Guion: Natividad de María

A continuación, se ofrecen dos formularios de guion para la Misa de la Natividad de María:

Esta fiesta litúrgica se omite cuando ocurre en domingo.

Si se realiza una procesión de entrada, el coro puede cantar las tradicionales letanías lauretanas, o el otro formulario de letanías marianas aprobadas por la Santa Sede.


Formulario I

Introducción

"Hoy, Dios que descansa en el solio celestial, se ha dispuesto un Trono santo sobre la tierra. Por su Amor a la humanidad, Aquel que afirmó los cielos con sabiduría, ha preparado un Cielo Viviente. Pues de una raíz estéril hizo brotar, para nosotros, una Rama portadora de vida, que es su Madre. ¡Oh, Dios de las maravillas y esperanza de los desesperados, gloria a Ti, Señor!".

O bien:

 
"¡Venid todos, todos los fieles hacia la Virgen! Ha nacido la Escogida, desde antes de su Concepción para ser la Madre de nuestro Dios, joya de la virginidad, el cetro de Aarón florecido en la raíz de Jesé, del oráculo de los profetas, el tronco de los justos Joaquín y Ana.

Al nacer Ella el mundo es restaurado, al nacer Ella la Iglesia se llena de su esplendor. Ella es el templo santo, el habitáculo de la Divinidad, el instrumento virginal, la verdadera alcoba nupcial donde se realiza el prodigio de la unión inefable de las naturalezas que se juntan en Cristo.

¡Adorémoslo glorificando el Nacimiento de la Virgen pura!" 

Cualquiera de las precedentes aclamaciones se concluye así:

Así exalta la liturgia bizantina el venerable misterio del Nacimiento de la Santísima Virgen María, que hoy celebra en Oriente y en Occidente la única Iglesia de Dios.

Alabemos al Padre de las luces que en este día, por medio de los santos patriarcas Joaquín y Ana, ha erigido en el mundo la Puerta viviente para que entre a nuestra historia su amado Hijo, el Verbo Creador.

Se canta el Kyrie y luego el himno Gloria a Dios.

Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Miq. 5, 1-4a

La profecía de Miqueas anuncia el Nacimiento del Mesías, del que es preludio el de su Madre, la Santísima Virgen María.

O bien: Rom. 8, 28-30

Desde los orígenes de la creación, María, la Nueva Eva, fue predestinada a ser la criatura más perfecta salida de manos del Creador, pues había de engendrar al "Primogénito" de muchos hermanos.

Evangelio: Mt. 1, 1-16. 18-23

La Virgen Santa María, Hija de los pobres de Israel, es la Rama fecunda de la que brota Aquel que es la Justicia y la Paz, la Esperanza y la Salvación de todas las generaciones.

 
Oración de los fieles 

Unamos nuestra voz a la de los Justos y supliquemos al Dios de nuestros padres, por los méritos de la santa Infancia de María. Respondan a cada petición:

R. Por la Virgen Niña, mira nuestro corazón suplicante.

-Para que protejas a la Iglesia de las insidias de Satanás e ilumines las decisiones del Papa N. Lo pedimos con san Joaquín y santa Ana, que en la ancianidad engendraron a María Inmaculada, nueve meses después la alumbraron, y a los tres años la presentaron en el Templo como humilde Ofrenda. R.

-Para que fortalezcas a las familias, víctimas de una sociedad relativista que hace escarnio de los valores cristianos. Lo pedimos por san José, Jefe de la Sagrada Familia y Esposo de María, Virgen fiel. R.

-Para que suscites valientes defensores de la cultura de la vida, don sagrado desde la concepción hasta la muerte natural. Lo pedimos con san Zacarías y santa Isabel que, en esterilidad y por obra de Dios, concibieron a san Juan Bautista y fueron los primeros en recibir la Visita del Mesías en el seno de la Virgen clemente. R.

-Para que inspires proyectos de paz y concordia en los gobernantes. Lo pedimos con el Bautista, valiente Precursor del Señor, a cuya Natividad asistió María, la Virgen servicial. R.

