Madre Inmaculada.

domingo, 23 de noviembre de 2025

Plegaria a Cristo Rey por la custodia de la verdadera fe

 



"Jesucristo, Rey de los siglos, Verdad suprema e irrefutable a la que se ordenan todas las verdades, inclina tu mirada hacia la Iglesia militante, arca indefectible para la conservación, custodia y anuncio de la auténtica Doctrina.


En el curso de la historia, muchas veces, las negras humaredas del error se han cernido sobre esta Iglesia que tanto amas, han sembrado divisiones y han adulterado la fe del pueblo fiel.


En tu misericordia, Señor, siempre has suscitado de entre los pastores y las ovejas, verdaderos santos que, arriesgándolo todo, incluida su propia vida, no han dudado en ser fieles pregoneros de tu Evangelio de amor y salvación, disipando toda confusión.


Oh, Rey manso y humilde de corazón, haz que tu Espíritu Santo inflame los corazones de los santos de los últimos tiempos, para que, unidos al Papa, Vicario tuyo y Sucesor del apóstol Pedro, velen en todo el mundo por la recta Doctrina y la proclamen con amor y fidelidad, para la salvación de las almas.


Que nadie, ni obispos ni sacerdotes; ni religiosos ni laicos, se arrogue la autoridad o el derecho de adulterar, por añadido u omisión, por sincretismo o tergiversación, ni una tilde del precioso depósito de la fe, custodiado y creído "siempre,  en todas partes y por todos" (semper, ubique et ab omnibus).


Que rechacemos las propuestas anticristianas del Maligno, a saber: la aparente paridad de religiones, como camino de salvación; el oscurecimiento de la teología sacramental, que rebaja verdades inmutables al terreno de lo discutible: (el bautismo como única vía ordinaria de salvación, infelizmente convertido en simple reunión social, celebrada "a elección"; la realidad sacrificial de la Misa, en algunos lugares tristemente reducida a un mero encuentro festivo en el que todo está permitido; la relativización de la Confesión, pretendidamente devenida en consultorio sentimental de justificación de errores; el acceso de las mujeres a las sagradas Órdenes, falazmente presentado como "evolución natural" de la Divina Voluntad; la bendición de diversas uniones irregulares, entendida como sello de validación de Dios); la adopción de cualquier tipo de ideología, como etiqueta de actualización... Y tantas otras falsas creencias que contradicen lo que Tú nos has enseñado...


Rey del universo y Roca indestructible de la Verdad, por amor a tu Eterno Padre del Cielo, a tu Madre amorosa y a tu bendito padre nutricio, no permitas que el error crezca como hiedra venenosa entre las piedras vivas de tu Iglesia.


A Ti, que resplandeces siempre como única Verdad, junto con tu Padre y el Espíritu Santo, se dirijan la alabanza y la adoración de todas tus criaturas, en plena comunión con los bienaventurados, por los siglos de los siglos. Amén".



23 de noviembre del Año Santo 2025, solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.
XL Jornada Mundial de la Juventud.
Jubileo de los coros y corales.
Día de la publicación de la Carta Apostólica In unitate fidei, por Su Santidad León XIV, con motivo del 1700° aniversario del Concilio Ecuménico de Nicea.
Entrada dedicada al Rey Crucificado y Resucitado, y a todos los santos conciliares de aquella época.

domingo, 5 de octubre de 2025

"Gozos" a la Virgen del Rosario del Milagro

 



Cada primer domingo de octubre, la Arquidiócesis de Córdoba, en Argentina, celebra la solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro. Estos son los tradicionales "Gozos" en su honor:



     Estribillo:

Virgen Santa del Milagro,
de mis culpas ten piedad 
y recibe con bondad 
a quien acude a ti sin cesar.

La Providencia Divina,
perenne fuente de gloria,
inspirole al gran obispo Victoria 
esta escultura sin igual.
Desde que al Perú llegara,
día a día y hora a hora,
jamás en vano le imploran 
los hombres en su caminar.

Estribillo.

Cómo llegaste del Perú 
nadie sabe explicar,
y un misterio debe ser 
el traslado peregrino.
Desde la Corte de tu Hijo,
te hiciste a nosotros cercana,
Virgen Santa Inmaculada,
destello del Amor divino.

Estribillo.

Y desde entonces, tu Hijo, 
en Salta, reina en la Cruz,
y no hay alma que no advierta
su divina protección.
Y tú, Virgen del Milagro, 
eres, en la Córdoba bella,
el faro, la luz, la estrella 
que la guía a la salvación.

Estribillo.

Más de cuatro centurias hace
que eres la Madre amorosa
que da al Perú una rosa 
de fragancia sin igual.
Y más de cuatrocientos años 
que Córdoba venera
cantando con fe sincera 
tu protección virginal.

Estribillo.

Tu protección soberana
no hay faltado un solo día,
trocando en dulce alegría 
el más agudo dolor.
Y quien con fe te venera
no se rinde en la batalla,
pues le sirven de muralla 
los ríos de tu amor.

Estribillo.

Mucho te debemos, Señora, 
y Córdoba, agradecida,
sabe muy bien que su vida
eterna la debe a vos.
Y por eso, Virgen Santa,
no hay en esta tierra, hombre
que no una tu nombre, 
en sus plegarias, a Dios.

Estribillo.

Y es tanta la devoción 
por tu imagen santa,
que Córdoba te levanta
un dosel en cada hogar;
y perenne de recuerdo, 
tiene, como un escudo,
en cada labio, un saludo,
en cada pecho, un altar.

Estribillo.



