Formulario de Misa: aquí.
Ciclo A
Introducción
La liturgia de hoy, Domingo V del Tiempo pascual, nos presenta a Cristo como "Camino, Verdad y Vida" (cf. Jn 14, 6). Él es el único Camino de salvación, la Verdad plena que nos hace libres y la Vida verdadera que da sentido a nuestra existencia.
Su Rostro, resplandeciente de gloria, nos revela plenamente la verdad de Dios y la verdad del hombre. Cada uno puede dirigir en todo momento la mirada a ese Rostro, para encontrar en Él comprensión, serenidad y perdón. (San Juan Pablo II, Regina Caeli del 28/04/02).
Es lo que hemos venido a buscar hoy en el Banquete sacrificial de la Eucaristía.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura: Hech. 6, 1-7
Los apóstoles imponen las manos a siete varones justos de la naciente comunidad cristiana, para que sean ministros suyos en el ejercicio de la caridad. Son los orígenes del diaconado en la Iglesia.
Los apóstoles imponen las manos a siete varones justos de la naciente comunidad cristiana, para que sean ministros suyos en el ejercicio de la caridad. Son los orígenes del diaconado en la Iglesia.
Segunda lectura: I Ped. 2, 4-10
Lo que está entre paréntesis, por razones de brevedad, puede omitirse:
Lo que está entre paréntesis, por razones de brevedad, puede omitirse:
(Antes llamado Cefas,) el Príncipe de los apóstoles (y primera columna de la Iglesia, recibe del Señor el nombre de "Pedro", que significa "piedra". Es justamente él quien) desarrolla la metáfora del "edificio espiritual", cuya Cabeza es Jesucristo, Piedra angular (y Roca viviente), a Quien nosotros nos unimos como "piedras vivas" (para constituir la Iglesia fundada y amada por Dios).
Evangelio: Jn. 14, 1-12
Jesús, "que es el Camino, no nos conduce por sendas sin salida (...); Él, que es la Verdad, no quiere engañarnos con mentiras; Él, que es la Vida, no nos dejará en un error que acabaría en la muerte". (San Hilario, Tratado sobre la Trinidad, VII, 33-35).
O bien:
Escuchemos con fe a Jesucristo Resucitado quienes anhelamos algún día ser moradores de las mansiones celestiales: "Él es Camino que conduce, Verdad que confirma, Vida que se entrega". (San Ambrosio de Milán, Tratado sobre el bien de la muerte, cap. 12, 52-55: CSEL 32, 747-750).
O bien:
Jesucristo se va para prepararnos una morada.
"El «sitio» que Jesús va a preparar está en «la Casa del Padre»; el discípulo podrá estar allí eternamente con el Maestro y participar de su misma alegría. (Sin embargo, para alcanzar esa meta sólo hay un camino: Cristo, al cual el discípulo ha de ir conformándose progresivamente"). (San Juan Pablo II, homilía del 02/05/99, en la Santa Misa con la beatificación del Padre Pío -hoy santo-).
Jesús, "que es el Camino, no nos conduce por sendas sin salida (...); Él, que es la Verdad, no quiere engañarnos con mentiras; Él, que es la Vida, no nos dejará en un error que acabaría en la muerte". (San Hilario, Tratado sobre la Trinidad, VII, 33-35).
O bien:
Escuchemos con fe a Jesucristo Resucitado quienes anhelamos algún día ser moradores de las mansiones celestiales: "Él es Camino que conduce, Verdad que confirma, Vida que se entrega". (San Ambrosio de Milán, Tratado sobre el bien de la muerte, cap. 12, 52-55: CSEL 32, 747-750).
O bien:
Jesucristo se va para prepararnos una morada.
"El «sitio» que Jesús va a preparar está en «la Casa del Padre»; el discípulo podrá estar allí eternamente con el Maestro y participar de su misma alegría. (Sin embargo, para alcanzar esa meta sólo hay un camino: Cristo, al cual el discípulo ha de ir conformándose progresivamente"). (San Juan Pablo II, homilía del 02/05/99, en la Santa Misa con la beatificación del Padre Pío -hoy santo-).
O bien:
Monición general para todas las lecturas
"El anuncio de la Palabra de Dios hace surgir generación tras generación, nuevas ´piedras vivas´, con las cuales se construye el pueblo de Dios que es la Iglesia". (Cf. San Juan Pablo II, homilía del 13/05/90, en Willemstad, Antillas Holandesas).