-Para que hagas de cada uno de nosotros intrépidos heraldos de esperanza, sin temor ante las amenazas del mundo. Lo pedimos con san Simeón y santa Ana, profetas que anunciaron la Pasión del Mesías cuando Este fue llevado al Templo por el justo José y por la Virgen creyente. R.

O bien: (de carácter más general)

Las siguientes preces están tomadas de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 12 de diciembre de 2017, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe:

Elevemos a Dios nuestras plegarias y hagámoslo con la mayor confianza, sabiendo que somos siempre escuchados, porque la intercesión de María, la Madre de Jesús y Madre nuestra, llega muy profundamente al Corazón de su Hijo y encuentra una acogida única por la Santísima Trinidad:

R. Te suplicamos por intercesión de nuestra Madre Celestial.

-Te pedimos, Señor, por tu Iglesia; para que guiada siempre por tu Espíritu y protegida por María Santísima, camine en la fe, irradie la esperanza y viva en la caridad. R.

-Señor, te pedimos por el Santo Padre N y por todos los Obispos; para que les concedas un corazón como el de tu Hijo, el Buen Pastor, y sepan guiar y confirmar a sus hermanos en la fe. R.

-Te rogamos, Señor, por todos los que sufren en todo el mundo; por las víctimas de la pobreza, la enfermedad y la guerra; por los emigrantes, los refugiados y los perseguidos; para que sean reconocidos en su dignidad y logren superar sus dificultades con la ayuda de los cristianos. R.

-Te pedimos también, Señor, por todos aquellos que se desempeñan en cargos públicos y tienen responsabilidades políticas y sociales; para que los anime siempre el espíritu de servicio y promuevan los valores auténticos en la búsqueda del bien común. R.

-Te pedimos, Señor, por todos los que honramos en este día a tu Santa Madre; para que brille en cada corazón y en cada familia cristiana su mensaje evangélico de vida y de esperanza. R.

Oración conclusiva

"Escucha, Dios de misericordia, nuestras oraciones y acoge todo lo que te pedimos por mediación de Nuestra Señora; danos lo que Tú sabes que necesitamos y también lo que no sabemos o no nos atrevemos a pedirte. Por Cristo nuestro Señor". 

 

Ofertorio

Como frutos de la tierra maduraron estos dones que depositaremos sobre el Altar, y que por obra del Espíritu, serán para nosotros el Fruto bendito del seno de la siempre joven Virgen de Nazaret.

Se emplea el Prefacio I de la Santísima Virgen, insertando en él la mención de la fiesta: "en la Natividad de santa María Virgen", o bien, cualquiera de los otros Prefacios marianos.

Comunión

María es Aurora luminosa y Lucero matutino.

Con su Inmaculada Concepción, su gozoso Nacimiento y su santísima vida, precedió y anunció a Cristo, Sol sin ocaso, que como cándida Hostia ahora se nos da como Alimento a los que peregrinamos por este "valle de lágrimas".

El sacerdote puede impartir alguna de las Bendiciones Solemnes de la Santísima Virgen correspondientes al Tiempo Ordinario. 

Despedida

Dice poéticamente san Andrés de Creta, refiriéndose a este día de la Natividad de la Virgen:

"Hoy (...) ha sido constituido el Santuario del Creador de todas las cosas, y la creación, de un modo nuevo y más digno, queda dispuesta para hospedar en sí al Supremo Hacedor". (Sermón 1: PG 97,810)".

Seamos, como María, templos vivientes del Dios verdadero.

Formulario II

Introducción

"Por tu nacimiento, oh, Virgen purísima, Joaquín y Ana fueron librados de la esterilidad; Adán y Eva fueron rescatados de la corrupción de la muerte. Y nosotros, tu pueblo, purificados del sello del pecado. Te celebramos cantando: La mujer estéril da a luz a la Madre de Dios, aquella que alimenta nuestra vida".

Esta antigua aclamación de la liturgia ortodoxa describe el misterio del Nacimiento de la Virgen, que celebramos en este día.