5 de octubre del Año Jubilar 2025, en la Arquidiócesis de Córdoba (Argentina), solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro.
Entrada dedicada a ella.

sábado, 4 de octubre de 2025

Himno a la Virgen del Rosario del Milagro, patrona de la Arquidiócesis de Córdoba






Cada primer domingo de octubre, la Arquidiócesis de Córdoba, en Argentina, celebra la solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro. Este es el himno propio en su honor:



Hoy Córdoba canta
con dulces acentos,
un himno a su Reina
y su Madre sin par.


Diadema de oro
ciñeron la frente,
del rico tesoro,
prenda celestial.


Milagro de gracia 

la aclama su pueblo,

milagro de gloria,

de amor y bondad.


Y en torno a sus gradas
cubiertas de flores,
dijéronle amores
con fe y caridad.

Mil veces repiten
dentro de su santuario,
del Santo Rosario
las glorias sin par.


Milagro de gracia 

la aclama su pueblo,

milagro de gloria,

de amor y bondad.


¡Oh, excelsa Señora!
postrados de hinojos,
alzamos los ojos
confiados en Ti.
El ruego piadoso
de los cordobeses,
resuene mil veces 
en tu corazón.
                  






4 de octubre del Año Santo 2025, en la Arquidiócesis de Córdoba (Argentina), I Vísperas de la solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro.
Entrada dedicada a ella.


Santa Misa: "San Francisco de Asís"







Tanto los franciscanos como los dominicos celebran con suma reverencia a san Francisco de Asís, llamándolo "nuestro padre". Los primeros lo honran con dos festividades: la del 17 de septiembre, que recuerda su "estigmatización", con el grado liturgico de "memoria obligatoria", y la del 4 de octubre, su "Tránsito", con el rango de "solemnidad", día en que también lo celebran los dominicos pero con el grado de "fiesta". El Calendario universal lo ha inscrito el mismo 4 de octubre pero como "memoria obligatoria".
Este es el formulario propio de Misa para los franciscanos:


Antífona de entrada


Alegrémonos todos en el Señor al celebrar este día de fiesta en honor de nuestro santo Padre Francisco; los ángeles se alegran de esta solemnidad y alaban a una al Hijo de Dios.



Oración colecta


Dios todopoderoso, que otorgaste a nuestro Padre san Francisco la gracia de asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza; concédenos caminar tras sus huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor jubiloso. Por nuestro Señor Jesucristo.



Liturgia de la Palabra 


Primera lectura: Eclo. 50, 1-3. 7; Salmo: 14, 1-2a. 5. 7-8. 11. Segunda lectura: Gál. 6, 4-18. Evangelio: Mt. 11, 25-30.



Oración sobre las ofrendas


Al presentarte, Señor, nuestras ofrendas, te rogamos nos dispongas para celebrar dignamente el misterio de la cruz, al que se consagró nuestro Padre san Francisco con el corazón abrasado en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio propio.



Antífona de Comunión I Pe 4,13


Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo.



Oración después de la Comunión


Por este sacramento que hemos recibido, concédenos, Señor, imitar a nuestro Padre san Francisco en su caridad y en su celo apostólico, para que gustemos los frutos de tu amor y nos entreguemos a la salvación de nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.



Bendición solemne


V. El Señor os bendiga y os guarde.


R. Amén.


V. Haga brillar su rostro sobre vosotros y os conceda su favor.


R. Amén.


V. Vuelva su mirada a vosotros y os conceda la paz.


R. Amén.


V. Y la bendición de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.


R. Amén.



4 de octubre del Año Jubilar 2025, memoria litúrgica de san Francisco de Asís, diácono.
Entrada dedicada a él, en el año del VIII centenario de la composición del célebre "Cántico de las criaturas".






domingo, 14 de septiembre de 2025

Oración por Su Santidad León XIV



S. S. León XIV 



Jesús y Pedro: (Puerta Santa)


"Señor Jesucristo, eterno Pastor de las almas, al instituir tu Iglesia, arca de salvación y pueblo de la nueva alianza, dispusiste que san Pedro y sus Sucesores la guiaran en tu nombre, hasta el final de los tiempos.

Te rogamos, Dios y Salvador nuestro, por la fecundidad del Ministerio pastoral de nuestro Santo Padre León.

Derrama sobre tu Vicario, el Espíritu de Sabiduría para lograr la plena unidad de la Iglesia, en el amor y la verdad.

Protégelo de la furia de Satanás, que es homicida desde el principio y padre de la mentira' (Jn. 8, 44).

Haz que anuncie con valentía y claridad tu Evangelio. Que su voz no sea acallada por los aullidos del Infierno.

Que su Pontificado sea otra página bella en la historia de la Iglesia.

Que los laicos, junto con sus pastores, vivan y actúen en plena comunión entre ellos y con él. 

Redentor de la humanidad, Tú que perdonaste las tres negaciones de Pedro, aceptando con misericordia su triple confesión de amor, perdona las faltas del Papa que nos diste y acoge complacido la ofrenda diaria que hace de su ministerio, sobre todo en la Santa Misa.

Tú, que como Supremo Pastor, le has confiado las llaves del Cielo; y como Cordero inocente y Maná verdadero, te pones cada dia en sus manos en el Sacrificio del Altar, bendice e ilumina al Sumo Pontífice, para que guíe al rebaño de la humanidad hacia las praderas de la eternidad.

A Ti, Cabeza y Piedra angular de la Iglesia, la gloria y la adoración, junto con tu Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén".



14 de septiembre del Año Jubilar 2025, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Entrada dedicada al Sumo Pontífice León XIV, en el 70° aniversario de su natalicio.