Oración de los fieles
La siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa de Apertura de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, presidida en Río de Janeiro por el cardenal Orani Tempesta, el 23 de julio de 2013:
-Por la santa Iglesia de Dios, presente en toda la Tierra, para que este Tiempo de Pascua renueve aún más su esperanza y su vigor misionero. R.
-Por el Santo Padre N, por nuestro obispo N, por el Colegio Episcopal, sacerdotes, diáconos y todos los que de alguna manera están llamados a anunciar el Evangelio, para que por su vida y ministerio nos ayuden a discernir los signos de los tiempos y a vivir en la esperanza. R.
-Por los pobres del mundo entero, para que iluminados por la Palabra de Cristo, el Señor, contagien a todas las personas de buena voluntad a través del testimonio de fraternidad, paz y amor mutuo. R.
-Por todos los jóvenes del mundo, para que valiéndose de las nuevas tecnologías que nos fueron dadas por Dios, en especial, de Internet, procuren, por medio de un diálogo marcado por la simplicidad y el respeto, transmitir valores cristianos y testimoniarlos en el mundo digital. R.
-Por nosotros, para que animados por el Señor Resucitado, anunciemos de palabra y obra el Evangelio de salvación a quienes aún no lo conocen. R.
Oración conclusiva
"Acoge, Señor, nuestras preces, para que seamos perseverantes en medio de los desafíos de la vida presente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
A continuación, se propone como otra
oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este
domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al
castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda
colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
"Oh, Padre, que te revelas en Cristo, Maestro y Redentor, haz que adhiriendo a Él, Piedra viva rechazada por los hombres pero selecta y preciosa ante Ti, seamos edificados también nosotros como sacerdocio real, pueblo santo, templo de tu gloria. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
Ofertorio
Unámonos espiritualmente a la ofrenda del pan y el vino, "agradeciendo al Señor la fe recibida y todos los demás bienes materiales, culturales y espirituales con que nos ha bendecido". (Cf. San Juan Pablo II, homilía del 13/05/90, en Willemstad, Antillas Holandesas).
Comunión
Preparémonos para la comunión sacramental o espiritual, haciendo nuestra la siguiente súplica de san Ambrosio de Milán, obispo y doctor de la Iglesia:
"Te seguimos, Señor Jesús; pero llámanos para que podamos seguirte, ya que sin Ti nadie puede subir. Porque Tú eres el Camino, la Verdad, la Vida, la posibilidad, la fe, el premio. Recibe a los tuyos como el Camino, confírmalos como la Verdad, vivifícalos como la Vida". (Ídem, supra).
Despedida
"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".
Que estas palabras del Divino Maestro nos inunden de luz y esperanza para seguir el camino de la vida. (Cf. San Juan Pablo II, homilía del 13/05/90, en Willemstad, Antillas Holandesas).
8 de mayo de 2017, en Argentina, Paraguay y Uruguay, solemnidad de Nuestra Señora de Luján, patrona de las Repúblicas. Entrada dedicada a ella.
(Última actualización de la entrada: 4/5/23).
Ofertorio
Unámonos espiritualmente a la ofrenda del pan y el vino, "agradeciendo al Señor la fe recibida y todos los demás bienes materiales, culturales y espirituales con que nos ha bendecido". (Cf. San Juan Pablo II, homilía del 13/05/90, en Willemstad, Antillas Holandesas).
Comunión
Preparémonos para la comunión sacramental o espiritual, haciendo nuestra la siguiente súplica de san Ambrosio de Milán, obispo y doctor de la Iglesia:
"Te seguimos, Señor Jesús; pero llámanos para que podamos seguirte, ya que sin Ti nadie puede subir. Porque Tú eres el Camino, la Verdad, la Vida, la posibilidad, la fe, el premio. Recibe a los tuyos como el Camino, confírmalos como la Verdad, vivifícalos como la Vida". (Ídem, supra).
Despedida
"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".
Que estas palabras del Divino Maestro nos inunden de luz y esperanza para seguir el camino de la vida. (Cf. San Juan Pablo II, homilía del 13/05/90, en Willemstad, Antillas Holandesas).
8 de mayo de 2017, en Argentina, Paraguay y Uruguay, solemnidad de Nuestra Señora de Luján, patrona de las Repúblicas. Entrada dedicada a ella.
(Última actualización de la entrada: 4/5/23).
No hay comentarios:
Publicar un comentario