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La verdadera Iglesia de Dios...

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Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

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viernes, 30 de noviembre de 2018

San Andrés, apóstol: himno litúrgico



 
 
Cada 30 de noviembre, la Iglesia universal celebra la "fiesta" de san Andrés, apóstol. Estes es el himno litúrgico propio de Laudes, tomado de la versión en latín de la Liturgia de las Horas, y traducido al español:
 
 
Laudes: Captator olim

Pescador, antaño de peces, 
ahora de hombres, rescátanos, con tus redes, 
oh, Andrés, de las galernas del mundo.

Tú, hermano de Pedro, obtuviste su misma muerte, 
pues la cruz engendró para el cielo, 
a los que habíais nacido de una misma carne.

Oh, venerable prole, que compartís 
la misma corona de gloria: ambos Padres de la Iglesia, 
ambos hijos de la cruz.

Dirige nuestro caminar vacilante 
por el sendero de la santidad como guiaste enseguida 
a tu hermano, encauzando su vida hacia Jesús.

Te pedimos, Andrés, compañero egregio de tu hermano, 
que suscites en las iglesias un empeño ingente de caridad, 
para que acojan con sumisión el pastoreo de Pedro.

Oh, varón, tan querido de Cristo, haz que no consintamos 
demoras en la carrera por el Amor, hasta que, habiendo llegado, 
gozosos, a la Patria, podamos proclamar la gloria de Dios. Amén.
 

30 de noviembre de 2018, fiesta de san Andrés, apóstol.
Entrada dedicada a él.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Común de Santos franciscanos: himnos litúrgicos


 


Los siguientes son los himnos de la Liturgia de las Horas del Común Franciscano:


Laudes

Hermanos, venid gozosos
a celebrar la memoria
de quien hizo de su historia
un holocausto de amor.

Y del Seráfico Padre
siguió el ejemplo sincero
de consagrar por entero
su corazón al Señor.

Hoy celebramos su fiesta
sus hermanos, los menores;
y cantando sus loores
pedimos su intercesión.

Que Francisco nos enseña
la oración de la alabanza
al Señor, que es esperanza,
y en sus santos, protección.

Gloria a Dios que es Uno y Trino,
cantad su bondad constante,
que no cesa ni un instante
de ser nuestro bienhechor. Amén.


Vísperas

Cuando la tarde declina
hacia el ocaso que llega,
mi alma, Señor, te entrega
su tributo de oración.

Y al celebrar a los santos
que te ofrecieron su vida,
con ellos canta rendida
las finezas de tu amor.

Francisco quiso que fueran
sus hijos agradecidos,
y en alabarte reunidos
en un solo corazón.

Hoy la plegaria que entona
nuestro pecho jubiloso
es el tributo gozoso
de gratitud a tu amor.

Gloria los santos celebren
al Trino y Único Dios.
Gloria nosotros cantemos
uniendo a ellos la voz. Amén.


Santos Varones francicanos

Fuiste grito enamorado
de la inefable hermosura
de una increíble locura:
Dios en hombre anonadado.
«¡Ay, y el Amor no es amado!»

Fuiste del dolor flechado
al mirar la horrible muerte
y el cuerpo sangrado, inerte,
de tu Dios crucificado.
«¡Ay, y el Amor no es amado!»

Fuiste tú el anonadado
al alimentar tu vida
con el Pan y la Bebida
de Jesús Sacramentado.
«¡Ay, y el Amor no es amado!»

Fuiste voz, ansia, cuidado
de hacer entender a todos
los hombres, de todos modos,
que sólo existe un pecado:
«¡Ay, que el Amor no es amado!»


Hoy, ya bienaventurado,
en la Familia del Cielo,
danos repetir tu anhelo
de ver a Dios siempre amado.
«¡Ah, que el Amor sea amado!» Amén.


 

Santas Mujeres franciscanas

Dichosa tú, que te llamas
hermana de Jesucristo,
y que nutres con su Sangre
tu amor al Padre Divino,
y amas con Él como a hermanos
a todos los redimidos.

Dichosa tú, que te llamas
esposa de Jesucristo,
desposada por el Padre
en el amor del Espíritu,
que compartes sus afanes
y sus bienes infinitos.

Dichosa tú, que te llamas,
sí, madre de Jesucristo,
pues en la fe lo concibes
y lo das a luz en hijos
de tu amor a los demás
y tu amor contemplativo.

Dichosa hermana y esposa
y madre de Jesucristo,
pues te llamas lo que eres,
como Él mismo lo ha dicho,
y con Él reinas y gozas
por los siglos de los siglos. Amén.

 

29 de noviembre de 2018, para los franciscanos, fiesta de Todos los Santos de la Orden.

martes, 27 de noviembre de 2018

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa: himnos litúrgicos




La Congregación de la Misión celebra cada 27 de noviembre la "fiesta" de la Virgen Inmaculada de la sagrada Medalla Milagrosa. Los siguientes son los himnos propios de la Liturgia de las Horas:


Oficio de lectura

Ave, luz mañanera,
puerta santa del cielo,
tú eres de Dios la aurora,
oh, Virgen, Madre del Verbo.