La fidelidad de Dios a sus promesas atraviesa todas las generaciones, y al llegar la plenitud de los tiempos empieza a vislumbrarse el resplandor de Aquel que había de venir. A la desobediencia de Adán y Eva, sigue la amorosa promesa de salvación por parte del Señor. Los santos Joaquín y Ana, probados sin culpa con el signo de la esterilidad, engendran a la Inmaculada Madre del Mesías, Autor de la Vida. Ella, al nacer, se convierte en la Aurora esplendorosa que precede al Sol de justicia, Cristo, nuestro Dios.

Celebremos, pues, esta fiesta de la Natividad de la Virgen, y honremos a aquella que es la Puerta celeste por la que el Salvador entra al mundo, y por la que nosotros llegamos seguros al Cielo.

Se canta el Kyrie y luego el himno Gloria a Dios.

Liturgia de la Palabra

Primera lectura:  Miq. 5, 1-4a

Por los misteriosos designios divinos, la Venida al mundo del Mesías anunciado por los profetas, había de ser precedida por la Inmaculada Concepción y el Nacimiento de aquella Virgen que lo engendraría y lo alumbraría inefablemente.

O bien: Rom. 8, 28-30

María, engendrada en el tiempo por Joaquín y Ana, fue predestinada por Dios desde la eternidad, para ser la Madre del Verbo omnipotente.

Evangelio: Mt. 1, 18-23

María, obra maestra del Eterno Padre, entra en nuestra historia y vive como una más entre nosotros. Por su humildad, Ella se convierte en el Arca de la Nueva Alianza, portadora ya no de la Ley divina, sino del mismo Dios, que trae la salvación a su pueblo.

No se dice el Credo.

Oración de los fieles

R. Al celebrar el nacimiento de tu Madre, escúchanos, Señor.

-Para que la Iglesia Católica siga el modelo de humildad y de entrega de María, a la que confiadamente invoca como "Madre". R.

-Para que el Papa N. sea asistido por la materna intercesión de la Virgen Santísima, y que por el misterio del nacimiento de nuestra Señora, se vea libre de las asechanzas de los enemigos de la verdad. R.

-Para que todas las mujeres que custodian en su seno el don sagrado de la vida, sean conscientes de la grandeza de la misión que Dios les ha encomendado, y cuenten para ello con el modelo y el auxilio de la dulce Madre de Dios, que vino al mundo para traernos a Aquel que nos llevaría al Cielo. R.

-Para que todos los que lloran la muerte prematura de sus hijos, por la maternal intervención de María, sean capaces de reconocer que las almas de estos niños y jóvenes, viven en Dios. R.

-Para que todos los que peregrinamos en este "valle de lágrimas", seamos confortados por la ternura de la Virgen María, que es "Consuelo de los afligidos". R.

-Para que las Almas de nuestros difuntos, por la intercesión de la Virgen Niña y de sus santos padres Joaquín y Ana, reciban de Dios la corona eterna. R.

Ofertorio

Los dones que presentamos, serán la Víctima Divina, que ofreceremos en honor de la natividad de nuestra Madre, y para salvación de toda la humanidad.

Se emplea el Prefacio I de la Santísima Virgen, insertando en él la mención de la fiesta: "en la Natividad de santa María Virgen".

Comunión

La siempre joven y siempre virgen Doncella de Nazaret, sigue ofreciéndonos, por medio de la Iglesia, el Fruto bendito de su seno purísimo: Jesús, el Pan de los elegidos. Recibámoslo con gratitud.

El sacerdote puede impartir alguna de las Bendiciones Solemnes de la Santísima Virgen correspondientes al Tiempo Ordinario. 

Despedida

Con los ojos del corazón hemos venerado a la Pequeña María en su cuna. Demos gracias al Señor por habernos dado a su Madre, a la que nuestra fe confiesa como Reina y Señora del universo.

5 de septiembre de 2012, 15° aniversario de la muerte terrena de la Madre Teresa de Calcuta, virgen.

Inicio del Triduo de la Natividad de María.
(Última actualización de la entrada: 07/09/22).