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La verdadera Iglesia de Dios...

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Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

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jueves, 29 de junio de 2017

Guion: Domingo XIII del Tiempo Ordinario







Ciclo A

Introducción


Desde diversos lugares hemos acudido al templo. Posiblemente no sean los mismos los estados de ánimo que nos embargan ni los motivos por los que estamos aquí. Pero una cosa es cierta: a pesar de nuestros pecados, todos creemos en Jesús y sabemos que Él se hace presente cada vez que nos congregamos en su nombre, como nos lo prometió.

Muchas son las plegarias que podemos elevar a Dios los cristianos cuando nos reunimos, pero la Santa Misa es infinitamente superior a todas porque es la Oración del mismo Cristo que se ofrece al Padre junto con la comunidad celebrante.

Vivamos, pues, intensamente este momento de gracia que el Señor nos regala.


Liturgia de la Palabra


Primera lectura: II Rey. 4, 8-11. 14-16a

La acogida fraterna de los enviados de Dios es garantía de bendiciones de parte del Señor, que no se deja ganar en generosidad.

Segunda lectura: Rom. 6, 3-4. 8-11

San Pablo nos enseña que nuestro bautismo es una participación en la Muerte de Jesús por la que se nos aseguran los frutos de su Resurrección.
 
Evangelio: Mt. 10, 37-42


El Señor Jesús nos invita a realizar una opción radical por Él en el servicio al prójimo, y nos asegura la recompensa.


Oración de los fieles

La siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Misa en la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, presidida por el Papa Francisco en la Basílica vaticana, el 1° de enero de 2017:

Hermanos queridos, en el correr del tiempo somos consolados por la bendición de Dios. Invoquemos una vez más, su fidelidad.

R. Te suplicamos, Señor.

-Oremos por la Santa Iglesia de Dios.

+Que el Señor le conceda ser siempre Madre fecunda de nuevos hijos, la custodie íntegra en la fe, y gozosa en el ejercicio de la caridad heroica. R.

-Oremos por los legisladores, gobernantes y jueces.

+Que el Señor les revele la verdad, haga crecer en ellos el deseo de justicia, y los fortalezca en la disponibilidad al servicio. R.

-Oremos por la paz.

+Que el Señor, Rey de justicia y de paz, acabe con las tramas de la guerra, libere las mentes y los corazones del odio, e inspire nuevos sentimientos de fraternidad y reconciliación. R.

-Oremos por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.

+El Señor envíe nuevos trabajadores a su mies, suscite en los jóvenes elecciones radicales según el Evangelio, y les conceda la alegría de hacer de la propia vida un don total de amor. R.

-Oremos por todas las madres, llamadas a acoger con amor el don de la vida, a ejemplo de María.

+Que el Señor bendiga a las mujeres que dan vida, y alimente en ellas la dulzura de custodiar a los hijos y la firmeza de educarlos en la madurez. R.

Oración conclusiva

"Señor, que en la Maternidad virginal de María, has dado al mundo un Salvador, escucha nuestra plegaria y haznos crecer en la semejanza de Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".

A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
 
"Infunde en nosotros, oh, Padre, la fuerza y la sabiduría del Espíritu, para que transitemos por Cristo el camino de la Cruz, dispuestos a entregar nuestra vida para manifestar al mundo la esperanza de tu Reino. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén". 



Ofertorio

Nuestra predisposición al total abandono en las manos de Dios se una a los dones materiales de pan y vino, para ofrecer en Sacrificio a Aquel que, por la efusión de su Sangre, hace de nosotros un pueblo santo.


Comunión

Siempre hubo, hay y habrá pobres en el mundo. Para todos, pero especialmente para ellos, Tú, Jesús, eres el Pan que se parte sin dividirse, que se distribuye sin acabarse, y que se recibe como Alimento sin merecerse. Gracias por tu infinita generosidad.


Despedida

Que mientras nuestros pasos transitan los caminos del mundo, los corazones estén anclados en el Cielo, para servir al hermano como Jesús lo hizo.


29 de junio de 2017, solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles. Entrada dedicada a ellos.


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