Ave, llena de gracia,
entre todas, la bendita.
Tú cambias el nombre de Eva,
pues eres Madre de Vida.

Ave, Madre piadosa,
nuestra dulce abogada.
Alumbra las mentes ciegas,
concédenos toda gracia.

Ave, Virgen gloriosa,
casta flor inviolada.
Consérvanos siempre puros,
sé fortaleza del alma.

Ave, Madre clemente,
ave, Reina del cielo.
Otórganos ver a Cristo,
cantar en pos del Cordero.

Ave, Madre divina;
ave templo sagrado.
Acepte por ti los ruegos 
Aquel que vino a salvarnos.

Gloria a Dios Trino y Uno.
Gloria al Padre y al Hijo
y al Dios que procede de Ambos,
honor por todos los siglos.

 
Laudes

Salve, Madre del Señor,
nuestro universal amparo;
limpia las almas manchadas,
sola tú, la sin pecado.

Al que lleva tu Medalla
con tu suave luz ilustra;
contra el malo sea escudo
y esfuerzo del alma en sus luchas.

Sea al que llora consuelo,
sea salud al doliente,
y prenda de eterna gloria
en la hora de la muerte.

Jesús, que al morir nos diste
tu propia Madre a los siervos,
por su súplica, a los hijos
danos los gozos del cielo.

O bien


Mírame Madre querida.
¡Milagrosa, Inmaculada!,
con la luz de tu mirada,
¡Milagrosa!, envuélveme.
con la luz de tu mirada,
¡Milagrosa!, envuélveme.

Mírame Madre querida,
con esos ojos tan bellos.
¡Ay! Si no me miran ellos,
¿cómo consolarme yo? (bis)

No sé que tienen tus ojos,
¡Oh, Madre del alma mía!
que al mirarlos cada día
siento arder mi corazón,
que al mirarlos cada día
siento arder mi corazón.

En la noche de la vida,
Milagrosa, dos luceros
son tus ojos, ¡ay, qué bellos!
¡Milagrosa! mírame. (bis)

 
Vísperas

Salve Madre; en la tierra de tus amores,
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas, flor de las flores,
muestra aquí de tu gloria los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.

Virgen santa, Virgen pura,
vida, esperanza y dulzura
del alma que en ti confía;
Madre de Dios, Madre mía,
mientras mi vida alentare
todo mi amor para ti;
más si mi amor te olvidare…
Madre mía, Madre mía,
aunque mi amor te olvidare,
tú no te olvides de mí.

Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.


27 de noviembre de 2018, para los vicentinos, fiesta de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Entrada dedicada a ella.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Presentación de la Santísima Virgen: himnos litúrgicos




Cada 21 de noviembre, la Iglesia Universal celebra la "memoria obligatoria" de la Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo de Jerusalén. Los siguientes son los himnos litúrgicos propios de la Liturgia de las Horas, traducidos del original en latín (A), a los que se añaden más abajo otros himnos aprobados por la Santa Sede para algunas Conferencias Episcopales hispanohablantes (B):


A)

Oficio de lecturas: Salve, Mater misericordiae

Salve, Madre de misericordia, Madre de esperanza y de perdón, 
Madre de Dios y de la gracia, Madre llena de gracia, 
Madre llena de alegría santa. (¡Oh, María!).

Valle donde florecen los lirios de las virtudes 
y todo él destila la plenitud de las dichas más puras: 
alivia nuestras miserias, oh, Madre santa, 
con el bálsamo de tus plegarias. (¡Oh, María!).

Te creó el Padre Ingénito, en ti se ocultó el Unigénito;
eres Esposa fecunda del Paráclito: 
ensalcemos, pues, a la Trinidad 
desde lo más íntimo de nuestros corazones. (¡Oh, María!) Amén.


Laudes: Maria, Virgo regia

Oh, María, Virgen regia, Hija y Esposa del Rey, 
a quien la Sabiduría de Dios eligió desde toda la eternidad. 

Y envió al Espíritu Santo para que, consagrada desde el Cielo, 
fueses Doncella sin mancha y purísima Casa de Dios.

Modelo de caridad y Espejo de todo bien, 
Aurora de la Luz verdadera, Surco del Sembrador.

Oh, Vara florecida de Jesé, rebosante de gracia, 
que desbordaste de gozo en el templo de Dios Altísimo.

Oh, Perla blanquísima, Estrella espléndida del mundo, 
haznos ser, por la pureza, templos idóneos del Espíritu Santo.

Gloria a Dios Uno y Trino, que quiso enaltecerte, 
oh, Virgen nobilísima, con el tesoro magnífico de sus dones. Amén.


Vísperas: (Del Común de la Santísima Virgen)


B)

Oficio de lectura

Salve, Madre de misericordia,

Madre de esperanza y de perdón,
Madre de Dios y madre de gracia,
Madre llena de gozo y de amor.

Jardín floral de virtudes lleno,
todo fragante, de rico olor,

Madre querida, con tus consuelos
atiende, pía, nuestro dolor.

