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miércoles, 3 de enero de 2018

Santísimo Nombre de Jesús: himnos litúrgicos





La Familia Franciscana celebra la "memoria obligatoria" del Santísimo Nombre de Jesús cada 3 de enero, fecha en que el Calendario General lo inscribe como "facultativa". Estos son los himnos litúrgicos propios:


Oficio de lectura

¡Oh, Nombre de Jesús, Nombre glorioso,
que imperas sobre todo lo creado,
sello y blasón radiante y adorado,
por ser de Dios el Nombre poderoso!

Dóblense las rodillas en el cielo,
dóblense humildemente acá en la tierra
y en el abismo sobre toda guerra,
¡pues Jesús es la paz, es el consuelo!

¡Jesús! Nombre amoroso y admirable,
cuya memoria llena de dulzura:
eres el manantial de la ternura,
del amor más sublime e inefable.

¡Oh, Nombre de Jesús, Nombre divino!,
eres para el oído melodía,
y para el que te busca, cercanía,
estrella refulgente en el camino.

¡Oh, Salvador!, libera al caminante
del yugo tenebroso del pecado,
y de todo peligro y atentado
en virtud de tu Nombre fascinante.

Los ángeles te den toda alabanza,
Jesús, Bondad eterna, por tu Nombre;
y al Dios-Amor alabe todo hombre
en un eterno canto de esperanza. Amén.

 


Laudes

Nombre sobre todo nombre.
Jesús, delicia del Padre,
saboreo de su cielo
y de sus eternidades.

Jesús, gozo del Espíritu,
que por Él su luz expande
y embellece con su gloria
los espacios siderales.

Nombre sobre todo nombre.
Jesús, asombro del ángel,
embeleso de José,
amor de la Virgen Madre.

Jesús, Mesías divino,
Palabra clave, mensaje
que dice al hombre en la tierra
la voz que del cielo trae.

Nombre sobre todo nombre.
Jesús, lo más deseable,
hambre del hombre saciada,
que da deliciosa hambre.

Jesús, fuerza del humilde,
salvación en nuestros males,
aliento del corazón,
sola verdad de verdades.

Nombre sobre todo nombre.
Todos los seres lo canten,
animados del Espíritu,
en la presencia del Padre. Amén.


 

Vísperas

Cuando Francisco decía «Jesús»,
se relamía en dulzura de miel.
Dichoso él.
Danos el gusto de amarte, Jesús.

Cuando Francisco escuchaba «Jesús»,
se trasponía, de puro placer.
Dichoso él.
Haz que tu amor nos cautive, Jesús.

Cuando Francisco miraba a Jesús,
¡ay!, anhelaba morir como Él.
Dichoso él.
Viva en nosotros tu muerte, Jesús.

Cuando Francisco cantaba a Jesús,
hasta las aves cantaban con él.
Dichoso él.
¡Gloria y honor a tu nombre, Jesús! Amén.



3 de enero de 2018, memoria facultativa (para los franciscanos, obligatoria) del Santísimo Nombre de Jesús. Entrada dedicada a él, por el que somos salvos.

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