Te creó el Padre Sumo, increado;
su Unigénito tu seno honró;
el Espíritu Almo te fecunda,
a los Tres damos gloria y honor. Amén.


O bien:

Lucero de la mañana,
norte que muestra el camino,
cuando turba de continuo
nuestro mar la tramontana.

Quien tanta grandeza explica
sin alas puede volar,
porque no podrá alabar
a la que es más santa y rica.

Sois pastora de tal suerte,
que aseguráis los rebaños
de mortandades y daños,
dando al lobo cruda muerte.

Dais vida a quien se os aplica,
y en los cielos y en la tierra
libráis las almas de guerra,
como poderosa y rica.

Si vuestro ejemplo tomasen
las pastoras y pastores,
yo fío que de dolores
para siempre se librasen.

Tanto Dios se os comunica,
que sin fin os alabamos,
y más cuando os contemplamos
en el mundo la más rica. Amén.



Laudes

Ésta era una Niña
con aire de flor,
agua más que el río,
fuego más que el sol.
Vivía en el templo
del rey Salomón,
oyendo en los salmos
ecos de otra voz.

Quemaban su pecho,
con célebre ardor,
palabras magníficas,
silencio de Dios:

"¡Oh, Padre que habitas
en alto explendor,
envía el rocío
del Hijo de Dios!
¡Ábrase la tierra:
brote el Salvador!

¡Lloved, rojas nubes,
al Dios de Jacob!
¡Floreced, collados,
al Justo, al Señor,
lucero del alba,
flor de la creación!"

Y al solio del Padre
subía su clamor,
cual nube de incienso
plegaría sin voz. Amén.

 
O bien:

La niña María
—¡qué gracia en su vuelo!—,
paloma del cielo,
al Templo subía
y a Dios ofrecía
el más puro don:
sagrario y mansión
por Él consagrada
y a Él reservada
es su corazón.

¡Oh, blanca azucena!,
la Sabiduría
su trono te hacía,
dorada patena,
de la gracia llena,
llena de hermosura.

Tu luz, Virgen pura,
Niña Inmaculada,
rasgue en alborada
nuestra noche oscura.

Tu presentación,
princesa María,
de paz y alegría
llena el corazón.

De Dios posesión
y casa habitada,
eres la morada
de la Trinidad.
A su Majestad
la gloria sea dada. Amén.


Vísperas

Ésta es una niña
con aire de flor,
agua más que el río,
fuego más que el sol.

Vivía en el templo
del rey Salomón,
oyendo en los salmos
ecos de otra voz.

El Viento es contigo,
contigo el León,
contigo el Lucero,
contigo el Amor.

Tú, fuente sellada,
hija del Amor;
tú, el alba más bella,
del más bello sol.

Sé tú siempre niña,
sé tú siempre don,
sé como esta Niña
con aire de flor,
agua más que el río,
fuego más que el sol. Amén.



21 de noviembre de 2018, memoria litúrgica de la Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo. Entrada dedicada a ella.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Prefacio propio de la Dedicación de la Basílica de San Pedro




Cada 18 de noviembre, la Iglesia universal celebra la "memoria facultativa" de la Dedicación de la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. En esa misma Basílica, tal aniversario tiene el rango de "solemnidad", como lo estipulan las normas litúrgicas. Por eso, allí mismo, en ese sacrosanto Templo, corazón del catolicismo romano, la Misa de este día (1) tiene textos propios, entre los que se halla el siguiente Prefacio:


PREFACIO

V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu


V. Levantemos el corazón
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.

Tú eres digno de adoración y alabanza en tus santos, 
a los que haces resplandecer en el Cuerpo Místico de tu Hijo Unigénito
y pones como piedras preciosas en tu Iglesia.

Ella fue preparada por tu sabiduría en la antigua alianza
mediante los patriarcas y los profetas,
y en los últimos tiempos, la has fundado admirablemente sobre los apóstoles.

Entre ellos, quisiste escoger a san Pedro,
que ha confesado ante todos la Divinidad de tu Hijo
y ha merecido ser elegido 
como roca para la construcción del edificio espiritual de la Iglesia.

Así, lo has constituido también guía y pastor de toda tu grey,
para que pudiese confirmar a sus hermanos en la fe
y, habiendo recibido de tu Hijo las llaves del Reino,
supiese que cuanto establecía sobre la Tierra, 
sería reconocido por Ti, oh, Padre, en los Cielos.

En honor de este apóstol y por su singular exaltación,
ofrecemos a tu Divina Majestad esta celebración de fiesta,
y unidos a los coros de los ángeles,
sin cesar cantamos tu alabanza...

Santo, Santo, Santo...




Formulario completo de Misa: aquí.

 
  
Fuente: Página oficial de la Santa Sede.




18 de noviembre de 2018, Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario. II Jornada Mundial de los pobres.
En la Basílica de San Pedro, solemnidad de su Dedicación.
Entrada dedicada al Príncipe de los apóstoles, cuyas reliquias se conservan en ese santísimo Templo.


Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo: himno litúrgico


  


Cada 18 de noviembre, la Iglesia Universal celebra la "memoria facultativa" de la Dedicación de las Basílicas papales de San Pedro, en la Colina Vaticana, y de San Pablo Extramuros, en la Vía Ostiense. Este es el himno litúrgico propio de la versión en latín de la Liturgia de las Horas, traducido al español:


Laudes y Vísperas: Iam bone, pastor

Acoge benignamente, oh, Pedro, 
buen pastor, los deseos de los que te suplican 
y desata los lazos del pecado, con esa potestad que recibiste, 
mediante la cual, en virtud de la palabra, 
abres o cierras a los fieles las puertas del Cielo. 

Oh, Pablo, informa tú nuestras costumbres, como insigne maestro, 
y haz que nuestros corazones se alcen contigo hasta el Cielo, 
donde, una vez desaparecido nuestro conocimiento oscuro sólo y parcial, 
se nos conceda aquel otro que es pleno y perfecto.

Y para Ti, oh, Dios Uno y Trino, cuyo dominio permanece desde siempre 
y para siempre, la gloria eterna, el honor, el poder 
y los cantos de júbilo y alabanza. Amén.


18 de noviembre de 2018, domingo XXXIII del Tiempo Ordinario. II Jornada Mundial de los pobres.
En las Basílicas de San Pedro (Vaticano) y San Pablo Extramuros (Vía Ostiense), solemnidad de la Dedicación.
Entrada dedicada a ambos apóstoles.


viernes, 16 de noviembre de 2018

Todos los Santos de la Orden de los Siervos de María: himnos litúrgicos




 
Cada 16 de noviembre, la Orden de los Siervos de María celebra la "fiesta" de todos sus santos. Estos son los himnos litúrgicos propios:


Oficio de lectura

Por las veredas del Cielo
caminan hermanos nuestros.
Fueron discípulos fieles,
fueron de la Virgen siervos,
fueron de los siete Santos
hijos preclaros y buenos.

Dóciles a la Palabra,
libres son y sin mancha;
pobres, son ricos de gracia;
puros, son de amor llenos.

Viven mirando a la Virgen,
que fue sierva y ahora reina;
como ella la Palabra 
en el corazón conservan.

Humildes y sencillos
como ella creen y esperan;
con ella junto a la pena
del hombre que gime y sufre.

Como los primeros Padres,
siguen de Agustín la Regla:
amar a Dios y al hermano,
ser muchos un alma sola.

Por las veredas del Cielo
caminan hermanos nuestros.
Te alaben, Señor, los Siervos,
canten tus dones de gracia.

¡Qué grande, en medio de su pueblo,
el Dios que nos salva y ama! Amén.


Laudes

La serena luz del alba
anuncia la buena nueva:
de todos los santos Siervos
es hoy la anhelada fiesta.

Fiesta de muchos hermanos,
fieles amigos de Cristo,
entregados al servicio
de su Madre gloriosa.

Fue su regla el Evangelio,
vivir juntos su anhelo,
juntos caminar soñando
nueva tierra y nuevos cielos.

Vida de frailes llevaron:
única la frugal mesa;
único el pan y el vino, 
Cuerpo y Sangre de Cristo.

Resuena el coro de salmos:
oración que sube al Padre
para que del Cielo bajen
luz y paz, perdón y gracia.

En el Cielo baten palmas,
y con los Padres primeros
cruzan devota mirada
de hijos, hoy compañeros.

Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo
cantan los Siervos del Cielo
por los siglos de los siglos. Amén.


Vísperas

Astros lucen en el Cielo:
son de la Virgen los Siervos,
brillan de la luz de Cristo,
reflejan gloria divina.

Lejos quedaron las penas,
lejos el camino estrecho,
la soledad y la duda,
y la cruz de cada día.

Ya el servicio en reinado,
ya en vino de goce eterno
el agua fresca se ha trocado,
en nombre de Cristo dada.

Las largas horas pasadas
junto a la cruz del hombre
son ya siglos infinitos
sin llanto y sin gemido.

Ahora solo de cantar,
solo de amar es tiempo:
en puro gozo contemplar
la pura gloria de Cristo.

Alegre la voz y el rostro,
himnos cantan de alabanza:
¡qué bueno es haber servido
a la santa Madre de Cristo!

Te alaben, Señor, los Siervos,
canten tus dones de gracia.
¡Qué grande en medio de su pueblo,
el Dios que nos salva y ama! Amén.


16 de noviembre de 2018, para los servitas, fiesta de Todos los Santos de la Orden.
Entrada dedicada a ellos.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Conmemoración de los difuntos de la Orden trinitaria: himno litúrgico


 


Cada 14 de noviembre, la Orden de la Santísima Trinidad celebra la Conmemoración de todos sus difuntos. Este es el himno litúrgico propio:


Laudes y Vísperas
 
Hacemos hoy memoria
de una familia grande;
y nos encontraremos
en la Casa del Padre.
 
Nos habéis precedido
con el mismo mensaje,
seguimos vuestros pasos
y vuestros ideales.
 
Familia Trinitaria:
siglos, tierras y mares…
La muerte no separa
a los que en Cristo se amen.
 
Oramos con vosotros
en una Iglesia orante
que intercambia sus bienes
como una buena madre.
 
Más allá de la muerte
una familia se hace:
que en la Casa del Cielo
todos pueden sentarse.
 
Los ya purificados
caminan por delante
y dan la mano a aquellos
que están purificándose.
 
Esperamos el día
que el camino se acabe
para estar con vosotros
en las metas finales. 

Allí conoceremos
la ternura del Padre,
y al Hijo, y al Espíritu:
Comunión inefable. 


14 de noviembre de 2018, para los trinitarios, Conmemoración de todos los difuntos de la Orden.
Entrada publicada en sufragio por ellos.
 

martes, 13 de noviembre de 2018

Todos los santos trinitarios: himnos litúrgicos

                 
 


Cada 13 de noviembre, la Orden de la Santísima Trinidad celebra la "fiesta" de todos sus santos. Estos son los himnos litúrgicos propios:

 

Oficio de lectura

Campo en flor es el coro de tus santos,
tan fértil en la paz como en la guerra;
rosas en guerra, y en la paz los lirios
se agavillan maduros.

Ejército de heroicos guerreros
que no pudo vencer el enemigo,
pues Cristo fue camino, y con tal Guía
el triunfo consiguieron.

Ejército de santos, vuestra ayuda
prestad a los esclavos aún del cuerpo;
desatad las cadenas, que podamos
ascender a la meta.

Gloria a la Augusta Trinidad, honores
les demos a las Tres Santas Personas,
las Cuales a sus leyes poderosas
someten todo el orbe. Amén.

 
Laudes

I

Trinitaria Familia de amigos
que de Cristo seguisteis la voz:
de su amor os hicisteis testigos,
mensajeros del Reino de Dios.

Evangelio encarnado en la vida,
profecía de un gozo sin fin;
vuestra luz para siempre encendida
ilumina de uno a otro confín.

Nuestra tierra en vosotros florece
con la gracia que Cristo nos dio;
nuestro barro de amor se estremece
y del Cielo la cumbre alcanzó.

La victoria ya está conseguida
pues triunfasteis con Cristo el Señor;
sembradores de amor en la vida,
cosecháis de la vida el amor.

Vuestra senda de luz nos invita;
con vosotros queremos lograr
la corona que no se marchita
y la vida con Dios en su Hogar.

Gloria al Padre, el origen, la fuente:
gloria al Hijo que nace de Él;
gloria igual al Espíritu ardiente,
de los santos divino Troquel. Amén.
 

II

Oh, seguidores de Cristo,
que poseéis abundancia
de los placeres del Cielo
como premio a la fe dada,
con vuestro oído benigno
escuchad las alabanzas
que en nuestros himnos decimos,
desterrados de la Patria.

Movidos de amor a Cristo,
llevasteis la cruz pesada,
siendo obedientes en todo
y en el amor siendo llamas.

Disteis el desprecio al mundo
y a las infernales trampas;
confesando a Cristo, fuisteis
a las celestes Moradas.

Ahora, conquistado el Cielo,
atended nuestras plegarias
de seguir vuestra huella santa.

La gloria sea al Dios Trino
que por su clemencia santa,
unida a vuestros sufragios,
nos conduzca a su Morada. Amén.

 


Vísperas

I

Santos Trinitarios,
gloria del Dios Vivo:
vais justo a nosotros,
de amor peregrinos.

Fuisteis consagrados,
ya por el Bautismo;Casa donde mora
el Dios Uno y Trino.

Rotas las cadenas,
libres los cautivos,
manos redentoras,
de esclavos hacéis hijos.

Hasta vuestro cielo
suben nuestros himnos;
lleguen las plegarias
a vuestros oídos.

Gozo de la Iglesia,
luz en el camino
fuertes valedores,
profetas, testigos.

Dadnos vuestra entrega
siempre fiel a Cristo,
dadnos la alegría
de ser sus amigos.

Vemos vuestros pasos;
vamos a seguirlos:
huellas ejemplares
de vuestro camino.

Gloria, honor al Padre,
gloria igual al Hijo,
gloria, honor, por siempre
a su Santo Espíritu. Amén.
 

II

Hoy cantamos de Cristo
a los ínclitos siervos,
famosos por la fe
y por brillantes hechos;
este día la tierra
sus alabanzas une a las del Cielo.

Siendo mansos y humildes
y en castidad viviendo,
sin conocer pecado,
lograron, en efecto,
que sus almas volaran
libres ya de la tierra hasta los cielos.

Desde allí se complacen
en mirar hacia el suelo
y ayudar a los pobres
y al triste dar consuelo,
en curar llagas de alma
y dar también alivio a las del cuerpo.

Por eso, hoy nuestro canto
a estos ínclitos siervos
les agradece, y pide
que miren nuestro esfuerzo
y que nos den su ayuda
en la lucha que todos mantenemos.


Honor y alabanza
al Dios Uno en los Cielos,
el cual gobierna el orbe
toda cosa rigiendo
con sus divinas leyes;
honor y alabanza a Él entonemos. Amén.



13 de noviembre de 2018, para los trinitarios, "fiesta" de Todos los Santos de la Orden.

San Artémides Zatti: himnos litúrgicos





Cada 13 de noviembre, la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, celebra la "memoria facultativa" de san Artémides Zatti. Estos son los himnos del Propio de la Liturgia de las Horas salesiana:

 
Laudes

La vida se reanuda
con la luz de un alba nueva.
Con ella, en el pecho crece
nuestra devoción sincera.

El corazón y la mente
van a Ti, lumbre primera,
fuente de la santidad
que a tus hijos llega y llena.

San Artémides
de ella bebió cual la cierva.
Movido por san Juan Bosco,
decidió seguir sus huellas.

Tú infundiste en su alma
del Evangelio la esencia.
Fue “la caridad sin límites”,
sol y alegría en la tierra.

Sol alegre del enfermo,
firme alivio de las penas,
báculo del indigente...
¡Qué evangélica tarea!

En sus rostros contemplaba
de Jesús la imagen neta.
Con este noble ejercicio
conquistó la feliz meta.

Gracias, Dios, por el regalo
que, en él, haces a tu Iglesia.
Por el río de su virtud
nuestra nave a Ti navega.

 
Vísperas

Como con la luz primera,
cuando las sombras avanzan,
a Ti, Motor de la vida,
va la canción de alabanza.

La luz se va, cae la tarde,
mas en el hondón del alma
otra Luz más pura brilla.
Es la Luz de tu mirada.

Rayos de tu Luz, sabemos
que como Padre nos amas
y que para ir a Ti
el camino nos señalas.

Camino cierto es tu Hijo
y, con Él, las almas claras
que se tomaron en serio
el brío de su Palabra.

Artémides Zatti fue
una de esas nobles almas
que el gozo pleno encontró
siguiendo, fiel, sus pisadas.

Pisadas de amor, de entrega
y caridad extremada,
que este santo hizo suyas
con esperanza cristiana.

De humilde cuna nacido,
para la miseria humana
tuvo un corazón de carne
y delicadas entrañas.

En la fragua de Juan Bosco
forjó sus sensibles armas
y en el pobre y el enfermo
hacía su amor diana.

Honor a Ti, claro cauce
de santidad y de gracia.
A Ti, nuestra gratitud
por esta flor salesiana. 


13 de noviembre de 2018, para los salesianos, memoria facultativa de san Artémides Zatti.
(Última actualización de la entrada: 09/10/22, día de la canonización del bienaventurado).

Entrada dedicada él.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Prefacios propios de la Virgen de los Treinta y Tres, Patrona de Uruguay





Cada 8 de noviembre, la República Oriental del Uruguay celebra la "solemnidad" de su patrona, la Virgen de los Treinta y Tres. Los siguientes son los Prefacios propios que pueden emplearse en las Misas de esta advocación mariana:


PREFACIO I
 
V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu


V. Levantemos el corazón
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque en la historia de tu providencia
quisiste que María, Virgen de los Treinta y Tres,
fuera invocada por los orientales
para liberar a la Patria;
ya que ella, por los méritos de Cristo,
fue asociada íntimamente a la obra redentora
y es nuestro modelo de justicia y santidad.

Por eso, con todo el pueblo cristiano de nuestra Patria,
unidos a María, nuestra Madre, cantamos con alegría:

Santo, Santo, Santo...

O bien:

PREFACIO II
 
V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu


V. Levantemos el corazón
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,
por todas las grandes maravillas de amor y de gracia
que has realizado misericordiosamente
en la Virgen, Madre de tu Hijo.

Ella, concebida sin pecado,
no fue contaminada por la corrupción del sepulcro,
pues siendo intacta en su virginidad,
fue constituida tálamo precioso del cual salió Cristo,
Luz de las naciones y Esposo de la Iglesia:
a ella los fieles la ensalzan como Estrella del alba
y la proclaman Capitana y Guía
por las sendas de la paz y del amor.

Por eso, como los ángeles te cantan en el Cielo,
así nosotros en la tierra te aclamamos,
diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo...


8 de noviembre de 2018, en la República Oriental del Uruguay, solemnidad de la patrona, la Virgen de los Treinta y Tres.
Entrada dedicada a ella.

sábado, 3 de noviembre de 2018

San Martín de Porres, religioso: himnos litúrgicos


 


Cada 3 de noviembre, la Iglesia Universal celebra la "memoria facultativa" de san Martín de Porres, religioso. Estos son los himnos litúrgicos propios aprobados por la Santa Sede para algunas Conferencias Episcopales hispanohablantes:


Oficio de lectura

El Nuevo Mundo apenas descubierto
ofrece en ti, al Señor, hermoso árbol,
cuyos frutos se elevan hacia el cielo.

Naciste como Rosa en esta tierra,
y compartes con ella refulgente
una blanca corona de pureza.

Tú, fervoroso amaste a Jesucristo,
veneraste tanto a nuestra Madre,
y halló en ti el Espíritu morada.

La tierra hoy cantando te celebra,
tú, inmenso honor de los peruanos,
sé nuestra luz y amparo en el camino.

La Santa Trinidad reciba gloria,
que al honor de los cielos te ha llevado;
y a tus rezos, gozar de Dios podamos. Amén.


Laudes

Oh, Martín, amable, con gozo inmenso
la piedad de los fieles te recuerda;
tu humildad en un mar de luz Dios premia,
claro cielo que es su amor eterno.

Despreciaste cuanto valora el mundo:
honor, soberbia, placer y alabanzas
y buscando lo humilde, que Dios ama,
en dulce abrazo a Él te uniste.

Para ser de Cristo fiel imagen,
sabiamente quisiste ser pequeño;
sirviendo con amor a los hermanos,
buscaste aquí en la tierra todo el cielo.

Para gloria eterna de la Trinidad,
ruégale tú, humilde, pobre y bueno,
que nos conceda andar por tu sendero,
gozosos hacia el seguro Cielo. Amén.


Vísperas

Oh, Martín que ya la gloria,
tus ojos buenos contemplan,
asístenos con tu ayuda,
de tu amor danos las pruebas.

Tú recibiste del Cielo
caridad en abundancia,
encarnación viva fuiste
del amor suave de Cristo.

Horno ardiente era tu pecho
lleno de Espíritu Santo;
Padre bueno, te llamaron,
pobres, huérfanos y enfermos

Pide para nuestras almas
que en ellas arda ese fuego,
que a Dios siempre más nos una
y crezca en amor fraterno.

Que reine el amor en todos,
borrando marginaciones,
que la paz de Cristo reine
en quien redimió su Sangre.

Alabanza sea al Padre
al Hijo y al Espíritu,
que nos donen por tu mano,
con abundancia la gracia. Amén.


3 de noviembre de 2018, memoria litúrgica de san Martín de Porres, religioso.
Entrada dedicada a él.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Oración por un ser querido difunto


Ten una semana de oración por la salvación de las almas del purgatorio


"Señor Jesús, Autor de la Vida, junto a Ti no existe la muerte eterna.
Te damos gracias por permitirnos compartir con
N un trayecto de nuestra peregrinación terrenal.

Te rogamos que esta añoranza que sentimos se convierta en certeza cada vez más firme de que vive junto a Ti, en donde ya no hay sufrimiento, ni nos  atan los lazos del tiempo y la distancia.

 
Allí nos espera y desde allí habla a nuestro corazón diciéndonos:
 'No me he ido; estoy presente de otra manera. Soy feliz y lo seré más aún si los veo felices. 
Los amo, los bendigo y velo por ustedes, como lo hicieron conmigo'.

Jesucristo, Redentor del mundo, que estas palabras de consuelo arrullen nuestra alma y alimenten la esperanza de poder participar algún día todos juntos del gozo sin fin de tu Morada celestial.
 Te lo pedimos por intercesión de la Virgen María, Auxilio y Esperanza de todas las Almas del Purgatorio. 
Ella, Madre tuya y de los que somos pecadores, aún viéndote morir, supo que jamás la abandonarías, porque, junto a tus elegidos, vives para siempre. Amén".
 

2 de noviembre de 2018, Conmemoración de los Fieles Difuntos.
Entrada publicada en sufragio por las Almas del Purgatorio.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Todos los Santos: himnos litúrgicos




Cada 1° de noviembre, la Iglesia Universal celebra la "solemnidad" de Todos los Santos. Los siguientes son los himnos de la versión latina de la Liturgia de las Horas, traducidos al español (A), más otros aprobados por la Santa Sede para algunas Conferencias Episcopales hispanohablantes (B):

 
A)
 
I y II Vísperas: Redemptor omnium

Oh, Cristo, Redentor del mundo, 
aplácate por los ruegos de la bienaventurada 
siempre virgen María, y guarda del mal a tus siervos. 

Y vosotros, el ejército sacratísimo 
de los Ángeles, ahuyentad todos los males 
pasados, presentes y venideros.

Oh, Apóstoles del Señor y Profetas del Juez Eterno, 
imploramos humildemente vuestra plegaria, 
para alcanzar nuestra salvación.

Oh, insignes Mártires de Dios y Confesores clarísimos, 
trasplantadnos al Cielo, por medio de vuestras preces.

Y el coro de las Vírgenes santas, 
junto con todos los Monjes, nos consigan 
participar de la herencia de Cristo, 
en comunión con todos los Santos.

Unidos, pues, a vuestras voces, 
glorifiquemos, jubilosos, a la Trinidad Beatísima, 
con la alabanza que merece. Amén.


Oficio de lectura: Christe, caelorum habitator

Oh, Cristo, Morador glorioso del Cielo, 
Vida de los Santos, Camino, Aliento y Salvación, 
acoge propicio el sacrificio de alabanza que te ofrecemos.

Todos los Coros angélicos te bendicen 
desde la cumbre del Cielo, mientras la multitud 
de los Bienaventurados, no cesa de proclamar tu gloria.

Oh, Dios clementísimo, por los méritos de Santa María Virgen, 
y los de todos los Santos, detén el castigo que merecemos 
y danos el remedio de tu gracia.

Haz que celebremos aquí tu alabanza, 
los que confiamos poderla proseguir en los Cielos, 
entonando un himno sempiterno a la Trinidad Beatísima. Amén.


Laudes: Iesu, Salvator saeculi

Socorre, oh, Jesús, Salvador del mundo, 
a los que has redimido, 
y tu Madre piadosa implore 
para sus hijos indigentes la salvación. 

Que el Coro de todos los Ángeles, 
la asamblea de los Patriarcas 
y los méritos de los Profetas, 
nos alcancen tu perdón.

Juan el Bautista, tu Precursor, 
Pedro, que custodia las Llaves, 
y los demás Apóstoles, desbaraten 
la cadena de nuestras culpas.

El coro venerable de los Mártires, 
la confesión de los Sacerdotes, 
y la castidad de las Vírgenes, 
limpien nuestros pecados.

Y los sufragios de los Monjes, 
junto con los de todos sus Conciudadanos del Cielo, 
consigan que sean acogidos nuestros deseos 
y nos obtengan el Premio de la Vida.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, 
de cuya luz beatífica los Santos gozan 
por toda la eternidad. Amén.

B)

I vísperas


Cuando contemplo el cielo
de innumerables luces adornado,
y miro hacia el suelo
de noche rodeado,
en sueño y en olvido sepultado;
el amor y la pena
despiertan en mi pecho un ansia ardiente;
despiden larga vena
los ojos hechos fuente,
hasta que digo al fin con voz doliente:

«Morada de grandeza,
templo de claridad y hermosura,
el alma que a tu alteza
nació, ¿qué desventura
la tiene en esta cárcel baja, oscura?

¿Qué mortal desatino
de la verdad aleja así el sentido,
que, de tu bien divino
olvidado, perdido,
sigue la vana sombra, el bien fingido?»

El hombre está entregado
al sueño de su suerte no cuidando,
y, con paso callado,
el cielo vueltas dando
las horas del vivir le va hurtando.

¡Oh, despertad, mortales,
mirad con atención en vuestro daño!
¿Las almas inmortales,
hechas a bien tamaño,
podrán vivir de sombras y de engaño?

¡Ay!, levantad los ojos
a aquesta celestial eterna esfera;
burlaréis los antojos
de aquesa lisonjera
vida, con cuanto teme y cuanto espera.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,
por los siglos de los siglos. Amén.


Oficio de lectura


Peregrinos del Reino celeste,
hoy, con nuestras plegarias y cantos,
invocamos a todos los santos,
revestidos de cándida veste.

Éstos son los que a Cristo siguieron,
y por Cristo la vida entregaron,
en su Sangre de Dios se lavaron,
testimonio de amigos le dieron.

Sólo a Dios en la tierra buscaron,
y de todos hermanos se hicieron.
Porque a todos sus brazos se abrieron,
éstos son los que a Dios encontraron.

Desde el cielo, nos llega cercana
su presencia y su luz guiadora:
nos invitan, nos llaman ahora,
compañeros seremos mañana.

Animosos, sigamos sus huellas,
nuestro barro será transformado
hasta verse con Cristo elevado
junto a Dios en su cielo de estrellas.

Gloria a Dios, que ilumina este día:
gloria al Padre, que quiso crearnos,
gloria al Hijo, que vino a salvarnos,
y al Espíritu que Él nos envía. Amén.


 

Laudes

Patriarcas que fuisteis la semilla
del árbol de la fe en siglos remotos,
al Vencedor divino de la muerte,
rogadle por nosotros.

Profetas que rasgasteis inspirados
del porvenir el velo misterioso,
al que sacó la luz de las tinieblas,
rogadle por nosotros.

Almas cándidas, santos Inocentes,
que aumentáis de los ángeles el coro,
al que llamó a los niños a su lado,
rogadle por nosotros.

Apóstoles que echasteis en el mundo
de la Iglesia el cimiento poderoso,
al que es de la verdad depositario,
rogadle por nosotros.

Mártires que ganasteis vuestra palma
en la arena del circo, en sangre rojo,
al que os dio fortaleza en los combates,
rogadle por nosotros.

Vírgenes, semejantes a azucenas
que el verano vistió de nieve y oro,
al que es fuente de vida y hermosura,
rogadle por nosotros.


Monjes que de la vida en el combate
pedisteis paz al claustro silencioso,
al que es iris de calma en las tormentas,
rogadle por nosotros.

Doctores cuyas plumas nos legaron
de virtud y saber rico tesoro,
al que es caudal de ciencia inextinguible,
rogadle por nosotros.

Soldados del ejército de Cristo,
santas y santos todos,
rogadle que perdone nuestras culpas
a Aquel que vive y reina entre nosotros. Amén.



1° de noviembre de 2018, solemnidad de Todos los Santos.
Entrada dedicada a ellos.